Saludos a todos ! Y como les va? Yo bien y usted? xD, jeje como sea hoy vengo con otro seria para adaptarlo para este anime(se esta siendo un vicio esto , Ayuda!).

Ya saben que la historia origina le pertenece a otra persona(ahorita la voy a mencionar). Estos capitulos son un poquito mas a diferencia del otro ,no tendremos Yunno a quien odiar , asi que calmaos.

ADVERTENCIA:

ES SOLO UNA ADAPTACION, LA HISTORIA LE PERTENECE A EMMA .READS :) ,LOS MÉRITOS AL VERDADERO AUTOR!(SALUDOS)

AH Y YA SABEN LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN


La encontró, la curó, y se enamoró. Fate sabía que volvería a verla, porque aquello que había pasado allí, no había sido una mera casualidad. Pueden llamarlo magia, destino, o como fuese, ella sólo sabía que sin siquiera darse cuenta, que aquella cobriza había cambiado su vida

"¿Necesitas ayuda?" La cobriza no levantó la vista, y tampoco contestó. Se limitó a sacudir la cabeza y secarse una lágrima con el dorso de su mano embarrada. "Esto se ve mal" volvió a hablar la voz, haciendo referencia a la rodilla ensangrentada de la muchacha.

La muchacha quería que esa mujer se fuera. Demasiado tenía ya con estar pasando tanta vergüenza. No necesitaba que nadie se riera todavía más de ella.

"Necesitas vendarlo" Volvió a murmurar la mujer acuclillada frente a ella, y Nanoha se dignó por fin a levantar la mirada. Un par de preciosos ojos rubíes la miraron de vuelta, y sintió el aire atascado en la garganta.

"Estoy bien" Se las arregló para decir, sin despegar la mirada de aquella mujer.

La desconocida volvió a echarle una ojeada a su herida. "Tu rodilla no piensa lo mismo" comentó algo burlona, y Nanoha frunció el ceño, ofendida.

"Vete de aquí. Puedo arreglármelas sola" Respondió, arrimándose todavía más al viejo roble que tenía a sus espaldas.

Fate la miró unos segundos, sintiendo su corazón ablandarse dentro del pecho. Su cabello estaba alborotado debido a la reciente caída, sus enormes ojos zafiros la miraban llenos de lágrimas, pero aun así enfadados, y sus mejillas estaban sonrojadas, surcadas por lágrimas y algo manchadas de tierra. Parecía tan frágil. Tan pequeña, allí frente a ella, echa un ovillo.

"Lo siento. No pretendía ofenderte" Intentó calmarla. "Sólo quiero ayudarte. ¿Te duele?"

Nanoha asintió, mientras seguía con su mirada a una gruesa gota de sangre, que escapaba de la herida y rodaba por su pierna hasta internarse en su tennis. Nanoha torció el gesto. Qué asco.

Fate sonrió, sacó un inmaculado pañuelo de papel de su delantal, y limpió el rastro de sangre con lentitud.

Nanoha se estremeció, siguiendo con la mirada la mano de Fate, que se detuvo antes de llegar a la herida.

"¿Te da miedo la sangre?" Preguntó, intentando distraerla al ver su pálido rostro.

"Su olor me marea" Fate consideró si sería oportuno resaltar que los humanos no podían realmente sentir el olor de la sangre, pero decidió que lo mejor sería obviarlo.

"Déjame curarte." Susurró, y a Nanoha se le estrujó el corazón. Las palabras habían sonado demasiado íntimas, demasiado tierna para un par de extraños.

"¿Cómo?" Preguntó, elevando la mirada hacia ella otra vez, y Fate tuvo la sensación de que repentinamente habían dejado de hablar de la herida. Antes de que la rubia pudiera contestar, Nanoha volvió a sacudir la cabeza. "Estaré bien, en serio".

"Sólo serán unos minutos" Insistió la rubia. No tenía intención de abandonar a aquella muchachita allí, sola, lastimada y bañada en lágrimas en medio de un parque. "¿Ves ese edificio blanco de allí?" Nanoha siguió la dirección de su mano, y asintió. "Es el hospital en el que trabajo".

"¿Eres doctora?" Preguntó, reparando por primera vez en su delantal blanco como la nieve.

"Pediatra." Respondió la rubia con una sonrisa de lado. "Si me dejas llevarte hasta allí, te vendaré la herida, y asunto resuelto."

