¡Hola!, ¿Cómo están, queridos lectores?, ¡Espero que bien!, pues acá les traigo un fic, de mi versión de la película de kung fu panda 1, con Soundtracks incluidos por si quieren escucharlos y a serlo más interesante, espero sea bien recibida… Ya que soy nuevo por acá :P, aclaro que ni la película, ni los personajes me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos dueños Dreamworks, y si ven algo marcado como "(C.L.)" significa cámara lenta y "(E.C.L.)" significa end cámara lenta… Bien… ¡Empecemos!.
Capítulo 1: La elección del Guerrero Dragón.
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Corre el año 1550, cuenta la historia de una espada legendaria llamada la espada del dragón, una arma protegida por una academia especial llamada Lee-Da, se dice que esta espada fue usada por unos antiguos guerreros para vencer a un viejo demonio llamo Sarcanox, encerrándolo en una espada legendaria llamada la espada del dragón oscura. Forjada con un mango de oro con símbolo de escarabajo y la hoja de plata en forma de flamas con unas escrituras en chino. Esa legendaria espada podía convertir energías negativas y transformarlas en un aura puro encerrándolas en ella. Sus defectos son que al tocarla por otro ser este aura es absorbido por el mismo, ocasionando que sea poseída la víctima. Durante la batalla los guerreros pelearon fuerte para lograr encerrarlo, usándola y clavándola en su estomago de este viejo demonio, haciendo que una luz dorada con morado emanara de su cuerpo mientras poco a poco se desvanecía entrando en ella, antes de encerrarlo en la espada dijo que él se vengaría y que mataría a todos los que se pusieran en su camino, ya que él no perdonaba a nadie. Después de aquella batalla tan larga y agotadora los 4 maestros decidieron ocultar la espada del dragón oscura en un lugar secreto para evitar que caiga en manos equivocadas y que se desate el demonio nuevamente. En la antigua china fue forjada un mes después una espada misteriosa, hermana de la oscura. El nombre de aquella espada era "La espada del dragón", esta espada fue hecha en una montaña y forjada por unos elfos que al parecer supieron la noticia de la otra espada con el fin de acabarla. Unos años después fue asaltada por unos jóvenes que fundaron la academia Lee-Da. Ahora la espada del dragón se transmite generación en generación para protegerla del mal. En el año 1663 se le fue entregado a un joven muchacho que mostro tener grandes habilidades para la espada, y ahora está en manos de ese joven muchacho llamado… Arturo García.
Año 1700
En alguna parte de china, en la cima de una montaña dentro de un palacio, en el jardín un panda rojo con vestimenta roja tocaba una flauta, mientras era asechado por un tigre, un mono, una víbora, una grulla y una mantis religiosa, todo estaba tranquilo, hasta que los cinco animales se le tiraron al mismo tiempo para atacarlo.
El panda rojo lo presiente y abre un ojo para descubrirlos. La víbora ataca hacia abajo tratando de tirarlo, pero él se lo impide dándole un golpe en el cuello para después darle con la palma abierta en su cola. El tigre trato darle una patada en el estomago pero lo esquiva velozmente pasando por debajo del dándole una patada en la cabeza, el tigre lo evita girando. La grulla trata de darle un golpe en el aire, pero lo bloquea dándole en la cabeza con la flauta, el panda rojo pasa a tratar de darle un golpe al mono quien solo lo esquiva dando una vuelta. La mantis religiosa trata de darle un golpe en la cara, pero gira solo la cabeza. El tigre trata de darle un golpe, pero él se agacha para pegarle con la palma abierta en le barbilla mientras el tigre se hacía para atrás, trato de darle una patada en la cara la cual solo lo esquiva agachándose, los cinco animales al ver que no podían mas, decidieron parar frente a su maestro.
- Bien hecho estudiantes… -Jadea un poco por el cansancio- Si lo que querían era decepcionarme.- Va señalando a cada uno de ellos.-¡Tigresa debes ser más rápida!, ¡Mono lo mismo!, ¡Grulla elévate por los cielos!, ¡Víbora el arte del silencio!, ¡Mantis…! - No pudo terminar de regañarlos por una interrupción.
- Maestro Shifu…- Dijo casi en susurro, un ganzo del palacio.
- ¡¿Qué quieres?!.- Grito.
