Hola, muy buenas. Este Fanfic lo hago con el motivo de Halloween y con la ayuda de una idea yendo y viniendo a mí una y otra vez... Solo quiero decir que este fanfic será de capítulos (o esa es mi intención) y que en ella aparecerán personajes 2p hetalia (si alguien no los conoce que los busque en imágenes y que sepan que son todo lo contrario a los personajes normales.
OLIVER es el 2p de Inglaterra
Cap I- ¡FIESTA!
La reunión entre países había ido como siempre y lo único que asomaba a la cabeza de Antonio era porqué seguían celebrando estas reuniones aun cuando no llegaban a ningún acuerdo. Aunque tampoco tenía de que quejarse, ya que el solo hecho de poder ver a Italia y a Romano es suficiente para animar el ánimo a cualquiera.
Después de recoger algunas cosas de su despacho vio como un trozo de papel se deslizaba por debajo de la puerta. ¿Qué podría ser? España no tardó mucho en decidirse a coger el sospechoso papel (más bien se abalanzó sobre el trozo de papel cuando este tocó la habitación) y satisfacer su curiosidad. Para su alivio no era una factura, sino una invitación para la fiesta de Halloween que iba a celebrarse esta noche en la casa de anglosajón. ¿Ya era Halloween? Apenas parecían haber pasado unos días desde la última vez que celebró esa fiesta, y la idea de celebrarla y ser capaz de desordenar o tal vez romper alguna que otra cosa de Inglaterra era demasiado tentadora como para rechazarla. Lo único que debía hacer era encontrar su disfraz y a alguien cercano que fuera tan amable como para llevarle.
Apenas llegó a su casa Antonio subió al desván en busca de cierto baúl que siempre tenía ropa antigua. Con sumo cuidado abrió el cofre y de dentro sacó una gabardina carmesí. Una mueca apareció en su cara y sus ojos oscurecieron un poco. Aquella época podía haber sido una de sus mejores épocas, pero también era cierto que en ella había hecho y recibido mucho daño. Se quedó allí, sentado, mirando la pieza de ropa como quien mira el infinito.
DING-DONG
-¡Antonio! Francis y el asombroso Gilbert hemos venido a buscarte. ¡Por muy guay que sea, sin el tercer miembro del BTT no podemos ir!
Con la mayor rapidez que pudo se puso lo primero que palpó dentro del cofre y salió en busca de sus amigos. ¡Ya no tenía que preocuparse de quien le llevaría! Una vez cerrado con llave se volvió hacia sus compañeros para encontrarse con dos caras de WTF.
-Pardon… Spagna… ¿qué…?
-¡Francis, Antonio! Subíos al coche, no tenemos tiempo que perder aquí
TIME SKIP
Las risitas de Prusia y Francia todavía no cesaban y aunque el sonido de risas fuera, en un principio, agradable para Antonio empezaban a ser ciertamente frustrantes al no saber a qué venían esas risillas. La curiosidad puede con él y los mira antes del preguntarles de que se reían.
-Pffft KESESESESESE. ¿Me estás diciendo que no te has dado cuenta?- Gilbert se quedó mirando entre risas al español, y al darse cuenta de la seria cara que este tenía no pudo evitar volver a romper a carcajadas- KESESESESE Francis, dale un espejo.
-Honhonhon, ouiiii- Francia le tendió un espejo de mano y siguió riéndose, aunque esta vez tapándose la boca para intentar amortiguar el sonido.
Un primer vistazo rápido no dejaba ver nada extraño. La segunda vez que miró supo que algo en su disfraz no estaba del todo bien… Ups, todo se aclaró.
-Kesese, así que Toni ¿De qué te has disfrazado?- La mejillas de Antonio empezaron a enrojecer, pero en su cabeza apareció la solución más inteligente a todo aquello.
-Muy simple. Soy una momia escocesa medio vampiro, medio hombre lobo- Francia y Prusia cesaron en sus risas, y Antonio solo pudo sonreír ante tal reacción. Su disfraz consistía en unas orejas y cola de lobo, unos colmillos de vampiro, un montón de vendas recubriendo parte de su cabeza, brazos y piernas; y una falda escocesa. ¡UNA FALDA ESCOCESA! ¿Cómo podría haber llegado a su cofre una falda escocesa?- ¿Y el vuestro?
-Honhonhon, voy de fantasma de la ópera, ¿oui?- la capa y el antifaz estaban realmente bien conseguidos, lo que se esperaba de Francia.
