Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Aviso: este fanfic está inspirado en el ending 39 de Naruto Shippuden; también toma detalles del anime Diamond no Ace.

Agradecimientos a Kyrie Hawktem y a Andreea Maca por explicarme algunos detalles sobre el béisbol.

Agradecimientos mayores a mi linda beta, Ashabi.

Al final del capítulo hay un pequeño glosario sobre las palabras raras. Además, en mi perfil tengo una guía sobre este fic. Si aún así tienen problemas, pueden preguntarme cualquier cosa.


Take me out to the ball game[1]


Capítilo 1

Balk[2]

././.

Mundo ninja, final

Sangre, olía a sangre. Él daba un paso; en el suelo sentía la viscosidad característica del líquido que externan las heridas. Podía sentir que eso mismo recorría su cuerpo.

Moría, pero no era el único.

Ellos también morían, ellos dos. De los cuatro, sólo quedaban ellos dos...

Tendidos en el suelo, con la ropa rasgada y el polvo en sus rostros, ponían todo de sí para alcanzarse; ponían todo de sí para tomar sus manos. Como siempre, una lucha interminable de cogerse del otro para no perderse.

—No, ellos no —susurró él—. No después de todo.

Trató de correr, trató de detener lo que sabía era inevitable. Su pierna izquierda estaba rota; no importó.

Cayó de bruces después de siete segundos. Ellos estaban a medio metro. Él la miraba; ella ya no podía mantener los párpados separados.

—No... Por favor, ¡llévame a mí! —suplicó al cielo, suplicó a cualquiera que lo escuchara.

Ellos no eran los únicos que morían, no eran los únicos que se despedían del mundo. Él estaba presenciando el fin de los ninjas; mas había una sola cosa que lo absorbía: ellos morían. Había cientos de seres gimiendo, cientos de niños llamando débilmente a sus padres, cientos de heridos... Miles de muertos a su alrededor.

Pero eran ellos quienes no debían dejar el mundo.

Una lágrima cayó al suelo, sus labios sintieron el sabor de la sangre confundido con el de la tierra. Su mirada se nubló y su cabeza empezó a perderse.

Una figura plateada figuró en su mente, en su realidad ambigua. Su cabeza dolió más.

Escuchó su nombre salir de una voz que parecía estar lejana, escuchó la pregunta que emanaba esa luz, esa voz.

—Dime qué es lo que quieres; yo te ayudaré a cumplirlo.

Lo último que enfocó su mirada fue a esa pareja que no pudo sentirse una última vez.

Lo último que salió de su boca fue la razón por la cual su alma no pudo descansar.

—Así será. Tu destino y el mío será cumplir tu más anhelado deseo.

.

Japón, 2016

Era el último día de vacaciones. Un pequeño grupo de personas estaban sentadas en unas viejas butacas de un campo de beísbol: veían el último partido de la temporada.

Una muchacha de cabello corto sostenía un bate con ambas manos; esperaba a que el lanzador[3] dejara de pensar si tiraría a primera base o al guante del receptor[4]. Se mordió el labio inferior y apretó los dedos.

El pitcher presentó, asintió una vez y lanzó.

Un sonido seco hizo un ligero eco.

—¡Strike out[5]! ¡Estás fuera! —gritó el umpire[6].

La chica de cabello corto dejó caer el bate y unas cuantas maldiciones en voz baja.

—No te quejes, dejaste ir dos buenas, Sakura. —Le dijo uno de sus compañeros, también pitcher, al pasar a su lado para entregarle su guante. Luego se acomodó la gorra y caminó hacia el montículo.

—Cállate, Sasori —espetó ella previo a meter la mano a su guante—. Y así voy a asistir a la preparatoria Shinsuku. Seré el hazmerreír si logro entrar al equipo —farfulló entre dientes.

El partido continuó. Sasori era un jugador titular en la preparatoria en la que pronto Sakura estaría. Se llevaban dos años; aunque se conocían de tiempo atrás porque su madre solía darle clases de literatura al pequeño Sasori.

—No puedo fallar, no puedo fallar. —Se dijo Sakura medio segundo antes de que la bola rápida de Sasori fuera golpeada por el bateador en cuestión.

Era su momento de mostrarlo, de mostrar por qué era la segunda base preferida del equipo.

Sus spikes[7] dejaron marca en la tierra cuando derrapó un centímetro. Sus largas piernas se extendieron y su guante bajó el momento exacto para coger la pelota que iba a más de 90km/h. Su brazo mostró un perfectó ángulo de 110° antes de lanzar a primera base. El out era evidente.

