Disclaimer: Ni la historia de Pokémon ni sus personajes me pertenecen.
** PODER **
Los Sueños Nunca se Cumplen
–¡Eres un maldito parasito! ¡Si nunca hubieras aparecido, tu padre nunca me hubiera dejado!
–Lo siento amigo, pero ya no puedo seguir viajando contigo.
–Eres un perdedor.
–¿En serio creíste que éramos amigos? Ketchum, solo te usé, eres todo un drogadicto, y, por lo tanto, un gran cliente.
–Ketchum, este fue un gran robo, lástima que no vivirás para disfrutar del botín… ¡Seviper, usa Colmillo Veneno!
–¡Cállense! –Grité desesperado, a todas esas voces del pasado. La escena cambió, ahora estaba entrando en una habitación de un hotel al lado de una playa. Lo que vi ahí, me rompió el corazón.
–Así que esto hacías cada vez que no aparecías por la noche, ¡¿me engañabas con otro?!
Mi vista se empezó a nublar, sentí el calor de las lágrimas en mis parpados y mejillas. De pronto la escena en el hotel se difuminó y estaba de nuevo en aquel claro en el bosque de Pueblo Paleta, en medio del claro, estaba Serena, la misma que apareció hace más de un año en mi alucinación.
–Te dije que te demostraría lo poco que valías para mí. –Me dijo con una sonrisa cínica, apenas me vio aparecer.
–Eso es mentira… Ahora somos pareja, y… y nos amamos. –Respondí. Sintiendo mi garganta seca.
–Si eso es cierto, ¿por qué no estoy a tu lado? –La mirada de la chica me estaba incomodando de manera desmedida.
–Estas… ¡Estas persiguiendo tus sueños! Necesitabas empezar un nuevo viaje, conocer otras regiones, así como yo lo hice en el pasado. Y estoy seguro de que estas cerca de lograr hallar tu nueva pasión. Además, se muy bien que te habrías sentido incomoda estando a mi lado durante los eventos y galas a las que me veo obligado participar; dejaste muy claro que necesitabas alejarte de fama y de Kalos en general. –Dije, ahora con más confianza.
–Si eso fuera cierto, no tendría más de un mes de no llamar, no te ocultaría cosas, y si te amara, no me habría alejado de ti a pesar de todo eso. ¿Pero sabes que pienso? Creo que, al igual que esa estúpida que fue tu novia antes de mí, te estoy engañando, seguro me revuelco con cuanto tipo guapo que veo, ya que simplemente me cansé de ti. Solo te pido que recuerdes como me encontraste en aquella fiesta, rodeada de hombres. Recuerda que cuando lo hicimos, no era virgen. Te pido que recuerdes a todas las personas que has conocido, y me digas cuantas fueron fieles a ti… Piénsalo…
Me levanté agitado, por no sé cuántas noches consecutivas ya, el sudor empapaba mi pelo y mi frente, mi respiración era forzada y cansina. "Ese maldito sueño de nuevo", pensé molesto. Desde que me convertí en Campeón de Kalos y Serena me mencionó que necesitaba avanzar, que no deseaba estancarse a mi lado y vivir algo similar a aquello que vivió como Reina de Kalos, he tenido constantemente dicho sueño. He recordado cada noche esas personas que me apuñalaron por la espalda y me convirtieron en aquel chico solitario que solía ser. Y aunque Serena se comunica conmigo cada cierta cantidad de días, hace un mes desapareció, y lo peor, es que eso ha influido para que empiece a creer en aquello que mi subconsciente me dice a través de su figura.
Recuerdo que, pasado un mes de haberse ido, me dijo que estaba en Hoenn, y que probaría con los Concursos Pokémon, debido a que eran un poco diferentes a los Performances, ya que involucraban la exaltación de la belleza, pero también de la fuerza, al poseer batallas con estilo de exhibición. Después de eso, me estuvo informando sobre sus resultados con constancia, ello me permitía saber que canal de Hoenn sintonizar para ver sus espectáculos.
Pero un día la vi con un humor diferente, parecía agitada, y tenía una mirada emocionada, cargada de sentimientos contradictorios. Me dijo que a partir de ese momento no podríamos comunicarnos, con la excusa de que visitaría pueblos con menor tecnología. Pasó un mes de ello, y ya serían cuatro meses desde que partió de Kalos tras dos semanas de mi batalla contra Alain. Rememoro que ese día, después de la batalla, su humor no parecía ser el mejor.
