Hola!!! Esta es mi nueva propuesta de Dragon Ball Z. Bien, declaro que ninguno de los personajes de esta serie me pertenece, desgraciadamente; todos los personajes pertenecen al estupendo dibujante Akira Toriyama, quien me ha dado horas y horas de diversión. Espero que esta historia se de total agrado para ustedes y no olviden al final dejarme un review. Ahora sí ¡Disfrútenlo!
Lo que ellas quieren
Capítulo uno
"Las mujeres arriba"
En el bosque de la montaña Paos se respiraba la paz y el aire más puro. La luna se veía más hermosa que nunca. Los ruidos de los pájaros cantando y el agua que lleva el río eran los únicos sonidos. La tranquilidad de ese lugar no podía ser interrumpida por nada ni nadie.
"¡Largo de aquí!"- Todos los pájaros salieron de sus nidos y árboles volando lejos de ahí.
"Pero Milk..."
"¡Vete...nunca aprecias nada de lo que hago!"
"Milk no fue mi intención, de verdad lo siento, no volverá a pasar"
Milk se abstuvo de contestar. Sólo tomó la mesa y la arrojo a la cara del pobre de Gokú, seguido por las sillas, los platos, las ollas, los vasos y los cubiertos. Goku mejor decidió irse y salio huyendo de la casa esquivando todos los utensilios de cocina que le lanzaba su esposa.
"¡Y no vuelvas!"- dijo antes de cerrar la puerta de golpe.
Gokú estaba muy confundido. ¿Por qué Milk siempre se enfadaba tanto con él? Ahora hasta de la casa lo había corrido cuando se enojaba de que no permanecía ahí. Además había sido un accidente. Él se esforzaba por complacerla auque no pudiera, espera nunca la había complacido. Es cierto, nunca había sido el mejor esposo, incluso había abandonado su hogar durante largos períodos de tiempo varias veces, jamás había dado un centavo a su casa pero dentro de todo él la amaba.
Al principio el casarse con ella sólo significaba "tener su cocinera personal" pero poco a poco había entendido la responsabilidad que traía una esposa. Aunque nunca la llevaba a cabo.
¡Ja! Aún recordaba su primera cita con Milk, en las tierras de su suegro, cuando el había mal interpretado las palabras de ella en cuanto a una cita y había tratado de golpearla. Los golpes de Milk no se comparan siquiera un poquito con los de Gokú pero si que son fuertes y duelen. Gokú se sobo un hombro al recordarlo.
También recordaba cuando habían formalizado su compromiso en aquél torneo de las artes marciales, cómo olvidar aquella visita a las aguas termales, los ocho meses que tuvo que tomar clases de tango para bailar como todo un caballero en su boda, cómo olvidar la primera vez que ella dijo "Te amo", la primera vez que la besó y la primera vez que le entregó su cuerpo y su corazón.
Ahh, los nueve meses que tuvo que aguantar durante el embarazo de Gohan, cuando Milk tenía el humor de veinte reglas juntas todos los días durante nueve meses!!!, y como vio el parto de su primer hijo, que de no haber sido por las palabras tan tiernas y cariñosas de Milk él se habría desmayado.
"¡Maldito Saiyayin, estúpido esto es tú culpa!"
La cara de tristeza y la preocupación de sus ojos antes de que él fuera a una batalla y su cara llena de emoción y lágrimas de felicidad cuando lo venía llegar a salvo.
Sí, Milk podía ser muy gruñona y algunas dirán que hasta amargada, pero a pesar de todo, sólo ella pudo aguantar a Gokú. Ser la esposa de un saiyayin, y no cualquiera, sino del más fuerte y lo más importante de Gokú! No es un trabajo que pueda hacer cualquier persona.
Hasta sus amigos habían sido víctimas de los males humores de Milk, como ejemplo, el podero y temible Piccoro envuelto en unas clases de manejo junto con él. Milk es una mujer con carácter. Ser el esposo de Milk tampoco era cosa fácil.
Esta vez Gokú se sentía terriblemente mal. Ahora que lo analizaba él debía ser el peor esposo del mundo. Ahora sí, Milk no daría marcha atrás, no lo perdonaría y jamás volvería a casa. No sabía qué hacer, cómo remediarlo. Milk nunca se había enojado tanto con él, excepto las veces que se llevaba a Gohan a escondidas a entrenar, no, nisiquiera esas veces se había molestado tanto.