Sonrió cuando escuchó los aplausos del público; así debería ser siempre.

Sakura conocía sus defectos; sabía que aunque era una barrera en segunda base, su bateo era deficiente.

—No pierdas la concentración, Sakura. —Le recordó el short stop[8], Shikamaru— Esto no ha terminado y vamos abajo por dos carreras.

—No tienes por qué decírmelo. Siempre estoy atenta —contestó, confiada.

Cuarenta y cinco minutos más tarde, un home run[9] terminó por desanimar al equipo de Sakura. Entraron dos carreras más. Cinco minutos después de ello, el equipo contrario se alzó con una copa de segunda mano.

Sasori lanzó la gorra dentro del dugout[10] y se fue sin despedirse. Shikamaru invitó a sus compañeros a jugar una última vez en el Xbox de su casa y sólo Sakura se negó. Podía sentir la misma decepción de Sasori; ella sentía esa derrota no como algo del pitcher, sino de todo el equipo.

"De haber bateado esa vez podría haber levantado a mis amigos."

Caminando a un lado de su madre, escuchó los últimos planes para mudarse a Tokio. Ella había conseguido un cuarto a unas calles de la escuela; el apartamento pertenecía a un estudiante de universidad.

Por fortuna, la preparatoria Shinsuku había abandonado la regla sobre estudiantes que vivían juntos. Mientras los padres de ambos implicados estuvieran de acuerdo con aquello, no había de qué preocuparse.

Sakura dejó de ponerle atención cuando escuchó el apellido "Uchiha". Había escuchado algo sobre alguien con ese apellido; era un cátcher zurdo. Últimamente, Sakura no dejaba de pensar en el béisbol.

...

Esa misma tarde, a un par de kilómetros de la preparatoria, un chico de la edad de Sakura hacía un ligero mohín.

—Shisui, yo soy tu primo. ¿Cómo puedes anteponer a una extraña sobre mí? ¡Yo necesito más esa habitación! —Le reclamó a un chico con rasgos similares a los suyos; él limpiaba uno de los libreros.

—Ella ya pagó el alquiler; lo siento, Sasuke. ¿No encontraste nada?

El aludido negó con la cabeza. El costo que pedían por un simple cuarto era suficiente para que Sasuke tirara la toalla. Sabía que debió preveer eso antes de hacer el examen para Shinsuku; pero estaba tan metido en sus números como jugador que no lo notó. Ahora tendría que levantarse dos horas y media antes de cada clase para llegar a la escuela. Pudo haber recordado a Shisui y ahorrarse dos horas de sueño.

Resopló, dándose por vencido. Su primo volteó a verlo y sonrió: Sasuke a veces simplemente tiraba el guante; también era así en los deportes. No era un chico que buscara salidas, era un muchacho que observaba a su alrededor y no sobre su cabeza... No de forma literal, claro: Sasuke destacaba por ser un buen cátcher. Su deseo era que algún equipo profesional lo contratara; aunque no había muchos buscadores de talentos disponibles en el país: habían salido hacia América para conseguir estrellas. Un jugador mexicano estaba destacando en el equipo de Rakuten: "El gigante de Mulegé"[11], le decían.

Sasuke no se intimidaba ante sujetos como él o como Eijun Sawamura[12], un pitcher local que subía de categoría a una alta velocidad. Sasuke confiaba en sí mismo; aunque a veces pareciera lo contrario.

—¿Podrás hacerlo, Sasuke?

—Obviamente, no puedo quedarme sin la preparatoria. El equipo de béisbol es de los más notados para los buscadores y podré abrirme grandes puertas con ello. —Volvió a resoplar— Sólo tendré que hacer una petición para los dormitorios del equipo.

Shisui rió.

—Primero tienes que entrar en el equipo, genio.

Sasuke apenas asintió. De repente, a su mente llegaron los nombres que tanto habían sonado en el verano. Había memorizado los nombres de cada uno de los miembros del equipo del año pasado; algunos aún no salían de la preparatoria, por lo que la pelea por un lugar sería colosal.

—Me tengo que ir. Aún tengo que preparar algunas cosas. —Se despidió con una cabezada. Shisui asintió y le devolvió el gesto.

—¡Suerte mañana!

—Ajá.

...

El béisbol en Japón era como una droga, era como un oxígeno para gran parte de la población. Desde niños, los padres enseñaban a sus hijos a sostener un bate y a lanzar una bola. Los más obsesionados, los obligaban a jugar cada fin de semana, con la esperanza de que se convirtiera en su sueño ser un jugador profesional. Muchos eran los que obtenían ese anhelo; pocos eran los que conseguían que se convirtiera en realidad.

