Que tal amigos, esta es mi segunda incursión en el mundo de los fanfics (de la primera

sólo me queda la idea, pero algún día la retomaré). Este fanfic lo he escrito en primera

persona. Es un poco difícil hacerlo de esta manera, pero he tratado de realizar mi mejor

esfuerzo. Ocurre desde el punto de vista de uno de los nuevos personajes, y se supone

que está situada luego de Sailor Moon S. El Santo Grial (la copa lunar... ajj) no ha

desaparecido, tampoco las Outer Senshi, y Saturn ya creció otra vez.

PD: Yo uso los nombres japonenes, si no están familiarizados con ellos, al final encontrarán

una pequeña guía. Lo mismo para los ataques y frases de transformación (si recibo suficientes

mails a lo mejor me convencen de traducirlos, pero MI traducción).

Bishoujo Senshi Sailor Moon: La Alianza

Episodio 1: Una nueva vida

"¡¿Entonces quieres decir que vienes de otro planeta?!"

"Aunque te parezca extraño, así es. Todo este tiempo estuve en un estado de

animación suspendida, hasta que llegó el momento en que la princesa consideró oportuno

liberarme."

Ahora sí que estaba más confundido que nunca.

"¿Todo este tiempo? ¿Hace cuánto que... Y de qué princesa estás hablando?"

Él dio un profundo suspiro, y agachó la cabeza.

"No puede ser que hasta ahora no logres recordar absolutamente nada...", luego,

mirándome a los ojos, continuó. "Creo que tendré que contarte todo desde el principio.

Hace mucho tiempo existió una poderosa alianza, formada por mi planeta, llamado Lambda,

y otros cuatro planetas. Todos eran parte de un sistema solar..."

"Que obviamente no es este", le dije.

"OBVIAMENTE. Pero en aquella época también existía Kohr, quien era un conquistador

de mundos. No estoy muy seguro si él tenía poder o no, pues él nunca luchó directamente

contra la Alianza. Atacaba con unos extraños guerreros, llamados Sombras y Dark Soldiers,

pero estos guerreros eran muy débiles como para inquietarnos. Estábamos seguros de que

lograríamos expulsarlo de nuestro sistema solar, pero luego ocurrió lo inexplicable."

"Ah... Entonces los guerreros contra los que he estado luchando, ¿también son

sombras y Dark Soldiers?"

"Así es."

La historia se estaba poniendo muy interesante.

"¿Y qué fue lo inexplicable que ocurrió?"

"Los demás planetas de la Alianza se volvieron en contra nuestra. No sé como ni

por qué, pero fuimos traicionados por ellos."

"De repente no eran muy unidos, o Kohr los convenció..."

"¡No! Ellos jamás nos hubieran traicionado. Eramos muy unidos, como no te imaginas.

Me sorprende que tú digas algo como eso."

"¿Yo? ¿Y yo qué tengo que ver en ese problema tuyo? ¿Por qué vienes a pedir ayuda

a alguien que no es de tu planeta?"

"Eso es lo que debo decirte. Tú no eres de este planeta. Eres el líder de los guerreros

de Lambda."

Hmmm...

"¡Ja! Eres bueno para decir bromas."

"Nakago..."

"Ahora cuéntame una de vaqueros."

"¡NAKAGO! ¡ES HORA DE QUE DESPIERTES!"

Una luz emergió del extraño símbolo en forma de 'n' que tenía en su frente. Quise

levantarme de mi cama y correr, pero no pude. Parecía como si aquella luz me estuviera

hipnotizando, pues lo único que podía hacer era verla fijamente.

Varias imágenes pasaron por mi mente. Vi a otros guerreros, como yo, y también me

vi a mí, luchando contra unas sombras. Las vencimos facilmente, pero luego, cinco Dark

Soldiers empezaron a vapulearnos.

Las imágenes se sucedían rápidamente una tras otra, y yo sentía dolor, frustración

e ira. Por último, me vi a mí mismo en brazos de una de mis compañeras, y ella lloraba.

Había muerto.

Todo eso fue demasiado para mí, y no pude soportarlo. Cogí a Eta y lo arrojé lejos.

