No, aqui no hay lemon aun
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"Dust in the wind"
Mediodia del viernes, encerrado en la sala de ensayos, con los auriculares del compak a todo volumen escuchando hardcore. Es lo que hace Hiro para desconectar de todo y de todos, necesita descansar.
Por un lado, el último álbum de los Bad Luck está subiendo como la espuma en las listas de ventas, por otro lado, los conciertos que ha dado junto a los dos componentes de Nittle Grasper a aumentado su popularidad. Hiro suspira, han pasado tantas cosas en estos últimos meses...
A estas alturas todavía no sabe como llevar su relación con Ryuichi, si a lo que tienen se le puede llamar una relación. Con los hermanos Uegashi procura no coincidir,le resulta todavía embarazoso.
Aunque no ha tenido problemas con Yuki, las pocas veces que han coincidido, ha pillado al escritor mirándolo de una manera extraña cuando se pensaba que estaba distraido, con Tatsuha la cosa es distinta, este reconoce que no le gusta compartir al cantante, pero no tiene ningún reparo en insinuarse y acosar a Hiro. Por suerte para él, Ryuichi sabe como manejar al chico.
Hiro cierra los ojos, y estirando sus músculos se acomoda con los brazos cruzados trás la cabeza, sin darse cuenta de que está siendo observado.
-Podría estallar una bomba a tu lado y ni te enterarías- dice una voz grave con acento extrangero.
Hiro sigue en su limbo con los ojos cerrados tarareando "Bother" de los "Stone Sour".
K sonríe, tomando una silla le da la vuelta y se sienta con el respaldo entre sus piernas,cruza los antebrazos sobre el respaldo se la silla y apoya el mentón. Durante el rato que sigue se queda observando al guitarrista. En estos últimos meses ha cambiado, un cambio que empezó desde poco antes que supieran de su relación con Ryuichi.
Aunque Hiro no le haya dado ningún problema, a diferencia de Shuichi, no deja de preocuparse por el, no cree que Ryuichi Sakuma sea una buena pareja para el chico.
Hiro ronronea al estirar otra vez sus brazos, y al abrir los ojos descubre a K sentado cerca de el.
-!Ey! - exclama sorprendido -¿cuanto tiempo lleva ahí?
K va a abrir la boca para responder, pero se lo piensa mejor y alargando una de las manos le quita un auricular del oido.
- Oh, perdón - murmura Hiro llevándose la mano al otro auricular y retirándolo.
-Bueno, no llevo mucho tiempo aquí - dice K , sonriendo al chico - así que no hace falta que te pongas rojo.
Hiro intenta controlarse. Al recordar que en las ocasiones en que se ruboriza, Ryuichi salta encima suyo para comérselo vivo, se pone más rojo.
- Eh, Nakano san - dice K en tono jovial y conteniendo la risa - que no te he hecho ninguna proposición indecente.
-No, yo - Hiro se lleva la mano a la cabeza y sonríe de manera estúpida - perdón, no sé donde tengo la cabeza...
K entorna los párpados y observa al chico, analizándolo.
-Ahora si que te hago una proposición - le dice - te invito a un café, y tu y yo hablamos un rato.
-¿Hablar?.
Una gota de sudor se escurre por la frente de Hiro, ¿hablar de qué? cuando K quiere algo recurre a su revólver no a hablar, ese no es su estilo....
-Si - responde K -¿algún problema? - pregunta a la vez que su mano izquierda se desliza hasta la culata de su revólver.
-!No, no! - exclama Hiro, saltando de la silla como un resorte -!No hay ningún problema, todo está bien!, !vamos!, !vamos!
Con una sonrisa de sadisfracción, K abre la puerta del estudio y deja pasar a Hiro delante. Cuando lo ve tomar el camino de la cafetería le llama la atención.
-No, por ahi no, solo saben dar agua sucia - dice guiñando un ojo - te voy a llevar a un sitio donde hacen café de verdad.
Después de acercarse al despacho de K para recojer su chaqueta, ambos bajan hasta el garaje donde K indica al chico la plaza de su coche.
- Siempre he pensado que tienes una bonita máquina - comenta K, al pasar por delante de la moto de Hiro. Que asiente mirándola con una pizca de orgullo.
- La conseguí en una subasta - dice, con la manos en los bolsillos de la cazadora y expresión soñadora - tuve que limpiarla y cambiar un montón de piezas para que funcionara.
K se para delante de la moto, y la mira.
-¿Sabes?- dice K - hace tiempo que no subo en una.¿Puedo?...
Hiro se queda mirando a K como si este fuese un marciano.
-Yo...bueno - murmura sin saber que decir.
- Además , creo que llegariamos antes en moto al café - insiste K - ¿Tienes otro casco?
Hiro se queda con la boca abierta, ahora es el momento perfecto para colarle una mentira y salir del atolladero, solo tiene que decirle que no.
- Si, hay uno de reserva en ese baul - dice señalando un baul metálico blanco que hay pegado al pilar.
Hiro se queda helado con expresión estúpida mientras señala el baul....¿pero por que le ha dicho que sí?.
-¿Las llaves?
-!Ah, sí! - Hiro mete la mano en el bolsillo del pantalón y le tira el llavero a K, este lo atrapa al vuelo.
Se acerca hasta el baul, lo abre y saca un casco negro.
- Perfecto- murmura K mirandolo - bien pues ...vamonos.
Hiro se queda un momento dudando, en el llavero también están las llaves de su moto.Pero mientras se lo piensa, K toma las llaves, se sube a la moto, y la arranca. Con un rápido gesto recoje su melena para ponerse el casco.
- Let's go.
Hiro se encoje de hombros, sube a la parte de detrás y se pone su casco.
- Cójete fuerte - le dice K, con el mínimo tiempo necesario para que Hiro se aferre a su cintura, cuando nota como la arrancada de la moto lo echa hacia atrás. Una nube de humo es todo lo que queda en el garaje. K toma la primera salida hacia la circunvalación.