Esa fatal llamada fue relativamente normal, me habló de sus buenos resultados, y me aseguró haber conseguido su tercer listón para participar en el Gran Concurso Pokémon. A lo que le había entendido, si reunía cinco listones, podría formar parte de ese importantísimo evento. Aunque no me mostró pruebas de que fuera así, no vi listón alguno de hecho; a partir del segundo listón, no supe más de ellos, extraño tomando en cuenta el entusiasmo con el que mostró esos primeros dos. Pero no estoy seguro, ya que yo casi no sé de los concursos, porque no se dio nada relacionado con ellos cuando estuve en Hoenn, debido a lo ocurrido con la Gran Crisis.
Pero lo que sí no fue normal ese día, fue su aspecto, pues había cortado su hermoso cabello color miel, largo hasta la cintura, hasta los hombros; y sé que era su decisión y no mía, pero me dolió que no me lo consultara. En ese momento, una semilla se plantó en mi mente: "¿Sería la mujer de mis sueños, una hipócrita traidora como todos aquellos que han plagado mi vida?"
Despejé mi mente, abandonando esa idea, no quería empezar mi día con el pie izquierdo. Salí de las ataduras del colchón, me di un rápido baño y salí en dirección al edificio oficial del Alto Mando. Ya han pasado seis meses desde que soy Campeón de Kalos, y mi sueño parece más lejano de concretarse que desde antes de obtener el título. Y es que dicho honorario, parece no tener valor alguno, claro que mi valía sobresale ante la mirada de la gente, pero por encima de mí tengo personas que se valen de un poder aún mayor al mío, el político.
"Nadie está por sobre la ley, y usted no está por sobre la Liga Pokémon, señor Ketchum", esas fueron las palabras del asesor de la Liga Kalos. Desde entonces odié al sujeto, de aspecto pomposo. Un traje demasiado cargado de "adornos", un bigote excesivamente aliñado y un peinado que cubre su acelerada calvicie; esa imagen me da ganas de vomitar del repudio que me genera. Básicamente mis planes sufrieron un giro de ciento ochenta grados y todo lo que creí que podría hacer, fue en vano.
No pasó un mes antes de que me "asesoraran" con la idea de cambiar mi mega piedra y piedra llave por unas mejoradas de Silph Co., claro que insistí en que no deseaba hacerlo, y eso al principio bastó. Pero lo que empezó como una opción, pasado medio año, se convirtió en una obligación, un ultimátum. Ahora tengo un mes hasta la salida del último modelo de mega-aro, producto de la colaboración entre Silph Co. y Laboratorios Lysandre.
Ahora tengo un mes para adquirir ese objeto o llegarán las consecuencias. Y el solo recordar como el representante de la Liga Pokémon Interregional resaltó la palabra "consecuencias", me da escalofríos. Me hace pensar que tendrá que ver con aquello que Clemont me mencionó cuando batallamos, algo sobre poner su vida y la de su familia en peligro. La verdad es que eso no me agrada, pero si termino cediendo, ellos ganarán, y no seré diferente a lo que fue Alain. Con respecto al ex Campeón, al parecer rechazó formar parte de la Elite Four y colocó un recurso de amparo en su nombre, alegando que perdió injustamente la batalla contra mí, porque yo usé una piedra llave.
En un principio dicha demanda no tendría sentido alguno, pero hace mes y medio la Liga Pokémon Interregional, de mano con la Organización de Regiones Unidas, propusieron y aceptaron la segunda gran reforma, también conocida como la Reforma Pokémon-Humanos. Al parecer dichas creaturas fueron rebajadas a simples engendros, comprables a objetos, predispuestos al deseo humano. Y en dicha reforma, en un inciso, se declaró que el uso de piedras llave y mega piedras naturales queda prohibido; lo mismo con los Cristales y las Pulseras Z.
Según ambas instituciones, "científicos" de su rama de investigación llegaron a la conclusión de que usar dichos objetos pone en peligro la salud de las personas, y de paso las expone a una enfermedad nueva llamada Cáncer. La verdad es que dichos objetos si agotan a su usuario, pero en años de investigaciones posteriores nunca se contabilizó a alguna víctima de su uso.