-Mi disfraz es el mejor de todos, el más guay, voy de demonio- Un par de cuernos negros asomaban entre el blanco de su pelo, la cola con punta de flecha saliendo de sus pantalones y un tridente. Normalmente hubiera sido un disfraz bastante pobre, pero sus ojos rojos y su forma de ser seguro que harían que el disfraz funcionara. Además, lo único que debían hacer para ser admitidos en la fiesta era poder asustar a Estados Unidos, así que incluso Francia desnudo podría entrar sin problema- ¿Falta mucho para llegar?
-Non, ya está a la vista la casa de Anglaterre- Una sonrisa maliciosa apareció en la cara del trio. Una fiesta en casa de Arthur quería decir bromas, destrozos y alcohol.
Tras un par de kilómetros más de aguantar el mismo aburrido escenario a través de la ventana se pudo ver la gran mansión de Inglaterra. Cuando se acercaron más pudieron ver que casi todos ya habían llegado, pero estaba claro que Gilbert quería hacer una gran entrada, así que llegar más tarde que los demás no era malo.
-Vamos adentro, la fiesta nos espera- Y con eso entraron por la puerta principal esperando ser recibidos con la música de miedo típica de Halloween, cosa que para su decepción no sucedió, sino que se encontraron un ambiente más bien tranquilo en el que podría verse de todo menos miedo. Después de unos segundos en la puerta Gilbert divisó a Ludwig y se acercó a este seguido por Francis y Antonio- West ¿Qué pasa con la fiesta? ¿Ocurrió algo?
-Ja (si), Inglaterra y América tuvieron una pelea por poner la música- la reacción alemana no pareció extrañar a ninguno de los BTT, ya que sabían de antemano que él no había venido a la fiesta por propia voluntad, sino por Japón e Italia- estaban aquí hace unos segundos, así que no deben de andar lejos.
-KESESE, eso suena bien. Busquemos a Arthur y a Alfred para poner en marcha la fiesta- el vigor del prusiano volvió a arder- el magnífico Prusia no puede dejar que sus fans se aburran.
Con eso Gilbert salió escopetado por la puerta sin esperar por nadie, dejando atrás a dos confundidos países. Francia se quedó quieto un momento y se internó en la fiesta, dando a entender que prefería coquetear con otros antes que mancharse las manos buscando a cierto cejotas y a su hermano. Sin pensárselo dos veces España buscó a Romano, porque queda bastante claro que no podía ponerse a buscar a gente estúpida sin antes haberse deleitado con la visión de su querido Romano.
Dando un par de vueltas pudo encontrarlo junto a su hermano Feliciano, quien parecía preocupado. Ver al pequeño Ita-chan así era raro… Muy raro.
-Hola~ ¿Qué os pasa?- Lovino pegó un pequeño salto desde donde estaba y gruñó algo. Esto sí que empezaba a sonar mal, no es que a España le gustara recibir las broncas de Romano (que en verdad le gustaba), pero algo muy grave pasaba si todavía no había escuchado todavía ningún improperio.
-Ve, ve... España, se oyen ruidos raros de allí- Antonio estaba a punto de responderle que solo era un truco de Halloween para dar miedo cuando también lo escuchó y supo reconocer el sonido.
-No os preocupéis, iré a echar un vistazo- con eso comenzó a andar hacia la procedencia de la voz. Detrás suya apenas podía escuchar cosas como "maldito sr. Tomate, justo iba a ir y se me adelantó, por eso me quedaré aquí para cuidarte" o el "Ve…" que sonó poco después- ¡todo por culpa de ese inglés! Si no fuera por él, podría haberme quedado con ellos, estaban tan monos en esos trajes…
Seguía andando con una sonrisa dibujada en la cara, apenas mirando por donde iba. El disfraz de Feli, que iba vestido como el montruo de espagueti volador, o el disfraz de Lovino, que tenía una gorra morada con una L invertida, un mono negro y bajo una camiseta morada (iba de Waluigi). Cuanto más pensaba en sus disfraces más contento se ponía, llegó un momento en el que empezó a tatarear… Eso fue, claro, hasta que escuchó unos golpes muy fuertes en el suelo acercándose. Casi no le dio tiempo a reaccionar cuando de su derecha alguien apareció corriendo en su dirección sin importarle a quien se llevara por delante. Con un giro Antonio esquivó limpiamente al corredor
-¡Olé!- se dejó llevar por un momento. Al girarse pudo ver la forma de Alfred desapareciendo en la distancia. Buff, ¿por qué tanta prisa? Esa repuesta la encontraría unos segundos después cuando la voz de Inglaterra llenó el lugar con sus canticos demoniacos.
