NOTA: Este fic se desarrolla con una nueva versión de la derrota de Voldemot y continua después de eso, debo advertir que en este fic puede haber contenido no agradable para muchas personas ya que en ella se centra la relación que presentaran Lucius Malfoy, Severus Snape y Harry Potter de manera amorosa y sexual (incluso con tríos) además de violencia extra en algunos capítulos y muertes de otros personajes secundarios en resumen:

ADVERTENCIAS: UA, Mpreg, violencia, contenido homosexual, tríos, no apto para menores de 18 años, long fic.

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen si no a J.K. Rowlin, yo no escribo este fic con fines de lucro y no gano dinero en absoluto.

SUMARY: Después de la derrota de Voldemort, sus mortifagos han decidido tomar venganza, por lo que Harry, Snape y Lucius M, se refugian en el mundo muggle, ¿qué cosas pueden pasar cuando no se está permitido usar magia? ¿Podrá el leoncito sobrevivir entre serpientes?

BETA: Suzuki1969.

DEDICATORIA: Este fic esta dedicado a mi beta, como un regalo de cumpleaños, solo que ya no se si es adelantado o retrasado jajaj XD! Y pues quien mejor que mi beta para revisar su obsequio ¿no? la idea principal de la trama esta dada por ella así que en parte el credito es para mi beta. Gracias! Espero te guste mucho y sea al menos un poco de lo que te habías imaginado =D

COMO MUGGLE ENTRE SERPIENTES

Prólogo

Made in Yatta's Brain

OoOoOoO

Un rayo de luz sol se asomó por la ventana. Harry pensó que tendría que hacer algo con respecto al decorado de la habitación, ya que al parecer las cortinas no eran suficientes para evitar que los malditos rayos lo molestaran, y por supuesto, con su legendaria suerte, el haz de luz le daba justo en la cara. Se dio vuelta hacia un lado para evitarlo. ¡Las tibias sábanas se sentían tan bien! ¡Sobre todo en su piel desnuda! Esa era una sensación a la que se había acostumbrado no hacía mucho y la que realmente le causaba mucho placer, pero para que la satisfacción fuera completa, le faltaba algo. Se movió un poco más hacia el centro de la cama buscando un poco de calor humano y al encontrarlo se acurrucó contra el.

Enseguida sintió la mano de su amante deslizarse por su cintura, despacio, como una caricia y Harry fue atraído aún más cerca, hasta que no tuvo más remedio que descansar su cabeza sobre el pecho del otro. La mano del muchacho buscó rápido la blanca piel, rozándola ligeramente, provocando un estremecimiento en su pareja.

Harry Potter, el Niño Que Vivió y Venció, estaba descubriendo lo agradable que era ser abrazado muy temprano por la mañana. Un dedo travieso hacia círculos en su espalda prodigándole un sinfín de placenteras sensaciones con la suave caricia ¿eso significaba que ya no podría volver a dormir? El Gryffindor ronroneó, no era como si fuese a enfadarse, con las atenciones y menos aún sabiendo lo que, estaba seguro, recibiría muy pronto.

–Me apetece desayunar huevos con salchichas –Dijo sensual el hombre que lo tenía abrazado. Harry sonrió. Por supuesto. Sabía que su pareja, como buen Slytherin que era, querría algo a cambio ¡Ni siquiera el sexo podía ser gratis! Pero eso ya hacía tiempo que no le importaba al muchacho. Sabía que amor o no de por medio, todo Slytherin siempre habría de obtener algo a cambio de cualquier cosa que ellos dieran, y en cuanto al amor... bueno, las serpientes tampoco se destacaban por aceptar o declarar emociones tan... ¡tan Gryffindor!

–Eso suena maravilloso, yo también quiero un poco –Harry soltó un jadeo de sorpresa al sentir como su oreja era mordisqueada por su otro amante. Estaba tan metido en sus pensamientos que se había olvidado de su otra serpiente.

Correcto. Harry Potter tenía dos amantes. Dos lujuriosos Slytherins que, sin contemplaciones habían ido enredando al adorable leoncito, lentamente atrayéndolo a su trampa, seduciéndolo y haciéndole perder, poco a poco, su inocencia Gryffindor.

Harry ladeó la cabeza para observar a la persona que tenia detrás. Severus Snape asaltó sus labios con rapidez, con una rudeza sutil –Con una taza de café estaría perfecto –Dijo el pocionista provocando una sonrisa en Harry –Esta bien, prepararé el desayuno –Dijo derrotado el de ojos verde. Esas malditas serpientes podían convencerle de casi cualquier cosa. Lo curioso era que, a esta altura, eso no le provocaba enojo alguno. Harry empezó a rodar por encima de su rubio amante, en un intento de salir de la cama, para ir a la cocina, pero no le fue posible.

–Yo quiero saborearlo ahora mismo –Lucius Malfoy había detenido a un perplejo Harry Potter antes de que pudiera bajarse de la cama.

