Harry Potter, a sus 22 años, pudo derrotar al mago más tenebroso de todos los tiempos: Lord Voldemort. Después de graduarse de Hogwarts el, junto a su mejor amiga Hermione Granger, buscaron cada uno de los horrocruxes y los destruyeron, llevándose a cabo la peor de las guerras en el mundo mágico saliendo victoriosos el con todos los que lo apoyaron: Hermione, Dumbledore, Sirius Black, Remus Lupin, la orden del fénix, alumnos y profesores de Hogwarts, aurores y empleados del ministerio, a pesar de que hubo muchas perdidas irreparables.
Ahora se podía sentir la paz, todos podía salir a la calle sin temor alguno, aunque varios mortifagos escaparon, el ministerio se encargaría de atraparlos y lo primero que hizo Kingsley Schacklebolt ministro de magia, fue nombrar como jefe del cuartel de aurores a Sirius Black, padrino y casi padre de Harry, el junto con la orden y los aurores tendrían esa misión.
Harry lo único que quería era llevar una vida tranquila, así que decidió empezar la academia de aurores, Remus Lupin era el director de la academia, así que tenia a un casi tío como maestro.
También había decidido vivir en Grimmauld Place 12, junto con Lupin, Sirius y Hermione, ella había decidió ingresar a la universidad y estudiar la carrera de leyes mágicas. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico así que no tenia ningún familiar, fue por eso que siempre apoyo y ayudo a Harry y ahora se quedaría a vivir con el.
Ya habían pasado tres meses de la guerra, Hogwarts estaba totalmente reconstruida y se llevaban a cabo las clases normalmente. Harry y Hermione pasaban sus días entre la escuela y su casa, eran muy tranquilos y casi no salían a fiestas ni reuniones, si tenían que presentarse ante un evento social que hacían como homenaje, Sirius y Remus eran quienes los acompañaban, no les gustaba relacionarse con las demás personas.
- Son jóvenes deberían salir a fiestas, a bailes en fin a divertirse – les decía Sirius.
- No me gusta – le dijo Harry.
- A mi tampoco, se la pasan preguntándonos acerca de Voldemort, ya queremos olvidar todo eso.
- Pero si ya tienen 22 años – insistió Sirius – Harry ¿has tenido novia?
- Si, bueno no.
- ¿Si o no?
- Bueno nos dimos un beso y fuimos juntos a Hogsmeade.
- ¿Un beso? – se sentó frente a el viéndolo a los ojos - ¿Me estas diciendo que eres virgen? – Harry bajo la mirada - ¡No lo puedo creer!
- Ya déjalo Canuto – le dijo Remus.
- Mi ahijado, casi hijo ¡Virgen! Merlín estoy fallando como padrino, James se ha de estar retorciendo en la tumba – caminaba de un lado a otro – pero es que cuando fueron a buscar los horrocruxes no viste alguna chica y…
- Claro que no – le dijo ofendido – estábamos ocupados no tenia tiempo de andar cortejando a una chica.
- Ahora veo porque sigues virgen ¿cortejando? Eso se decía hace siglos.
- Además Hermione siempre estaba conmigo.
- Bueno Hermione es tu amiga le hubieras pedido un ratito la tienda de campaña para darte un horneo y…
- ¡Sirius! – grito Remus.
- ¿Y tu Hermione?
- ¿Yo que? – levanto la vista del libro.
- ¿Tienes novio? – ella negó con la cabeza - ¿Has tenido alguno? – volvió a negar - ¿Te han besado? – Volvió a negar, Sirius dio un golpe en la mesa resignado – Lunático estamos frente a los salvadores, los héroes de la guerra y los mas ñoños del mundo mágico.
- Déjalos en paz, ya llegara el día en que se enamoren.
- Otro – bufo - ¿enamorarse? Yo no estoy hablando de eso, sino que disfruten de su juventud, ya sabes mueve tu cuerpo, goza...
- Mejor cállate Sirius.
Un domingo se encontraban los cuatro desayunando, como era costumbre en esos tres meses, los domingos se quedaban todo el día en la casa ya sea viendo películas muggles, Hermione estudiando, Harry practicando hechizos, Remus y Sirius revisando cosas del cuartel y la academia de aurores. Sin embargo ese domingo iba a ser diferente, Dumbledore llego sin anunciar su llegada por la chimenea asustándolos a todos.
- Por Merlín Albus se me atoro el pan en la garganta – le dijo Sirius - ¿Qué pasa?
- Vengo de estar con Sybill, perdón la profesora Trelawney y… - se sentó tomando un poco del jugo de Sirius – ha hecho una nueva profecía.
