MI NÚMERO DE LA SUERTE ES EL 3

Por M0rg4n4

DISCLAIMER: TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A J.K. ROWLING Y NO LO HAGO CON FINES DE LUCRO.

La música sonaba en el fondo, sus piernas se abrían logrando un perfecto split para después arquear su espalda moviendo su cabello, lacio y negro azabache, cambiándolo de lugar de forma tan rápida que la luz del escenario se filtraba como la luz del Sol a través de las copas de los árboles cuando uno se acuesta en el césped... Hizo otro movimiento cargado de connotaciones sexuales cuando su mente se preguntó: "¿Césped? ¿Desde cuando no siento el césped? ¿Desde cuándo que no aspiro aquella fragancia?" La música finalizó señálandole su salida, detrás de bambalinas estaba un hombre alto y delgado, bastante anguloso en todas formas posibles...Ella se acercó a él, y le arrebató el cigarro de los dedos para darle una fumada, ya no sentía repulsión de ningún modo...Ese hombre la había tenido en su cama tantas veces, que ahora que había perdido interés le resultaba extraño poder convivir con él de forma casi amigable, después de dos o tres fumadas le acercó el cigarro para devolvérselo, él negó con la cabeza y ella lo tiró para pisarlo con sus tacones de aguja.

-Antes de que el jefe me eche a patadas de aquí ¿Atia?- decía sacando la varita

Ella suspiró con cansancio mientras ponía delante de él, sus manos en señal de rendición; con un suave movimiento de muñeca de la varita salió una sustancia metálica y pegajosa, parecida al mercurio de un color cobrizo, que cayó sobre su piel formando unas muñequeras totalmente adheridas a su cuerpo y algo pesadas. Él se hincó para repetir el movimiento para crear unas tobilleras.

-Listo-informaba

-Gracias-decía ella en un susurro, como si hablar le quitara energías.

Miraba sus muñecas con un dolor que iba más allá de lo físico; el metal brillaba de una manera hipnotizante y un fuerte portazo la hizo salir de ese lugar, donde estaba segura.

-¡Maldita sea! ¡¿Dónde está?!-bufaba un hombro sumamente robusto, haciendo que con cada movimiento su respiración se agitara y el sudor se formara en su frente - ¡Tú!-gritaba señalándola con un dedo haciendo que se pusiera de pie rápidamente-¡¿Hace cuánto que terminó tu baile?!-regañaba aferrándose a su brazo y comenzando a sacudirla de forma violenta- No olvides tu lugar aquí-sentenció empujándola para que cayera en el duro suelo-¡Serva!-gritó causando que las muñequeras descargaran algo parecido a una corriente eléctrica con un crucio, logrando que ella se convulsionara del dolor-¡Muévete!- ordenó saliendo de la habitación junto con el hombre delgado.

Con un suspiro, se encaminó a servir a los clientes; la mayoría hombres mayores con manos largas y un gran desprecio por los mestizos. Ella se encargaba de servir las bebidas, de entretenerlos con algún baile exótico o en caso de que pagaran una suma de dinero, brindarles sexo.

Estaba caminando cuando un hombre joven le dió una nalgada, haciendo que ella le prestara atención.

-¡Vamos! ¡Sírveme, para eso estás aquí!-le gritó

-Si-contestó apretando los dientes, tensando la mandíbula

-¡¿Sí qué?!-gritó golpeando su mano contra su mejilla, haciendo que ella perdiera el equilibrio- ¡¿Si qué?!-

-Si amo-

-Hay que recordarles que son animales...-comentaba el joven dirigiéndose a su mesa, haciendo que todos rieran.

Recogió los vasos, caminando hacia la cantina, pidiendo las bebidas... Haciendo todo de manera rutinaria, cuando otra mujer se acercó a ella.

-Atia, el jefe te busca...-

-Ya voy-contestaba dejando todo para acudir al llamado de esa bestia que la había comprado.

Se presentó con la otra chica en la habitación de los cambios de ropa, el maquillaje...