- El maestro Oogway desea verlo.- Le avisa en tono preocupado.
El maestro Shifu sin perder tiempo, fue a una sala llamada "salón de los héroes" y allá dio con el maestro Oogway.
La respiración del maestro era agitada, respiro profundo para tranquilizarse y junto sus manos en señal de reverencia.
- Maestro Oogway… ¿Desea verme?... ¿Paso algo?.-Pregunto serio.
La tortuga estaba encima de un palo de madera boca abajo meditando, cuando escucha a su amigo decide bajar cuidadosamente.
- ¿Por qué debe ocurrir algo para que desee ver a mi viejo amigo?.- Dijo tranquilamente, mientras miraba a Shifu con una sonrisa.
- ¿Entonces… Es una falsa alarma?.-Dijo aliviado.
- Bueno, yo nunca dije eso... – Menciono entre risas calladas, mientras se acercaba a unas velas en una mesa para apagarlas.
Mientras Oogway apagaba las velas Shifu miraba atentamente al maestro sin perder ni un detalle, parecía que la tortuga estaba a punto de decir algo, pero siguió apagando las velas, el panda rojo al ver esto le dio un tic en el ojo, y prefirió apagar las velas el mismo, moviendo sus manos hacia atrás e impulsándolas fuertemente hacia adelante, para hacer un fuerte viento y apagar todas las velas.
- ¿En qué estábamos?.- Lo miró con ojos de aburrimiento.
- Tuve una visión…- Decía serio y voltea a verlo.- Tai Lung regresará.
Shifu recordó cuando Tai Lung destrozo el salón de los héroes.-¡Eso es imposible!... ¡Está encarcelado!.-Dijo preocupado.
- Nada es imposible.- Le corrigió.
Shifu solo abre los ojos y la boca de par en par.- ¡ZENG! .- Grito alarmado, el pobre ganzo solo puede llegar a la sala rápido alarmado.- ¡VUELVE A LA PRISION DE CHORH-GOM,DILES QUE DUPLIQUEN LA GUARDIA,QUE DUPLIQUEN LAS ARMAS, QUE DUPLIQUEN TODO!, ¡TAI LUNG NO DEBE SALIR DE ESA PRISION!.
- ¡Sí, maestro!.- Dijo con miedo para irse después volando, pero tropezando en su camino con un pilar rojo del salón.
- Uno suele hallar su destino, en el sendero que toma para evitarlo.-Dijo Oogway mientras iba a un tipo de pozo donde había un dragón dorado encima agarrando un cilindro de color rojo, verde y dorado.
Shifu lo venía siguiendo por atrás.-¡DEBEMOS HACER ALGO!… ¡NO PODEMOS DEJAR QUE AVANCE POR EL VALLE HACIA SU VENGANZA!… EL… EL…- Tartamudeaba por el miedo.
- Tu mente es como esta agua amigo mío…- Le dijo, señalando el poso que no dejaba ver nada el agua.- cuando esta agitada se vuelve difícil ver… Pero si dejas que pase un tiempo, la respuesta se vuelve clara.- Golpea despacio con su bastón el agua del pozo, para que deje ver con claridad el reflejo del dragón, que está arriba con el cilindro en la boca.
Ambos miran hacia arriba.
- ¿El rollo del dragón?.- Preguntó algo confuso y sorprendido.
- Llego el momento.- Afirmó.
- Pero, ¿quién?… ¿Quién es digno de descubrir el secreto, para el poder ilimitado?... ¿Volverse el guerrero dragón?.- Pregunto con curiosidad.
- Lo sabremos debido a su tiempo mi amigo.- Le mencionó confiado y con una sorisa.
Los sirvientes del palacio no tardaron en hacer posters de los 5 furiosos para anunciar al guerrero dragón, que pronto será el elegido.
Mientras en un restaurante…
- Acá esta su orden.- Dijo un panda en lo que le entregaba su plato de fideos a un conejo que estaba sentado en una silla de una mesa.
- ¡Gracias Po!.- Le agradeció el conejo mirando su plato con apetito y relamiéndose los labios para luego empezar a comer.
- No hay de que…- Respondió sin ánimos.
- ¿Pasa algo?.- Preguntó con curiosidad con la boca llena de comida.
- No… Nada, solo estoy con un poco de sueño eso es todo.- Respondió aun sin ánimos.
