Wow, 991 palabras, casi las 1000, vale la ambientación le pertenece a mi tio Rick (tío i love you) y los personajes me pertenecen a mi y a mis compañeros de cabaña. Este fic participa en la actividad de cabaña: limpiemos la cabaña, del foro Campamento Greco-Romano.


Aún no podía acostumbrarme a mi cargo como Pretor. El honor y la responsabilidad eran tan grandes, y el fallarle a mi padre no era una opción. Como líder romana se esperaba que cumpliera con las expectativas de los dioses. Ya había hablado con Reyna sobre lo difícil que sería, más por que mi otra ayuda era una hija de Ares con temperamento explosivo.

Así que de nuevo, un día normal, en mi cabaña... bueno, en nuestra cabaña. Tenia dos nuevos hermanos: Ayelén de 15 años, una chica de tan solo 15 años (al menos nuestro padre esperó para darme una hermana), era muy linda, pero casi no tenia tiempo para confraternizar con ella, dado que tenía demasiado trabajo como Pretor.

Y estaba Keith, un hermano de mi edad (escalofríos me dan al pensar en lo poco que espero para estar con mi madre, después de estar con la suya), al cuál tampoco veía demasiado, excepto por las mañanas.

Y aquí estaba, levantándome antes que todos mis hermanos, para comenzar con la limpieza de nuestra cabaña. Comencé con lentitud a doblar las sábanas, la suave tela tenía una imagen de la película Buscando a Nemo, un regalo de mi hermanastro Tyson. Vaya ironía la del pez, ¿qué sería Nemo? ¿mi primo lejano?

Estaba en esa misma labor, acomodando las almohadas, recogiendo cosas del suelo de mi cama, cuando K se levantó de su cama. Al parecer tener la misma personalidad del dios nos ayudaba en los labores, dado que siempre nos despertábamos antes que Ayelén, e incluso era muy lenta y floja para recoger sus cosas, como nuestro hermano Percy.*

-¿Me prestas la escoba K? - rápidamente comencé a barrer, mientras el sacudía las ventanas. Pronto se veía reluciente la cabaña... o casi.

-Sophie... digo, Trav -voltee hacía K- ¿que haremos con ella? Ha pasado media hora y aún no se levanta. Pronto vendrán a revisar la cabaña y ya me canse de que nos quiten puntos por su culpa.

-Por Zeus - suspiré - ya va siendo hora de que dejemos las cosas claras ¿no te parece? - me asintió y ambos nos dirigimos al rincón en donde nuestra hermana hibernaba.

-Aye - la moví - Ayelén despierta - mire a K, el también me miraba, pero no sabíamos que hacer - vamos, Ayelén. Despierta.

Nada, seguía tiesa como una roca. Esto iba a necesitar medidas drásticas.

-¡Ay! ¿Qué fue eso? - Ayelén yacía recostada sobre el suelo, las mantas la envolvían mientras nos miraba sospechosa - ¿quién de ustedes hizo eso?

-Era hora de despertarse, pronto vendrán a revisar la cabaña y aún no has arreglado tus cosas - K la miraba con el ceño fruncido.

-¿Así que fuiste tú? Eso no te da derecho de tirarme de la cama. Si tanto quieres que se vea bonita la cabaña entonces arréglale tú, pero a mi déjame dormir.

-Niña mocosa, esa es tu responsabilidad - a K parecía que le saldrían escamas del cuerpo, su rostro estaba rojo de ira - deberías de aprender de nosotros y levantarte puntual para hacer tus deberes.

-¡Cierto, los mejores hijos! Que orgulloso se debe sentir "papá" con ustedes. Los perfectos hijos de Neptuno, los que son tan responsables, tan disciplinados.

-Calma, jovencita, guarda ese temperamento -ya comenzaba a molestarme su actitud.

-Tu no me hables así, no eres mi madre, solo eres la directora mandona del lugar.

¿Mandona? Ahora todos estábamos furiosos, nos gritábamos sin control. Hasta que sucedió.

-¿Qué fue eso? - me había parecido oír algo del baño.

-Ahora que excusa vas a pone Trav para hacernos callar - otra vez las hormonas de adolescente azotó.

-No debes hablarle así a personas mayores que tú - K también lucía molesto.

-¡Ya basta! - grite a todo pulmón. Y el cielo nos cayó encima, o al menos la lluvia.

-Diablos, ¿que está pasando aquí? - K miraba al techo, las tuberías sobresalían y estaban rotas, por toda la habitación había agua, mojando nuestras cosas y a nosotros.

-¿Quién hizo esto?- ahora Ayelén buscaba refugio.

-Vamos, rápido, debemos detener el agua. -Me dirigí a una de las tuberías. Vamos poderes de pescado, funciona por una vez en mi vida.

-¿Cómo le hago? No tengo idea - Aye recibía en la cara los chorros de agua, mientras intentaban con sus manos tapar el agujero.

-Solo concéntrate, siente en tu mente el poder, maneja el agua para que retroceda. Trav, ¿hacía dónde mandamos el agua? No podemos seguir deteniéndola por el frente para siempre.

En eso K tenía razón. Debería de haber una manera de calmarlo, pero ¿cómo?

-Rápido, ¿sientes ese vacío que hay debajo de la cabaña? allí es dónde almacenamos el agua que corre hacía el lago, si nos damos prisa podremos enviar el agua a chorro hacía allá, y así tendremos tiempo de colocar las tuberías en su lugar.

Comenzamos a trabajar en eso, tres hijos de Poseidón/Neptuno, algo que no se había visto antes. Juntos logramos enviar el agua lejos, el tiempo suficiente para que nosotros pusiéramos las tuberías en su lugar.

Pronto ya estaban de nuevo soldadas, gracias al kit de cabaña especial de Leo.

-Por Zeus, eso fue horrible - K estaba sudando, o muy mojado. Aún respirábamos agitados.

-Estoy de acuerdo. Creo que es la cosa más rara que me ha pasado hasta ahora - Volteo a mirar a Ayelén - ¿te encuentras bien?

-¿Bromeas? Es lo más divertido que me ha pasado hasta ahora.

Esos son uno de los momentos más raros que habíamos compartidos, los tres sosteníamos unas sonrisas en nuestros rostros, el primer trabajo en equipo, como hermanos que hacíamos.

-Toc, toc. Hora de inspección - la voz de Stay sonó en la puerta de la cabaña -¿pero que rayos ha pasado aquí?

Todos miramos el desastre de la cabaña, que parecía un fondo marítimo. Después de todo, no puedes esperar mucho orden cuando vives con tus hermanos.

-Bien chicos -les dije a mis hermanos- al parecer esta vez no pasamos la inspección. Pero probaremos suerte mañana.

Tal vez mañana lograríamos hacerlo mejor.

O explotaría la cabaña.