En el principio del trayecto, Hiro no las tiene todas consigo, es cierto que el en muchas ocasiones ha pasado a toda velocidad esquivando coches. !Pero no de la manera tan endiabladamente ceñida que lo hace K!, Hiro se pega al cuerpo de su manager y procura no mirar al frente.
En cambio K está disfrutando como hace mucho tiempo no lo hacia. Si, la moto de Nakado es buena, aunque el chico no parece tenerlas todas consigo, por como nota que se aferra a el. En un tramo de recta más tranquilo, K suelta una mano del manillar y le da unas palmaditas amistosas en la pierna. Eso parece que relaja al chico, que pega el casco al suyo. La voz de Hiro le llega apagada y opaca.
-¿Está muy lejos esa cafetería?- pregunta.
-Por aquí no - responde K manteniendo el contacto - estamos llegando.
Un suspiro de alivio se escapa de Hiro, mientras se hace el firme propósito de no dejarle nunca más las llaves de su moto al loco de K.. Para corraborar su decisión, K tumba la moto a toda velocidad al entrar en la curva de salida de la circunvalación, provocando que Hiro se abrace bruscamente a la cintura del americano.
Este se ríe por lo bajo, recordando la de veces que utilizó de joven ese truco para ligar.
Trás callejear un poco, K aparca la moto en la acera, frente a la entrada de una cafetería de aspecto inglés.
-Ya hemos llegado - dice a la vez que se quita el casco, con un brusco movimiento de cabeza ordena los mechones rebeldes de su rubia melena. Hiro se baja despacio de la moto, con el casco en una mano, se lleva la otra a la frente para terminar peinando el cabello con los dedos. Todavía no se cree que haya llegado entero. Tras fijar los casco a la moto, ambos entran al interior de la cafetería. Con la confianza y la tranquilidad de ser un cliente habitual, K lleva a Hiro a una de las mesas que, por su disposición, queda bastante más apartada de la vista que las otras, ofreciendo más intimidad. El interior de la cafetería está amueblado al estilo occidental, recordando a una cafetería de principios de siglo.
Es un ambiente tranquilo, cálido. Ambos dejan la chaqueta y la cazadora en los respaldos de las sillas antes de sentarse.
-No está mal - murmura Hiro mirando a su alrrededor.
K asiente a la vez que hace un gesto a una camarera.
- Y además preparan el mejor café de la ciudad.
Una joven vestida con un discreto traje negro y un delantal verde oscuro se acerca a la mesa.
-Buenos días ¿que desean los señores?.
Hiro mira a la chica, mira a K, y se encoje de hombros. K sonríe.
- Bien, a mi me va a traer un café solo tipo Kenia, y a mi amigo - K entorna los ojos y hace una mueca como si pensara - creo que un capuchino de tipo Colombia, si.
Hiro mira a su manager algo asombrado por la galimatías de palabras del pedido... "Kenia" "Colombia"...
-Veras Nakano san - dice K, como leyéndole el pensamiento - el grano de café se cultiva en varios paises, y dependiendo del lugar de procedencia tiene un sabor distinto. Lo que tu llamas café no es más que una mezcla de diversos granos.
-Oh.....
K se ríe de la expresión del chico, y con buen humor saca del bolsillo de su camisa el paquete de cigarrillos.
-¿Quieres?- pregunta ofreciendo uno.
Hiro acepta, metiendo la mano al bolsillo del pantalón saca un mechero, con el que enciende ambos cigarrillos. Trás una primera bocanada de humo, Hiro se pone comodo en su silla.
- Bueno, ¿y de que quería hablarme?
- Tranquilo, Nakano san - responde K, el americano deja caer uno de sus brazos por el respaldo de la silla y cruza las piernas - relájate. Llevas un tiempo con muchas obligaciones, tomate un descanso.
- Uh...K, ¿se encuentra bien?- pregunta Hiro cada vez más preocupado por el comportamiento de su manager.
K suelta una carcajada, divertido por su preocupación.
- No seas tan respetuoso conmigo, tutéame - dice K - Estoy perfectamente bien. ¿Y tu?,¿como estás tu? - pregunta inclinando el cuerpo un poco hacia delante.
En principio, Hiro abre la boca para soltar una respuesta formal. Pero, ese par de ojos azules que se clavan en los suyos, como si escarbaran en su alma, le convence de que no sería esa la mejor de las respuestas. K lo a traido allí con el propósito de "hablar", y sospecha que no parará en su empeño, tanto por las buenas como por las malas...
-Algo... cansado, si - cofiesa Hiro - y me temo que cuando empecemos con la promoción del nuevo album del grupo, lo estare más.
-Mmmm, ya veo - murmura K - lo mejor es que hable con Seguchi san a ver si te dan un respiro. !Ya, ya se que el tocar con los NG te ha venido muy bien como promoción!, pero recuerda que tu grupo es Bad Luck, y tus compromisos con tu grupo son prioritarios.
Hiro va asintiendo a lo que dice K, la llegada de la camarera con el pedido interrumpe la conversación, que después de darle las gracias, continúa.
- Mira Nakano san, tu eres un buen guitarrista - dice K, mientras remueve la cucharilla en su taza de café - ...y un buen tipo, no es bueno que te relaciones demasiado con los de NG.
Hiro mira su taza de café, notando como los colores le suben al rostro.
-¿No querrá decir..... con Sakuma san?- pregunta en voz baja.
K le da un sorbo a su cafe, lo deja en la mesa, y apoya los codos sobre esta.
- Además eres inteligente - dice a Hiro, con una sonrisa.
La espresión de Hiro ahora es seria, sigue mirando su taza de cafe pensando en lo que va a decir.
- No creo que mi relación con Sakuma san esa asunto suyo - replica Hiro con dureza.
-Nakano san, conozco a Ryuichi desde hace más tiempo que tu - dice K en tono paciente - y bastante mejor que tu. Ryuichi no es mala persona pero, tu no estás preparado para convivir con el.
