-Prefazione-
La riunione delle cinque famiglie
La mansión Vongola, ese enorme edificio ubicado en Sicilia, parecía simplemente la residencia de verano de una familia absurdamente rica. En parte, esa era la verdad, si nos olvidamos del pequeño detalle de que esa absurdamente rica familia no era otra que la más importante organización mafiosa del mundo, la Vongola Famiglia. En comparación a Vongola o a sus aliadas, mafias como la Cosa Nostra, la Camorra, la 'Ndrangheta y la Sacra Corona Unita no eran más que bandas callejeras. Y era en esa mansión donde Vongola Decimo, el único e indiscutible capo di tutti capi de toda la mafia mundial se estaba reuniendo con sus aliados.
Tsunayoshi Sawada, un hombre de veintiocho años de cabello castaño que parecía desafiar la gravedad y ojos castaños anaranjados era quien ostentaba su título. A pesar de su nombre claramente japonés, sus rasgos occidentales denotaban su fuerte ascendencia italiana. Sentado en el asiento correspondiente al que preside la reunión, vestía el clásico traje negro que los Vongola utilizaban en las ocasiones especiales, acompañado de una larga capa negra que indicaba que, además del de Vongola Decimo, ostentaba también el título de Neo Vongola Primo.
En el asiento a su derecha se encontraba Potro Bronco Dino, el décimo líder de la Chiavarone Famiglia, un hombre de unos treinta y seis años de cabello rubio oro y ojos castaños, vestido también con un traje negro de gala.
A la izquierda del líder Vongola descansaba recostado en su asiento un hombre de alborotado cabello blanco. Mantenía los ojos cerrados, y sus labios se arqueaban en una perpetua sonrisa burlona. A pesar de esto, su rasgo más distintivo era la marca morada bajo su ojo izquierdo. Vestido con un brillante traje blanco y una corbata negra, ese hombre no era otro que el primer capo de la recién formada Milliefiore Famiglia, la fusión de las familias Gesso y Giglio Nero, ambas aliadas de Vongola.
En el asiento más a la izquierda se encontraba formalmente sentado otro hombre de alrededor de veintiocho años, de revuelto cabello rojo y penetrantes ojos carmesíes. Su traje, aunque formal, tenía varias zonas rotas, arrancadas y descosidas, y la mitad de su cara estaba cubierta por una venda. Su nombre era Enma Kozato, el desgraciado Simon Decimo, líder de la Simon Famiglia, la principal colaboradora de los Vongola desde su creación.
Finalmente, en el asiento más a la derecha, reposaba con los pies sobre la mesa otro hombre que rondaba entre los veinte y los treinta. El octavo líder de la Tomaso Famiglia, Longchamp Naito, vestía, a diferencia de los demás líderes, con ropas más propias de un punk que de un capo de la mafia. Su peinado (si se le podía llamar así) consistía en llevar el pelo completamente despuntado y despeinado.
Frente al estrado compuesto por los cinco líderes, había una larga mesa, diseñada para que se reunieran en torno a ella múltiples personas. El hombre que presidía la mesa, un rubio que también aparentaba unos veintitantos años y cuya melena le tapaba completamente el ojo derecho, se levantó.
-Con todos los miembros convocados de las Cinque Famiglie Alleate presentes, demos comienzo a la reunión, habla Vongola Decimo, presidente de esta asamblea.
El rubio se sentó, y el hombre nombrado se puso en pie.
-Gracias, Basil.-dijo.-Os he mandado llamar a todos aquí para comunicaros dos noticias: la primera es que una organización que aún no hemos identificado ha estado atacando a varios miembros de las Cinco Familias. Hasta ahora, dos de las Seis Coronas Fúnebres de los Milliefiore, uno de los guardianes Simon, alrededor de trescientos miembros de la Chiavarone Famiglia y Lunga, de Tomaso, han sido atacados y derrotados. Actualmente están siendo tratados por nuestro mejor médico. Creo.
-¿Crees?-preguntó Byakuran.-¿Cómo puedes no saberlo?
-Normalmente sólo da tratamiento a pacientes del sexo femenino. En principio, conseguí convencerle para que les tratara, pero tratándose de él…
-Shamal, ¿eh?-comentó Chiavarone Decimo.-Tranquilo, Tsuna. Enviaré a Romario para que vaya a echar una mano.
-Te lo agradezco, Dino. Si alguien más quiere ofrecer a algún médico estaremos más que agradecido.
