¡Hola! ¿Qué tal? Ya sé que no debería hacer esto… que tengo historias pendientes pero es que… se me ocurrió y claro tenía que escribirlo jejejejejeje. Pero pronto seguiré con las otras historias ¿eh? Aunque una de ellas esté un poco abandonada ¡no se me ocurre nada! Pero intentaré seguirla pronto ¿vale? Antes de nada:

Todos los personajes pertenecen a JK Rowling, a la Warner y a cualquiera que haya pagado los derechos (si yo hubiese sido una de ellas estaría en una isla remota tomando el sol)

Esta historia va a tener tres capítulos (antes, durante y después) no sé si muy largos o no… depende cómo me quede jejejejeje.

Sin más empiezo… ¡espero que os guste!

Eran las ocho de la tarde y casi todos los Gryffindor se encontraban en la sala común discutiendo sobre lo que harían en el fin de semana que se presentaba frente a ellos. Muchas parejas se susurraban los "planes especiales" que realizarían durante estos dos días. El ambiente era ligero y relajado en todos los rincones ¿o no?

Tengo que hacerlo… - murmuraba un chico moreno sentado en un sillón situado enfrente de la chimenea – Si no lo hago me volveré loco… - seguía con la vista fija en las llamas mientras se sujetaba la cabeza con dos manos intentando no parecer demasiado desesperado.

Si sigues hablando solo van a pensar que estás loco – un chico pelirrojo se había sentado a su lado y había puesto su mano derecha encima de la cabeza de su amigo – Bueno… - parecía reflexionar - que estás aún más loco – rió.

¡Qué gracioso! – respondió con sarcasmo quitándose de encima la mano de Ron que parecía bastante asustado por su reacción.

Perdona no quería molestarte – le miró a la cara que estaba más pálida de lo normal - ¿No habrás tenido un sueño con el-que-no-debe-ser-nombrado verdad? – preguntó con miedo.

¿Por qué cuando me pongo a pensar en mi futuro todo el mundo cree que me ha pasado algo relacionado con Voldemort? – un escalofrío recorrió la columna del pelirrojo – Tengo más cosas en la cabeza – terminó con fastidio.

Perdona es la costumbre – se encogió de hombros - ¿qué te pasa?

Eh… - le miró directamente a los ojos para que su amigo pudiese averiguar lo que le estaba ocurriendo sin tener que recurrir a las palabras. Así no tendría que pasar por el bochorno de tener que explicárselo.

Está bien… lo adivinaré yo solito – le interrumpió al ver que no parecía querer responder - ¿estás preocupado por el próximo partido verdad? ¿o por el siguiente examen de pociones? – se estaba esforzando – espera… tú no eres Hermione – susurró – Deja que piense – era inútil. ¿Para qué lo había intentado si con la única persona que podía utilizar esa estratagema para no tener que hablar era con su mejor amiga? Y bueno, no podía hablar con ella de esto; no cuando precisamente ella tenía algo que ver en lo que le estaba pasando.

De perdidos al río… - en un abrir y cerrar de ojos había llevado a su amigo pelirrojo a un rincón solitario de la sala.

¿Qué es lo que te pasa? – preguntó el pelirrojo una vez llegaron a aquel lugar apartado.

Me gusta alguien… - comenzó sin rodeos. Si tenía que hacerlo lo mejor era decirlo directamente sin nervios.

¿Me estás insinuando algo? – preguntó con media sonrisa Ron mientras le miraba a los ojos. La escena era bastante… íntima por decirlo de alguna manera. Estaban los dos chicos apretados en un rincón oscuro lejos de las miradas de los demás.

¡¿Qué! – Harry retrocedió alarmado por la pregunta de su amigo ¿Cómo podía llegar a pensar eso? ¿No le había dado motivos verdad?

Era una broma – le informó mientras con las manos hacía gestos para que bajase la voz – para relajar el ambiente ya sabes…

¿Cómo se te ha ocurrido pensar eso? – se acercó a él aunque a una distancia prudencial.

