Hola!. Soy yo de nuevo. Apuesto a que muchos de mis fans pensaron que estaba muerta (Pfff... si claro, en mis sueños), pero hoy les traigo una nueva historia.

Está ambientada en el mundo de Harry Potter, pero sin hacer mucho uso de los personajes de Rowling.

Bueno. Esta historia es en Honor a mi querida amiga (Omitan el hecho que le debo esta historia desde como hace dos años). Intentare actualizar cada una o dos semanas… intentare.

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Disclaimer: Esta historia no posee fines de lucro, y está ambientada en el mundo de Harry Potter con algunos de sus personajes. Esto no es mío (La idea sí, pero creo que se entiende lo que quiero decir)

Summary: Cuando el joven Alexander llego por primera vez a Hogwarts, solo estaba interesado en continuar con su vida ignorando las patéticas suplicas por atención de parte de sus compañeros. Pero el nunca imagino que su vida daría un drástico cambio con la ayuda de las discriminaciones de los sangre pura, un alocado director, y un extraño estudiante de intercambio.

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Cap. 1: "La Llegada De La Carta De Hogwarts"

Erase una vez…que asco, yo solo voy a contar mi historia… ¿Sera esto un diario…? , lo que sea, primero que nada me voy a describir.

Mi Nombre es Alexander McAllister, tengo 16 años y actualmente estudio en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, así que, como lo habrás supuesto, soy un mago. De contextura yo siempre he sido un poco más pequeño de lo normal. Mi pelo es de color negro y bastante largo, aunque solo me empecé a preocupar por mi imagen a los… 13? Lo que sea. Uso contactos de variados colores, aunque antes usaba solo de color café.

Podrá sonar extraño, podrás mirarme con odio, pero aun así no lo negare: me gustan, y siempre me han gustado los hombres, o vulgarmente dicho, soy gay.

Mi piel es pálida y muy suave, o por lo menos eso me han dicho.

Bueno, les contare mi pequeña historia de amor, romance (¿no es lo mismo?), tragedia, angustia y alegrías. Diviértanse…

Entrecerré los ojos, mi estomago rugía de hambre y mis brazos temblaban violentamente por la magnitud del frio que sentía mi cuerpo. Moví con lentitud mis dedos, recuperando el tacto poco a poco. Me levante de mi cama ahogando un quejido y me encamine lentamente a la cocina, Ayer había sido un día horrible.

*Flashback*

Una Carta entro por debajo de la puerta, la mire con curiosidad, iba en un sobre blanco con pequeñas letras verdes. Me acerque para examinarla:

"Sr. Alexander McAllister

Habitación a la Izquierda de la Cocina.

Mansión Forester"

¡Era para mí!, Me quede mirándola fijamente y la tome con cuidado, casi con alegría. Mi condición como sirviente en esta Mansión no me permitía salir fuera y conocer otras personas, no sabía quién querría escribirme ni por qué motivo.

Abrí la carta con desespero, rasgando el fino papel que la cubría, y tome la tan anhelada carta. La desdoble castigándome mentalmente por actuar de esa manera tan burda y tosca. Una mano tomo la carta antes de que yo reaccionara, y mucho antes de pestañear, siquiera antes de pensar en lo que estaba haciendo empuje con violencia a la persona que me había quitado la carta, sin ver quién era. Una simple mirada de esa persona me aviso de mi inminente muerte… era el hijo del dueño.

*Fin Flashback*

Luego de eso había venido el castigo más grande que mi mente pudiera recordar; ¡no iba a poder comer durante los siguientes 5 días! Además me habían quitado la famosa carta y la quemaron irremediablemente frente a mis desesperados ojos.

Entre a la cocina, tome el desayuno del joven mimado y me encamine a la habitación del lado oeste.

Luego de un pequeño recorrido, toque la puerta del dormitorio y una voz me respondió desde adentro.

-Adelante!-

Con cuidado para no derramar ni una gota, abrí la puerta de la habitación. El "señorito" estaba tirado en la cama esperando el desayuno, el cual rápidamente deposite en su velador, y me retire.

Salí con firmeza cerrando la puerta detrás mío, aunque de solo verla me dieron ganas de darle un portazo, lo cual no hice. Si de algo estaba orgulloso es de mi completo control de mi mismo, aparte de mi gran determinación, claro está.

Recogí el correo de la familia con inusitado aburrimiento y el asombro lleno mis rasgos al reconocer la misma carta del día de ayer. Mire hacia todos lados y al no ver a nadie, guarde la carta silenciosamente entre mis ropajes.

Ya en mi habitación, abrí la carta y pude al fin leer su contenido.

Colegio Hogwarts de Magia

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase,

Gran Hechicero, Jefe de Magos,

Jefe Supremo, Confederación

Internacional de Magos).

Querido Señor McAllister:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de un puesto en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. La lista de sus útiles escolares va en la segunda hoja, los cuales podrá comprar en el Callejón Diagon. Las clases comienzan el 1 de septiembre.

Muy Cordialmente

Minerva McGonagall

Directora Adjunta.

No me di cuenta en qué momento había abierto la boca, ¡yo, un mago!, yo ya sabía que era especial, pero… ¿tanto? Aquí frente a mis ojos estaba la prueba… la única prueba. Me dieron ganas de besar el alabado papel pero me contuve.

Entonces las cosas extrañas que pasaban a mi alrededor eran magia, y podía comprar cosas mágicas en ese tan callejón Diagon… ahora lo único que tendría que hacer es decirle a mis tutores…

Tomé la carta que traía tan raras noticias y me dirigí bastante apesumbrado al tercer piso de la parte oeste. Hoy se avecinaba un día complicado

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¿Y?. ¿Qué les pareció?

Lo que sea, acepto reviews! ^^