-¿Me llamaba...amo?-agregó antes de que la castigara

-Que Versa te ayude a vestirte, tienes un trabajo...-

-Si señor ¿Es un grupo...grande?-preguntaba temiendo la respuesta

-Eso no te incumbe, pero sí, es grande y más te vale que los dejes más que contentos ¿Entendiste?-

-Si amo-

Versa era una muchacha joven de 15 años, alta para su edad, bien formada, rubia de enigmáticos ojos azules que veía a Atia como una hermana mayor.

-Vamos te ayudaré-decía sonriendo.

Aún no entendía como esa niña podía aún sonreír, ambas eran esclavas y de la peor clase, la más baja...Ni siquiera eran consideradas como esclavas del hogar, eran una especie que estaba más abajo de los elfos domésticos...

-Creo que te tocaron unos pervertidos-decía riéndose

-¿Cuándo no?-contestaba sonriéndole-¿Por qué lo dices?-

-Por ésto-dijo señalando una diadema con orejas de gato

-Vaya, esto es nuevo-

Versa le cambió el cabello, ahora era rubio corto; a la altura de la barbilla, le coloco sus orejas, una gargantilla con un cascabel, un corsé negro con pantaletas a juego de las cuales salía una cola y le pintó la nariz de negro, para después con el mismo color sacar tres bigotes.

-Vaya, sólo te falta hacer miau-

Atia se miró en el espejo, era triste como a sus 18 años tenía que pasar por esta tragedia para poder verse hermosa ante sus ojos...

-¡Te falta ésto!-

-¿Guantes?-preguntaba poniéndose los mismos, eran largos hasta el codo de satín-Mortífagos ¿Eh?-

-¿Cómo lo sabes?-

-No les gusta que los toquemos, somos algo sucio Versa, no lo olvides-

Caminó de manera segura, contoneando sus caderas y empezando a entrar en el "papel"; se había dado cuenta que en estos meses tenía dotes de actriz... Eso aunado a las palizas y castigos que recibía, la habían vuelto una dócil y sumisa esclava; quizás en el fondo quería seguir viviendo, o tal vez ya nada la importaba.

Inhaló profundo frente a la cortina de cuentas, volvió a mirar el número para saber si estaba en el apartado correcto: 3... Ese era el lugar, cerró los ojos tratando de encontrar "ese lugar" que le generaba comfort, siendo capaz de soportar un día más; suspirando sonrió y apartó las cuentas para decir en voz sensual

-La gatita ha llegado-

-Ya era hora-informaba un hombre canoso

-No se enoje amo, usted pidió una gatita-contestaba subiendo y bajando recargada en el marco de la puerta- Ppprrrr-ronrroneaba acercándose a él y sentándose en el brazo del sillón donde se encontraba-¿Qué puedo hacer por usted amo?-

El hombre la jaló hasta que la sentó en sus piernas, se reía de manera escandalosa y con su otra mano le tocaba un pecho con fuerza, ella tensó la mandíbula recordando que desde que estaba en aquél lugar el placer no existía.

-¡Smith! ¿Qué haces? No es tu cumpleaños-gritó alguien del fondo

-¡Está bien!- gritaba mientras se ponía de pie, jalándola con él-Lo siento gatita, es el cumpleañero quien se va a entretener contigo-diciendo esto le dió un beso y la empujó haciendo que ella chocara con un cuerpo, quedando ella de espaldas.

-¿Es usted el cumpleañero?-preguntó comenzando a restregar su trasero el perteneciente al género masculino.

-¡Si! ¡Acábala!-gritaron todos

Ella asintió, comenzando a restregar su cuerpo con más fuerza, como si bailaran; su mano derecha despertaba la entrepierna de aquél hombre al que debía complacer por esa noche...Pocos minutos habían pasado cuando sentía aquél miembro endurecerse bajo su toque, "Al menos terminaré rápido" se dijo a sí misma.

-¡Apúrate! ¡Todos queremos divertirnos!-

Esa frase la hizo tensar el cuerpo, en el fondo sabía como eran las cosas... El cumpleañero se divertiría primero con ella, después todos harían fila para tener sexo con ella y después con suerte, el alcohol los dormiría...Sin suerte, bueno eso era mejor no pensarlo.

Seguía bailando cuando una mano la sostuvo frenándola, con fuerza comenzó a empujarla hacia abajo; apretó los ojos sabiendo lo que seguía.