- Eso ya lo se - responde Hiro, sorprendiendo al americano - Y si dice que lo conoce "tan bien", comprenderá que no puedo dejarlo. No de cualquier manera.
-Deja de hablarme de usted, por favor - comenta K, con disgusto - me hace sentir viejo...
Hiro se queda un momento en silencio por el cambio de tema.
- No te estoy pidiendo que lo dejes tirado como un trapo - prosigue K - supongo que tendré que buscarle algún tipo de solución a eso - murmura para si mismo, apoyándose otras vez en el respaldo de su silla. Cruzando los brazos sobre el pecho, se rasca el mentón, pensativo
Hiro nota como si una aguja helada le recorriese la espalda, las palabras "buscar una solución" en boca de K a veces tienen connotaciones siniestras.
- No....¿no ira a hacerle daño a Sakuma san? - pregunta azorado.
K mira al chico sin levantar la cabeza, Hiro se queda sobrecojido por la mirada de esos acerados ojos azules. Lo siguiente que ve es la punta del cañón de la magnum de su manager.
-¿Tu crees que si quisiese hacer daño a álguien estariamos aquí?- le pregunta.
-Nnno - responde Hiro, gotas de sudor se escurren por su rostro mientras aparta la punta del revolver con un dedo - ¿por favor, podría guardarla?
- Es la tercera vez que te pido que me tutees - dice K amartillando el revolver.
Hiro nota como se le hace un nudo en la garganta.
- Vale pero... llamame Hiro
-Ok - responde K guardando su arma y sonriendo al guitarrista como si nada pasara, Hiro suelta el aire lentamente.
- Se te está enfriando el capuchino - comenta K.
¿El capuchino?, ! la última de las preocupaciones de Hiro en ese momento es que se le enfríe el capuchino!
- Si, claro, el capuchino....- Hiro toma la taza y le da un sorbo con aire distraido.
-Bueno, otro asunto aclarado - dice K, toma su taza con calma y sonríe - y ahora, ¿me puedes decir que pasa entre el escritor y tu?
Un chorro de café es la respuesta de Hiro, que es ágilmente esquivado por K y salpica la pared trás el.
-Hiro , muchacho, estás muy tenso - dice K mirando la mancha que el café ha dejado en la pared.
-¿Pero como....?
K pone cara de no haber roto un plato en su vida, mientras le da pequeños sorbos a su taza.
-¿De donde has sacado esa idea tan..., tan....- las manos de Hiro se aferran al borde de la mesa, en un intento de controlarse.
-¿Estúpida? - termina de decir K - Mira Hiroshi, no nací ayer - responde dejando su taza sobre la mesa - Y tengo mis contactos.
-No tengo nada que decir - murmura Hiro.
- Yo creo que sí - dice K, con mano hábil empieza a juguetear con su magnum.
- No pienso hablar.
- Entonces - dice K mirándolo con curiosidad, con la curiosidad de un tigre que mira a su presa - ¿prefieres que me imagine lo que pasa? A ver, además de Ryuichi tienes un lio con el escritor a espaldas de tu mejor amigo...
- !NO! - exclama Hiro levantándose de la silla, con la respiración alterada y las mejillas encendidas - !Eso no es cierto!
- Siéntate Hiroshi - murmura K, guardando su revolver.
Como un muñeco de trapo carente de fuerzas, Hiro se deja caer en la silla. A pesar de que sabe que no tendría ninguna oportunidad, está tentado de saltar al cuello de su manager y retorcérselo.
-Antes de empezar nada, quiero saber la verdad - dice K - y quiero oirla de tu boca.
Hiro baja la mirada, avergonzado. K puede ver como el chico hace verdaderos esfuerzos por no llorar.
Se inclina y alarga el brazo sobre la mesa. Tomándolo de la barbilla, le levanta el rostro.
-¿Que te está comiendo por dentro?
Hiro se zafa de la mano de K, a la vez que un par de lágrimas se deslizan por sus mejillas.
- Es cierto - murmura Hiro, desviando la mirada - engañé a Shuichi, a Ayaka.... !pero solo fue una vez! - exclama con rabia, mirando a K con intensidad - !Solo una, y no se repetirá!.
K apoya los brazos sobre la mesa, realmente siente lástima por el pobre chico. Echando mano a un bolsillo de su pantalón saca un pañuelo, que le entrega para que se pueda secar los ojos. Hiro murmura un quedo agradecimiento.
-Mira Hiro, lo único que te puedo decir es que en esa situación erais dos los que tomasteis la decisión - dice K, cruzando los brazos y mirando al chico con severidad - asi que no te cargues tú con todas las culpas. Dudo mucho que él sienta algún tipo de arrepentimiento por lo que hizo.
- Pero, ¿y Shuichi?- pregunta Hiro intentando calmarse - yo traicioné su confianza
En un gesto teatral, K mira al techo y abre los brazos como implorando al cielo.
- "Traicionaste su confianza"- repite K parodiando al chico - My Good!
K se ríe, recordando las ocasiones en la que ha tenido que intervenir para hacer funcionar la relación del pequeño cantante pelirosa. Inclinándose hacia delante, K toma el rostro de Hiro entre sus manos, impidiendo que pueda escaparse.
-Deja de culparte, ¿vale? - le dice - Sabes tan bien como yo que Shuichi puede llegar a ser exasperante. Que tú puedes llegar a ser muy tentador y que Yuki Eiri tampoco es ningún santo ... - Hiro mira con sorpresa a su manager, cada vez más sorprendido por lo que le oye decir - ... ya está hecho, no lo puedes cambiar. Asi que lo mejor que puedes hacer es aprender la lección y seguir hacia delante.
-¿Y como demonios podré mirar a Shuichi a la cara y no sentirme culpable? - replica Hiro
- No puedes - le responde K con una triste sonrisa - en eso consiste la vida, en los secretos que vas guardando dentro de ti.
Hiro se queda sin palabras con la boca abierta, mirando al americano. Intuye que acaba de ver una aparte de este que, quizas solo Ryuichi haya podido ser testigo.