-¿No teníais otro curandero bastante decente?-intervino Longchamp.-¿Cómo se llamaba…? ¿Disuria?
-Lussuria.-replicó el líder Vongola.-Era lo siguiente que iba a decir. Envié al escuadrón Varia al completo para que buscaran a los culpables de estos actos. Tuvieron más de una confrontación con uno de mis Guardianes en Japón, pero… Después de la pelea sus cadáveres no quedaron reconocibles.
-¿¡A qué clase de monstruo se enfrentaron!?-se exaltó Enma.
-La Nube.
Toda la asamblea comprendió en el acto cómo el pobre ingenuo que se atrevió a atacar a Kyoya Hibari fue mordido sin piedad hasta la muerte.
-Cambiando de tema…-quiso continuar el jefe Simon.-¿Cómo le está yendo a los Varia?
A modo de respuesta, un pitido, como el timbre de un teléfono, sonó por toda la sala. Basil comprobó una cosa en su celular, para luego comentar:
-Hablando del demonio…
-Son ellos, ¿verdad?-preguntó Tsuna.
-Sí.
-Ponlos en pantalla.
El Asesor Externo obedeció las órdenes de su jefe, y tras realizar varias acciones en su dispositivo de telefonía móvil, una enorme pantalla apareció a espaldas de los líderes mafiosos. El décimo Vongola se sentó en su asiento correspondiente, y los cinco sillones de los capos giraron ciento ochenta grados hasta estar de frente a la pantalla.
Apenas unos segundos más tarde, un hombre de larguísimo cabello albino, tez bronceada y vacios ojos grises apareció en pantalla luciendo una enorme sonrisa de tiburón. Se trataba del capitán del escuadrón Varia: el Emperador de las Espadas, Superbi Squalo.
-¡Voooooooooooi!-saludó.-¿Cómo te va, capo inútil?
-Te agradecería que dejaras de llamarme así, Squalo.-respondió Tsuna con tranquilidad.-Pero muy bien, gracias. Bueno, vamos al punto. ¿A santo de qué has llamado?
-Ah, sí, es cierto. Un escuadrón de unos cien sujetos que creemos son parte de esa oscura organización de la que nos ordenaste investigar nos atacaron de repente.
-¿Y bien?-increpó Vongola Decimo.
-Capturamos a uno con vida. Hemos enviado a Flan para que os lo lleve. Debería llegar allí en unos diez días. Por cierto, no hace falta que nos lo mandes de vuelta.
-Tranquilo, me aseguraré de que vuelva sano y salvo.-dijo Tsuna con una ligera sonrisa de diversión decorando sus facciones.-No es nada personal, pero temo que mi Guardián de la Niebla trate de poseer mi cuerpo otra vez si lo dejo cerca suyo durante mucho tiempo. Mukuro puede ser realmente terrorífico cuando pierde la paciencia.
-Te estoy oyendo, Tsunayoshi Sawada.-comentó el aludido desde su asiento en la mesa.
-Cambiando de tema…-continuó el capo.-¿Cómo es posible que de cien tan sólo capturarais a uno?
-El imbécil de nuestro jefe se enteró de que habías convocado una reunión, y no le sentó que le mandaras lejos mientras tanto.
-Y se desahogó con los que os atacaron.
-Sí. Y en cuanto acabó con ellos, se fue volando hacia la mansión.
-Genial…-ironizó el joven jefe Vongola.-Bueno, ya veré qué hacemos… Gracias por el informe, Squalo.
-¡Vooooooooooi!
Después de cortar la conexión, Tsuna se dejó caer pesadamente en su asiento, mientras éste giraba hasta recuperar su dirección original.
-Y esto era precisamente lo que quería evitar por todos los medios…-se quejó.-Basil, haz el favor de prepararle un asiento al jefe de Varia.. Y procura que sea cómodo, no creo que esté de buen humor.
El rubio cumplió las órdenes de su líder, haciendo un par de llamadas para que se sustituyera su asiento en la mesa por un sillón acolchado. Tras terminar la operación, se subió al estrado, colocándose de pie detrás del asiento de Tsuna. A los dos o tres minutos, la atmósfera en la sala pareció volverse mucho más pesada.
-Y ahora viene el más problemático de los Vongola.-comentó Byakuran entre risas.
-Tres…-comenzó Dino a contar.
-Dos…-prosiguió Enma.
-Uno…-se lamentó Tsuna.
Y la puerta explotó.