Nanoha se debatió, mirando alternativamente la herida y a la mujer que tenía en frente. Podría quedarse allí, regodeándose en su torpeza y dolor, o dejar que aquella sexi doctora la curara.

Finalmente, hizo lo que cualquier chica en su sano juicio haría, e intentó ponerse de pie.

No tuvo mucho éxito, y Fate se levantó de un salto para extender un brazo hacia ella.

Ignorando la corriente eléctrica que la recorrió en cuanto tomó su mano, Nanoha se levantó del suelo intentando apoyar todo su peso en un sólo un pie.

"¿Puedes caminar?" Fate rodeó su cintura con un brazo, haciendo que la cobriza se apoyara casi en su totalidad sobre su formado cuerpo. Sonrió al notar la gran diferencia de tamaños.

"Claro que puedo" Murmuró ella, terca. "Me raspé, no me amputé la pierna".

Fate soltó una carcajada que a Nanoha le pareció hermosa, y siguió caminando con ella hasta llegar a la avenida.

"Permiso" Antes de que Nanoha pudiera preguntar por qué pedía permiso, Fate se agachó y la tomó en brazos como una novia. La cobriza tardó un par de segundos en recobrar el aliento.

"¿¡Qué haces!?" Intentó con todas sus fuerzas ignorar la cálida sensación que la llenó por dentro, y se revolvió entre sus brazos.

"Quédate quieta o te cargaré sobre mi hombro. Y créeme, eso sí que será vergonzoso" Nanoha dejó de revolverse inmediatamente, pero la siguió fulminando con la mirada.

"Te dije que sí podía caminar".

"Puedes caminar, pero lo haces extremadamente lento. La señal se hubiera vuelto roja de vuelta antes de que hubiéramos llegado a la acera" se burló, y Nanoha refunfuñó como una niña, haciéndola reír. "Señorita…" Fate la depositó en la puerta del hospital, y volvió a rodear su cintura con un brazo, guiándola dentro.

Nanoha intentó girar hacia la derecha a la vez que la rubia giraba a la izquierda, y ambas se miraron contrariadas.

"Urgencias está para allá" Protestó la cobriza.

"Pero pediatría está para allá".

"¿Pediatría?" Nanoha frunció el entrecejo, pero Fate no la dejó seguir refutando y la guió hacia la izquierda.

"Te dije que soy pediatra. Iremos a mi consultorio y te vendaré."

"Oh… Pensé que me dejarías en Urgencias".

"No." Respondió con simpleza, para luego hacerla ingresar en una puerta cuyo cartel decia ' . Pediatra'.

"¿Testarossa?"

"Fate. Fate Testarossa Harlaown" Respondió mientras la tomaba en brazos de nuevo, pero esta vez para sentarla sobre la camilla. El papel crujió bajo su peso y Nanoha la observó tomar un papel del escritorio. "¿Y el nombre de la señorita es…?"

Nanoha no pudo evitar sonreír ante el tono de voz empleado por Fate. Realmente, parecía una pediatra atendiendo a una niña pequeña.

"Takamachi. Nanoha Takamachi".

"Nanoha…" Susurró mientras escribía su nombre en la ficha, con una caligrafía perfecta, no muy usual en un médico, y Nanoha decidió que adoraba cómo sonaba su nombre en los labios de Fate. "Entonces, ¿La señorita Takamachi está muy acostumbrada a este tipo de golpes?" Preguntó tomando un par de materiales con eficiencia.

"Deja de hablarme como si tuviera tres años" Murmuró Nanoha divertida.

Fate se giró sorprendida, y luego una sonrisa se dibujó en sus labios.

"Lo siento, es la costumbre" Respondió, acercándose a ella con un paquete de gasas, cinta y unos frasquitos de líquido que a Nanoha no le gustaron nada.

"Sí, la señorita Takamachi está muy acostumbrada a este tipo de golpes" Respondió mientras Fate desgarraba el sobre de las gasas.

La rubia levantó la mirada, divertida.

"¿De verdad?" Nanoha se encogió de hombros, avergonzada.

"Soy bastante torpe." Se limitó a responder.

"Ya veo…" Susurró la doctora Testarossa, colocando su mano derecha junto a la rodilla ensangrentada de Nanoha, rozando su pierna. La cobriza se revolvió, nerviosa, pero no dijo nada. Fate tomó un pedazo de algodón y lo mojo en un líquido transparente, antes de acercarlo a su herida. Automáticamente, Nanoha se echó hacia atrás. "Es solo agua".