K suelta el rostro del muchacho, descansando otra vez su espalda en el respaldo de la silla. De manera instintiva aparta unos mechones rebeldes de su frente. Y apoyando la mano en su mejilla observa a Hiro, interrogante. Este tiene la mirada perdida en la superficie de la mesa, mientras su dedos juguetean con el pañuelo que antes le ha dado.
-¿Y bien? - pregunta K, rompiendo el silencio.
Hiro centra sus atención en el pañuelo, aunque todavía está resentido con el, sabe que lo que le ha dicho K es cierto. Se siente más tranquilo, el haber hablado en cierta manera le ha ayudado. Sus labios se curvan en una ligera sonrisa irónica, el deseaba álguien que le escuchase, y a tenido que ser quien menos esperaba.
Tomando una decisión, extiende su mano sobre la mesa devolviendo el pañuelo a su dueño.
- Creo que en el estudio estarán preocupados por nuestra desaparición - responde - además, tengo trabajo pendiente...
- En ese caso lo mejor que podemos hacer es volver - dice K tomando su pañuelo - no te preocupes con esto - comenta mientras se levanta de la silla y toma su chaqueta - invito yo.
Hiro señala la mancha de cafe en la pared.
-Tampoco te preocupes por eso - replica K, haciendo un gesto indeterminado con la mano mientras se aleja.
Después de haber pagado la cuenta, y haberle dado algunas explicaciones al encargado, K obseva que Hiro ya no está en la cafetería. Al salir ve que espera junto a la moto.
Con una sonrisa coloca el llavero delante de el.
-¿Conduces?.
Hito toma las llaves en un gesto brusco, toma su casco y se sienta sobre la moto. Sin perder en ningún momento la sonrisa, K toma el otro casco y después de ponérselo se sienta detrás de Hiro. Pensando en mil maneras distintas de matar a su manager, Hiro arranca la moto.
En el viaje de vuelta, y a diferencia de como iba Hiro, K está tranquilo. Sentado trás el chico mira al frente, en vez de agarrarse, sus manos reposan relajadas a ambos lados de la cadera de Hiro, casi sobre el pliegue de la ingle, lo que lo pone nervioso. Lo cierto es que no solo son sus manos lo que lo ponen nervioso, la misma presencia de K, sentir el calor de su cuerpo trás él, lo altera. Un escalofrío recorre su espalda.
Encima, nota como las manos de K se deslizan hasta abrazar su cintura, cuando este junta los cascos.
- Vamos chico, dale gas - le llega la voz de K - ¿que no notas como te lo pide?
Hiro frunce el ceño, ¿quiere gas?...!pues tendrá gas!. Apretando los dientes gira el puño acelerando bruscamente.
La aceleración encabrita ligeramente la moto, y Hiro nota el peso de K sobre él para contrarrestarlo, estrechando con más fuerza el abrazo. Pero no como se aferraba él al manejar K la moto, Hiro nota que los brazos de su manager lo rodean con firmeza, se siente seguro sujeto por ellos. Y en la medida de sus posibilidades intenta emular a su manager, esquivando con pericia el tráfico. A pesar del ruido del viento y del motor le puede llegar el grito de entusiasmo del americano.
"Loco" piensa Hiro "está realmente loco".
Hiro solo baja la marcha cuando ve la entrada al garaje de la compañia discográfica.
el rugido del motor reverbera en las paredes del a esas horas tranquilo garaje, hasta que Hiro se detiene y apaga el contacto.
Bajando de la moto, K se quita el casco que deja donde antes estaba sentado,, y estirando los brazos se despereza como un gato.
-Bueno, y ahora - exclama dándole a Hiro una sonora palmada en la espalda - volvamos al trabajo.
Con un distraido "See you later!!", K se dirige a la entrada. Al abrir se para un momento apoyado en ella.
- Ey, Hiro! - exclama K, llamando la atención del muchacho. Este le mira con algo de desgana.
- Don't worry! - dice K, guiñandole un ojo - yo confio en ti.
Hiro queda pensativo, mirando como la puerta del garaje se valancea hasta detenerse. Mueve negativamente la cabeza, y trás un largo suspiro baja el pedal de la moto y se dispone a guardar los cascos. Cuando termina, sube hasta la planta de los estudios de grabación.
En una de las salas de espera puede ver a Shuichi con Ryuichi, ambos están inclinados sobre una partitura cuchichendo entre ellos. Sin decir ni una palabra, Hiro se coloca detrás del cantante peliverde y lo abraza, hundiendo su cabeza en el hueco del cuello de este.
-¿Hiro kun?- pregunta Ryuichi extrañado, en tono infantil.
- Estoy triste Ryuchan - murmura Hiro - deja que te abrace un poco y se me irá -
-¿Por qué estás triste Hiro? - prengunta Shuichi, mirando a su amigo con preocupación
- No me gusta que estés triste, Hiro kun - dice Ryuichi, apoyando su cabeza en la del guitarrista, y haciendo pucheros.
Shuichi alarga su mano, y acaricia los cabellos castaños de Hiro. Desde hace un tiempo nota que algo le está pasando, pero a diferencia de él, Hiro no es de los que tienen facilidad para expresar sus sentimientos. Shuichi se muerde el labio y mira con tristeza a su amigo. No sabe que hacer para que este se sienta bien.
Al sentir la mano de Shuichi, Hiro levanta la cabeza. Sus miradas se cruzan. La pregunta que antes le hiciera a K regresa a su memoria , e instintivamente abraza con más fuerza a Ryuichi.
Ryuichi acaricia el rostro de Hiro dándole un cariñoso beso en la mejilla.
- Quiero que te sientes con nosotros - dice, esta vez en tono adulto - y no acepto un no por respuesta.
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vale, no me mateis todavia...
lo que ocurre es que veo que este tercer fic sobre Hiro se me esta alargando mucho y para que no se haga pesado he decicido dividirlo en capitulos, asi ni a mi se me hace pesado de escribir y a a vosotros de leer.