El conejo iba a decir algo, pero no pudo debido a que pusieron rápidamente un poster de los 5 furiosos en la pared.
- ¡No puede ser!...- Gritó muy ilusionado cuando vio el poster.- la elección del guerrero dragón… ¡ES HOY!, ¡RÁPIDO!.- grito emocionado mientras ayudaba a los demás a levantarse de las sillas.- ¡LLEVESE SU PLATO!, ¡HEMOS ESPERADO AÑOS POR ESTO!.
Todos al ver el poster decidieron darse prisa para llegar a ver la elección de guerrero dragón, Po ya se estaba quitando el mantel para poder ir a toda prisa cuando…
- ¡Po!.- Lo mencionó un ganso que atrás de él llevaba un carrito de fideos.- ¿A dónde vas?.
Po se detuvo en seco al escuchar a su padre y luego voltearse lentamente para verlo a la cara.- Al… ¿Palacio de jade?.-Pregunto casi rogando por ya querer irse y no perderse la elección.
- Pero olvidas tu carrito de fideos, ¡todo el valle estará allí y tu le venderás fideos a todos!.- Estaba emocionado por ver a su hijo trabajar.
- ¿vender fideos?.- pregunto un poco asqueado por el trabajo, no le gustaba mucho el puesto de vender fideos.
El ganso asintió con la cabeza con una sonrisa.
- Se me ocurrió que solo tal vez…-Trato de excusarse Po para no llevar el carrito.
- ¿Si?.- Pregunto con inocencia.
- Se me ocurría que tal vez…
- ¿Aja?.
Solo suspiro de aburrimiento.- Debería llevar los panes de frijol, sino se van ahechar a perder.- Dijo resignándose y obedeciendo las ordenes de su padre.
- ¡Ese es mi hijo!.- Dijo ilusionado.
Mientras en el palacio de jade.
Habían fuegos artificiales, niños jugando gritando "¡soy el guerrero del kung fu!", mientras abajo, muy, muy abajo estaba Po con la boca abierta, no podía creer que estuviera tan arriba el palacio de jade, recuperando la postura decidió subir las escaleras.
Había pasado 30 minutos hasta que Po logro subir las tan enormes escaleras, cansado y jadeando se puso a vender fideos en lo que llegaba su padre y mientras ponían las pruebas para ver quién era el guerrero dragón.
Mientras con Shifu y Oogway…
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El maestro Oogway estaba bajando de unas escaleras junto con Shifu, las escaleras conducían al templo de jade.
- Es un día histórico…- Decía Shifu.- ¿No es así maestro Oogway?.- Pregunto con orgullo.
- Si… Uno que temí no poder verlo… - Dirigió la mirada hacia Shifu.- ¿Están listos sus estudiantes?.
- Si, maestro Oogway.
- Debes saber viejo amigo, que a quien elija, no solo le traerá paz al valle… Te la traerá a ti.- Dijo tocándole el pecho a Shifu, donde está el corazón.
Shifu se quedo pensativo después de lo que dijo el maestro Oogway.- ¿Qué querrá decir con eso?.- Pensó.
- Que dé comienzo… ¡EL TORNEO!.- Grito un cochino con ropa del palacio de jade dorada, para empezar la ceremonia tocando una campana.
Todos los aldeanos gritaron de emoción, al saber que ya iba a iniciar la pelea y coreaban los nombres de los furiosos. El estadio era enorme, cabían más de 1.300 habitantes.
- ¡Ciudadanos del valle de la paz!…-Shifu hacía la presentación en voz alta.- Es un honor para mí presentarles a ¡Tigresa, víbora, grulla, mono, mantis!... ¡Los cinco furiosos!. Termino de decir con orgullo.
Po grito de emoción al ver a sus héroes bajando de las alturas del cielo, tigresa dando vueltas, víbora serpenteando en el aire, mono dando patadas en el aire, mantis se perdía en las alturas y grulla volando alrededor de ellos mientras bajaba, tigresa callo dando un giro sobre su propio eje con una pata para luego asentar la otra, víbora cayendo de lleno en el piso, grulla dando vueltas en el aire que dejándose caer despacio, mono cayendo de espalda para después rodar y ponerse en posición de pelea y mantis solo se dejo caer en el piso.