-¿¡Dónde está el pedazo de basura!?-bramó una voz desde la nube de polvo producida por la explosión.
Dando fuertes pasos, de la humareda surgió un hombre de prominente estatura y cuerpo robusto, piel bronceada, pelo azabache y ojos carmesíes. En su piel se marcaban numerosas cicatrices, señal de Xanxus, el impaciente jefe del Escuadrón Varia, estaba realmente furioso.
-Xanxus…-suspiró Vongola Decimo.-¿Podrías sentarte y dejar de montar escándalo, por favor?
Una vena se hinchó en la frente del interpelado.
-¿Me estás dando órdenes, pedazo de basura?-rugió.-¡A mí nadie me da órdenes!
-No te estoy dando órdenes…-replicó Tsuna.-Tan sólo digo que, ya que querías participar en la reunión, y tienes un asiento, será mejor que lo tomes. A menos que hayas venido por otra razón.
-Tch.-se quejó el hijo de Vongola Nono, sentándose en su sillón correspondiente, presidiendo la mesa.
-¿Vas a pagar por la puerta?-preguntó Tsuna.
-Haré que Mammon la pague.-respondió Xanxus.
-Como quieras…-se resignó el capo.-Bueno, ahora que estamos todos, ya puedo anunciar la noticia más importante: en vista a los acontecimientos sucedidos en estos últimos días, la falta de información que tenemos del enemigo, y el posible gran peligro al que nos estamos sometiendo, he decidido, como líder de la Vongola Famiglia, tomar una serie de medidas preventivas.
-Escúpelo ya, mocoso.-se impacientó Xanxus.
-A eso iba: Primero, voy a movilizar a todos mis Guardianes por los diferentes territorios que Vongola controla. Antes de decidir los lugares, me voy a reunir con los seis en privado, sin embargo hay una cosa que ya está decidida.
-¿De qué se trata?-preguntó el líder de Milliefiore sin dejar de sonreír.
-Para mayor seguridad, no pienso enviar a nadie en solitario, por lo que les voy a enviar por parejas.
-¿Eso no implica que cubrirán menos terreno?-se extrañó Dino.
-Es por eso que me gustaría contar con la ayuda de las familias aliadas. Si cuento también con vuestra colaboración y les enviamos correctamente, podremos cubrir los territorios de las cinco familias. El equipo de inteligencia está deliberando ahora mismo el reparto de las parejas, si es que aceptáis.
-¡Yo quiero ir con Shou-chan!-rió Byakuran de repente.
-¿Significa eso que aceptas ayudar?-quiso corroborar Tsuna.
-Sip.-sonrió el albino.
-¿Y los demás?-cuestionó el jefe de Vongola.
-Claro que te ayudaré, hermanito.-dijo Dino.
-Yo también.-aceptó Enma.
-Parece divertido.-comentó Longchamp.
-Perfecto, muchas gracias. Tendremos dos meses para organizarnos, después comenzaremos las expediciones.-sonrió Tsuna por un momento.-Ahora hablaré del segundo punto, y el más importante.
-Ahí viene.-comentó Lambo desde su asiento en la mesa.
-Como voy a participar activamente en la búsqueda de la organización, he tomado una decisión preventiva, por si acaso llegaran a matarme…
La sonrisa de Byakuran se acentuó.
-No me digas que…-comentó Dino.
-¿No es muy pronto?-se extrañó Enma.
-¿Eh? ¿Qué pasa?-Longchamp parecía perdido.
-Voy a comenzar con la selección y el entrenamiento del undécimo jefe Vongola.
Prólogo de mi nueva historia (nunca se me quitará la manía de empezar nuevas historias al mínimo rastro de inspiración).
Avisos, avisos... Ah, sí. Lo de que Tsuna tenga rasgos occidentales lo digo por que si no no me explico que sea casi idéntico a Giotto, que es Italiano.
Y otra cosa... Se buscan OC! Con la única restricción de que posiblemente muchos de los "hijos de..." no sean válidos. Pero bueno, el que quiera que mande lo que se le ocurra! :)
Necesitaría algo así:
-Nombre
-Edad
-Qué es inicialmente (un civil, un Vongola, uno de otra familia, lo que sea)
-Qué es más adelante(un Guardián del 11º, una de otra familia, neutral, lo que queráis.)
-Llama
-Caja de combate (Si es "hijo de...", no vale que sea la misma que la de su padre)
-Personalidad (opcional)
-Descripción física
-Trasfondo (opcional)