"No es agua".

"Es agua oxigenada. Para limpiar la herida."

"Me arderá".

"No, no arderá, Takamachi".

"Nanoha."

"¿Perdón?"

"Todos me llaman Nanoha" Susurró bajito, y Fate le dedicó una sonrisa tranquilizadora.

"Bien, Nanoha, te prometo que no arderá. Y si lo hace, podrás vengarte de mí luego, ¿Bien?" Nanoha rodó los ojos, seguía tratándola como si tuviera tres años.

"Te tomo la palabra" Fate sonrió y volvió a acercar el algodón a su rodilla.

Nanoha se crispó cuando le rozó la herida, pero frunció el ceño al no sentir ningún escozor. Sólo el frío líquido mojando la ensangrentada rodilla.

"¿Y bien?" Nanoha no respondió, sino que siguió mirando cómo las expertas manos de Fate limpiaban la herida, hasta que sólo quedó un grueso corte de unos seis centímetros allí. Luego de eso, tomó otro frasquito con un líquido más oscuro, y antes de que Nanoha pudiera protestar, lo roció sobre la herida.

Nanoha maldijo en voz baja. Ese sí que ardía.

"¡Dijiste que no ardería!" Se quejó.

"Dije que el agua no ardería. Esto es desinfectante. Sólo ardió un poquito".

"Ardió mucho"lo corrigió la cobriza, mirándola con el ceño fruncido, y Fate le sonrió con ternura.

"Eres una exagerada" La rubia comenzó a tapar la herida con las vendas, y Nanoha se limitó a poner un pequeño mohín.

Fate decidió que esa expresión era la más dulce que había visto en toda su vida, e hizo un esfuerzo sobrehumano para no acariciar aquel sobresaliente labio inferior.

"¿Lo ves? Apuesto a que no fue tan trágico como pensabas" Fate no pudo resistirse más, y levantó una mano para acariciar con suavidad la mejilla derecha de Nanoha, limpiando a su paso la manchita de tierra que descansaba allí.

Nanoha entreabrió los labios con sorpresa, y el pulgar de Fate rozó aquellos labios casi imperceptiblemente.

Ambas se quedaron allí, de pie, mirándose en silencio durante unos segundos, asimilando aquel sentimiento tan fuerte que las había abarcado por completo.

"Fate…" La rubia sonrió, adoraba el sonido de su voz. "Creo que debo irme". Bueno, lo adoraba la mayor parte del tiempo.

"No."

"Sí, yo… Debo irme." De un segundo al otro, la expresión fascinada de Nanoha se convirtió en una precavida, y llena de angustia.

Fate sintió el desasosiego en carne propia al ver su rostro bañado en dolor, pero se alejó un paso para dejarla bajarse de la camilla.

"¿Necesitas algo? ¿Estás bien?"

Nanoha sacudió la cabeza, sin decir nada, mientras volvía a apoyar los pies en el suelo, ignorando la mano extendida de Fate.

"Lo siento. Me olvidé por completo de… Yo… Lo siento" Hablaba incoherencias, mientras miraba nerviosamente la puerta. "De verdad que necesito irme" Suspiró, con una expresión rayando el miedo, y Fate asintió cautelosa.

Deseaba tanto saber qué sucedía con ella.

"Bien. Si necesitas algo, sólo…" Se encogió de hombros levemente, "Ya sabes dónde encontrarme".

"Claro…Sí" Nanoha la volvió a mirar por última vez, mientras se encaminaba a la puerta, y por ende, a ella. "Muchas gracias, Fa..Fate-chan" Se puso de puntillas para alcanzar su mejilla dejando un ligero beso allí, y se giró para irse.

Fate observó a la cobriza marcharse, desorientada en medio de su propio consultorio, y con sólo una certeza en mente.

Volvería a verla, porque aquello que había pasado allí, no había sido una mera casualidad.

Pueden llamarlo magia, destino, o como fuese. Fate sólo sabía que tarde o temprano, volvería a encontrarse con su cobriza.


Es todo por hoy! espero les haya gustado y ya saben todo comentario o sugerencia es bienvenido y si me dan un review me darán la posibilidad de que la pueda continuar.

Tengo dos proyecto en camino , el primero es corto y otro es muy largo (aunque no me aseguro con el ultimo,necesito tiempo ).

En fin, nos vemos en el siguiente capitulo! :) Buenas vibras para todos.

Saludos y que no los atrape el mapache

Próxima publicación: martes 3