Ella se hincó.

-¿Quiere que la gatita le sirva amo?-

-¡Que lo haga!- gritaban unos

-¡Queremos ver acción!-gritaron otros

Ella cerró los ojos, se giró y le desabotonó los pantalones, volvió a ronrronear y le bajó el zíper.

Su lengua se deslizó por el duro miembro, lo sintió estremecerse lo que la hizo seguir con el trabajo.

Su boca lo deleitaba, lo sabía, podía sentirlo...Incluso sabía que el final estaba cerca cuando con un brusco movimiento la aventó hacia una mesa.

-¡Hazlo!-gritaban

-Yo sólo quiero que goce amo-dijo tratando de incorporarse, pero el la empujó.

Sintió como su ropa le era arrebatada y ella fingió placer, eso lo hacía demasiado bien.

En pocos segundos lo sintió entrar en ella, de forma brusca y sin piedad... Ella trataba de darle placer, de acariciarlo; pero la respuesta era siempre la misma, él la empujaba y no quería más que tomar su cuerpo, ella lo entendió y se dejó llevar.

En unos cuantos minutos lo escuchó jadear, sabiendo que su turno había terminado...Se quiso poner de pie cuando el hombre canoso la empujó

-Es mi turno gatita-

Ella se quedó recostada en la mesa, cuando comenzó a sentir un objeto frío sobre su piel; se apoyó en sus codos para ver qué objeto era y cuando lo vió comenzó a gritar.

-Calma gatita, sólo queremos divertirnos-decía el hombre con una navaja

Varios hombres comenzaron a sujetarla, ella luchaba para liberarse... Sabía de las torturas, pero jamás las aceptaría...

Sintió como el filoso objeto entraba en su suave piel, haciéndola gemir de dolor.

En un esfuerzo sobrehumano por salir de ahí se golpeó la cabeza con la mesa perdiendo así la peluca rubia y las orejas.

-¡Nooooo! ¡Por favooor!-gritaba Atia

-Vamos jefe, diviértase un rato-le dijo Smith al cumpleañero.

El hombre tiró un cigarrillo y lo piso.

-Estoy cansado- dijo aún de espaldas al "show"

-Es una luchadora jefe, hace mucho que ninguna se ponía tan testaruda...-

Èl se giró y lo que sus ojos vieron lo hicieron temblar; ahí estaba la mujer que hace pocos minutos había penetrado con fuerza peleando por que no la dañaran, sus bucles castaños se movían violentamente y sus almendras lo miraron sorprendida...

-¡Basta!-gritó el rubio

-Vamos Malfoy, sólo queremos diversión-dijo un joven poniendo su mano sobre el hombro

-¡Te dije que no!-gritó quitando de su hombro la mano del muchacho y empujándolo con fuerza- ¡Vámonos!-

-Si señor-dijeron todos al unísono

Todos comenzaron a retirarse de la habitación, en silencio y de manera rápida; ella seguía tendida en la mesa con la respiración agitada, con su mirada clavada en el techo; de sus ojos brotaban lágrimas saladas y de sus heridas sangre...

Malfoy fue el último en salir, la miraba con cierta obsesión; como cuando se mira un juguete roto... Uno que nosotros rompimos y no quisimos hacerlo, lo miramos con dolor y cierto odio hacia nosotros sabiendo lo que causamos.

-Lo lamento Granger...-dijo en un susurro, en un exhalación en un volumen tan bajo que esperaba no ser oído

-Mi nombre es Atia...-contestó la castaña sin verlo, haciendo que él apretara los dientes aún en la puerta- Amo-

BUENO ESPERO QUE LES GUSTE!!!! A LOS QUE ME SIGUEN POR MI OTRO FIC "EL GRAN CAMBIO", NO SE ASUSTEN, LO TERMINARÉ...ES SÓLO QUE ESTA IDEA RONDÓ MI CABEZA Y EMPEZÓ A SURGIR DE FORMA TAAAAAN NATURAL Y EL OTRO ME ESTÁ DANDO TRABAJO... RECUERDEN QUE UN FIC FELIZ, ES UN FIC CON REVIEWS!!