- ¿Nueva profecía? – dijo Remus preocupado - ¿Cómo la de Harry?
- Si.
- ¿Y de quien se trata ahora? – dijo Sirius igual de preocupado que todos.
- Otra vez de Harry.
- ¿QUE? – se levanto Harry exaltado - ¿Otra vez? No puede ser yo ya cumplí con lo que debería de hacer.
- Pero Voldemort ya esta muerto – dijo Sirius ignorando a Harry.
- Si pero al parecer Voldemort al ver que Harry y Hermione estaban destruyendo los horrocruxes y que estaba perdiendo seguidores y fuerza, hizo algo para seguir en este mundo.
- ¿Otro horrocrux? – pregunto Hermione.
- No ¿Recuerdan haber visto a Bellatrix Lestrange en la guerra? – todos negaron – exacto, ella era su mas fiel seguidora sin embargo no estuvo a su lado cuando mas la necesito.
- A lo mejor esta muerta.
- No ella vive – aseguro Dumbledore – yo pude darme cuenta un día antes de la guerra cuando la orden tuvo una batalla con unos mortifagos en casa de los Malfoy, a ella la tenían protegida y no hizo nada para pelear, a pesar de que ahí murieron muchos de sus compañeros.
- ¿Pero que tiene que ver Bellatrix con la nueva profecía de Harry? – pregunto Remus.
- Si mis sospechas son ciertas… Bellatrix esta embarazada de Voldemort.
- ¿Cómo?
- Si la dejo embarazada para que su hijo siguiera con su misión, Bellatrix era su mas fiel seguidora y la tomo a ella al ver que tal vez el iba a morir.
- Pero ¿Qué te hace suponer eso Albus? – pregunto Sirius.
- Aquí tienes la profecía Harry – le entrego un bola de cristal que en las manos de Dumbledore no decía nada – yo la escuche de la misma Sybill pero aquí la pueden escuchar todos.
Harry la tomo temeroso, ya había pasado por eso una vez y tuvo que pelear toda su vida por culpa de una profecía, ahora tenía una nueva, la toco con las dos manos e inmediatamente la bola de cristal empezó a hablar:
"El nacimiento del hijo del Señor de las Tinieblas se acerca…el único con poder para derrotarlo será el hijo del elegido para vencer al padre y la mujer que tuvo conexión con el hombre que antes fue el Señor de las Tinieblas…su hijo tendrá un poder que el hijo del Señor de las Tinieblas no conoce ni conocerá porque fue concebido con un solo propósito…el hijo de los elegidos será concebido con amor."
Todos se quedaron sin habla, a Harry le latía el corazón a mil, no había entendido ni una sola palabra.
- No entiendo – dijo viendo a todos aun con la bola de cristal en sus manos.
- Significa Harry que Voldemort dejo un hijo y que el único que puede vencerlo no vas a ser tu sino tu hijo – le explico Dumbledore.
- Pero…pero…
- ¿La mujer que tuvo conexión con el hombre que antes fue el señor de las tinieblas? Eso no entiendo – dijo Hermione.
- ¿Quién fue el hombre antes que Lord Voldemort o el Señor de las Tinieblas?
- Tom Riddle – contestaron Sirius y Remus.
- Exacto.
- Pero entonces alguien que tuvo conexión con el ha de ser una anciana – dijo Hermione.
- No precisamente ¿cuando encontraron los horrocruxes tuvieron algún tipo de contacto con ellos?
- No – contesto Hermione y Harry negó con la cabeza – cuando encontrábamos uno lo destruyamos inmediatamente con los colmillos del basilisco que usted nos dio.
- Bueno existe una persona que si tuvo contacto por casi un año con un horrocrux y por lo tanto con el mismo Tom Riddle.
- ¿Quién? – preguntaron todos.
- Ginny Weasley. Aquella niña de primer año que tenia el diario de Riddle y platicaban por medio de el.
- Claro la niña que fui a rescatar a la cámara secreta – dijo Harry – ella era la hermana de Ron ¿recuerdas Hermione? Aquel chico pelirrojo que estuvo con nosotros los dos primeros años en Hogwarts.
- Si lo recuerdo ¿usted cree que ella sea la mujer de la profecía…es decir la elegida?
- Todo parece indicar que si, como quiera voy a reunir a toda la orden para hacer investigaciones pero mis sospechas casi siempre son ciertas.
- Pero es una niña – dijo Harry.
- Te recuerdo que es un año menor que tú, ahora ha de tener 21 años.