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"Dust in the wind"
Mediodia del viernes, encerrado en la sala de ensayos, con los auriculares del compak a todo volumen escuchando hardcore. Es lo que hace Hiro para desconectar de todo y de todos, necesita descansar.
Por un lado, el último álbum de los Bad Luck está subiendo como la espuma en las listas de ventas, por otro lado, los conciertos que ha dado junto a los dos componentes de Nittle Grasper a aumentado su popularidad. Hiro suspira, han pasado tantas cosas en estos últimos meses...
A estas alturas todavía no sabe como llevar su relación con Ryuichi, si a lo que tienen se le puede llamar una relación. Con los hermanos Uegashi procura no coincidir,le resulta todavía embarazoso.
Aunque no ha tenido problemas con Yuki, las pocas veces que han coincidido, ha pillado al escritor mirándolo de una manera extraña cuando se pensaba que estaba distraido, con Tatsuha la cosa es distinta, este reconoce que no le gusta compartir al cantante, pero no tiene ningún reparo en insinuarse y acosar a Hiro. Por suerte para él, Ryuichi sabe como manejar al chico.
Hiro cierra los ojos, y estirando sus músculos se acomoda con los brazos cruzados trás la cabeza, sin darse cuenta de que está siendo observado.
-Podría estallar una bomba a tu lado y ni te enterarías- dice una voz grave con acento extrangero.
Hiro sigue en su limbo con los ojos cerrados tarareando "Bother" de los "Stone Sour".
K sonríe, tomando una silla le da la vuelta y se sienta con el respaldo entre sus piernas,cruza los antebrazos sobre el respaldo se la silla y apoya el mentón. Durante el rato que sigue se queda observando al guitarrista. En estos últimos meses ha cambiado, un cambio que empezó desde poco antes que supieran de su relación con Ryuichi.
Aunque Hiro no le haya dado ningún problema, a diferencia de Shuichi, no deja de preocuparse por el, no cree que Ryuichi Sakuma sea una buena pareja para el chico.
Hiro ronronea al estirar otra vez sus brazos, y al abrir los ojos descubre a K sentado cerca de el.
-!Ey! - exclama sorprendido -¿cuanto tiempo lleva ahí?
K va a abrir la boca para responder, pero se lo piensa mejor y alargando una de las manos le quita un auricular del oido.
- Oh, perdón - murmura Hiro llevándose la mano al otro auricular y retirándolo.
-Bueno, no llevo mucho tiempo aquí - dice K , sonriendo al chico - así que no hace falta que te pongas rojo.
Hiro intenta controlarse. Al recordar que en las ocasiones en que se ruboriza, Ryuichi salta encima suyo para comérselo vivo, se pone más rojo.
- Eh, Nakano san - dice K en tono jovial y conteniendo la risa - que no te he hecho ninguna proposición indecente.
-No, yo - Hiro se lleva la mano a la cabeza y sonríe de manera estúpida - perdón, no sé donde tengo la cabeza...
K entorna los párpados y observa al chico, analizándolo.
-Ahora si que te hago una proposición - le dice - te invito a un café, y tu y yo hablamos un rato.
-¿Hablar?.
Una gota de sudor se escurre por la frente de Hiro, ¿hablar de qué? cuando K quiere algo recurre a su revólver no a hablar, ese no es su estilo....
-Si - responde K -¿algún problema? - pregunta a la vez que su mano izquierda se desliza hasta la culata de su revólver.
-!No, no! - exclama Hiro, saltando de la silla como un resorte -!No hay ningún problema, todo está bien!, !vamos!, !vamos!
Con una sonrisa de sadisfracción, K abre la puerta del estudio y deja pasar a Hiro delante. Cuando lo ve tomar el camino de la cafetería le llama la atención.
-No, por ahi no, solo saben dar agua sucia - dice guiñando un ojo - te voy a llevar a un sitio donde hacen café de verdad.
Después de acercarse al despacho de K para recojer su chaqueta, ambos bajan hasta el garaje donde K indica al chico la plaza de su coche.
- Siempre he pensado que tienes una bonita máquina - comenta K, al pasar por delante de la moto de Hiro. Que asiente mirándola con una pizca de orgullo.
- La conseguí en una subasta - dice, con la manos en los bolsillos de la cazadora y expresión soñadora - tuve que limpiarla y cambiar un montón de piezas para que funcionara.
K se para delante de la moto, y la mira.
-¿Sabes?- dice K - hace tiempo que no subo en una.¿Puedo?...
Hiro se queda mirando a K como si este fuese un marciano.
-Yo...bueno - murmura sin saber que decir.
- Además , creo que llegariamos antes en moto al café - insiste K - ¿Tienes otro casco?
Hiro se queda con la boca abierta, ahora es el momento perfecto para colarle una mentira y salir del atolladero, solo tiene que decirle que no.
- Si, hay uno de reserva en ese baul - dice señalando un baul metálico blanco que hay pegado al pilar.
Hiro se queda helado con expresión estúpida mientras señala el baul....¿pero por que le ha dicho que sí?.
-¿Las llaves?
-!Ah, sí! - Hiro mete la mano en el bolsillo del pantalón y le tira el llavero a K, este lo atrapa al vuelo.
Se acerca hasta el baul, lo abre y saca un casco negro.
- Perfecto- murmura K mirandolo - bien pues ...vamonos.
Hiro se queda un momento dudando, en el llavero también están las llaves de su moto.Pero mientras se lo piensa, K toma las llaves, se sube a la moto, y la arranca. Con un rápido gesto recoje su melena para ponerse el casco.
- Let's go.
Hiro se encoje de hombros, sube a la parte de detrás y se pone su casco.
- Cójete fuerte - le dice K, con el mínimo tiempo necesario para que Hiro se aferre a su cintura, cuando nota como la arrancada de la moto lo echa hacia atrás. Una nube de humo es todo lo que queda en el garaje. K toma la primera salida hacia la circunvalación.
