A Lot Like Love

Capitulo 1.- La cita que jamás llego.

Primero de Septiembre, un día normal para cualquier ciudadano Londinense, cualquiera excepto aquellas personas que discretamente pasaban una a una en medio de los andenes 9 y 10 de la estación King´s Cross para entrar al andén 9 y ¾ a esperar una antigua locomotora que los llevaría a Hogwarts, colegio de magia y hechicería.

Mientras la locomotora avanzaba los alumnos buscaba algún compartimento que tuviera algún asiento, una joven niña de cabello castaño y realmente alborotado abrió estrepitosamente uno de estos ocupado solo por un chico pelirrojo y uno pelinegro quienes interrumpieron su plática mientras ella les cuestionaba sobre un sapo que se había extraviado y fue así como se conocieron Harry Potter, Ronald Weasley y Hermione Granger. Fue curioso que teniendo en el mismo vagón a nada más y nada menos que el chico Potter, Hermione prestara más atención en el niño pelirrojo y su mancha de tierra en la nariz y sus bonitos ojos azules. Al recibir respuesta negativa sobre el sapo la niña simplemente se fue y ellos dos siguieron con su plática hasta el anochecer y la llegada al castillo.

En la ceremonia de bienvenida, Hermione no paraba de ver a Ronald y notar cada una de las imperfecciones de este, quien iba con la túnica hecha girones, los zapatos sin atar, el cabello despeinado, ella jamás entablaría amistad con un niño así de desordenado, grande fue su sorpresa cuando quedo en la misma casa que aquellos dos, Gryffindor. En el banquete se sentaron muy cerca y Hermione se horrorizo por lo bestia que era Ronald al comer y por Merlín hablaba con la boca llena, no tenia modales era de lo peor, al terminar de cenar se puso de pie y se fue a su sala común, directo a su habitación desempaco y ordeno sus cosas y se durmió.

Ronald Weasley además de desordenado era un idiota, y mira que ella solo intento corregirlo en clase de encantamientos y él se pone a hablar mal de ella "con razón no tiene amigos" dijo y a ella le dolió, porque siempre se lo decían en su escuela anterior, ya no había duda, los niños eran unos Trolls y para Hermione Granger no había uno más grande y tonto que él no había duda.

Siempre hay oportunidades para retractarse de algo y la de Hermione llego el día de Halloween, cuando ellos la salvaron de aquel Troll, cuando él se preocupo por ella y estuvo con ella después del suceso, desde ese día se hicieron inseparables y se metieron en muchos problemas, pero siempre estaba él para saltar al frente por ellos y arriesgarse para protegerlos. Y a Hermione no le parecieron tan odiosos los niños y sobre todo, no le molestaba nada de él, que hablara con la boca llena, que trajera sus zapatos sin atar, su túnica desalineada, comenzaba a sentirse muy cómoda con su compañía y sus bromas sobre todo le parecían muy graciosas, y supo de su extensa familia, que tenía tres hermanos en ese momento en cursos más avanzados que él, todos pelirrojos, era el sexto de siete hermanos y el que heredaba siempre las túnicas, calderos, mascotas, todo, porque su familia no podía darse el lujo de gastar mucho dinero, pero él era feliz y aunque le apenaba ese tema, nunca se le veía afectado por ello, así comenzó a conocer más de Ronald Weasley.

Se acercaba una tormenta y ella intentaba recoger todos los pergaminos que estaban en el pasto, brillante idea Hermione, salir ese día a hacer los deberes cerca del lago era una idea apetecedora, todo iba de maravilla hasta que sin previo aviso comenzó aquel frío viento que hizo que sus pergaminos volaran en todas direcciones, al terminar de recogerlos se dispuso a volver pues comenzaban a caer constantes gotas de lluvia, al ver que no podría llegar se refugió bajo la cabaña del semi-gigante Hagrid mientras esperaba que la tormenta aminorara, tan enfrascada estaba revisando sus apuntes que cuando una voz se dirigió a ella hizo que tirara nuevamente todas sus cosas.

-Menuda lluvia, ¿no crees?- se trataba de Ron, quien estaba menos mojado que ella, estaba sucio y algo colorado, seguramente venía de practicar Quidditch, tenía la ilusión de ser guardián algún día.

-Ron, me has asustado de muerte- decía mientras dirigía la vista a sus pertenencias en el suelo, pero aquella vista se vio interrumpida cuando noto que Ron se posaba frente a ella.

-Toma, será mejor que te seques el cabello si no quieres pescar un resfriado- lo dijo mientas le ponía una camiseta blanca sobre su cabeza y se agachaba a recoger los pergaminos y plumas de Hermione- Descuida solo la use una vez.

Hermione que en ese momento estaba ya secando su cabello tardo unos segundos en procesar lo que el chico había dicho, cuando termino de atar cabos se puso rojo por la ira y arrojo la camisa a la cara de Ron.