Tendrías que haber visto la cara que has puesto… ¡lo que hubiese dado por tener la cámara de Collin! – dijo aguantándose la risa con las dos manos.

Ja ja ja – Harry alzó peligrosamente el puño mientras le miraba con cara de asesino.

Está bien, está bien – Ron levantó las manos en señal de rendición – Me has dicho que te gusta alguien ¿no? – retomó la conversación anterior ya que la presente iba por un camino bastante peligroso - ¿Y quién es la afortunada?

Eh… yo… - llegados a este punto se había dado cuenta de ese pequeño detalle. ¿Cómo le iba a decir a Ron quién era la chica que le gustaba? Seguro que le saltaría al cuello.

Qué tímido eres… justo como le gusta a las chicas – sonrió – Además ¿qué chica no querría salir con el chico más deseado de todo el colegio?

¿Tú crees? Yo no estoy tan seguro… - parecía bastante desanimado.

Bueno, bueno… no te pongas así. Venga dime quién es a ver si podemos hacer algo.

Eh… ¿Qué quién es? Pues… - retrocedió ligeramente.

¿No me lo vas a decir? – parecía divertido – Está bien, lo adivinaré yo.

Esto… - ¿eso era mejor o peor que decírselo directamente? No estaba muy seguro.

Veamos… ¿te gusta Pansy Parkinson?

¿Qué? ¿crees que me gusta ella? – en su cara se dibujó una cara entre incredulidad y furia asesina. Al final parecía decantarse por esta última ya que por la posición que adoptaba era de atacar en cualquier momento a su amigo.

Ufff… ¡menos mal! ¡me niego a perseguirla por todas partes para conseguir algún dato que te haga enamorarla! – rió al ver la cara que había puesto su amigo – Está bien, está bien… no es ella ¡me ha quedado claro!

No tendría que haberte contado nada… - se lamentaba mientras negaba ligeramente con la cabeza.

Vale, vale… me concentraré… - reflexionó durante unos segundos - ¿Te gusta Parvati? – le preguntó de repente.

¿Qué?

Bueno, en cuarto la invitaste al baile y bueno… está muy pero que muy bien – subió varias veces las cejas haciendo que a Harry se comenzase a poner rojo.

Después de lo que pasó te aseguro que no querrá volver a acercarse a mí.

¿Por qué eres tan derrotista? Seguro que no le importaría… - le guiñó un ojo.

Te estás volviendo muy gracioso por segundos… - susurró mientras se acercaba lentamente amenazándole.

Ella también está descartada… ¿Te gusta Lavender?

¿Lavender? No… además Dean me mataría – negó casi con demasiada fuerza.

¿Padma?

No, deja… no creo que ninguna de las hermanas Patil se nos acerquen a más de tres metros…

¿Por qué no me lo dices directamente? – le miró con el ceño fruncido - ¿No te gustará…?

¿Quién? – seguramente se había dado cuenta por la cara de furia contenida que había puesto.

¿Luna? ¿te gusta Luna? – casi gritó. Harry se contuvo por no ir y darle un capón a su amigo. Definitivamente tendría que decírselo directamente.

¿Cómo puedes pensar eso? Además es tu novia ¿en qué cabeza cabe que te iba a traer a un sitio en el que nadie puede vernos para decirte que me gusta tu novia? – puso los ojos en blanco.

Perdona… es que como no quieres decírmelo pensé que… bueno, que sería una chica que… ¡un momento! – se puso una mano en la boca de la sorpresa haciendo que Harry le mirase de lado - ¡Hermione! – su amigo se quedó blanco - ¿te gusta Hermione? – eso más que pregunta era una… ¿acusación?

¿Qué? - ¿Por qué había pensado que le gustaba su mejor amiga? ¿Alguna vez había dado muestra de ello? Estaba confundido.

Bueno Harry eso no es tan malo. Aunque no sé… ella siempre está a tu lado y te ayuda en lo que sea pero tal vez sea por quién te está persiguiendo y no porque le gustes – esa afirmación había hecho que el corazón del moreno se encogiese bruscamente – No me hagas mucho caso… no me di cuenta de que le gustaba a Luna hasta que en medio del pasillo me besó – una sonrisa tonta apareció en el rostro del pelirrojo mientras rememoraba ese momento tres meses atrás.

