Pokemon XY&Z: No quiero decirte adiós

Capítulo 1: ¡Preparándose para la despedida! ¡Los últimos días en Kalos!

Ash y sus amigos han regresado a Ciudad Lumiose después de haberle dicho adiós tanto a Goodra como a Greninja, y muy pronto tendrán que decirse adiós los unos a los otros también, pero pronto no quiere decir de inmediato.

Ya en casa de Clemont y de noche

Se encontraba el equipo de Kalos disfrutando de una rica cena preparada por Clemont y Serena; Ash y Bonnie, hasta Pikachu, ayudaron como podían. No cabe duda de que habían preparado un buen festín de despedida.

"¡Delicioso!" gritaba Ash y levantándose de la mesa que empezó a llorar cómicamente por el manjar que se estaba dando.

"Ash, por favor, estamos comiendo" dijo Serena con una gotita estilo anime en la cabeza.

"Lo siento lo siento…" respondió rascándose la cabeza avergonzado. "Es solo que esto es lo mejor que comido en mucho tiempo.

"¿Estás diciendo que mis platillos son malos?" preguntó Clemont algo desaminado.

"¡No no! A lo que me refiero es que de todas tus recetas esto es lo mejor que has preparado" dijo el azabache tratando de componer el malentendido.

"No olvides que Serena le ayudó esta vez" respondió Bonnie mirando a Serena.

"Es cierto, merezco algo de crédito también ¿no crees?" respondió inflando sus cachetes como si estuviera haciendo un puchero la peli-miel.

"Bueno bueno… Solo quiero decir: Mis felicitaciones a los chefs" terminó de decir el azabache, causando la risa de todos.

En eso Serena puso una cara medio triste.

"¿Te pasa algo Serena?" preguntó el azabache.

"¿Eh? ¡No! Bueno… es que… pareciera ayer que comenzamos nuestro viaje juntos, y es increíble que ya haya terminado…" Terminó de decir la peli-miel con su semblante triste.

"Si… la verdad resulta increíble, el tiempo puede llegar a ser cruel" respondió esta vez Clemont. Después de esto todos adoptaron una postura un poco seria.

"¿Por qué esas caras muchachos?" Preguntó el padre de Clemont y Bonnie que los andaba acompañando en la cena.

"¿Eh?" Dijeron todos.

"¿Por qué actúan como si fueran a despedirse el día de mañana?" preguntó Meyer.

Ash y Serena se vieron por un momento y redirigieron la vista hacia el padre de los rubios. "Bueno… ese era el plan ¿no?"

"¿En serio se tienen que ir mañana? Yo pensé que se quedarían más tiempo en Kalos" dijo el padre.

"Pues la liga ya terminó y la clase maestra también, así que…" dijo Serena.

"¡Awww…! ¿Por qué no se pueden quedar más tiempo?" dijo Bonnie haciendo un puchero.

"Pero papá, ellos tienen sus metas que seguir, no podemos retenerlos más tiempo" dijo el rubio.

"Me gusta la idea" dijo Ash con una actitud positiva.

"¿Qué?" dijeron los tres acompañantes.

"Es cierto, el viaje por Kalos a terminado, pero eso no quiere decir que tengamos que despedirnos de inmediato, ¿por qué no disfrutar estos últimos días que nos quedan juntos?" dijo el azabache con una sonrisa en su rostro.

"Pero Ash, ya compramos los boletos de avión, y no sé si hayan más lugares disponibles otros días" dijo Serena.

"No se preocupen por eso, yo ya fui al aeropuerto y hay varios lugares disponibles a Kanto y Hoenn la siguiente semana, así que pueden estar tranquilos" dijo el padre de lo rubios.

"¡Guau! Muchas gracias por tomarse tantas molestias señor Meyer" dijo Ash agradeciendo al padre de los rubios.

"Lo que sea con tal de ver a mis hijos contentos" terminó de decir.

"¡Yuppie yuppie!" decía Bonnie muy contenta. Clemont tampoco podía evitar manifestar su felicidad.

"¿Qué dices Serena?" Le preguntó Ash.

Serena lo pensó por un momento. "¿Por qué no?" dijo con una linda sonrisa en su rostro. "Eso sí, mañana a primera hora tendremos que ir al aeropuerto a cambiar los boletos, no vaya a ser el Yashio (digo el diablo xD)"

"No se preocupen por eso, yo mañana tengo que dar servicio en una planta en la madrugada, así que denme los boletos y yo se los cambio" dijo el padre.

"¿De verdad? Muchas gracias señor Meyer" dijo Serena agradeciéndole por todas las molestias.

"Bueno, al parecer pasaremos una semana más en Ciudad Lumiose. Así que… ¿Qué quieren hacer?" Preguntó el azabache.