¿Qué hacer? Un consejo, si Gokú necesitaba un consejo y urgentemente. ¿Pero de quién? ¡Bulma! No, creo que las cosas saldrían peor. Bulma como mujer feminista que era seguro le daría la razón a Milk y las cosas estarían peor de lo que ya estaban.
Gokú suspiró. ¡Espera! Eso es, Bulma es muy similar a Milk, además también estaba casada con un saiyayin, si alguien podía entender la situación por la que estaba pasando, ese era ¡VEGETA!
Vegeta entrenaba en la nave que le había construido Bulma. Los años pasaban y él se hacía más viejo, pero su fuerza cada vez era más joven.
"Vegeta, la cena está lista, cociné tu favorito, Rammen"- dijo la cara alegre de Bulma a través de la pantalla de la nave.
"¡Bulma!, ¿Cuántas veces te he dicho que no interrumpas mí entrenamiento?, además ¿desde cuando el rammen es mi comida favorita?"
"Grrhh, ¡cómo quieras, si no vienes a comer es tú problema, eso me pasa por preocuparme por ti, tú y tu entrenamiento se pueden ir a la &$/()#, te odio"- diciendo esto se apagó la pantalla.
¡Bah, mujeres!- Vegeta dijo esto para cubrir su orgullo pero la verdad es que un poco de remordimiento había en sus pensamientos. "Eso me pasa por preocuparme por ti, tú y tu entrenamiento se pueden ir a la &$/()#, te odio"
Era cierto, si alguien se preocupaba por él, esa era Bulma y tenían tanto en común, era igual o más orgullosa que él. Ese "te odio" había sido para calmar su herido orgullo. Aunque no era cierto, ella estaba enamorada de él y por supuesto Vegeta lo sabía.
Cada noche y cada mañana que despertaban juntos ella se lo decía "Te amo". Ahora estaba enojada pero se le pasaría. Es su esposa, él la conocía. Es más la mente de Vegeta estaba procesando un exquisito pensamiento, una grandiosa idea. Iría a tomar un baño y luego iría por Bulma para secuestrarla toda una semana en su habitación, no dejándola salir ni para comer. Si era una estupenda idea.
Ya podía imaginarlo, Bulma y su cuerpo escultural, que aún conservaba después de todos estos años; debajo de él, aprisionada por sus brazos, por sus besos que ella correspondía con tanta pasión. Ella era únicamente para él y pobre de aquél que pusiera sus ojos en ella. No viviría para contarlo. Los deliciosos pensamientos de Vegeta fueron interrumpidos por un intruso que llegó de la nada (y no literalmente).
"Cacarotto!!!"
"¡Hola Vegeta!"
"¡¿Qué demonios haces aquí?"
"Vine por medio de la teletransportación"
"Yo no te pregunté cómo viniste lo que te pregunté es ¡qué demonios haces aquí!"
"Ah lo siento Vegeta, no quería interrumpirte pero tengo un problema"
"¡Y a mí qué demonios me importa!"
"Se trata de algo que no puedo vencer yo sólo"
"¿Qué? ¿Acaso se trata de un nuevo enemigo?"
"No"
"¡Maldito gusano!!! Entonces no vengas a molestarme!!!"
"De verdad Vegeta, sino estuviera tan necesitado de ayuda no vendría a molestarte"
"Agh, Cacarotto"
"Por favor Vegeta"
"Agh!!!, esta bien! Dime qué te pasa"
"Se trata de...Milk"
"¿Milk?"- Gokú solamente asintió.
"¡¿Me ves cara de consejero matrimonial?!"
"Pero Vegeta"
"¿Acaso me ves un letrero en la frente que dice ayudo a solucionar problemas matrimoniales?"
"Vegeta..."
"Inepto, arregla los problemas con tu mujer tú solo"- Gokú no pudo contestar debido a que la pantalla de la nave se encendió nuevamente.
Era Bulma que traía una cara de pocos amigos y unos ojos llenos de su típica mirada asesina. Ella miró a Gokú pero decidió ignorarlo. Otro odioso saiyayin.