- Pero ya nunca supimos nada de los Weasley – dijo Remus – después de ese penoso acontecimiento.
- Exacto, ellos se fueron a Estados Unidos, toda la familia de hecho ni terminaron el año escolar.
- Si recuerdo que Ron ni siquiera se despidió de nosotros, una mañana me levante y ya no estaba en su cama y nunca volvimos a saber nada de el – dijo Harry.
- Sirius por favor llama a la orden para reunirnos aquí, tenemos que revisar bien todos los datos y asegurarnos que esa mujer de la que se habla en la profecía sea realmente Ginny Weasley
Después de pasar horas y horas revisando a todas la mujeres que algún día tuvieron contacto con Tom Riddle, encontraron que todas ya estaban muertas así que ahora buscaron en los horrocruxes los cuales contenían parte del alma de Voldemort y cada uno había sido destruido inmediatamente después de ser encontrado, hasta investigaron los lugares en donde había estado nagini pero todo señalaba que la serpiente nunca se había separado de Voldemort, así que todos concordaron que la mujer de la cual se hablaba en la profecía era sin duda Ginny Weasley.
- Voy a ir a buscar a los Weasley a Estados Unidos y a explicarles todo lo que esta aconteciendo – les dijo Dumbledore una vez que se retiro toda la orden de la casa.
- Espero que lo tomen con calma – dijo Remus – según supe que se fueron porque tenían miedo de que le pasara algo malo a su hija o alguno de sus otros hijos.
- A mi no preocuparían los padres, sino mas bien la misma chica, decirle que le tiene que dar un hijo a este señalo a Harry – no va a ser cosa fácil.
- Pues según recuerdo a ella le gustaba Harry – dijo Hermione – ella fue la que te mando al enano cupido el 14 de febrero con un poema.
- ¿Fue ella? – dijo Harry sorprendido – pase la vergüenza mas grande de mi vida.
- Bueno vuelvo mañana – dijo Dumbledore.
Ese día no dejaron de hablar del tema, Harry estaba molesto, ahora resultaba que tenia que embarazar a una chica y que ese hijo es el que iba a salvar al mundo mágico del futuro.
- ¡Maldita sea! – grito por décima vez Harry en su habitación.
- Ya cálmate.
- Si como a ti no te dijeron que un tipo que apenas conoces te tiene que embarazar ¿verdad?
- Bueno tal vez no sea tan malo – le dijo Hermione.
- ¿Estas loca?
- Recuerdo que Ginny era una niña muy bonita – Harry bufo – era muy tímida y casi no hablaba con nadie.
- No pues así la voy a embarazar de volada.
- Supe que ella te había mandado ese poema porque la encontré llorando en el baño después de eso y estaba precisamente escribiendo en un diario.
- A parte de tímida, ridícula mira que mandarme ese poema, ha de estar mal de la cabeza.
- Lo que mas me extraña es que la profecía decía que tu hijo – Harry rodó los ojos – iba a ser concebido con amor.
- Ahora resulta que una profecía dice de quien me voy a enamorar, esa niña ni me gustaba, lo único que recuerdo es que tenía muchas pecas por toda la cara.
- Igual que Ron.
- Va no creo que la profecía sea cierta, yo nunca me enamoraría de esa niña pelirroja y llena de pecas, a de ser una aburrida y sin chiste.
Al día siguiente los cuatro hicieron su rutina habitual, esperando que al llegar a casa tendrían noticias de Dumbledore, la sorpresa fue que las recibieron pero por medio de una lechuza diciendo que permanecería un par de días en Estados Unidos, se les hizo de lo mas extraño pero aun así continuaron con sus labores.
Pasado una semana Dumbledore volvió a aparecer en Grimmauld Place, los cuatro lo recibieron y esperaron a que el profesor hablara para saber que reacción habían tenido los Weasley.
- ¿Qué paso Albus? – le pregunto Sirius.
- Los Weasley ya se encuentran muy bien instalados en Estados Unidos, ya tienen su vida hecha allá, así que me fue un poco difícil convencerlos para que su hija viniera a Inglaterra, pero al final lo hice.
- ¿Es por eso que te tardaste una semana?
- No los Weasley lo entendieron de inmediato, el problema fue la señorita Weasley, no lo tomo muy bien.
- ¿Por qué?
- Al comienzo dijo que ella no era la de la profecía, así que para demostrarle que en realidad lo era le hice entrega de la bola de cristal tal y como lo hice con Harry y paso exactamente igual cuando la toco ella a como la toco Harry.
- Entonces no hay duda – dijo Remus.