Y con eso, mi objetivo perdió sentido. Ya de nada servía demostrar que el poder de lazos prevalece sobre la artificialidad, pues ahora incluso se considerara trampa dicho método de accionar. En general, dicha reforma dejó en muy mal lugar a los Pokémon, siendo que incluso se legalizó la "caza deportiva" de los mismos; todo con la excusa de "Son seres salvajes que ponen en peligro a las personas, así que sus poblaciones deben ser contraladas". Con esto, la anterior ley sobre asesinato Pokémon, que indicaba que solo sería posible en caso de defensa o con el fin de proveerse de alimento, manteniendo un control y con la necesidad de un permiso para hacerlo, quedó atrás; ahora cualquiera puede usar fuerza letal contra un Pokémon y nada ocurrirá, legalmente eso será una buena acción, incluso.
Todo esto claramente provocaría un revuelo en aquellos que son pro-Pokémon, o sea, los Pokémonistas. Pero ahí entró en rigor otro inciso de la reforma, "Aquel que defienda a un Pokémon, sobreponiendo la vida de éste sobre las comodidades de un ser humano, será considerado culpable de negligencia, y se castigará según la amplitud de sus acciones". Y tras esto vino la ola de despidos y "desapariciones". A nivel de Kalos, sé que el profesor Sycamore fue despedido, colocando a un científico de Corporación Flare, Xerosic Kuseroshiki; un hombre regordete y pelirrojo, con una mirada desagradable.
Y no solo su mirada es desagradable, todo de él lo es. Lo conocí en persona en una de mis reuniones con el presidente y directivo de la compañía para la que trabaja el científico, Lysandre Fleur-de-lis. Resultó que mi pensamiento sobre una relación forzosa con el pelirrojo de gran melena estuvo acertado, y en estos meses me he visto en la necesidad de reunirme muchas veces con el sujeto. Incluso me vi en la necesidad de probar sus productos, incluido el nuevo diseño de mega-aro; que debo aclarar, es terrible.
Resulta que dicho objeto obliga a los Pokémon a extraer aún más de su propia energía, para sí cerrar la brecha con la mega-evolución original, donde tanto entrenador como Pokémon unen su energía. Estaba claro que no lo haría con uno de mis Pokémon, así que a regañadientes lo hice con uno de los sujetos de prueba de la compañía. Ver como ese pobre Gallade alcanzaba su forma mega con gritos de agonía, para luego desmayarse, dejando ver múltiples cicatrices, me revolvió el estómago. Después de tan grotesca escena, Lysandre se excusó con un movimiento de manos, alegando que hacía falta algunos ajustes.
Con respecto a las desapariciones y despidos. Clemont y varios líderes de gimnasio fueron removidos de sus puestos y remplazados. A esa gente de la Liga no les importó que por años promocionaran los mega-aros, apenas se enteraron de su relación con Sycamore, los desecharon. Y claro, como ellos se encargan de coordinar a los líderes de gimnasio, nadie pudo decir nada.
Poco después, la Reina de Kalos renunció a su puesto, siguiendo a su hermano a algún lugar desconocido. Claro que esa chica rubia nunca me cayó bien, pero la que la reemplazó, la finalista de la pasada Gran Exhibición, es mil veces peor. En la vida he visto persona más llena de sí misma, petulante y orgullosa; Amelia es su nombre, una chica pelinegra de ojos violeta.
Suspiré, volviendo al presente, sintiéndome sobre cargado por el peso de mis responsabilidades como Campeón. Lastimosamente lo único que hago ahora es lidiar con retos de la Elite Four, combates de exhibición, y claro, con la demanda de Alain. Además, debo asistir a galas a cada rato, y eventos relacionados con la sucursal de Silph Co. en Kalos, y de Corporación Flare.
–Odio mi trabajo. –Solté en un suspiro, que fue liberado al viento. Pero inmediatamente mi cara de aburrimiento cambió a una de angustia. Claro que no estoy conforme con lo que hago como Campeón de Kalos, pero perder mi puesto sería botar todo mi esfuerzo a la basura y volver a como estaba aquel día que me pensaba aventar de un risco.