"Que... ¡¿Qué le has hecho a mi mente?! ¡Contesta!"

"¡No le he hecho nada! Todo lo que has visto fue lo que ocurrió hace miles de años

en Lambda. Ahora, gracias a nuestra princesa, ustedes han reencarnado en este planeta, y

tenemos una nueva oportunidad de derrotar a nuestros enemigos. Esta vez sí derrotaremos a

Kohr."

Sentí algo dentro de mí, algo que no podía controlar, y que me decía: "La princesa...

Tus compañeros... Debes encontrarlos a todos."

En realidad, no entendía que había pasado conmigo en ese momento. Había descubierto

mi verdadero origen, pero no me sentía parte de ello. ¿Cómo podía sentirme parte de Lambda,

si no tenía casi ningún recuerdo sobre ese planeta? Y entonces, ¿cómo se explicaban los

sentimientos que se produjeron en mí al ver todas esas imágenes? Eta había logrado que me

de cuenta de dónde venía, pero extrañamente, eso era lo único que yo sabía. Según mi opinión,

yo era de la Tierra. Pero a veces, sentía algo dentro mío que me decía que eso no era cierto.

Me sentía terriblemente confuso en cuanto a mi vida, pero a pesar de eso, sabía

que debía luchar. Si no era por la Tierra, era por Lambda, y si no era por Lambda, era

por la Tierra. En esos momentos Lambda era un planeta sin vida, y la Tierra también lo

sería, pues según Eta, Kohr nos buscaría al sentir nuestra energía.

Ahora que había descubierto todas estas cosas, nuestro objetivo inmediato era

encontrar a nuestros demás compañeros. También era necesario buscar a la princesa, y

así se lo dije a Eta al día siguiente.

"Eta, ¿qué fue de la princesa? ¿En dónde se encuentra ella en estos momentos?"

"No lo sé. Recuerdo que la princesa me encargó buscarte, y me dijo que ella también

estaba en la Tierra, pero no me dijo dónde."

"¿Eh? No entiendo ¿Cómo es eso?"

"Lo que ocurre es que ella no se me apareció físicamente... sólo escuché su voz

dentro de mí. Yo era un gato común y corriente hasta que ella despertó mi espíritu."

"¿Y si pudo 'despertarte' a ti, por qué no me 'despertó' a mí directamente?"

"No es tan fácil. Ahora ella se encuentra dentro de alguien, pero no tiene control

sobre esa persona. Debido a eso, sólo tuvo energías suficientes para despertar a un

espíritu con un aura pequeña como la mía."

"Y fue entonces cuando te encargó la misión de encontrarme..."

"Exacto."

"¿Y no puedes detectar la energía de la princesa?"

"No. Yo sólo soy capaz de sentir la energía de los guerreros de Lambda, pero en

cuanto a la princesa... lamento decirte que no puedo ubicarla, y lo que es peor, no recuerdo

su nombre."

"¿Y cuándo logrará la princesa tomar el control del cuerpo en el que se encuentra?"

"No lo sé."

"¿Hay algún otro guerrero aparte de mí?"

"No estoy seguro."

"¿Kohr sabe que estamos en la Tierra?"

"Puede ser, o tal vez no. Tal vez estos ataques son sólo producto de una de sus

tantas conquistas, o quizás ya nos encontró."

"¿Qué más sabes?"

"Nada más."

"No eres de gran ayuda, Eta."

"Vamos a ver si dices lo mismo cuando encuentre a los demás guerreros."

¡Ese inútil no sabía casi nada! Presentí que la misión no sería nada fácil. Bueno...

aunque uno no puede esperar saberlo todo cuando recién empieza, ¿no?

Como primera acción, Eta dijo que debíamos salir de Nagoya cuanto antes e ir a

Tokyo. En ese lugar se concentraba una energía muy especial.

"Tienes razón", le dije. "Hace unos meses un cristal oscuro aparecio en medio de

la ciudad, y luego, desapareció repentinamente. Además, la semana pasada vi en un noticiero

cómo un colegio había quedado destruido, aparentemente por ninguna razón en especial. Me

sorprende mucho que a mi prima no le haya ocurrido nada hasta ahora."