"Mmmm… Esa es la cuestión" dijo el rubio rascándose la cabeza algo avergonzado al no saber qué decir.

"Nosotras sabemos bien que vamos a hacer" dijeron Bonnie y Serena muy contentas. "¡Vamos a ir de compras!" Bonnie a pesar ser una niña le gusta ir de compras con Serena, véase la película de Diance xD.

"Ya lo veía venir…" Dijeron los muchachos.

"Y ustedes van a cargar con las compras" dijo Bonnie.

"Claro… espera, ¡¿QUÉ?!" dijeron los dos al darse cuenta del lío al que se habían metido.

"A las damas lo que piden, ¿no es así muchachos?" dijo el señor Meyer poniendo sus brazos en los de los jóvenes y riendo un poco.

"Bueno… supongo no hará ningún daño" terminó de decir Ash.

Las chicas gritaron alegres y emocionadas.

Al día siguiente

Serena y Bonnie se encontraban viendo todas las tiendas que podían en Ciudad Lumiose, mientras Ash y Clemont las seguían por detrás cargando con las compras.

"No es así como tenía pensado pasar estos últimos días" decía Ash algo desanimado.

"Yo tampoco Ash, pero a fin de cuentas el punto es verlas felices, ¿no?" dijo Clemont.

Tras este comentario, vio lo contenta que estaban las chicas, pero se fijó más en el rostro de Serena; ese rostro que contagiaba de alegría a la gente que la rodeaba y que más aun se notaba en sus presentaciones Pokemon. "Tienes razón" dijo con una sonrisa en su rostro.

Pasaron las horas, Serena y Bonnie seguían con las compras, y los muchachos cargando las bolsas. Cabe decir que el pobre Clemont estaba a punto de desfallecer. Sin darse cuenta, el grupo estaba cerca del estadio de donde se llevó a cabo la Liga Kalos.

"Clemont, ¿podrías encargarte de esto?" dijo Ash mientras le daba todas las bolsas que iba cargando.

"¡¿QUÉEEEEE?! No pensarás en huir ¡¿verdad?!" dijo el rubio con un semblante de pánico.

"Enseguida regreso. Vamos Pikachu" terminó de decir Ash mientras él y su fiel compañero se dirigían hacia el estadio corriendo.

Después de unos minutos, Serena notó la ausencia de Ash. "Clemont, ¿a dónde se fue Ash?" preguntó.

"Se fue por allá, y me dejó con todas las bolsas" dijo desanimado.

"Ya veo… pues aquí van unas cuantas más" dijo Serena como si fuera lo más natural del mundo mientras le daba todo el cargamento a Clemont.

"¡¿QUÉEEEEE?!" dijo con más pánico todavía.

"Enseguida regreso" dijo Serena mientras se disponía a alcanzar a Ash.

El pobre rubio estaba llorando cómicamente; su cuerpo no podía resistir más.

"Ay hermanito, creo que te tocó llevar con todo el cargamento de aquí hasta la casa" dijo Bonnie con una gota estilo anime.

Clemont posteriormente, se ajustó sus lentes y estos brillaron un poco. "Je je je… Aunque no lo creas Bonnie, estoy preparado para algo como esto. CITRONIC GEAR ON!" dijo mientras varios brazos Aimpon salían de su mochila. Era otro de sus inventos cuyo nombre era una descripción, que terminó explotando a los pocos segundos. El pobre empezó a llorar cómicamente, y para colmo Bonnie hizo de las suyas nuevamente al pedirle el mismo favor a una chica linda que pasaba por el lugar. El rubio estaba muerto de vergüenza para ese momento.

Mientras tanto, Ash se encontraba en las afueras del estadio Pokemon, recordando las grandes batallas que disputó en la liga.

"Ash…" los pensamientos del azabache fueron interrumpidos por una voz femenina conocida.

"Oh! Serena… perdón por haberme alejado así de repente" decía mientras se rascaba la cabeza algo nervioso.

"No te preocupes por eso, solo quería saber dónde estabas" terminó de decir la peli-miel.

"Es solo que… ya que estábamos cerca del estadio, quise venir a darme una última vuelta por aquí" dijo viendo sus alrededores.

En eso Serena se acercó a él. "Se siento algo nostálgico ¿no?" preguntó.

"Si… esta liga estuvo llena de batallas emocionantes, me alegro de haber formado parte de ella" dijo Ash con una sonrisa en su rostro.

"Diste lo mejor de ti, como siempre lo has hecho" dijo la peli-miel también sonriendo.

"Así es, este ha sido el mejor resultado que he tenido en todas las ligas en la que he competido" dijo Ash.

"¿Qué?" dijo Serena sorprendida. ¿Acaso no era esta como la tercera o cuarta vez que participaba en la una Liga Pokemon? "¿Pues en cuántas ligas has estado Ash?"

