Capítulo 1:

"Dear Crush:

¿Cómo te va mi pequeño amor? ¡Hoy luces mucho más guapo que de costumbre! Tus encantadores ojos verdes, tu sonrisa sobradora, tu apariencia de "caballero" (ambos sabemos que esto solo es una pantalla, amor. En realidad tú no eres para nada un caballero), tu actitud altiva y cambiante... Ah~ eres tan hermoso que ni quiera puedo disimularlo.

En fin, que termines bien tu día mi cejudo favorito.

-Tu MUY secreto admirador :*"

Eso era lo que decía la absurda nota que encontré en mi banco. Luego del cambio de hora, había llegado rápidamente a la siguiente clase y me encontré con esto...

Paseé la vista por todos los presentes, aún faltaban algunos minutos para que empezara la clase de Biología, y por lo tanto todos los alumnos no se encontraban en el aula. No podía creer que cualquiera de los que se encontraban aquí me dejara este pedazo de papel.

Luego de pensarlo detenidamente durante unos segundos más, arrugué el papel y lo arrojé directo al basurero. Salí del aula hecho una furia, sólo se me ocurría una persona capaz de hacerme una broma tan estúpida...

Justo en ese momento lo vi acercarse por el pasillo, junto a esos dos idiotas que tiene por amigos.

-¡FRANCIS!


Bueno, esto, hola :D. Este es el primer capítulo de esta gran (eso espero) historia! Y también espero que disfruten de leerla tanto como yo de escribirla…

Y por única vez agregué el prólogo ya que no me alcanzaron los caracteres para escribirlo todo en la descripción ònó

¡Qué tengan una feliz lectura nwn!

Prólogo Completo: "Crush" representa el flechazo; el nombre que se le da a un amor platónico, a alguien que simplemente te encanta, por quien te vuelves un poco loco y harías cualquier cosa. Pero sabes que no existe nada más que esto, y puede ser que esta situación nunca vaya a cambiar.

Este "enamoramiento" se caracteriza por algo único: esa persona que tanto te gusta y por la cual aseguras tener un sentimiento, prácticamente ni siquiera voltea a verte.

Arthur descubre que es el "Crush" de alguien al recibir la primera nota, pero... ¿De quién? Esos pequeños trozos de papel no los firma nadie, son anónimos...