"¿Tu prima?", preguntó Eta. Era obvio su interés en mis palabras.

"Sí, mi prima, Usagi. Ella vive en Tokyo. ¿Por qué te interesa tanto?"

"¡Excelente! Ya resolvimos el primer problema, el lugar en el que estaremos viviendo."

¡Qué gato más confianzudo!

"Oye, ¿y qué te hace pensar que mis padres van a estar de acuerdo? Porque por mis

tíos, estoy seguro de que no habrá problema."

"No te preocupes... Solo utilizaré mis poderes síquicos y te aseguro que dentro de

una semana estaremos viviendo en la casa de tus tíos, y tú estarás estudiando en el colegio

de tu prima. Siento que uno de los guerreros esta allá."

Y así fue. Los poderes de Eta eran muy útiles. Mis padres estuvieron de acuerdo,

lo único que yo tuve que hacer fue decirlo. Aunque... me molestaba mucho dejar a todos mis

amigos y a Michelle, mi hermosa novia. Lamentablemente Eta no quiso ayudarme en eso

y una bofetada de Michelle me borró de su vida para siempre.

Cuando llegué, solamente mi tía Ikuko estaba en casa, y apenas tuve la oportunidad de

escaparme de sus abrazos y comentarios de '¡cuánto has crecido!', subí corriendo las

escaleras y me encerré en mi habitación. No había sido un viaje muy agotador, pero me tiré

sobre la cama para tratar de dormir un poco, hastiado de toda esa situación. Empecé a pensar

sobre todos los cambios en mi vida, y no me gustaban para nada. Mientras tanto, Eta había

salido por la ventana de la habitación, para explorar la ciudad.

"Yo no pedí ser un guerrero..."

Pero ese era mi destino. Quise llorar, y lo hice.

"No... no debo llorar. Debo de ser valiente y pensar en la importancia de mi

misión. Si no lo hago, la Tierra estará perdida."

Sí, decir eso en voz alta siempre me hacía sentir un poco mejor. Además, no debía

pensar en cosas que me hicieran sentir triste; lo importante ahora era salir adelante y

tratar de acostumbrarme a mi nueva vida. Me quedé profundamente dormido.

"¡Oye Nakago, levántate! La cena ya está servida."

Abrí mis ojos lentamente, y me senté sobre la cama. Me vinieron unos mareos horribles.

Siempre pasaba eso cuando me quedaba dormido después del mediodía.

"Vaya, debe de haber sido un viaje muy pesado. Hace un rato te vi, pero me dio

pena despertarte. Creo que has dormido unas cinco horas, más o menos. Ni yo duermo

tanto."

Miré a Usagi, y sonreí. No iría a estar tan mal, después de todo. Quería mucho a

mi prima. Siempre estaba contenta, y siempre sabía cómo levantarme el ánimo. Compartíamos

muchos secretos, y cada vez que podía hablar con ella, hablábamos de todo. A pesar de vivir

tan lejos el uno del otro, teníamos una muy buena relación. Pero por indicación de Eta,

no podía decirle nada acerca de mi verdadera identidad.

"¿Viaje pesado? Nada que ver. Lo que pasa es que anoche no dormí muy bien."

"Usagi", pensé, "lamento mucho tener que ocultarte algo, aunque sea sólo por una

vez. Pero creo que es mejor así."

Me sentía contento por estar viviendo con ella. Al menos tendría alguien con

quien hablar. Aunque era algo... ¿cómo les digo?... torpe.

"Usa, ¿no te cansas de ese espantoso peinado? ¿No piensas cambiártelo?"

Era un fatal error, pero afortunadamente, estaba de buen humor y sólo se hizo la

molesta.

"Nunca cambias. ¡Siempre me estás fastidiando! Pero ahora vas a estar viviendo acá,

y yo ya no soy una niña, así que debes ser más respetuoso conmigo. Además, a mi novio le

gusta, ASÍ QUE..."

"¡¿Novio?!"