-Santura ba ̴ dura winza ̴ rana ̴ - con un giro rápido España se volvió hacia donde venía su voz. Al hacerlo se lo encontró concentrado cantando esa cosa con un libro en las manos.
-¡Espera, Inglaterra! No soy Amer-
-¡wonpa~to~rana interakantera!
Una luz cegadora iluminó el pasillo obligando a ambos a cerrar los ojos. Antonio recibió el golpe de algo en su pecho y poco a poco algo sentía como algo ardía dentro de él, literalmente hablando. No pudo soportarlo por mucho más y un grito desgarró su garganta, uno que se escuchó por toda la casa.
-¿¡Spain?!- apenas podía escuchar su voz y aún menos verle. "¿Ahora me viene con estas? Menudo-"- Why were you there? (¿Por qué estabas ahí?)
-Me cago en tu pu-
Todo empezó a emborronarse y un fuerte pitido retumbó en los oídos del español mientras veía con impotencia como todo a su alrededor empezaba a retorcerse y a desparecer dejándole en la nada. El tiempo pasaba ante él lentamente, dando vueltas a su alrededor, tirando de él hacia varias direcciones a la vez. El ardor en la garganta desapareció sin que él se enterara, ya que de lo único que era capaz ahora mismo era de observar pálido la inmensidad engulléndole. Su consciencia se escapaba de entre sus dedos impasible a los desesperados intentos de Antonio de mantenerse despierto. Fue entonces cuando se desmayó.
Crii, crii… Los grillos.
Fiuuu, fiuu… El viento.
Tick, Tack.
"La noche en el campo, ¿a quien no le gusta dormir fuera y sentir el viento, escuchar la fauna, el sonido de un reloj antiguo… ¿Eing?" Los ojos de España se abrieron de golpe encontrándose con un techo de color blanco a lo rosado. La cabeza le estaba matando por la borrachera de anoche y apenas sabía dónde estaba. No recordaba nada de la fiesta, pero para dejar así su memoria debió de ser algo fuera de lo normal. Si intentaba imaginar porque estaba tumbado en el pasillo se deprimía un poco. Por su mente pasaba la imagen de cada uno de sus amigos acompañando a bellas señoritas y estaba claro que él no estuvo muy fino la noche pasada. Dejando a un lado esos pensamientos se levantó y eligió una dirección al azar para seguir.
Tras un rato andando sin rumbo fijo empezó a escuchar un murmullo lejano, la voz de alguien cantando. Para España poco importaba quien fuera quien cantaba siempre y cuando le diera un vaso de agua para apaciguar su dolor de cabeza, por lo que siguió la voz. Llegó a una puerta entreabierta que parecía llevar a la cocina. Asomándose por la pequeña rejilla podía ver a alguien cocinando. Sea quien sea a criterios españoles tenía un poco de pluma, es decir, solo hacía falta mirarle: un hombre tarareando una canción, con un suéter sin mangas de color rosa, con una camisa de un color más claro y como punto culminante una pajarita azul.
Antonio no podía de dejar de mirar al chico, había algo en él que no encajaba, algo que estaba mal. No valía la pena seguir pensando en tonterías y España tenía claro que la resaca no desaparecería sola. Abrió la puerta y entró en la cocina cerrando la puerta de un pequeño golpe para que el extraño se diera cuenta de que estaba allí.
-¡Buenos días!- el chico de rosa se giró con los ojos muy abiertos mostrando sorpresa.
-Hello (hola) - una gran sonrisa apareció en la cara de ese chico, quien se parecía a Arthur a más no poder- Who are you, poppet? (¿Quién eres tú?)
-¿Eh? I español, no inglés, ¿you comprender?- Antonio gesticulaba mucho para hacerse entender, aunque de una manera o de otra la situación le hacía bastante feliz. Le recordaba a la primera vez que vio a Arthur, cuando ambos eran pequeños. Con una sonrisa prosiguió hablando- Mi am Antonio.
-Encantado Antonio, mi nombre es Oliver- la cara de España enrojeció como uno de sus tomates- ¿Cómo llegaste aquí?
-Pues ayer estuve en una fiesta de Halloween en casa de un "amigo" y hoy me desperté aquí- al comentar la fiesta recordó que todavía tenía puesto el disfraz y enrojeció aún más, la faldita que llevaba no era algo que quisiera llevar por mucho tiempo más- Bueno, no quiero molestar ¿pero podrías darme un vaso de agua, por favor?