En el principio del trayecto, Hiro no las tiene todas consigo, es cierto que el en muchas ocasiones ha pasado a toda velocidad esquivando coches. !Pero no de la manera tan endiabladamente ceñida que lo hace K!, Hiro se pega al cuerpo de su manager y procura no mirar al frente.
En cambio K está disfrutando como hace mucho tiempo no lo hacia. Si, la moto de Nakado es buena, aunque el chico no parece tenerlas todas consigo, por como nota que se aferra a el. En un tramo de recta más tranquilo, K suelta una mano del manillar y le da unas palmaditas amistosas en la pierna. Eso parece que relaja al chico, que pega el casco al suyo. La voz de Hiro le llega apagada y opaca.
-¿Está muy lejos esa cafetería?- pregunta.
-Por aquí no - responde K manteniendo el contacto - estamos llegando.
Un suspiro de alivio se escapa de Hiro, mientras se hace el firme propósito de no dejarle nunca más las llaves de su moto al loco de K.. Para corraborar su decisión, K tumba la moto a toda velocidad al entrar en la curva de salida de la circunvalación, provocando que Hiro se abrace bruscamente a la cintura del americano.
Este se ríe por lo bajo, recordando la de veces que utilizó de joven ese truco para ligar.
Trás callejear un poco, K aparca la moto en la acera, frente a la entrada de una cafetería de aspecto inglés.
-Ya hemos llegado - dice a la vez que se quita el casco, con un brusco movimiento de cabeza ordena los mechones rebeldes de su rubia melena. Hiro se baja despacio de la moto, con el casco en una mano, se lleva la otra a la frente para terminar peinando el cabello con los dedos. Todavía no se cree que haya llegado entero. Tras fijar los casco a la moto, ambos entran al interior de la cafetería. Con la confianza y la tranquilidad de ser un cliente habitual, K lleva a Hiro a una de las mesas que, por su disposición, queda bastante más apartada de la vista que las otras, ofreciendo más intimidad. El interior de la cafetería está amueblado al estilo occidental, recordando a una cafetería de principios de siglo.
Es un ambiente tranquilo, cálido. Ambos dejan la chaqueta y la cazadora en los respaldos de las sillas antes de sentarse.
-No está mal - murmura Hiro mirando a su alrrededor.
K asiente a la vez que hace un gesto a una camarera.
- Y además preparan el mejor café de la ciudad.
Una joven vestida con un discreto traje negro y un delantal verde oscuro se acerca a la mesa.
-Buenos días ¿que desean los señores?.
Hiro mira a la chica, mira a K, y se encoje de hombros. K sonríe.
- Bien, a mi me va a traer un café solo tipo Kenia, y a mi amigo - K entorna los ojos y hace una mueca como si pensara - creo que un capuchino de tipo Colombia, si.
Hiro mira a su manager algo asombrado por la galimatías de palabras del pedido... "Kenia" "Colombia"...
-Veras Nakano san - dice K, como leyéndole el pensamiento - el grano de café se cultiva en varios paises, y dependiendo del lugar de procedencia tiene un sabor distinto. Lo que tu llamas café no es más que una mezcla de diversos granos.
-Oh.....
K se ríe de la expresión del chico, y con buen humor saca del bolsillo de su camisa el paquete de cigarrillos.
-¿Quieres?- pregunta ofreciendo uno.
Hiro acepta, metiendo la mano al bolsillo del pantalón saca un mechero, con el que enciende ambos cigarrillos. Trás una primera bocanada de humo, Hiro se pone comodo en su silla.
- Bueno, ¿y de que quería hablarme?
- Tranquilo, Nakano san - responde K, el americano deja caer uno de sus brazos por el respaldo de la silla y cruza las piernas - relájate. Llevas un tiempo con muchas obligaciones, tomate un descanso.
- Uh...K, ¿se encuentra bien?- pregunta Hiro cada vez más preocupado por el comportamiento de su manager.
K suelta una carcajada, divertido por su preocupación.
- No seas tan respetuoso conmigo, tutéame - dice K - Estoy perfectamente bien. ¿Y tu?,¿como estás tu? - pregunta inclinando el cuerpo un poco hacia delante.
En principio, Hiro abre la boca para soltar una respuesta formal. Pero, ese par de ojos azules que se clavan en los suyos, como si escarbaran en su alma, le convence de que no sería esa la mejor de las respuestas. K lo a traido allí con el propósito de "hablar", y sospecha que no parará en su empeño, tanto por las buenas como por las malas...
-Algo... cansado, si - cofiesa Hiro - y me temo que cuando empecemos con la promoción del nuevo album del grupo, lo estare más.
-Mmmm, ya veo - murmura K - lo mejor es que hable con Seguchi san a ver si te dan un respiro. !Ya, ya se que el tocar con los NG te ha venido muy bien como promoción!, pero recuerda que tu grupo es Bad Luck, y tus compromisos con tu grupo son prioritarios.
Hiro va asintiendo a lo que dice K, la llegada de la camarera con el pedido interrumpe la conversación, que después de darle las gracias, continúa.
- Mira Nakano san, tu eres un buen guitarrista - dice K, mientras remueve la cucharilla en su taza de café - ...y un buen tipo, no es bueno que te relaciones demasiado con los de NG.
Hiro mira su taza de café, notando como los colores le suben al rostro.
-¿No querrá decir..... con Sakuma san?- pregunta en voz baja.
K le da un sorbo a su cafe, lo deja en la mesa, y apoya los codos sobre esta.
- Además eres inteligente - dice a Hiro, con una sonrisa.
La espresión de Hiro ahora es seria, sigue mirando su taza de cafe pensando en lo que va a decir.
- No creo que mi relación con Sakuma san esa asunto suyo - replica Hiro con dureza.
-Nakano san, conozco a Ryuichi desde hace más tiempo que tu - dice K en tono paciente - y bastante mejor que tu. Ryuichi no es mala persona pero, tu no estás preparado para convivir con el.