No me gustaba que ella tuviera un novio. Sentía un poco de celos porque yo la

consideraba a ella como una hermana (para los que estén pensando mal, digamos que era

'sobreprotector').

"Ajá, ¿con que estás celoso de mi novio, eh?", dijo. Se empezó a reír, y yo me

ruboricé.

"¿Y cuál es el problema? Debo de estar seguro que es el tipo de chico que te

mereces."

"No te preocupes", respondió, guiñando un ojo. "Su nombre es Mamoru, tiene 20

años, ¡y es maravilloso!"

¡Bueno! Si ella decía que era maravilloso, entonces no había ningún problema y no

tenía por qué preocuparme... repentinamente, la casa entera empezó a temblar.

"¡USAGI! ¡NAKAGO! ¡SU COMIDA NO LOS VA A ESPERAR

PARA SIEMPRE!"

"¡La comida!", gritó ella, mientras bajábamos las escaleras rápidamente, para

encontrar a una tía molesta.

¡Ah, que delicia! Siempre me había gustado la comida de mi tía, y como todo lo

que había comido en el día era el asqueroso pollo del avión, casi me atraganto por el

hambre.

"Ahora ya sé por qué ustedes dos se llevan tan bien. ¡Son idénticos!"

"¡CÁLLATE SHINGO!", exclamamos Usagi y yo al mismo tiempo.

"Chicos, no peleen... Nakago, ¿y qué tal van las cosas en Nagoya? ¿Están bien

tus padres?"

"Eh... ¡sí tío! Todo bien. Me sorprendió mucho que estuvieran de acuerdo en que

viniera a Tokyo."

"Es natural", dijo mi tía. "Ya estás creciendo, y es importante que vengas aquí

para que termines tus estudios, ingreses a la preparatoria y luego a la universidad. Tus

padres siempre se han preocupado mucho por ti."

Sí, tan preocupados que nunca me dejaban salir a ningún lado. Tuvieron que ser

hipnotizados por un ser superior para que se decidieran a soltarme.

En ese instante, Eta llegó. La gata de Usagi estaba recostada en el piso, y Eta

se le acercó. Ambos se observaron durante un bueeeeen rato.

-Eta, ¡¿qué haces?! ¡Actúa como gato!-, le dije, estableciendo contacto

telepático con él. Era uno de los poderes que Eta me había dado, pero podía usarlo sólo

con él o con uno de los guerreros. Sí que era muy útil

-Grrr... está bien.-, respondio él.

Eta empezó a caminar alrededor de la gata, ronroneando y oliéndola. Pero parece

que a la gata no le gustó, y le metió un zarpazo en la nariz.

"¡MIAUUUU!"

Yo no pude contener la risa, lo mismo que Shingo y mi tío. Usagi se quedó perpleja,

y mi tía... bueno, se molestó un poco.

"¡Luna! ¡Gata mala! ¡Ahora te quedarás afuera!", gritó mi tía. La cogió, y la tiró

a la calle.

-Eta, ¿estás bien?-, pregunté, aún riéndome.

-Esto me saco por hacerte caso.-

Terminé de comer y subí a mi habitación para descansar. Usagi también subió conmigo,

y empezamos a hablar de muchas cosas, de la familia, los amigos... Sobre todo de los

amigos. Ella empezó a contarme acerca de todas sus amigas.

"¡Tus amigas! Sabes Usa, me gustaría mucho conocerlas. Tuve que dejar a Michelle..."

Cada vez que lo recordaba me ponía muy triste.

"¿Qué ocurre Nakago? ¿Quién es Michelle?", preguntó.

"Ella era mi novia. Se molestó cuando le dije que vendría a Tokyo, y terminó conmigo.

De todas formas iríamos a terminar, pero... hubiera preferido que las cosas no acabaran de

esa manera."

Le conté como había sido todo. Usagi se dio cuenta de mi tristeza y de que yo

extrañaba mucho a Michelle.

"Pues yo opino que es una tonta. Cualquier chica que rechace a alguien como tú de

esa manera no sabe valorar lo que tiene."