"¡Vegeta eres un tonto, no sabes cuánto me tomó hacer el Rammen, ya lo decidí, largo de mi casa, no quiero volver a verte, nunca aprecias nada de lo que hago!"
"Pero Bulma"
"¡Y no vuelvas!" – y la pantalla se apagó de golpe.
Vegeta vio volar sus maravillosos sueños con Bulma. Ahora tanto Gokú como Vegeta estaban pasmados. Sin saber qué hacer o decir. Los dos tenían exactamente el mismo problema aunque de una manera un poco diferente. ¿Acaso se estaría poniendo de moda el feminismo en Japón?
Milk aún sacaba chispas por la cabeza. Estaba enojada, más que eso furiosa, en estos momentos mataría a cualquiera que se le acercara. Gracias a Dios, a Buda o a quien fuera Gohan tenía su casa y Goten estaba en una cita, sino, acabarían estampados en la pared. De pronto sonó el teléfono.
"¿Quién demonios molestaría en un momento como este?" – Pero con todo esto Milk contestó el teléfono.
"Bueno!!!"
"¡Milk, soy Bulma!!!"
"¡¿Qué quieres?!"
"¡Hablar contigo malditasea!"
"¡Pues habla!"
"Vegeta es un tonto, no aprecia nada de lo que hago!"
"Así, pues Gokú es un desobligado y no quiero volver a verlo!!!!"
"Así pues..."
Y así estuvieron unas dos horas, gritándose la una la otra sus problemas matrimoniales. Parece que las dos mujeres debían desquitar sus instintos asesinos con algo, y cuando lo hicieron y al fin se tranquilizaron.
"No puedo creer que también Vegeta."
"Si, creo que debe estar en los genes de los saiyayin"
"Son unos tontos"
"Ja, ja, ja"- Ahora las dos mujeres reían sin parar, habían descargado toda la tensión que habían acumulado durante estos años. Era increíble que hace unos momentos te tiraban insultos y maldiciones. Bueno, así somos las mujeres, polifacéticas.
"Siento haberte gritado"
"Yo también, pero necesitaba hacerlo"
"Ja, ja, ja" – volvían a reír.
"¿Oye quieres ir a tomar algo?"
"Pero desde que me casé nunca he tomado nada, ni salido mucho, tú sabes, me he dedicado completamente a mi hogar"
"¡Vamos Milk!, Gokú ya no está, es tiempo para que te diviertas"
"Tienes razón"
"Bueno, entonces paso por ti en una hora"
Gokú y Vegeta por azares del destino ahora estaban sentados en una banca del parque. Vegeta con su típica cara de pocos amigos y a mí no me pasa nada, y Gokú por primera vez no emanaba la felicidad que lo caracterizaba.
"¿Qué haremos Vegeta?"
"¡No me molestes!"
"Vegeta, ¿qué acaso no te importa Bulma?"
"¡Te dije que no molestaras gusano!!"
Gokú suspiro. Era obvio que no podía contar con Vegeta, él y su maldito orgullo no le servirían para nada. Tendría que recurrir a alguien más, pero la pregunta era a quién, quién sabía todo de mujeres. ¡El maestro Rochi! No, él era un experto en la materia hablando del cuerpo femenino, pero de seguro no sabía nada de su carácter, no por nada a sus ciento y tantos años, o quien sabe cuantos era soltero.
No, se necesitaba de alguien que lo viera todo y lo supiera todo.
"¡Camisama!"
"¿Qué dices Cacarotto?"
"¡Dios! Eso es, Camisama lo sabe todo no?"
"No sé...pero eso de que nos sirve sabandija?"
"Le preguntaremos qué tenemos que hacer"
"¿Tenemos?"
"Tú también quieres recuperar a Bulma no es cierto?"
"¡Eso no te incumbe Cacarotto!!"
"Lo tomaré como un sí, bueno ahora donde Camisama!!"
"¿Para qué?
"Sencillo, le preguntaremos, "Lo que ellas quieren."
Bulma y Milk se sentaban en la barra del club donde Bulma solía ir a veces. Era un lugar tremendamente lujoso. Milk se sentía un poco cohibida, nunca había ido a un lugar como ese. Era lógico que Bulma visitara ese tipo de lugares, no era nada nuevo para ella, en cambio Milk era una chica del campo. Un mundo totalmente diferente. Pero ya saben lo que dicen, el alcohol desinhibe a la gente.
