Capítulo 1.

Desde hace 50 años que no nevaba en karakura, el frío invierno siempre traía consigo lluvias intermitentes, largas tormentas, ese hielo calador de huesos pero jamás volvió a bañar la ciudad con su majestuoso manto. Pero este día, la ciudad se vestía de blanco para anunciar el fin de un ciclo y el comienzo para algunos privilegiados que conocían los secretos de la vida y la muerte.

En una modesta clínica familiar, el silencio era sepulcral, solo era roto por el llanto afligido de los más pequeños y los sollozos disimulados de su madre y su abuelo. Dentro se encontraba reunida una pequeña familia alrededor de una anciana a la puertas de la muerte. Ella giró su cabeza y pudo ver por la ventana que estaba nevando, en su cabeza se preguntó si él sabía, remotamente había pensado que la falta de nieve era su culpa, hoy pudo sentir una breve confirmación con este hecho. Cuando la mujer sintió que solo le quedaba los últimos minutos de su vida terrenal, reunió el coraje suficiente para romper el silencio.

"Realmente se ven terribles" una sonrisa juguetona tiro de sus labios.

"No es fácil para nosotros Karin" le respondió su esposo con una mirada melancólica "había olvidado cómo odias los finales melosos" hizo un pequeño gesto de diversión.

"Saben que los amo, cuida a nuestra hija y a mis hermosos nietos" les regalo una mirada llena de amor y pasó sus manos por las mejillas de los gemelos que estaban a su lado.

"No creo poder pasar por esto" él hundió la cara en sus manos y luego revolvió su cabello.

"Lo lograrás" le intentó trasmitir su confianza, había pasado tantos años al lado de este hombre que no dudaba de ello. Quiso continuar hablando pero logró sentir una presencia acercarse, su corazón, aún en sus últimos latidos, se aceleró ¿había tenido la osadía? ¿Después de tantos años, había venido por ella? Pudo ver una silueta aparecer en la puerta de la habitación, luego de un momento lo reconoció.

El shinigami le sonreía, había envejecido solo un poco desde la última vez que lo vio, llevaba el uniforme estándar junto con un haori, su cabello naranja y su enorme espada, no podía ser otro. Ichigo había venido por ella, la invadió una enorme alegría con un poco de decepción.

Karin le dedicó una última mirada a su familia, silenciosamente agradeció todos los años que pudo vivir con ellos y el cariño que le otorgaron. Finalmente, cuando su cadena del alma estaba completamente rota, el shinigami la envolvió en un abrazo fraternal mientras les dedicaba una última mirada a su esposo, hija y nietos.

Los hermanos caminaron por las calles de karakura, Ichigo permitió que Karin procesara todo lo que acababa de pasar. Finalmente, karin se animó a hablar.

"¿Cómo es que estoy en mis veinte años ichi-nii?" preguntó la Kurosaki mientras se miraba.

"Después de tantos años, ¿así es como saludas tu hermano Karin?" preguntó con un poco de irritación en su voz "no sabemos porque las almas toman cierta apariencia, pero varía más cuando mueren viejos".

"Lo siento, es solo que me resultó raro, te he extrañado mucho ichi-nii ¿haz podido contactar con Yuzu y el viejo?"

"El viejo sigue igual de loco que siempre y Yuzu se ha unido al escuadrón 4. Cuando Yuzu murió, ella y el viejo llegaron al sereitei buscandome. Te están esperando" Ichigo pudo ver como la cara de su hermana se relajo al saber que estaban bien. "¿Lista para partir?"

Karin se tomó un momento y asintió. Se abrió una garganta por la cual atravesaron ambos.