Travis sintio en su hombro por primera vez el insistente dedo indice de Jacob Ben Israel. Aunque su prima le habia mencionado lo molesto que podia ser Israel, no imaginaba que lo era, pero doblemente. La chica de la cámara fotográfica y el chico que grababa también rodeaban a Travis.

-Travis Portman, se dice que eres la prima sin trasero, sin pechos y sin la maldad lésbica de Santana Lopez. Es cierto?

-No hablaré contigo.

-Vamos, no lo ocultes - insistió mientras él y su equipo perseguían a Travis. - Sabemos de buena fuente que eres prima de la señorita Boobies. Vamos, dime algo, eres lesbiana también? Te unirás a las Cheerios? Le robarás el novio a alguna chica? Te unirás al Gay Club?

-BASTA ! - gritó ofuscada. Jacob se detuvo.- Para tu información, no soy lesbiana, no me uniré a las Cheerios, no le robaré el novio a nadie, y ese club se llama Club Glee. Lo entiendes? Está bien. Espera un momento... no eres el chico al que encontraron masturbándose con una foto de Rachel Berry? Claro que lo eres ! - Todos rieron, menos Jacob. - Ah, sí. Tú eres el idiota al que Brittany golpeó con un paraguas. Si te conozco. Y sabes algo? No tendré pechos o trasero, pero soy tan perra como Santana. Te queda claro? Volverás a molestarme?

-Detén la grabación. - Jacob tapó su rostro y corrió. Verlo llorando siempre era un divertido espectáculo que los alumnos de McKinley disfrutaban con un delicioso sabor de venganza. Ahora todos conocían a esa chica que ni siquiera lucía como Santana, pero que podía llegar a ser tan malvada como ella.

Will Schuester miraba a la distancia, mientras recogía sus nuevos horarios en la recepción. Travis le recordaba mucho a Santana: bonita, altiva, con la cabeza erguida, los brazos cruzados y la actitud antipática que caracterizaba a la porrista. Sin embargo, recordaba también aquella llamada que Santana le había hecho, en la que le sugería que la probara lo antes posible para el club. Su talento era asombroso, pero era un secreto que no había querido compartir con nadie.

-Disculpa, eres Will Schuester, cierto? - un hombre se acercó tímidamente a Schue, interrumpiendo sus reflexiones sobre Travis.

-Sí, soy yo. Tú debes ser Roman, cierto?

-Sí, soy yo.

-Bienvenido a McKinley ! - dijo Will a Roman Bennett, el nuevo maestro. Ambos se dieron la mano, y Will, emocionado, le habló de la escuela.
-Es maravilloso. Es genial. Tenemos al club Glee, a las Cheerios, a Emma, mi futura esposa, quien es la consejera estudiantil, y tenemos...
De pronto la visión de Roman se nubló al verla. Era posible acaso? Su locura de amor había valido la pena? Era ella, la chica por la que había decidido trabajar en McKinley aquella que guardaba sus libros con nerviosismo en el casillero? Era esa chica nada más ni nada menos que...

-Travis - susurró suavemente. Will se detuvo.

-Conoces a esa chica?

-Claro que la conozco. Ella fue ... ella fue mi estudiante.

-Guau ! Que pequeño es el mundo. Esa chica es la prima de Santana Lopez, una de las mejores cantantes que tuve en el coro.
Sonrió nervioso. Sintió el impulso de hablarle, sin embargo ella volteó en la dirección contraria, y sus ojos no se encontraron. Aún recordaba la primera vez que la había visto. Lucía tan bonita como ahora. La diferencia era que la historia no pesaba tanto sobre los dos.