- Eso ya lo se - responde Hiro, sorprendiendo al americano - Y si dice que lo conoce "tan bien", comprenderá que no puedo dejarlo. No de cualquier manera.
-Deja de hablarme de usted, por favor - comenta K, con disgusto - me hace sentir viejo...
Hiro se queda un momento en silencio por el cambio de tema.
- No te estoy pidiendo que lo dejes tirado como un trapo - prosigue K - supongo que tendré que buscarle algún tipo de solución a eso - murmura para si mismo, apoyándose otras vez en el respaldo de su silla. Cruzando los brazos sobre el pecho, se rasca el mentón, pensativo
Hiro nota como si una aguja helada le recorriese la espalda, las palabras "buscar una solución" en boca de K a veces tienen connotaciones siniestras.
- No....¿no ira a hacerle daño a Sakuma san? - pregunta azorado.
K mira al chico sin levantar la cabeza, Hiro se queda sobrecojido por la mirada de esos acerados ojos azules. Lo siguiente que ve es la punta del cañón de la magnum de su manager.
-¿Tu crees que si quisiese hacer daño a álguien estariamos aquí?- le pregunta.
-Nnno - responde Hiro, gotas de sudor se escurren por su rostro mientras aparta la punta del revolver con un dedo - ¿por favor, podría guardarla?
- Es la tercera vez que te pido que me tutees - dice K amartillando el revolver.
Hiro nota como se le hace un nudo en la garganta.
- Vale pero... llamame Hiro
-Ok - responde K guardando su arma y sonriendo al guitarrista como si nada pasara, Hiro suelta el aire lentamente.
- Se te está enfriando el capuchino - comenta K.
¿El capuchino?, ! la última de las preocupaciones de Hiro en ese momento es que se le enfríe el capuchino!
- Si, claro, el capuchino....- Hiro toma la taza y le da un sorbo con aire distraido.
-Bueno, otro asunto aclarado - dice K, toma su taza con calma y sonríe - y ahora, ¿me puedes decir que pasa entre el escritor y tu?
Un chorro de café es la respuesta de Hiro, que es ágilmente esquivado por K y salpica la pared trás el.
-Hiro , muchacho, estás muy tenso - dice K mirando la mancha que el café ha dejado en la pared.
-¿Pero como....?
K pone cara de no haber roto un plato en su vida, mientras le da pequeños sorbos a su taza.
-¿De donde has sacado esa idea tan..., tan....- las manos de Hiro se aferran al borde de la mesa, en un intento de controlarse.
-¿Estúpida? - termina de decir K - Mira Hiroshi, no nací ayer - responde dejando su taza sobre la mesa - Y tengo mis contactos.
-No tengo nada que decir - murmura Hiro.
- Yo creo que sí - dice K, con mano hábil empieza a juguetear con su magnum.
- No pienso hablar.
- Entonces - dice K mirándolo con curiosidad, con la curiosidad de un tigre que mira a su presa - ¿prefieres que me imagine lo que pasa? A ver, además de Ryuichi tienes un lio con el escritor a espaldas de tu mejor amigo...
- !NO! - exclama Hiro levantándose de la silla, con la respiración alterada y las mejillas encendidas - !Eso no es cierto!
- Siéntate Hiroshi - murmura K, guardando su revolver.
Como un muñeco de trapo carente de fuerzas, Hiro se deja caer en la silla. A pesar de que sabe que no tendría ninguna oportunidad, está tentado de saltar al cuello de su manager y retorcérselo.
-Antes de empezar nada, quiero saber la verdad - dice K - y quiero oirla de tu boca.
Hiro baja la mirada, avergonzado. K puede ver como el chico hace verdaderos esfuerzos por no llorar.
Se inclina y alarga el brazo sobre la mesa. Tomándolo de la barbilla, le levanta el rostro.
-¿Que te está comiendo por dentro?
Hiro se zafa de la mano de K, a la vez que un par de lágrimas se deslizan por sus mejillas.
- Es cierto - murmura Hiro, desviando la mirada - engañé a Shuichi, a Ayaka.... !pero solo fue una vez! - exclama con rabia, mirando a K con intensidad - !Solo una, y no se repetirá!.
K apoya los brazos sobre la mesa, realmente siente lástima por el pobre chico. Echando mano a un bolsillo de su pantalón saca un pañuelo, que le entrega para que se pueda secar los ojos. Hiro murmura un quedo agradecimiento.
-Mira Hiro, lo único que te puedo decir es que en esa situación erais dos los que tomasteis la decisión - dice K, cruzando los brazos y mirando al chico con severidad - asi que no te cargues tú con todas las culpas. Dudo mucho que él sienta algún tipo de arrepentimiento por lo que hizo.
- Pero, ¿y Shuichi?- pregunta Hiro intentando calmarse - yo traicioné su confianza
En un gesto teatral, K mira al techo y abre los brazos como implorando al cielo.
- "Traicionaste su confianza"- repite K parodiando al chico - My Good!
K se ríe, recordando las ocasiones en la que ha tenido que intervenir para hacer funcionar la relación del pequeño cantante pelirosa. Inclinándose hacia delante, K toma el rostro de Hiro entre sus manos, impidiendo que pueda escaparse.
-Deja de culparte, ¿vale? - le dice - Sabes tan bien como yo que Shuichi puede llegar a ser exasperante. Que tú puedes llegar a ser muy tentador y que Yuki Eiri tampoco es ningún santo ... - Hiro mira con sorpresa a su manager, cada vez más sorprendido por lo que le oye decir - ... ya está hecho, no lo puedes cambiar. Asi que lo mejor que puedes hacer es aprender la lección y seguir hacia delante.
-¿Y como demonios podré mirar a Shuichi a la cara y no sentirme culpable? - replica Hiro
- No puedes - le responde K con una triste sonrisa - en eso consiste la vida, en los secretos que vas guardando dentro de ti.
Hiro se queda sin palabras con la boca abierta, mirando al americano. Intuye que acaba de ver una aparte de este que, quizas solo Ryuichi haya podido ser testigo.