-Por supuesto, pero quiero un abrazo primero- la cara de Antonio se iluminó, no recordaba la última vez que le pidieron uno, pero lo que si sabía es que le iba a dar el abrazo de su vida- Pretty please? (¿porfi?)
España no dejó pasar un segundo antes de darle un abrazo del oso a Oliver. Pasaron unos segundos antes de que Ollie respondiera y se separaran. La cara de Oliver mostraba una gran sonrisa de felicidad. Después de eso le dio un vaso de agua y se le quedó mirándole mientras vaciaba el vaso de un solo trago. Apenas unos minutos más tarde el dolor de cabeza se había disipado y estaba preparado para irse.
-Muchas gracias, lo he pasado muy bien- Antonio iba a irse, sim embargo no sabía dónde estaba la salida- ¿Oliver, por dónde está la salida?
-Está saliendo a la derecha y después todo recto hasta un salón grande. De ahí ve a la puerta grande, esa es la puerta de entrada- Oliver sacó una bandeja del horno y la puso sobre la mesa, eran magdalenas- Siento no poder acompañarte ¿Por qué no coges un cupcake?
-Esto… no tengo hambre- la cara de Antonio empalideció al recordar la comida de Arthur, aunque no quería meter a aquel encantador chico en el mismo saco que el sádico y sin sentido del gusto de Inglaterra. Sin embargo, aquella comida asquerosa había hecho que su cuerpo reaccionara instintivamente a cualquier comida hecha por Arthur o, al parecer, también con todo aquel que se pareciera a él- creo que debería irme.
-No, no, no ̴ No seas así, solo un bocadito, por mí.
Eso último fue lo definitivo, con eso le dijo adiós a su estómago y a su seguridad. Cogió la magdalena y se la acercó a la boca para ser recibido por un olor alentador de algo comestible. Antes de darle un mordico miró a Oliver, que le observaba expectante por recibir su crítica. El bocado no tardó mucho en llegar y con él millones de oleadas de placer para su sentido gustativo. Jamás había probado algo tan bueno, jamás hubiera imaginado que un alimento aparte del tomate pudiera hacerle sentir así. Oliver seguía mirándole con esa cara preocupada, así que no pudo hacer menos que darle el "mmnnn, esta delicioso" junto con una sonrisa. A lo cual Oliver respondió con una leve risa.
Después de despedirse se fue hacia la puerta de la cocina, medio seguro de acordarse todavía del camino a la salida. No fue hasta que sintió un ligero mareo, luego otro y otro más. La sensación vino seguida de un intenso calor en el pecho y varios puntos negros en su campo de visión. No pasó mucho hasta que tuvo que descansar en la pared para mantenerse en pie. Cuando alzó la mirada vio como Oliver se acercaba y se arrodillaba frente a él, quedando a su nivel.
-Hey, love. Do you believe in love at first sight? (Hey, amor ¿crees en el amor a primera vista?)- la cara de Oliver estaba apenas a cinco centímetros de su propia cara y España pudo apreciar que sus ojos azules claro tenían espirales rosadas. Simplemente lo descartó por el mareo, era imposible que un humano pudiera tener esos ojos.
-¿S-si?- que hablara en inglés y que estuviera tan cerca no ayudaba a que entendiera. "Lo único que sé es que me ha hecho una pregunta y está claro que lo que a todos nos gusta oír cuando preguntamos algo es un "sí", eso a no ser que preguntara algo malo, entonces mejor es decir no, pero desde que me lo pregunta con una sonrisa debe ser algo bueno"
-You will stay with me forever, poppet (estarás siempre conmigo) -una mano de Oliver acarició su mejilla mientras que la otra se posó en la parte interior de su muslo y empezó a subir lentamente por la falda. España sintió un escalofrío subir por su columna y pronto se vio obligado a reprimir un gemido- Ouu, I love kilts (Ouu, amo las faldas escocesas)
Continuará ̴
Poppet es una expresión inglesa que significa muñeca, pero desde que Oliver suele usarla y suena bien en inglés entonces la seguiré utilizando.
GRACIAS POR LEER (Y COMENTAR LO QUE NO OS GUSTO Y LO QUE SI OS GUSTO) Si queréis que escriba sobre algo en concreto hacédmelo saber que, siempre y cuando no vaya en contra de mis principios, lo escribiré (tarde o temprano)