Había chicos como Uchiha Sasuke que nacían con una vista perfecta que le permitía adivinar las estrategias de los corredores cuando éstos estaban en una base; había personas como Haruno Sakura cuyo brazo era capaz de hacer una jugada en menos tiempo del que el umpire dijera: "fuera".

Asimismo, había soñadores que aunque no eran malos, no destacaban como los demás. Nara Shikamaru era uno de ellos: solía jugar cada fin de semana y en realidad era eso lo que hacía entretenida su aburrida vida. Como parador en corto era bueno y como bateador, efectivo; mas no tenía grandes rasgos que llamaran la atención de alguien.

Sin embargo, entrenando cada noche y cada madrugada, un joven rubio deseaba tal vez más que Sasuke el convertirse en jugador profesional. La mayor parte del tiempo fallaba en la caja de bateo; empero su brazo era eficaz. No tenía sólo un estilo y era eso lo que ponía nervioso al equipo contrario; además de que su confianza en cualquier situación solía contagiarse en sus compañeros. "El segundo Sawamura", le llamaban.

Su nombre era Uzumaki Naruto.

...

Esa noche, en punto de las ocho, Sakura Haruno tocó el timbre del apartamento que compartiría con un Uchiha. Shisui le abrió, le ayudó con su equipaje y le invitó un par de huevos revueltos. Notó la maleta beisbolera de Sakura y conversó con ella respecto al tema.

A las once con nueve, tres chicos durmieron con un mismo pensamiento consumiéndolos; no eran los nervios del primer día en la preparatoria, no eran los nervios de los nuevos amigos que tendrían, no eran las materias que los harían reventar de miedo al final de cada bloque: era la oportunidad de pertenecer al mejor equipo preparatoriano de Tokyo. Los tres, con más ansiedad que miedo, durmieron con una muy leve sonrisa en los labios.

...

La mañana siguiente fue fría, pero no lo suficiente como para que Sakura decidiera llevarse una bufanda. Shisui ya se había levantado y estaba preparando un café cuando ella entró a la pequeña cocina.

El apartamento de Shisui era amplio, mas no tanto como para no tropezar con los muebles del universitario. Tenía dos habitaciones chicas, dos armarios pequeños, un baño completo, una sala comedor, una terraza que daba a una angosta calle y una cocina en la que apenas cabía una estufa, un lavatrastes y un refrigerador. La alacena estaba sobre el lavatrastes y la licuadora encima de unas tablas de madera que el mismo Shisui había puesto a un lado de la primera.

A decir verdad, no era un sitio muy cómodo; pero cumplía con su función.

—Buenos días, Uchiha-san.

—Buenos días, Sakura. —Le devolvió el saludo Shisui, sin llamarla de una forma tan formal como ella lo hacía. Sakura dejó escapar una risa: normalmente hubiera golpeado a quien le tomara esa confianza tan rápido; mas como se trataba de su casero... Prefería soportarlo— ¿Te gusta el café por la mañana?

—En realidad, no. ¿Puedo preguntarte algo, Uchiha-san? —inquirió al tiempo que sacaba unos tomates del refrigerador para cortarlos en cuadros.

—Claro. ¿No dormiste bien? ¿Hay un problema con la cama?

Sakura dejó de cortar el tomate cuando escuchó eso. Ese sujeto era demasiado amable.

—No, no; descuida. Lo que quería preguntarte era si tú jugabas béisbol. —Shisui la miró con cierta atención. Durante la cena, Shisui nunca mencionó nada de experiencia cuando Sakura le contó sus sueños sobre ese deporte; a él le parecía evidente que lo suyo no era el béisbol— Es que escuché algo este verano sobre un Uchiha que es cátcher y...

Shisui la interrumpió con su risa. Sakura cerró la boca y miró confundida a su interlocutor. Él se rascó el puente de la nariz antes de responder:

—Así que Sasuke se hizo de fama, me alegro por él.

—¿Sasuke? ¿Lo conoces?

—Es mi primo, es un buen chico. Y sí, es un grandioso cátcher; lo conocerás pronto. ¿Vas a intentar entrar al equipo de Shinsuku?

—¡Sí! —contestó con efusividad.

—Entonces lo verás. Luego los presentaré para que se hagan amigos. ¿Eres segunda base?