No es ella – explicó en un susurró ahogado Harry. No sabía porque le costaba tanto decir esas tres simples palabras.

Sólo tenemos que quitarle a Hermione la obsesión por los libros para que se fije en ti. Porque, sintiéndolo mucho amigo, por ahora si no tienes cubiertas de cuero o estás en la sección prohibida no te va a hacer mucho caso – reflexionaba en voz alta.

No es Hermione – de nuevo le dolía esa afirmación ¿por qué?

Aunque es una ventaja que te guste ella… os conocéis bastante bien. Creo que no hay dos personas en este colegio que se entiendan tan bien como vosotros…

¡No es ella! – acorraló a su amigo y casi le grita en el oído para que le oyese. Cuando lo dijo un frío muy raro nació en su cuerpo.

¿Ah no? Entonces ¿quién es?

Ginny – contestó simplemente.

¿Ginny? – preguntó como si le hubiese dicho que ayer le pidió al calamar gigante que saliese con él porque estaba realmente enamorado. - ¿Te gusta Ginny? – volvió a preguntar para ver si estaba oyendo bien.

Sí – respondió impaciente - ¿me vas a ayudar?

Te gusta Ginny – repitió en un susurro para sí mismo. Pero si nunca había dado señas de que le gustase ¿verdad? – Nunca habéis hablado – dijo como si eso zanjase la conversación.

Lo sé pero… desde hace un mes yo… no sé cómo explicarlo…

Está bien, está bien – le frenó con las manos – no hace falta que me lo expliques. En fin… te ayudaré – decidió aún sin estar muy seguro de lo que había oído.

¡Genial! Pensé que te ibas a enfadar – miró al suelo.

Eres mi mejor amigo ¿cómo me iba a enfadar? – pareció volver a reflexionar - ¿Seguro que te gusta Ginny? – arrugó un poco la nariz.

¿Por qué te parece tan raro? – se estaba cansando de ese tonillo de incredulidad que utilizaba su amigo.

Por nada… - le hubiese resultado más creíble que Harry estuviese saliendo con Snape pero en fin… - ¿Quieres que hable con ella? – dio dos pasos hacia delante para encontrarse con su hermana.

¡No! – le detuvo por los hombros – por ahora no… no sé lo que piensa ella de mí.

¿Y cómo quieres saberlo sino le preguntamos?

¿Crees que habría alguna forma de conseguir saber lo que piensa sin que se de cuenta?

¿Utilizando la legeremancia? – se encogió de hombros.

Está descartado… necesitaría que alguien me enseñase y se tarda mucho en aprender – Harry parecía resignado – necesito saber lo que piensa ya.

¿Y con alguna poción?

Seguro que hay alguna para eso ¡eres un genio Ron! – le dio una palmada en la espalda.

Pero… es que nosotros somos malísimos para las pociones Harry…

Seguro que si intentamos realizarla y la tomo me saldrían tentáculos en la cara o algo peor… - se imaginaba toda clase de desastres.

¿Por qué no se lo pides a Hermione? – preguntó de repente Ron – a ella se le dan genial – apareció una sonrisa en su cara.

¿Tú crees que me ayudará?

¡Claro siempre lo hace!

Creo que es mejor que no…

¡Hermione! – interrumpió al moreno mientras comenzaba a mover los brazos como un molinillo - ¡Ven un momento! – Harry no pudo hacerle callar.

¿Qué es lo que pasa? – en un abrir y cerrar de ojos la castaña estaba a su lado.

Harry… - comenzó a explicar el pelirrojo.

¿Has vuelto a soñar con Voldemort? – mientras que Ron se ponía blanco y temblaba el moreno la miraba con cara de resignación.

No siempre lo que me pasa tiene que ver con él… tengo más cosas en la cabeza – volvió a repetir.

Perdón… es la costumbre – se encogió de hombros – Entonces ¿qué pasa?