Tomando en cuenta que pronto se celebrará la Conferencia Laverre, en honor a los seis meses del nuevo campeón, es el momento perfecto para que sea reemplazado. Y no solo ello, puede que pierda la demanda en contra de Alain, y ni siquiera haya llegado a luchar contra un retador campeón de conferencia; que suele tener más reflectores que batallas entre miembros del Alto Mando, saber yo el porqué. Tal vez por eso Bonnie Miare renunció a su puesto, sabía que de todas formas la destituirían y se lo darían a la finalista de la próxima Gran Exhibición. De todas formas, esa chica siempre fue orgullosa y testaruda, y en varios eventos que nos cruzamos, nunca me dirigió la palabra.
Probablemente los mismo esté ocurriendo con otros Campeones regionales, así que es cuestión de tiempo que se den cambios de título muy deshonrosos y cuestionables. Lo peor es que desde la aprobación de la reforma, nos prohibieron salir a los Campeones, de las regiones donde poseemos el título, así que no he podido discutir la situación con mis compañeros. Sobre todo, porque nos negaron la comunicación entre miembros de los Altos Mandos, nos tienen amordazados, metafóricamente hablando, para intimidarnos y hacernos ceder sin pelear.
Y la Liga se asegura de que cumplamos, vigilando nuestras comunicaciones; lo sé por un dispositivo extraño que encontré en el videoteléfono de mi habitación. No tuve que pensarlo mucho para saber que estaría relacionado con ello. Igual, yo con la única persona que hablaba constantemente, a través de dicho dispositivo, era con Serena, y ahora eso no se está dando. La otra persona con la que hablé, es el profesor Oak, de Kanto. Por apoyo de mi novia y con la fuerza de mi título, reuní el valor para llamar a su laboratorio. La cara de sorpresa en el anciano fue asombrosa, rápidamente expliqué que quería que me enviara mis Pokémon, todos. Dejé claro que no deseaba saber de mi madre, y solo pregunté por Gary, pero resultó que estaba fuera de la región en una investigación sobre los Pokémon Fósiles.
Desde entonces decidí no volver a conectarme con Kanto. Y con el agente Case, de Ion, solo hablé un par de veces para saber el estado de Zapdos. De todas maneras, desde la reforma, se declaró a su organización no gubernamental como una institución ilegal y fuera del marco de la ley. Ahora el nombre Team Ion les viene de maravilla, en honor a la costumbre de que organizaciones de mafias y terrorismo usan el termino Team para destacar.
Me senté en un banco, liberando otra cadena de suspiros cansados, y miré mi cinturón de Poké Balls. Ahora Skrelp evolucionó y es un Dragalge; y de entre los Pokémon que recuperé de manos del profesor Oak, tengo a Garchomp y a Skarmory. Ese no es mi equipo normal, pero Pikachu está en descanso, y la verdad usar a Metagross y Tyranitar ha vuelto demasiado fáciles los combates, así que pierde la gracia, sobre todo cuando realizo una batalla de exhibición.
Ahora me enfoqué en el azul del cielo, la banca ubicada justo al lado del edificio del Alto Mando pareciera poseer una hermosa vista. Al final cerré los ojos, e intenté dejar toda la negatividad que me rodea, de lado. Y al principio sentí mi cuerpo relajarse, y creí que lograría entrar en un estado de tranquilidad después de más de un mes de estrés, pero una voz arruinó el momento.
–Veo que "tu sueño" no llenó ese hoyo sin fondo que llamas alma. –Mi sorpresa fue mayúscula al ver al emisor de la voz, no solo por quien era, si por ser quien era.
–¿Brock? ¿Pero cómo? ¿No se supone que todos los miembros del Team Ion están en búsqueda y captura? –Dije sin salir de mi asombro. El chico mi miró como si aquello no fuera de importancia y se sentó en la banca, a mi lado.
–Pues sí, pero solo a aquellos que se sabe que son miembros, y yo no soy tan relevante dentro de la organización. –Sentía que mentía respecto a algo, pero no estaba seguro el qué, así que no le di más vueltas al asunto. El moreno de ojos achinados hizo un gesto levantando los hombros y me miró serio. –Entonces… Veo que para esto es lo que querías venir a Kalos, desde aquí pensabas cambiar el mundo. –En su tono estaba clara la ironía.