- ¡Guerreros… Prepárense… Para la batalla!.- Había mucho orgullo en su voz, anunciando el inicio del torneo.
Grulla fue el primero, se puso en posición de combate con un ala arriba y la otra abajo formando una media "C", la boca de un dragón rojo empezó a abrirse mientras un cerdo encendía las mechas de un juego de entrenamiento llamado "Las 10 mil lenguas de fuego", po no podía creer que estaba viendo en persona a uno de sus héroes favoritos, con la boca abierta pudo observar como grulla se elevaba en el aire.
En el aire, grulla evadía las flechas con sus alas, como si nada una a una iban cayendo al suelo hasta quedar solo él, para luego bajar lentamente y reunirse con los demás furiosos que faltaban.
Po quedo embobado por la experiencia del maestro grulla, quedo con la boca abierta, hasta fue sacado de sus pensamientos por su padre, que ya había llegado.
- ¿Pasa algo hijo?.- Le preguntó su padre preocupado.
Salió de sus pensamientos.- ¿He?... No… Nada.- Dijo ladeando la cabeza de un lado a otro y se ponía a vender fideos nuevamente.
Mientras en las gradas, había una figura negra, con los brazos cruzados sentada observando la escena portando una espada, con un mango de color rojo y dorado, la figura estaba cubierta de un manto negro con capucha que cubría su cabeza y su boca, solo dejaba ver sus ojos aparentemente cafés.
- Wow...- Pensó.- Estos guerreros son mejores que mis amigos en Lee-Da.- Termino de decir con una sonrisa, que traspasaba la oscuridad que había por la capucha que aparentaba ser macabra.
Había pasado 1 hora, cuando mono, mantis y víbora mostraron sus grandes habilidades.
- Y por ultimo…- Anunciaba la ronda final.- ¡La maestra tigresa!.- Dijo con un tono de orgullo en su voz.
- ¡Esta si no me la pierdo!... Pero… Hay algo raro… Siento que conozco a esa tigre.- Entrecerró sus ojos, viendo pensativo lo que iba a pasar, cruzado de brazos.
- ¡La maestra tigresa, contra un buey de acero, y sus cuchillas mortales!.
Tigresa se preparaba poniéndose en posición de combate, con el brazo derecho hacia atrás, la derecha hacia adelante y flexionando las piernas, la izquierda adelante y la derecha atrás.
El buey de acero, que media 1.57 M, con unas hachas mortales, lentamente se fue acercando a tigresa, tigresa solo frunce el seño amenazante, mientras espera el ataque.
El buey de acero ataca con 3 hachas, golpeándolas en el suelo donde estaba tigresa, tigresa logra esquivar el golpe haciéndose a un lado, las hachas del buey de acero quedaron atoradas en el suelo por la fuerza que aplico, tigresa al ver esto ataca con palma abierta a las armas, rompiéndolas y dejando al buey de acero sin armas, tigresa salta arriba y dando una vuelta sobre su propio eje, le da una patada en la cabeza haciéndola volar en mil pedazos, al final… Ella había ganado.
Tigresa se levantaba poco a poco con la cara seria, y sin mirar a los espectadores, mientras ellos le aplaudían.
- Fue solo basura…- pensó seria y restándole importancia, mientras se reunía con sus amigos.
- Jum…- Pensó con una sonrisa de lado, en la boca.- vaya que sí es buena.
Oogway siente una rara reacción de paz y tranquilidad cerrando los ojos.- Siento, que el guerrero dragón, está entre nosotros.- Dijo con los ojos cerrados y moviendo su mano de lado a lado en lo que bajaba de las escaleras para sentir la conexión de fuerza que había en el palacio de jade.
Los 5 furiosos al oírlo hacen una fila para ver quién va a ser el seleccionado, víbora era la primera de la fila, luego mantis, mono, grulla y finalmente tigresa.
Tigresa estando en su posición de la elección, quedo justo atrás de la sombra.
- ¡CIUDADANOS DEL VALLE DE LA PAZ!…- Anunciaba la elección del guerrero dragón.- ¡EL MAESTRO OOGWAY AHORA ELEGIRÁ, AL GUERRERO DRAGÓN!.
Todos los aldeanos del valle de la paz gritaron de alegría, porque iban a saber quién era el elegido para traerle la paz al valle, mientras que la sombra solo se cruzaba de brazos, para ver la elección.