"Dos Martinis por favor"
Pronto el joven que servía las bebidas puso dos copas con la bebida. Milk no lo conocía. Era una copa muy extraña, con un líquido desconocido y una aceituna.
"¿Qué es esto?"
"Es una bebida muy rica, vamos pruébala"
"Bueno, sólo una"
Eran ya pasadas horas de la madrugada y ya habían bebido más de veinte Martinis y otras bebidas. Bulma en su vida había probado tanto alcohol y Milk tomaba por todas las que no había bebido nunca. Como resultado ahora las dos mujeres estaban totalmente ebrias.
"Saasbees Pulma digo Bulma, Gokú es un tonto"
"Lo sép, aunque no tanto comop el estúpido de Vegeta"
"Ja, ja, ja"
"Lo siento señoras, pero ya tenemos que cerrar"
"¿Qué?"
"Pero si acabamos de llegar"
"No, disculpe pero ya es tarde y tengo que cerrar"
"Bah, ¡Hombres!"- diciendo esto las dos mujeres se fueron a aventurar el otro rato que aún le quedaba a la noche para darle la bienvenida al sol.
Mientras en el Templo Sagrado...
"¡Hola!"- Gokú llegó por medio de la teletransportación junto con Vegeta quien parecía no importarle nada.
"Señor Gokú, Señor Vegeta, pero qué sorpresa" –salió un alegre Dendé seguido por Mr. Popo.
"Sí hola"
"Y dime que se les ofrece"
"Mira, sabemos que estás muy ocupado y todo eso, pero queríamos saber si nos pudieras contestar una pregunta"
"Pues no sé pero dime"
"¿Qué es lo que las mujeres quieren?"
"¿Qué?"
"Eso, ¿qué es lo que una mujer espera de un hombre?" – La cara de Dendé perdió total color verde. ¿Por qué le preguntaba eso? En su raza no había mujeres, el no sabía nada al respecto.
"¿Por qué me preguntas eso?"
"Es que tuve problemas con Milk y Vegeta con Bulma y necesitamos ayuda"
"¡Agh Cacarotto no hables por mí!!!" – dijo un Vegeta levemente sonrojado
"No s"
"¿Qué? Pero si tú eres Camisama.
"Sí pero no significa que lo sepa todo."
"Por favor Dendé, no sé a quién más recurrir"
"Hmm...espera, echaré un vistazo"- Dendé se acercó a la orilla del templo para encontrarse con la escena poco agradable de dos mujeres ebrías como locas por toda la ciudad. Gritando como histéricas "las mujeres arriba!. Entonces Dendé entendió que está debía ser una situación realmente grave.
"Realmente lo ignoro"
"Pero Dend"
"Bueno he visto que los humanos les regalan bombones o chocolates y flores a sus mujeres cuando están enfadadas"
"¿Bombones y chocolates?" – dijo Vegeta con incredulidad, a lo que el Namecuseí solo asintió.
"Esta bien, entonces vamos por los regalos"- dijo un alegre Gokú.
"Cacarotto"
"¿Qué sucede Vegeta?"
"Dime con que maldito dinero vas a pagar las cosas"
Entonces Gokú perdió la alegría de antes y entendió a lo que Milk se refería cuando decía que el dinero mueve al mundo.
"¿Por qué no le preguntan a Shenrong?"
"¿Pero qué dices Mr. Popo? no pueden usar las esferas del dragón por un deseo como ese." Gokú hizo como que no oyó ese comentario.
"A buscar las esferas del dragón!!!"
Fin de capítulo uno, CONTINUARÁ!!!!
Bien, ojalá y el tiempo que me tomo escribir haya valdio la pena y les haya gustado este episodio algo loco. Espero no me haya quedado muy feminista, pero hombres, no se preocupenasí se les quiere(no nos queda de otra jeje). Muchas gracias por leer este capítulo y espero por favor no olviden dejarme un comentario, alguna duda o lo que quieran decirme. Sus opiniones son muy importantes para mí.
Nos vemos pronto con el próximo capítulo.
Una escritora en desarrollo:
Rinsita-chan