El chico elevó una ceja como para preguntar ¿Cómo vas a probarlo, si ni siquiera he ido a la cocina para prepa…? Harry no pudo pensar mucho más. La boca de Lucius encontró su cuello y empezó a bajar por su abdomen hasta llegar a su miembro. Con una de sus manos tomo una de las bolas de Potter y comenzó a lamerlo. Harry cerró los ojos al sentir la oleada de placer. La lengua del rubio era hábil. También sus labios, al muchacho le enloquecía recibir pequeños besos en su pene, como Lucius le estaba dando en ese momento. Luego sintió un tirón y trató de no jadear, pero fue imposible. La boca del rubio le estaba lamiendo su miembro con glotonería.

–No te lo acabes, yo dije que también quería un poco –Snape se acercó para comenzar a lamer el también. Harry bajo la mirada para observar como esas dos serpientes prácticamente lo devoraban. Sus lenguas se tocaban de vez en cuando y estaban tan cerca que Harry pensó que en cualquier momento se olvidarían de la felación para besarse, pero eso no ocurrió. En ese momento, como en muchos otros antes, Harry era el centro del universo de los dos Slytherins. Severus le levantó una pierna mientras bajaba besando sus testículos hasta llegar a su prometedor anillo de músculos. Harry se encogió al sentir la intromisión en su entrada, los labios de Snape le besaban con maestría esa delicada zona, mientras que Lucius había aprovechado la oportunidad para meter el miembro de Harry en su boca, succionando con avidez ¿acaso querían que se corriera ya mismo?

Severus detuvo la acción con una mano. Lucius gruñó, pero todo fue perdonado cuando el pocionista lo atrajo para besarlo, distrayéndolo mientras que con sus dedos profanaba la entrada de Harry, dilatándolo. El chico se retorció de placer. Snape sonrió sobre los labios de Lucius –Creo que es mi turno, si no te molesta – dijo el pocionista sacando sus dedos de la entrada de Potter y posicionándose detrás del muchacho, al tiempo que deslizaba su erecto miembro por los glúteos del Gryffindor, provocando al chico.

–Adelante –Dijo Lucius –Yo lo tomé anoche, no es más que justo que hoy lo hagas tú. Pero no creas que me quedare aquí solo observando.

Snape embistió al de ojos verdes de una sola estocada. Estar dentro de ese apretado cuerpo le generaba una sensación cercana a la gloria. Los sonidos que el Gryffindor emitía solo conseguían excitarlo más. Ya cercano al paroxismo, Severus sujetó con firmeza las caderas del chico quien era en su opinión, simplemente delicioso y abrió los ojos para mirar la expresión de su presa: su cabello más revuelto de lo usual, sus mejillas sonrojadas y su piel perlada por el sudor, era una obra de arte. Snape notó cómo Harry se aferraba de las sabanas y entonces miró por sobre el hombro del muchacho la rubia cabellera a la altura del miembro de Harry. Lucius continuaba su glotonería. Al parecer había conseguido seguir el ritmo de sus embestidas engullendo todo el erecto miembro a juzgar por los sonidos de succión que se escuchaban. El pocionista cerró los ojos tratando de concentrarse en el cuerpo que estaba penetrando. Se mordió el labio. ¡Maldito rubio! Ahora el también quería una mamada, ¡Lucius era un genio con su lengua! Su mente y su cuerpo hechos una caldera con los pensamientos de la boca de su rubio amante, Severus embistió con más fuerza y sabía que debía apresurarse. Potter no tardaría en acabar.

Lucius seguía lamiendo y succionando, aprovechando los movimientos cortesía de las embestidas de Severus. De pronto la esencia de Harry se derramó en su boca y trató de no desperdiciar ni una gota, pero con tanto movimiento le fue imposible. Se levantó limpiándose el rostro con el dorso de su mano, mientras observaba al pocionista enterrarse en ese cuerpo, hasta que se detuvo inyectando su semen en el joven. Harry y Severus se desplomaron en la cama tratando de recobrar el aliento, juntos. Lucius se cruzó de brazos y los miró con fingida molestia ¿quién le iba a ayudar con su amiguito ahora ? No había encontrado el alivio aún y, por si fuera poco, su estómago también protestaba por comida. El semen de Harry sólo le había abierto el apetito.

Harry sonrió y se puso de pie, sintiéndose todo pegajoso. Le dio un beso a Lucius en el cuello mientras lo agarraba por el mástil –Solo espera un poco. Iré por comida –Lucius bufó al sentir el vacío una vez que Harry se alejó.

Severus se sentó en la cama –No te preocupes, Harry –Dijo, mientras miraba al rubio con ojos llenos de lujuria –Yo ayudaré a Lucius, tu sólo preocúpate por preparar el desayuno.