El maestro Oogway bajaba de las escaleras, mientras movía lado a lado su mano, para identificar al guerrero dragón.
- Mmm…- Pensaba serio, mientras analizaba a los furiosos.- La serpiente tiene buena agilidad, pero no la fuerza, la grulla puede volar a unas alturas impresionantes, pero no tiene la agilidad, el mono igual posee la agilidad, pero no es muy preciso con sus ataques, la mantis es bastante rápida, pero con un movimiento in-falso puede quedar echo sopa en el suelo… Y bueno el tigre… Creo que posee todo.- terminó de pensar, con una sonrisa en el rostro.
El maestro Oogway ya había llegado con los 5 furiosos, seguía moviendo su mano, mientras paso a víbora, ella hiso una reverencia, pero no la señalo, paso a mantis y tampoco lo señalo, paso a mono y no lo señalo, paso por grulla… Y tampoco lo señalo, finalmente había llegado donde estaba tigresa… Y la señalo.
- Maestro… Me está señalando, ¿A mí?.- Dijo feliz Tigresa, porque por fin iba a tener eso que tanto deseaba, el rollo del dragón y un padre feliz.
- A ti no…- Dijo tranquilo con una sonrisa.
- ¿Disculpe?.- Le dijo confundida.
Tigresa al observar detenidamente el dedo de Oogway, descubrió que no la señalaba a ella… Sino a la sombra.
- A él…- Se dirigió a la sombra.
La sombra se quedo sorprendida al descubrir que la señalaban, mientras veía a los lados para fijarse que no señalaba a otra persona, la sombra sin decir nada se señalo confundida.
- Si tu…- Le dijo con una sonrisa.- ¡Ven acá!.- Le dijo de buen humor.
La Sombra lo pensó por un momento, pero después decidió pararse e ir con él. Después de todo… ¿Qué más le podían hacer?. Fue bajando lentamente de las escaleras. Oogway lo veía complacido.
Todos los aldeanos se quedaron asombrados, al ver que semejante Sombra medía 1.69 M, no lo podían creer… Era más alto que los furiosos.
Poco a poco, la Sombra bajaba hasta llegar con Oogway. La Sombra quedó a lado de Tigresa con Oogway enfrente.
- Podrías, por favor quitarte el manto.- Dijo con tranquilidad.
- Se sobresalto al escuchar eso.- ¿Para qué o por qué motivo?.- Pregunto con nerviosismo, su voz era un poco grave.
- Se rio un poco de buena gana.- Solo para saber quién eres… ¿No crees que sería un poco raro, elegir al guerrero dragón, sin saber cómo es?.- Le sonrió.
- Pero… No creo agradarles.- Dijo triste, bajando la cabeza.
- Rio otra vez la tortuga.- Jovencito, acá no se discrimina a nadie.- Le dijo con seguridad.
- Pero…- Se sorprendió.- ¿Cómo sabe, que soy un joven?.- Pregunto confundido.
Oogway sonrió.- Lo deduje por tu tamaño.
- Oh… Ya veo.- Le dijo un poco más calmado.
- Bueno, dejemos de hablar y quítate el manto.- Le dijo con tranquilidad.
- Está bien.- Obedeció, mientras se quitaba el manto negro, dejando a los espectadores, a Shifu y a los furiosos sorprendidos al ver que no era un pato, o ganso, ni conejo, era… Un humano.
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El humano vestía con una camisa negra, pegada a su torso con dibujos raros, era alto, con cabello negro corto y ojos cafés. Estaba un poco fuerte de los brazos y piernas, del abdomen se notaba que lo tiene un poco marcado, tenía unos tenis blancos con azul, en su pierna izquierda tenia la espada.
- ¿Me permites, ver tu espada, joven?.- Pregunto Oogway curioseando la espada guardada, con la mirada.
- Lo siento… No puedo permitirlo.- Se negó.
- Vamos, no temas. No buscamos hacerte daño.- Sonrío la tortuga.
- ¿Cómo sabré si no me está mintiendo?.- Pregunto un poco serio.
- Porque nosotros buscamos el bien, no el mal.- Habló Víbora captando la atención del muchacho.
- Esta bien… Confío en su sano juicio.- Lo convenció.
