El Anillo de la Rosa
(Kiel Hyre Quest)
Introducción
La carta resbaló de sus manos. No. No era posible. No podía ser verdad... Simplemente, no podía. Era sólo eso: una gran y vil mentira. Era una mentira ¡Mentira!
Entonces, si era una mentira, ¿por qué lloraba?
La hoja maldita seguía ahí, dócilmente delante de sus pies. Desplegaba en esa sencillez algo tan macabro... palabras ponzoñosas, a puño y letra de la misma mano de la que alguna vez, le escribieron palabras de amor... Aquella seguridad, aquel desgaste, aquella furia oculta pero plasmadas ahí... Oh, ¡Dios! ¿Cómo era posible?.... ¡Dios, en tu nombre, cómo es capaz que un humano no caiga en la locura! ¿Cómo es posible? ¿Cómo?
Agarró la hoja.
Aquella dulce y delicada letra que era de su amada...
¡Declarándole su amor por otro hombre!
— No...
Era una mentira
— Por favor, no me hagas esto...
Es imposible que sea verdad...
— Dios...
Es tan injusto...
Cayó sobre la silla. Sus piernas dejaban de responder. Era la sensación de cuando sufres un mareo, que se te agolpa y nubla la mente haciéndote perder el equilibrio. Pero ¿qué pasó?... ¡¿Qué era eso?! Que amaba a otro... ¡¿Quién era ese?! ¡¿Quién?! Si el vivía por ella... ¡La amaba! Era su vida. Su pasión. Su dicha y su dolor. Él estaba dispuesto a eso y a mucho más, mucho, pero mucho más tan sólo para verla reír. Él dedicó su mente brillante para aquella única y hermosa mujer... solo para ella, ¡para ella! ¡Así que quién era aquel sujeto! ¡Aquél bastardo! ¡¿Quién?!
El pobre joven fue incapaz de romper la carta ¡Si la tenía en sus manos! En aquellas temblorosas partes que le parecían tan innaturales, tan ajenas a su cuerpo... Dios... Un poco más y se partiría en dos. Un poco más y dejaría que se consumiera para siempre en el fuego. Rasgó el papel y soltó un sonido parecido al de un animal herido. Negó con la cabeza perdiendo las escasas fuerzas que contenía, inclinándose al frente, escondiendo las manos en sus sienes, desapareciendo en ellas...
Se llenó en sollozos.
Sí. Era un hombre débil.
Y todo, todo por culpa de aquella mujer...
La mujer que amaba... la mujer que era su vida... su amada...