-Eres un asqueroso Ronald Weasley -exclamo indignada la castaña.- aléjate de mí.- vocifero.

-Hermione, tranquilízate, es una broma.

Y seguido a esto la chica se sonrojo aun más por su reacción, intento disculparse pero la sonora carcajada de Ron se adelanto, y ella noto por primera vez lo mucho que le gustaba verlo reír y sonreír, le alegraba.

Pasaron las vacaciones y ella regreso de haber ido a esquiar con sus padres, y notó que había extrañado su presencia, pero volverlo a ver fue lo que necesito para sentirse mejor consigo misma. La primera clase después de vacaciones fue la de vuelo con la Profesora Hooch y Hermione estaba aterrada pues no le gustaban las alturas, por eso cuando la profesora pidió formaran parejas ella suplico con su mirada a que él la ayudara y accedió. Y Hermione noto una nueva cosa de él, percibió su aliento cuando le hablaba muy cerca, olía a ranas de chocolate, le cosquilleaba la nariz cada vez que lo sentía. Así pasaron la clase, él ayudándola a controlar la escoba, ella concentrada en no matarse por caer de aquel endemoniado artefacto.

Regreso bufando al salón de Transformaciones en busca de su varita, grandioso Hermione lo que faltaba era que la hubiese extraviado a finales del año, la que se le armaría con sus padres si tuvieran que comprar otra. Termino encontrándola bajo su silla se había salvado de un regaño de parte de sus padres -invención suya- estaba cerrando la puerta cuando casi se dio de bruces con una persona.

-Rayos Ronald, es acaso que quieres matarme de un susto- dijo mientras sentía como se coloreaban sus mejillas.

-Her…Hermione, yo…l-o lo siento- balbuceo en pelirrojo quien tenía las orejas del mismo color que su cabello y su brazo con yeso, por los eventos ocurridos en el juego de ajedrez mientras intentaban atrapar a Quirrell- te estaba buscando y Parvati me dijo que estabas buscando tu varita, ¿la has encontrado?

-Sí, estaba en el salón de Transformaciones, que pasa, porque me buscabas, ¿sucedió algo?

-Y-o….yo me pre- preguntaba- comenzaba el chico, pero parecía que le costaba trabajo y le avergonzaba, cuando un leve rubor se coló en sus mejillas quedo todo confirmado pero aun así continuo- bueno, las clases están por terminar y yo escuche que habrá fuegos artificiales en el lago esta noche y me preguntaba si pudiéramos verlos…- al otro lado del pasillo Lavender y Parvati llamaban a Hermione lo que hizo que Ron en un acopio de valor soltara todo de una vez- ocho en punto, frente a la entrada de los invernaderos- se encontraba totalmente colorado y a Hermione le pareció muy tierno aquello, y por Merlín, la invitaba a ver los fuegos artificiales solo a ella, cuando se disponía a responder fueron interrumpidos por la presencia de Filch y tuvieron que salir corriendo, pero Hermione se daría a la tarea de contestarle en su siguiente clase, Pociones.

La exasperaban bastante esos murmullos, se dirigía a clase junto con sus compañeras a las mazmorras cuando escucho a un grupo de Slytherin liderado por Draco Malfoy hablar sobre su alborotado y extraño cabello, ella harta de las burlas se giro a confrontar al engreído rubio.

-Tienes que ser tan insoportable Malfoy, porque tú y tu grupo de amigos no nos dejan en paz.

-Vamos Granger no te pongas así, o es acaso que tu novio Weasley vendrá a detenernos.

Ante esto, Hermione pasó del pálido por la sorpresa al rojo de la furia ante tal barbarie del chico rubio y sin pensarlo y como alternativa de salida simplemente soltó.

-Los niños son unos Trolls y no me interesan, son sucios, barbaros, brutos, tontos, me repugnan con sus bromas o su forma de comer, yo no tengo novio y no me interesa tener ese tipo de relaciones con unos brutos como ustedes.

En ese momento Ron, quien tanta escándalo lo había hecho salir a ver qué pasaba se quedo de piedra al escuchar lo que Hermione había dicho –no había escuchado la pelea inicial con Malfoy- no es que tuviera esa clase de pensamientos con Hermione, simplemente le agradaba estar con ella y había descubierto un lugar en el cual se podían ver perfectamente los fuegos artificiales y quería mostrárselo, pero si tanto le repugnaban los niños no creía que fuera buena idea después de todo.

Hermione paró en seco lo siguiente que le diría a Malfoy al ver a Ron parado en el marco del aula y haciendo un retroceso mental descubrió porque parecía como si lo hubieran petrificado- Ron yo no…-intentaría aclararle que no era verdad lo que dijo, pero fue interrumpida.