"Esta fue mi sexta vez" dijo Ash.

"¡¿S-S-Sexta?!" dijo la peli-miel asombrada todavía más, pues a pesar de saber que Ash ya había viajado mucho anteriormente, nunca les había comentado exactamente el número de ligas en las que había participado.

"Si" respondió Ash con una gran tranquilidad. "Mi primera liga fue allá en Kanto, aunque debo decir que era un desastre como entrenador, pero con algo de suerte logré quedar en el TOP 16; en Johto, Hoenn, y Unova me posicione en el TOP 8, y Sinnoh fue mi segunda mejor liga, logré llegar a semifinales por primera vez" dijo Ash rememorando sus batallas pasadas en las demás ligas y regiones.

"Y aquí en Kalos quedaste segundo…" dijo Serena algo triste.

"¿Por qué esa cara Serena?" preguntó Ash extrañado por el cambio de humor de Serena.

"Ash… no lo sabía, en su momento me puse feliz por ti a pesar de la derrota, ya que te sentías muy bien y satisfecho por lo que habías logrado, pero ahora que me doy cuenta que estuviste más cerca que nunca, y aun así…" terminó de decir la peli-miel, quedándose algo seria.

"Está bien Serena, no hay porque están tristes. ¿Acaso yo me veo triste por el resultado?" dijo Ash sonriéndole a Serena, quien redirigió la mirada hacia él. "El hecho de haber logrado llegar hasta la final es un mérito que no todos pueden lograr; tal vez no sea el mejor entrenador de la región ahora, pero también significa que me encuentro muy por encima de otros entrenadores. Aunque ganara la liga, seguirían apareciendo más entrenadores poderosos, y mi deseo es combatir con todos ellos" terminó de decir.

"Tienes razón Ash, no hay por qué estar tristes. Es como siempre dices: 'No te rindas hasta el final'" fue lo último que dijo Serena mientras sonreía alegremente.

"Así es Serena, no debemos rendirnos para poder alcanzar nuestros sueños" dijo Ash con una sonrisa en su rostro.

Pasó el tiempo y ya se estaba haciendo de noche; eventualmente regresaron a la casa de los rubios para pasar la noche. Poco después se les ocurrió la brillante idea de hacer un día de campo al siguiente día. Hicieron los preparativos y a la mañana siguiente se dirigieron a las afueras de Ciudad Lumiose.

"¡Esto está delicioso!" gritaba Ash levantándose de la banca de madera empezando a llorar cómicamente por el manjar que se estaba dando.

"Ash, ¿ya vas a empezar otra vez?" dijo Serena con una gotita estilo anime en la cabeza.

"Lo siento lo siento…" respondió rascándose la cabeza avergonzado; Pikachu hizo un suspiro.

Mientras tanto, todos los Pokemon se encontraban disfrutando de la comida preparada para ellos. A la hora de los Pokelitos, la mayoría observaba fijamente a Chespin para que no les comiera todos; cabe decir que se encontraba sudando excesivamente del nerviosismo.

"Me alegro mucho de pasar estos últimos días con ustedes muchachos" dijo Ash viendo a sus compañeros. "Sin temor a equivocarme, creo que este ha sido el mejor viaje que hecho en todo lo que llevo como entrenador"

"¿A sí? ¿Y eso por qué?" dijo Bonnie inocentemente mientras miraba pícaramente a Serena, haciendo que se sonrojara.

"Eh… voy a servirme más" dijo la peli-miel nerviosa levantándose de la mesa para servirse otra ronda.

Ash les estaba contando a los rubios las distintas razones, mientras que Serena estaba metida en sus pensamientos.

"Tantas aventuras que ha tenido, tantos amigos, tantos Pokemon… tantas chicas… entonces… ¿Solo soy eso? ¿Una aventura más que quedará en un simple recuerdo? ¿O es que acaso… se olvidará mi otra vez?" Serena aunque en los últimos días se veía contenta de haber tomado la decisión de irse a Hoenn como parte de su entrenamiento como performer, eso no quiere decir que no se sintiera triste a la vez. Todos los sentimientos y pensamientos negativos que se había guardado estaban rondando en su cabeza, hasta que esta literalmente le empezó a doler.

Ash notó el estado de Serena. "¿Serena, estás bien?" preguntó a la peli-miel, quien al parecer se estaba mareando.

"S-si… no es nada…" fue lo único que alcanzó a decir cuando de pronto dejó caer su plato con comida. A los pocos segundos, Ash sintió un gran escalofrío que pasó por todo su cuerpo al ver a la peli-miel desplomándose en el suelo. Se sintió como si hubiese visto una horrible escena en cámara lenta.

"¡SERENA!" gritaron Ash, Clemont y Bonnie, además de que todos los Pokemon quedaron impactados ante este suceso, sobre todo los de Serena.

-Continuará-