¿Qué tenía esta chica, que siempre me hacía sentir mejor? Le di las gracias por

el cumplido, y le prometí que ya no pensaría más acerca de ella.

"Así que tus amigas..", dije, recordando lo que ella había dicho. "Espero que sean

bonitas. Lo que necesito ahora es una linda chica para..."

"¿PARA QUÉ?", gritó Usagi. Que bien me conocía (bueno, por mis gestos al momento

de decir eso cualquier persona hubiera sabido en lo que estaba pensando).

"Para... ¡conocerla a fondo y ser amigos! ¿Para qué más?"

"Vaya con el pervertido de mi primo... ¡Pues así lo espero! Serás hombre muerto si

lastimas los sentimientos de una de mis amigas... bueno, si es Rei, ella te matará primero,

y si es Ami, yo tendré que matarte."

"¿Rei? ¿Ami?"

"Son dos de mis amigas. Mañana en el colegio podrás conocer a Makoto y Ami. Rei

y Minako estudian en otras escuelas, pero ya tendrás oportunidad de conocerlas otro día.

Creo que mejor me iré a dormir, mañana debemos llegar temprano a la escuela."

"Sí, yo también lo haré. ¡Hasta mañana!"

Cuando Usagi salió del cuarto, Eta trepó a mi cama.

"Eta, ¿qué opinas de Usagi? ¿No crees que es especial?"

"Claro. Parece que te llevas muy bien con ella. Me alegra verte con esos ánimos,

y no deprimido."

Ya sabía que algo bueno tenía que tener ese miserable. Por lo menos tenía la

gentileza de preocuparse por mí.

"Oye, ¿y qué pasó con la extraña energía que estabas sintiendo?", pregunté. "¿Puede

ser que pertenezca al segundo guerrero, el cuál estamos buscando?"

"Sí. Estoy completamente seguro de eso. Ese es el tipo de energía que posee un

guerrero de Lambda. Pero todavía no sé quién es, tengo que acercarme más a él para poder

reconocerlo."

"O reconocerla..."

Había pronunciado las palabras fatales. Eta se molestó conmigo.

"Nakago, es normal que te intereses en chicas, pero este no es el momento apropiado

para eso. No podemos descuidar nuestra misión, así que por favor, te pido que trates de

olvidarlas... Sí, sí, ya se que dos de tus compañeras son mujeres, pero sólo eso, sólo son

tus compañeras. No lo olvides."

¿Cómo podía pedirme eso? Tenía quince años. Mis hormonas sexuales estaban al tope.

"Bueno, bueno, está bien. Ya me lo has dicho varias veces. Y ahora que tú me pides

eso, yo te pido algo a cambio, que no te molestes por cualquier cosa. Recuerda que me

hiciste dejar al amor de mi vida."

Eta lanzó una carcajada.

"¡Ja ja ja! ¿Amor de tu vida? No me hagas reír que me duele mi herida. A los quince

años, todos los chiquillos creen haber encontrado al amor de su vida. No me extrañaría que

mañana conozcas a una chica en la escuela y digas lo mismo de ella."

"¡Pues te equivocas! ¡Ninguna chica será como Michelle!"

"¿Aún la extrañas, después de lo que te hizo? Madura por favor."

Tras decirme eso, bajó de la cama de un salto y se echó a dormir. Yo me sentía muy

furioso por sus palabras, pero más que nada, furioso porque él tenía la razón.

Era la una de la madrugada, y todavía no podía dormir. Quizás era porque no estaba

acostumbrado a dormir en una cama que no fuera la mía, pero luego me di cuenta que era

por haber dormido cinco horas en la tarde.

"Creo que exageré un poco con la siesta", pensé

Que envidia me daba Eta. El dormía plácidamente.

Me sentía terriblemente aburrido. El no poder dormir durante la noche era una de

las cosas que más odiaba. Entonces, se me ocurrió coger mi pluma de transformación. Bueno,

no era una pluma con la que uno pudiera escribir, de esas, sólo tenía la forma. Era de

un color azul intenso, casi brillante. Sobre la punta, un águila que parecía estar hecha

de oro puro llevaba las alas extendidas. Lucía muy atemorizante.