-¿Qué sucede, porque aun no están en sus respectivos lugares?- la voz fría y susurrante de Severus Snape los hizo girarse a verlo, cuando se disponían a entrar apresurados al aula volvió a hablar- Weasley, coge tus cosas y ve con el Director, necesita hablar contigo.

Como un torbellino Ron entro al salón tomo su mochila, hecho un rápido vistazo a Harry -quien a pesar de sus múltiples heridas fue dado de alta esa mañana por la Señora Pomfrey- como diciendo "te cuento después" y salió como una exhalación. En otro lugar Hermione lo miraba esperando que él la volteara ver, pero paso.

Era oficial, Pociones era la última clase del año, Snape les indico que a las ocho y quince debían estar en el Lago Negro para una pequeña sorpresa por parte del Director, y a las nueve sería su última cena en el castillo pues mañana por la tarde volverían a Londres por el período vacacional, terminando esto les indico que podían volver a sus salas comunes, Hermione corrió a la suya y busco a Ron por todas partes, le llamo por si estaba ya en su habitación pero no recibió respuesta le debía explicar que no todos los niños le parecían brutos rendida y viendo el reloj corrió a su cuarto para cambiar su túnica.

"Ocho en punto, frente a la entrada de los invernaderos", eran siete y cuarenta y cinco cuando ella llego, estaba nerviosa por verlo.

"Ocho en punto, frente a la entrada de los invernaderos", faltaban cinco minutos y hacía frio, él vendría y ella lo vería sonreír de nuevo.

"Ocho en punto, frente a la entrada de los invernaderos", ocho con diez, a lo lejos veía como los estudiantes seguían al profesorado con dirección al Lago Negro, él tardaba.

"Ocho en punto, frente a la entrada de los invernaderos", no llego, y ella se perdió los fuegos artificiales.

Muy abatida se sentó a un lado de Harry en el Gran Comedor y espero a que llegara, pero tampoco paso y ella junta a Harry se preocuparon, el director se puso de pie y comenzó a repartir los puntos para las casas. Cuando se veía el triunfo inminente te Slytherin fue que Dumbledore comenzó con los puntos adicionales para los integrantes de Gryffindor y su gran valor al final hizo mención del chico pelirrojo.

-Los últimos 50 puntos, son por la mejor partida de ajedrez que se haya presenciado en este colegio y son para Ronald Weasley- los vítores de la mesa roja por haber ganado la copa eran memorables y todos buscaban con la mirada al chico Weasley, pero se percataron que no había ni una sola mata pelirroja en la mesa, el Director pareció leerles la mente pues prosiguió su discurso- me temo que no contamos con su presencia ya que en estos momentos están reunidos con sus padres, sin más a disfrutar el banquete- esto dejo a Harry y a Hermione con un mal sabor de boca pero esperaban que no fuera grave, esa noche Ron no regreso a su dormitorio.

Llevaba despierta desde las siete menos cuarto, a las siete y treinta ya estaba bañada, vestida y había terminado de ordenar su equipaje, bajo a la sala con la idea de dirigirse al gran comedor y ahí en uno de los mullidos sillones encontró a Harry quien le informo que Ron no había regresado esa noche a dormir, cabizbajos se dirigieron escaleras al retrato de la Dama Gorda. Cuando llegaron al Gran Comedor notaron la poca gente que estaba ahí, aun era muy temprano. En la mesa de Gryffindor notaron que entre sus ocupantes estaban cuatro cabezas pelirrojas, los gemelos, Percy y un hombre alto quien comenzaba a perder el cabello, dedujeron que se trataba de su padre y sin pensarlo dos veces se aproximaron a ellos.

-Buenos días- saludo algo temeroso Harry.

-Hola Harry- contestaron los gemelos al unisonó, Percy solo hizo un asentimiento y siguió escribiendo cosas en un pergamino, sin embargo aquel señor se puso de pie y le estrecho la mano.

-Harry Potter, por Merlín es un gusto conocerte muchacho-saludaba efusivamente- mi nombre es Arthur Weasley y soy padre de de estos tres-dijo mientras señalaba a sus hijos- mi hijo menos Ron me ha hablado mucho de ti en sus cartas y si no me equivoco señorita tu nombre es Hermione Granger, también me hablo de ti- la castaña se sonrojo violentamente de que hablaría Ron en sus cartas.

-Un gusto Señor Weasley- saludo Harry- disculpe pero, ¿Dónde está Ron?- los carcomía la duda y Hermione agradeció que fuera Harry quien preguntara, el señor Weasley hablo, y en un tono muy paternal explico.

-Ustedes son sus amigos y creo que merecen saberlo, Ron no volverá a Hogwarts, nos trasladamos a Noruega mañana por la tarde y comenzara sus estudios en Durmstrang.

La respuesta paralizo a Harry y Hermione.

*Hola, este es mi primer Fic soy nuevo por aquí espero les interese y subiré muy pronto un nuevo capítulo, espero me den sugerencias de si les gusto o no y que les parece.