Harry volteó –¿Piensan dejarme fuera de la acción? – Pero ya no hubo respuesta verbal, Severus estaba devorando los labios del rubio mientras lo atraía hacia a su cuerpo, con una de sus manos le hacía una señal al de ojos verde para que se retirara.

–Severus recuerda quién prepara tus alimentos. No deberías hacerme enojar –Amenazó, bromeando, el Gryffindor.

Severus sonrió –No olvides el café.

Harry se fue, pensando una vez más que, curiosamente, no estaba molesto. Entró al baño para limpiarse un poco y ponerse unos pantalones y se apresuró a ir a la cocina. Lucius tenía un apetito atroz después de tener sexo en la mañana.

Puso en fuego bajo el sartén con aceite y mientras partía las salchichas por la mitad para ponerlas sobre la estufa, se puso a pensar en cómo había llegado a esa situación.

Después de vencer a Voldemort había creído que viviría tranquilo, pero no había contado con los mortifagos que habían logrado escapar. Esos indeseables habían hecho clara la advertencia de una cruel venganza. Así fué que había terminado viviendo con Lucius y Severus en una ciudad muggle.

Aún después del tiempo que habían estado juntos, Harry no sabía cuándo ni por qué se había enamorado de esos dos. El chico respiró profundo. Aquella no podía ser una relación sana. Si el hecho de que fueran un trío no fuese suficiente, esos hombres eran mucho mayores que él. Su padre debía de estar revolcándose en su tumba. Pero a pesar de todo eso, se sentía libre y por sobre todo feliz.

No había absolutamente nada que quisiera cambiar en la inusual relación que mantenía en ese momento. Aquí y ahora no le importaba nada más que la felicidad que sus dos Slytherin le traían cada día.

Abrió al refrigerador para sacar un par de huevos, y fue entonces cuando sintió una extraña sensación. De repente, todo empezó a dar vueltas y pudo sentir magia en el ambiente. Harry necesitaba gritar, alertar a Lucius y a Severus, pero su voz no salía. Y luego, sin más, perdió el conocimiento.

Lucius estaba bromeando con Severus en la cama –Quizás deberíamos ir a la cocina acorralar nuestro pequeño bocadillo y devorarlo en el instante ¡oh! Y los huevos con salchicha también –Comento Lucius divertido.

–¿Y te dices ser un aristócrata con ese comportamiento tan infantil? –Reprendió Severus siguiendo el juego.

Lucius le dio un rápido beso en los labios –No olvides el café –Trató de imitar al pocionista con una bajando una octava el tono de su voz, e impartiendo a su comentario una tonadita burlona –Estás igual o más hambriento que yo ¡Y no lo niegues!- añadió el rubio con una sonrisa.

Severus frunció el ceño. El rubio cambió su semblante y lo miró serio. El pocionista no estaba molesto por sus burlas y comentarios, era algo diferente.

–Ese aroma en la cocina de Harry no es normal –Severus de inmediato se puso de pie, y corrió hasta la cocina. El sartén echaba humo y las salchichas estaban prácticamente carbonizadas. Severus movía las manos tratando de dispersar el humo, ¿Qué no se suponía que Potter estaba en la cocina?

Lucius se acercó al refrigerador que estaba entreabierto y sintió algo pegajoso en los dedos de los pies. Se agachó para poder ver de que se trataba, ¡Sangre!

–¿Severus? – Malfoy miró al moreno con preocupación.

El pocionista de inmediato se fue a la habitación para regresar con varita en mano. Había un rastro de magia y Severus usó un simple hechizo para identificar de quién era la mancha de sangre. No esperaba que sus sospechas fueran falsas, pero ahora estaba seguro. La sangre era de Harry y la magia alrededor de ella era oscura –No se como nos encontraron esos malditos –Dijo Snape furioso.

–Se lo han llevado…- dijo Lucius con dolor, mirando la sangre en el suelo en una especie de shock.

Severus lo tomó de los hombros y dijo con una urgencia que no se preocupó en disfrazar, como era su costumbre, –No tenemos tiempo que perder, debemos seguirlos antes de que perdamos el rastro de magia.

Lucius lo miró recomponiéndose. Severus, como siempre, tenía razón. No tenían tiempo que perder. Ninguno de ellos iba a permitir que esos bastardos mortífagos dañaran a su Harry. Era una promesa que se habían hecho los dos Slytherin. Nadie más habría de tocar a su leoncito, nunca más.

Continuará…


Nota.- Quise escribir esto como esas películas donde inician por final y te revelan lo que pasa después, en los siguientes capítulos explicare como es que se dio la relación entre esos tres y como fue que terminaron viviendo juntos. Espero que les guste, se me dificulta ciertamente los tríos, se puede decir que es mi segundo fic con esta tematica, espero que con esto comience de nuevo con el de "Convenio matrimonia" (mi otro trio, Sev, Harry, Voldy) tratare de actualizar por semana yo iré avisando, de este fic ya tengo avanzado 3 cap. Gracias por leer!