"Y que tal si..."

La tentación fue muy grande, y no la pude resistir. Me levanté de la cama, tratando

de no hacer mucho ruido para no despertar a Eta. Abrí la ventana de par en par. La ciudad

se veía muy hermosa, con todas esas luces parpadeantes...

Volteé a ver a Eta nuevamente. Dormía profundamente.

"Esta es mi oportunidad. Creo que saldré a divertirme un rato."

Afortunadamente tenía mucha experiencia escapando de casa durante las noches. De

un salto me colgué de una de las ramas del árbol que se encontraba en el jardín, y descendí

por el tronco. Corrí por las calles, y encontré un callejón oscuro, completamente desierto.

"¡Genial! Este es el lugar perfecto."

Sólo había tenido oportunidad de hacer eso unas cuantas veces, y me gustaba mucho

la sensación de transformarme. Levanté mi pluma, y grité las palabras que Eta me había

enseñado,

Aquila Constellation Power, Make Up!

Era un poco difícil, pero ya tenía algo de práctica. Con mi pluma, recorrí la

trayectoria formada por las estrellas de la constelación del Águila, mientras pronunciaba

las palabras. Empecé a flotar en el aire, con mi cuerpo desnudo, mientras una cortina

de energía azul me rodeaba. De la nada, una armadura azul apareció sobre mi.

En realidad la "armadura" era muy liviana y no protegía mucho, pero era la fuente

de todo mi poder. Al culminar la transformación, me sentía otra persona. Según Eta, yo era

el único de todos los guerreros que podía volar, y decidí hacerlo. Surcando los aires, me

sentía completamente libre.

Debía aprender a afrontar mi nueva vida. Algo me decía que muchas experiencias

emocionantes irían a ocurrirme.

Este es sólo un capítulo a modo de introducción, para que vayan familiarizándose con la

situación y el personaje principal. A partir del próximo capítulo empieza lo bueno...

Guía de nombres:

Usagi Tsukino - Serena

Ami Mizuno - Amy (no, NO se pronuncian igual)

Rei Hino - Raye (si, SI se pronuncian igual)

Makoto Kino - Lita

Minako Aino - Mina

Mamoru Chiba - Darien

Shingo Tsukino - Sammy

Sailor Senshi - Sailor Scouts (que horrible, me suena a Boy Scouts. Échenle la culpa a los

gringos, para los que estén mas enterados, a DIC. Senshi quiere decir "soldado" o "guerrero").

Van a haber algunas frasecitas en japonés de ahora en adelante, pero no son vitales para

entender la trama. Las traducciones las encontrarán al final de cada capítulo.

Otra PD: No me digan que ponga los nombres del doblaje porque no me van a convencer, OK? :-)

Gracias!

Notas del "Traslador".

¿Que tal? Soy Ryoga Skywalker. Aclaro antes que nada, que esta historia NO ES MIA, es de Eagle, un viejo compañero de fanfics, que lamentablemente nos dejo hace un poco más de diez años. El talento de este muchacho, de origen peruano, era formidable. Tal vez no les impresione mucho este episodio, pero "La Alianza", fue de esas historias emblemáticas que todos quisiéramos haber leído en alguna ocasión. Técnicamente fue de las historias que dieron origen a "Hunters" y que por este motivo, quise publicar en mi profile.

Aclaro, no lo hago con fines de lucro, ni siquiera para fastidiar la memoria de Eagle, sino todo lo contrario. Creo que el mundo actual de los fics, debe conocer una de las historias que marcaron época y que seguro lo seguirán haciendo, más con el inminente estreno de una nueva serie de Sailor Moon. Eagle hubiera querido estar aquí, créanme y no hay mejor cosa que honrarlo de esta manera.

Tratare de dejar la historia en su totalidad, íntegra, salvo quitando lo de su correo y otras cosas, porque eso ha pasado a mejor vida. Eagle, donde quiera que estes, se te extraña amigo.

Así que disfruten esta obra. No es necesario reviews ni nada, solo que espero la disfruten, tanto como yo lo hice en su momento.