—Síp. Podremos ensayar tiros de robo[13]; aunque necesitaremos a un pitcher. Le diré a Sasori.

—¿Sasori? ¿El pitcher pelirrojo que perdió el campeonato contra Sawako?

Sakura enrojeció. Ese último partido le había costado la titularidad a su amigo; el entrenador lo había regresado al equipo de relevo y desde entonces Sasori había bajado su nivel.

—Sigue siendo bueno. Lo conozco bien.

Shisui no respondió. Así como en los estudios, si fallabas en un evento tan importante como un campeonato, prácticamente enterrabas tus oportunidades de crecer. Aunque él no supiera mucho de béisbol, el caso de Sasori había sido ventilado por redes sociales: una estrella que permitía un grand slam[14] en la última entrada, con dos carreras de ventaja, no podría triunfar.

...

Shinsuku era una preparatoria grande, con grandes aspiraciones y grandes estudiantes. Se especializaba en las matemáticas y en los deportes; muchas veces porque combinaban ambas cosas. Los clubes reventaban en las inscripciones y los presidentes de cada club solían ser muy severos.

Sasuke venía de una familia que a pesar de ser de clase media, exigía bastante. Él era un chico aplicado, mas no era destacado en ninguna lista. Su poder radicaba en el juego, en la pelota. Sin importar cuánto quisieron erradicar ese sueño, su familia terminó por apoyar a Sasuke en su camino al béisbol.

No era una persona que soliera hacer amigos; incluso detestaba trabajar en equipo aun con la contradicción que el béisbol exigía. Pensaba que mientras hubiera un buen cátcher detrás del plato[15], el partido estaba asegurado.

Al terminar las clases, sin mirar a nadie ni percatarse de su compañero de la derecha, anduvo hasta encontrar los campos.

Sus ojos estaban entrenados para enfocar lo importante en cada escenario; esta vez no fue difícil mirar la larga fila de candidatos para el equipo de béisbol. Detrás de ellos, dentro del campo, entrenaba el equipo de la preparatoria. Suspiró con pesadez.

Trató de ubicar a los que parecían un riesgo para su puesto; pero a decir verdad, todos lucían patéticos.

Esperó unos diez minutos hasta que escuchó una discusión que nadie en la fila pudo ignorar:

—¿Por qué una chica tan delgada como tú querría estar en un equipo masculino? —espetó un chico rubio de coleta. Tenía una paleta en la boca y el uniforme blanco del equipo.

Le hablaba a una estudiante de cabello rosa y jeans.

—Porque quiero jugar, eso es evidente —respondió ella antes de enfocarse en el hombre frente a ella: el entrenador.

Sasuke asomó un poco más la cabeza para observar lo sucedido. Antes había tenido compañeras en los juegos y algunas tenían sorpresas que ni siquiera él podía preveer. No obstante, nunca supo de alguna que llevara su sueño tan lejos.

—¿Por qué quieres jugar... Sakura? —preguntó el entrenador, su voz era tan gruesa como sus cejas.

—Siempre he jugado en la segunda base y no quiero dejar de hacerlo. Además, éste es conocido como el mejor equipo preparatoriano y quiero pertenecer a él. Soy lo suficientemente buena como para conseguirlo. —dijo la aludida con las manos apretadas.

—¡Eso es tener el fuego de la juventud ardiendo como cinco soles! —exclamó el hombre, sonriéndole.

—Pero la preparatoria Shinsuku nunca ha aceptado a una mujer —alegó otro chico, de ojos grises. Parecía que el equipo había dejado de entrenar sólo por ese pequeño espectáculo que la tal Sakura había dejado.

—¡Siempre hay una primera vez! —respondió una voz igual de efusiva que la del entrenador. Desafortunadamente, estaba justo detrás de Sasuke, quien hizo un gesto de molestia— ¡Vamos, Sakura-chan! ¡Demuéstrales de qué estás hecha!

—Cállate, idiota. Ella no tomará mi lugar —espetó el rubio de coleta.

—¡Claro que sí! ¡Anda, Sakura-chan, ve al campo y muéstrales!

—¿Un juego de prueba? —preguntó Gai, el entrenador. De inmediato se levantó de esa silla de plástico y con los papeles de inscripción a la prueba esparcidos en el césped, alzó el brazo— ¡Sí! ¡Vamos a hacer unas jugadas! ¡Necesito un pitcher y un cátcher justo ahora!

—¡Yo soy pitcher! —gritaron varias voces.

—¡Yo soy cátcher! —clamaron otros.