K suelta el rostro del muchacho, descansando otra vez su espalda en el respaldo de la silla. De manera instintiva aparta unos mechones rebeldes de su frente. Y apoyando la mano en su mejilla observa a Hiro, interrogante. Este tiene la mirada perdida en la superficie de la mesa, mientras su dedos juguetean con el pañuelo que antes le ha dado.
-¿Y bien? - pregunta K, rompiendo el silencio.
Hiro centra sus atención en el pañuelo, aunque todavía está resentido con el, sabe que lo que le ha dicho K es cierto. Se siente más tranquilo, el haber hablado en cierta manera le ha ayudado. Sus labios se curvan en una ligera sonrisa irónica, el deseaba álguien que le escuchase, y a tenido que ser quien menos esperaba.
Tomando una decisión, extiende su mano sobre la mesa devolviendo el pañuelo a su dueño.
- Creo que en el estudio estarán preocupados por nuestra desaparición - responde - además, tengo trabajo pendiente...
- En ese caso lo mejor que podemos hacer es volver - dice K tomando su pañuelo - no te preocupes con esto - comenta mientras se levanta de la silla y toma su chaqueta - invito yo.
Hiro señala la mancha de cafe en la pared.
-Tampoco te preocupes por eso - replica K, haciendo un gesto indeterminado con la mano mientras se aleja.
Después de haber pagado la cuenta, y haberle dado algunas explicaciones al encargado, K obseva que Hiro ya no está en la cafetería. Al salir ve que espera junto a la moto.
Con una sonrisa coloca el llavero delante de el.
-¿Conduces?.
Hito toma las llaves en un gesto brusco, toma su casco y se sienta sobre la moto. Sin perder en ningún momento la sonrisa, K toma el otro casco y después de ponérselo se sienta detrás de Hiro. Pensando en mil maneras distintas de matar a su manager, Hiro arranca la moto.
En el viaje de vuelta, y a diferencia de como iba Hiro, K está tranquilo. Sentado trás el chico mira al frente, en vez de agarrarse, sus manos reposan relajadas a ambos lados de la cadera de Hiro, casi sobre el pliegue de la ingle, lo que lo pone nervioso. Lo cierto es que no solo son sus manos lo que lo ponen nervioso, la misma presencia de K, sentir el calor de su cuerpo trás él, lo altera. Un escalofrío recorre su espalda.
Encima, nota como las manos de K se deslizan hasta abrazar su cintura, cuando este junta los cascos.
- Vamos chico, dale gas - le llega la voz de K - ¿que no notas como te lo pide?
Hiro frunce el ceño, ¿quiere gas?...!pues tendrá gas!. Apretando los dientes gira el puño acelerando bruscamente.
La aceleración encabrita ligeramente la moto, y Hiro nota el peso de K sobre él para contrarrestarlo, estrechando con más fuerza el abrazo. Pero no como se aferraba él al manejar K la moto, Hiro nota que los brazos de su manager lo rodean con firmeza, se siente seguro sujeto por ellos. Y en la medida de sus posibilidades intenta emular a su manager, esquivando con pericia el tráfico. A pesar del ruido del viento y del motor le puede llegar el grito de entusiasmo del americano.
"Loco" piensa Hiro "está realmente loco".
Hiro solo baja la marcha cuando ve la entrada al garaje de la compañia discográfica.
el rugido del motor reverbera en las paredes del a esas horas tranquilo garaje, hasta que Hiro se detiene y apaga el contacto.
Bajando de la moto, K se quita el casco que deja donde antes estaba sentado,, y estirando los brazos se despereza como un gato.
-Bueno, y ahora - exclama dándole a Hiro una sonora palmada en la espalda - volvamos al trabajo.
Con un distraido "See you later!!", K se dirige a la entrada. Al abrir se para un momento apoyado en ella.
- Ey, Hiro! - exclama K, llamando la atención del muchacho. Este le mira con algo de desgana.
- Don't worry! - dice K, guiñandole un ojo - yo confio en ti.
Hiro queda pensativo, mirando como la puerta del garaje se valancea hasta detenerse. Mueve negativamente la cabeza, y trás un largo suspiro baja el pedal de la moto y se dispone a guardar los cascos. Cuando termina, sube hasta la planta de los estudios de grabación.
En una de las salas de espera puede ver a Shuichi con Ryuichi, ambos están inclinados sobre una partitura cuchichendo entre ellos. Sin decir ni una palabra, Hiro se coloca detrás del cantante peliverde y lo abraza, hundiendo su cabeza en el hueco del cuello de este.
-¿Hiro kun?- pregunta Ryuichi extrañado, en tono infantil.
- Estoy triste Ryuchan - murmura Hiro - deja que te abrace un poco y se me irá -
-¿Por qué estás triste Hiro? - prengunta Shuichi, mirando a su amigo con preocupación
- No me gusta que estés triste, Hiro kun - dice Ryuichi, apoyando su cabeza en la del guitarrista, y haciendo pucheros.
Shuichi alarga su mano, y acaricia los cabellos castaños de Hiro. Desde hace un tiempo nota que algo le está pasando, pero a diferencia de él, Hiro no es de los que tienen facilidad para expresar sus sentimientos. Shuichi se muerde el labio y mira con tristeza a su amigo. No sabe que hacer para que este se sienta bien.
Al sentir la mano de Shuichi, Hiro levanta la cabeza. Sus miradas se cruzan. La pregunta que antes le hiciera a K regresa a su memoria , e instintivamente abraza con más fuerza a Ryuichi.
Ryuichi acaricia el rostro de Hiro dándole un cariñoso beso en la mejilla.
- Quiero que te sientes con nosotros - dice, esta vez en tono adulto - y no acepto un no por respuesta.
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vale, no me mateis todavia...
lo que ocurre es que veo que este tercer fic sobre Hiro se me esta alargando mucho y para que no se haga pesado he decicido dividirlo en capitulos, asi ni a mi se me hace pesado de escribir y a a vosotros de leer.