El muchacho saco la espada de su funda rápido, sacándola para arriba, luego darle una vuelta a al hombro izquierdo y terminando por el derecho.
- Acá tiene…- Se la ofreció con la espada entre las manos a Oogway.- Pero tenga cuidado… Es muy valiosa para mí.- Le advirtió cuando se la entrego por completo.
- No te preocupes joven.- Le dedicó una sonrisa.
Por alguna razón los aldeanos, Shifu y los furiosos sentían un cierto desprecio hacia el Humano.
Oogway, vio que la espada era delgada, estaba hecha con plata inoxidable, el mango lo tenía dorado cubierto con rojo, se dejaba ver unos puntos dorados que salían en fila, en el mango.
- No puede ser…- Se sorprendió al ver la espada.
- ¿Qué sucede maestro?.- Pregunto con preocupación.
- Es… La espada del dragón.- Mencionó, mientras contemplaba la asombrosa espada.
Todos los ciudadanos y los furiosos, no entendían el por qué la sorpresa. Solo era una simple espada.
- Solo es una simple espada.- Le resto importancia.
- No es una simple espada, esta espada es valiosa para mí ya que con ella se venció a un enemigo, pero yo no estuve presente… mas sin embargo, me lo han contado.- Le corrigió tranquilamente.
- ¿Cuál es tu nombre muchacho y qué eres?.- Le preguntó Oogway.
- Arturo García y soy un humano… ¿Por qué la pregunta?.- Le pregunto curioso.
- Mira que interesante.- Decía mientras lo observaba y levantaba su brazo.- ¡EL UNIVERSO NOS A TRAIDO AL GUERRERO DRAGÓN!.- Anuncio con felicidad.
- ¡¿QUÉ?!.- Gritaron al unísono.
Pronto se empezaban a escuchar protestas, represalias, por parte de los aldeanos.
Un cerdo se levanto de su lugar.- ¡EL NO PUEDE SER EL GUERRERO DRAGÓN!.- Grito con desprecio.
Un conejo igual se levantó de su lugar.- ¡ES UN IDIOTA!.- Grito con mucho odio y repugnancia.
- ¡NUESTRA SALVACION NO PUDE ESTAR EN MANOS DE ESE INÚTIL!.
Los aldeanos seguían diciendo más y más cosas. Arturo solo los miraba con furia y tristeza en el interior al recordar que le estaba pasando lo mismo que antes en Lee-Da.
Un cerdo toco el Gong, en todas partes salía confeti disparado, mientras bajaban unos cerdos y patos a guiar a Arturo al salón de los héroes, todos los aldeanos se quedaron molestos por la elección del dragón.
Shifu fue corriendo atrás de Oogway.- ¡PERO MAESTRO, EL NO PUEDE SER EL GUERRERO DRAGÓN!, ¡IBA A SEÑALAR A TIGRESA Y ESA COSA ESTABA ATRÁS DE ELLA!, ¡ESO FUE UN ACCIDENTE!.- Le decía con odio.
- Los accidentes, no existen.- Le dijo tranquilo, mientras se retiraba a meditar a otra parte.
Tigresa caminó hasta llegar con Shifu, con la cabeza baja y triste.- Perdónanos maestro…- Decía mientras hacia una reverencia.- Te hemos fallado.
- No, si el humano no se ha rendido para mañana, yo le abre fallado a ustedes.- Se dirigió a los furiosos.
Continuará…
Muy bien, se que no es mucho pero es mi primera ves acá. Este proyecto lo tenía pensado hacer desde hace 3 años. Pero por flojera no lo terminaba, hasta hoy que me decidí hacerlo por capítulos. Espero les haya gustado, se que copié la película en sí pero yo quiero hacerla a mi estilo a ver si tiene resultado y compartir mis ideas.
Si este proyecto tiene resultado haré mi versión de la 2 y después mis propias versiones de mis historias siguiendo la línea de tiempo (habrán unas que no).
En fin… ¡Gracias por leerlo espero fuese de du agrado, en caso de que no me dejan el review o un mensaje privado. Pero sin groserías, porque si no después no lo leo.
¡Un saludo a Álvaro, María, Gabriela, Virginia, Mauro, Carlos, Javier y todos mis demás amigos de FF!.
Nos vemos en el siguiente capítulo!.