—¡Se enfrentarán a Sasori, Sai y Deidara, nuestros titulares del año pasado!

—¿Qué? —inquirió Sasori, desde el dugout. Cuando gran parte del equipo perdió el interés en el entrenamiento, él simplemente había ido a tomar agua. No había querido que lo metieran en ese embrollo.

De inmediato, gran parte de las voces se apagaron. Los murmullos acerca de los logros de los tres mencionados aparecieron.

Sasuke lo adivinó: quienes ganaran permanecerían en el equipo y en el titular.

El todo por el todo.

—Mi nombre es Uchiha Sasuke, soy el cátcher que aceptará el reto —dijo sin miedo. Podía derrotarlos.

—¡Y yo soy Uzumaki Naruto, seré el pitcher de Sasuke! ¡Demostraremos que somos los mejores, dattebayo!

Sakura se congeló. Esos dos chicos que habían salido de la fila a propósito, que estaban arriesgando su lugar, eran quienes la colgarían o la salvarían.

... Uchiha Sasuke... Era él...

—¡Perfecto! ¡Vayan a cambiarse y comiencen! —gritó el entrenador.

Los rumores corrieron, las gradas se llenaron. Los tres de Shinsuku calentaron durante siete minutos, los novatos apenas lo hicieron tres. Sus uniformes eran distintos, pero su propósito era el mismo.

Cuando Sakura, Sasuke y Naruto ingresaron de nuevo al campo, notaron que las nueve posiciones estaban ocupadas. Aunque sólo fueran tres los que estarían a prueba, el entrenador no podía dejar de lado las otras seis posiciones.

Sakura quiso hablar con Sasori, mas él la ignoró y lanzó al montículo.

—Yo iré primero. —dijo Naruto con confianza.

El pitcher se acomodó la gorra y el cátcher analizó al jugador a un lado del home. Sasori lo miró y Sai hizo una señal.

Después de un leve asentimiento, el pitcher alzó la pierna izquierda y lanzó.


Glosario:

[1] Take me out to the ball game: canción típica en el ambito del béisbol. Relata el deseo de una chica por asistir a un juego de pelota: béisbol.

[2] Balk: una jugada del pitcher que consiste en lanzar a una de las bases ocupadas para hacer out sobre los corredores; pero se considera "balk" cuando el pitcher ya había "presentado" la jugada en home y él mismo se interrumpe para lanzar a las bases.

[3] Lanzador/pitcher: el número uno en el campo, quien lanza la pelota desde el montículo.

[4] Receptor/cátcher: el número dos en el campo, quien recibe los lanzamientos del pitcher.

[5] Strike out: Es el tercer strike, el que otorga el out.

[6] Umpire: el árbitro del partido. Puede haber, dependiendo del nivel del partido, desde uno hasta siete.

[7] Spikes: calzado especial para los jugadores de béisbol. Parecido a los "tacos" del fútbol, pero con las gomas más cortas.

[8] Short stop/parador en corto: el número seis del campo, se encuentra entre segunda y tercera base.

[9] Home run: un batazo que sale del campo; permite y obliga al bateador correr las cuatro bases y, por lo tanto, anotar.

[10] Dugout: caseta de descanso de los jugadores.

[11] "El gigante de Mulegé" es un jugador mexicano real, su nombre es Japhet Amador. Estuvo en Los Diablos Rojos del México y ahora pertenece a Las Águilas Doradas de Rakuten. Se le llama así porque nació en Mulegé, Baja California Sur, y mide 1.93 m.

[12] Eujin Sawamura es el protagonista del anime y manga Diamond no Ace. Aquí manejo que es un jugador real por la similtud que tiene con Naruto.

[13] Tiros de robo: el robo de base ocurre cuando un corredor quiere llegar a la siguiente base sin que haya una jugada como tal. Los tiros de robo son para atrapar a los corredores en el acto.

[14] Grand slam: un home run que trae cuatro carreras.

[15] Plato/home/diamante: es la placa que se encuentra frente al cátcher, donde todas las jugadas empiezan.


Notas de autor:

Espero que les haya parecido entretenido este primer capítulo. Yo conocía algo de béisbol cuando salió el ending 39, pero algo hubo ahí que me pareció muy interesante y por eso me puse a investigar algunas cosas. Unas chicas del fandom y mi familia me ayudaron a comprender lo que me parecía extraño; así que entendería si después del glosario de arriba aún tuvieran dudas. Repito: pueden hacerme cualquier pregunta.

Díganme todo, por favor.

Naho Di, out!