–Sé que no he podido cambiar el mundo como tenía pensado en un principio, pero es cuestión de tiempo, sé que lo haré. Solo necesito más poder.
Esa idea ha estado tomando fuerza en mi cabeza desde hace unos meses, que la única forma de darme a respetar ante la Liga, es ganando un poder contra el que no puedan lidiar. He pensado en buscar algún legendario, en Kalos existen opciones excelentes para plantar mi punto y no tener resistencia. Pero claro, avistar legendarios es algo que pocos hacen, y el solo haber interactuado con Zapdos ya fue de mucha suerte. Y dado que el ave de Kanto ya fue reubicada y liberada, la opción de recuperarla está fuera de mi alcance.
La idea del poder nació, por, sobre todo, lo que sentí al usar mis megas, los Movimientos Z y cuando vencí a Zapdos y lo tuve en mis manos. En ese entonces no consideré que la valía no sería suficiente, no entendía que un título no serviría de nada para lograr mi objetivo de cambiar este desagradable mundo, pero ahora comprendo que el secreto está en el poder. Necesito poder para cambiar a las personas, aunque ellas no lo deseen.
–¿Poder? Ash, estamos hablando no solo de la Liga Pokémon, sino que además de los mismos gobiernos regionales. No existe el poder para lidiar con ellos, ni siquiera una organización como Ion ha logrado salir ilesa de algo tan simple como una firma en un papel. Escuetamente, no se puede estar contra el mundo que nos han impuesto. –Miré serio al chico, siendo incapaz de comprender porque vino hasta Kalos para decirme eso.
–Entonces, ¿qué puedo hacer? ¿Debo rendirme ante las exigencias de la Liga? –Pregunté disgustado y cansado de mi situación.
–Claro que no. Mira, vine desde Unova, usé mi título como experto en medicina Pokémon para obtener el pasaporte y así poder ingresar a esta maldita región, para pedirte que te unas a Ion. –Al principio lo miré como si lo que me hubiera dicho fuera una broma, y sinceramente así lo creía, pero la severidad de su rostro me dejó claro que así no era.
–¿Yo? ¿Unirme a Ion? Mira Brock, sé que dije que lo tomaría en cuenta cuando nos separamos en Pueblo Tergeist, pero las cosas han cambiado… Actualmente unirse a esa organización renegada sería la muerte social. Ni que hablar de lo que ocurría con mi título.
No es que me importara una "muerte social", de naturaleza ya soy una persona solitaria, pero me gusta poder andar por la calle sin temer a ser arrestado. Además, dilapidaría el título por el que tanto me esforcé. No importa que esté por perderlo de todas maneras, quiero luchar por él.
–Ash, tienes dos opciones: Unirte a Ion y dejar de ser una imagen pública del sufrimiento Pokémon. O ser un esclavo del sistema que odias, el resto de tu vida. –El moreno se levantó de la banca y se preparó para salir del lugar, en dirección a la salida del área de acceso público del complejo. –Estaré en el aeropuerto de Lumiose, mi vuelo parte a las seis de la tarde, no puedo arriesgarme a ser reconocido. Solo una cosa más antes de irme… Ash, la vida te está poniendo en una situación donde debes elegir, de nuevo. Para nadie es secreto lo que está pasando con los altos puestos de entrenadores Pokémon, tras la nueva reforma. Así que ocurre como en esa ocasión, Ash, es tu decisión aceptar mi ayuda o caer al abismo. Solo que esta vez Crobat no estará para corregir tu error.
Y habiendo dicho eso, el moreno se retiró, dejándome con un conflicto mental aún mayor que al que tenía antes. Pasados unos minutos decidí moverme, entrando al edificio del Alto Mando. Caminé por los bastos pasillos del edifico con arquitectura de castillo, al llegar al salón donde luché con Alain, entré por una puerta al costado, llagando así a mi oficina. Ahora mi día constaría de lidiar con varias entrevistas en línea; para luego tratar mi problemática legal. Pasadas unas seis horas, ya iban a ser las cuatro de la tarde. Miré el reloj estáticamente, la aguja no se detuvo ni por un segundo; el tiempo me estaba obligando a tomar una decisión, y rápido.