A Harry le gusta Ginny – dijo Ron como quien dice que el cielo es verde.

¿Te gusta Ginny? – casi gritó ella. Harry automáticamente la llevó al rincón para que nadie la oyese; sobre todo la aludida.

Shhhh no quiero que nos oigan – tuvo que acercarse más a su amiga para que nadie les viese. De repente hacía mucho calor ahí.

¿Quieres que le pregunte que piensa de ti? – le preguntó Hermione.

No por ahora no quiere que sepa que le gusta – respondió Ron.

¿Entonces?

Necesita que busques una poción para poder entrar en su mente.

¿Estáis bromeando verdad?

No

¿Tú estás de acuerdo Ron? – preguntó asombrada.

¿Y por qué no?

Porque es una invasión a su intimidad, escuchará todos sus pensamientos.

¿Y? – hizo un gesto con la mano alentándola a continuar.

Es que eso es entrometerse en su intimidad.

Yo sé lo que conviene a mi hermana

Tú no tienes ni idea…

Que sí…

¿Me vas a ayudar o no? – interrumpió Harry al ver que iba a comenzar una de las peleas rutinarias.

Está bien te ayudaré – respondió sin pensárselo un segundo – La haré esta tarde, esperadme a las once en la sala ¿Vale? – sin esperar respuesta se dirigió a la biblioteca.

¿Lo ves? Te dije que te ayudaría – Ron salió del escondite para reunirse con Dean y comenzar una partida de ajedrez mágico.

¿Por qué me ayudará si no quería participar en esto? – preguntó para sí mismo mientras se iba acercando a los sillones en los que estaban sus amigos a punto de comenzar una partida.

Ya está lista – Hermione traía una cacerola completamente tapada y la puso enfrente de Harry.

Huele fatal – Ron se tapó la nariz.

Seguro que preferirías que oliese a rosas ¿Verdad? – preguntó con sarcasmo mientras cogía una toalla que tenia en el sillón situado detrás de ella.

Pues hombre… si me dan a elegir sí.

La próxima vez la haces tú…

Tal vez lo haga…

Pobre Harry…

¿estás diciendo que yo no sé hacer pociones?

¿por qué me pedisteis ayuda?

Ya está bien – terció Harry - ¿no tendré que beberla verdad? – Hermione soltó un pequeño bufido.

No, tienes que inhalar los efluvios mientras repites cinco veces el nombre de Ginny.

¿Lo qué?

Que tienes que inspirar cinco veces mientras repites las mismas veces el nombre de Ginny – explicó la castaña.

Ah… vale – se acercó a la cacerola para quitarle la tapa.

¡Espera! – puso su mano en la de él haciendo que Harry se estremeciese – Si la abres ahora nosotros también sufriremos las consecuencias. He traído esto para que te lo pongas encima. Cuando hayas inspirado cinco veces la poción desaparece.

Y ¿qué pasará cuando yo esté en la mente de Ginny? Quiero decir… ¿yo seguiré siendo el mismo?

Sí, verás todo desde su perspectiva pero tú seguirás actuando como siempre. Sólo dura un día. – parecía muy satisfecha por su explicación.

Muchas gracias – le sonrió – Bueno vamos allá. – se puso la toalla en la cabeza y comenzó a inspirar. "Muy bien, ahora sólo tengo que decir cinco veces Ginny… eso es lo que ha dicho Hermione. Bueno, ya lo he dicho una vez. Menos mal que a Ron se le ocurrió pedirle ayuda a Hermione porque si no lo hubiese hecho nunca me enteraría de lo que pasa en la mente de Ginny. Ahora que lo pienso… ¿por qué les parece tan raro a todos que me guste Ginny? Porque tanto Ron como Hermione parecía que no se lo creían…Ron estaba seguro de que me gustaba Hermione… ella es mi mejor amiga pero me gusta Ginny ¿verdad? A veces me encantaría saber que es lo que pasa por la mente de las chicas. Desearía saber qué es lo que pasa por la mente de… Hermione" Cayó en un profundo sueño.