- Ninguna, es ella.
- ¿Y que paso después?
- Se negaba a venir, de hecho… - Dumbledore trago saliva y vio al techo – me mando varios hechizos moco murciélagos.
- ¿Qué? – pregunto asombrado Sirius sin evitar tener una sonrisa burlona – ¿una chica de 21 años te hechizo Albus?
- Me agarraba desprevenido, es una bruja muy poderosa y muy terca sin duda.
- Bueno y ¿en que quedaron? – dijo Remus.
- Debo confesar que varias veces iba a tirar la toalla como dicen los muggles pero logre convencerla, le explique el porque de la importancia de la profecía pero solo acepto venir a hablar contigo Harry para que juntos tomen una decisión, al fin y al cabo ustedes son los únicos que van a decir la ultima palabra.
- ¿Y cuando viene?
- Mañana, ella es jugadora de Quidditch en un equipo de Estados Unidos, así que tenia que pedir un permiso especial para ausentarse, va a venir acompañada de su hermano Ron, el es estudiante de auror también.
- Bueno entonces hay que esperar a mañana para ver si cupido anda suelto y les de un flechazo de amor y puedan escuchar campanitas…
- Púdrete Sirius – le dijo Harry molesto.
Harry se la paso de malas todo ese día y el siguiente, en la academia le contesto mal a su profesor y lo enviaron a la dirección con Remus para tener su primer reporte, en la academia eran muy estrictos, deberían tener mucha disciplina y al tercer reporte eran expulsados.
- ¿Te das cuenta de lo que hiciste?
- ¡Me estaba fastidiando!
- No me grites que no estamos en la casa, aquí soy tu director y me hablas bien.
- Me…estaba…fastidiando – le dijo despacio.
- No te hagas el payaso ¿Qué paso?
- Ya te dije, ese tipo me cae mal y me empezó a preguntar y a preguntar, por Merlín hay más alumnos no nada más yo.
- Deja tu mal humor a un lado ¿Qué te pasa?
- Estoy harto, quiero ser un chico normal, quiero ser como los demás.
- ¿Estas así por lo de la profecía? Estas así porque hoy viene la chica Weasley ¿verdad?
- La chica Weasley – dijo rodando los ojos – ¿te das cuenta? Otra tortura más, tengo que hablar con esa niña, ha de ser una sangrona de primera.
- ¿Por qué lo dices?
- Es jugadora de Quidditch, todas son unas presumidas y sangronas.
- Tú jugaste Quidditch y tus compañeras no eran así, velo por el lado positivo tienen algo en común: a los dos les gusta jugar ese deporte.
- Quisiera encontrar una chica sin que me la pusieran enfrente y me obligaran a hablar con ella y lo peor a embarazarla, Remus ¿Cuándo voy a poder ser feliz?
- Ay Harry yo, así como Sirius, daríamos nuestra vida por que fueras feliz.
- Gracias Remus.
- Bien firma tu reporte.
- ¿Qué? Pensé que me ibas a perdonar.
- A no jovencito, esto es para que aprendas a controlar tu mal humor.
Por la tarde Dumbledore les mando una lechuza diciendo que llegaría a las 7 de la noche con los jóvenes Weasley, así que estaban en la sala esperando su llegada, Harry se encontraba sentado con Hermione al final de la sala, platicaban los dos como secreteándose, mientras Remus y Sirius jugaban una partida de ajedrez mágico. Escucharon el ruido de la chimenea dándose cuenta que ya habían llegado, el primero en aparecer fue Dumbledore.
- Fui a recogerlos al ministerio, tomaron un traslador, aquí están, pasen chicos.
El primero al entrar a la sala fue Ron, que con un movimiento de cabeza saludo a Sirius y a Remus, ellos por su parte se acercaron a el y lo saludaron de mano. Harry no lo reconoció, era mucho mas alto y fuerte a como lo recordaba, claro ya había pasado 10 años desde la ultima vez que lo había visto, volteo a ver a Hermione que estaba como petrificada viendo a Ron.
- Cierra la boca – le dio un codazo a Hermione burlándose de ella.
- Por Merlín, esta cambiadísimo, se ve…esta…guapísimo.
- ¿Recuerdas a Harry y a Hermione? – le dijo Dumbledore.
- Claro – les sonrío y Harry escucho clarísimo un suspiro de Hermione – hola ¿Cómo están? – se acerco a saludarlos de mano.
- Bien ¿y tu? – hablo Harry porque Hermione aun no salía de su trance.
- Bien, hola Hermione ¿Qué tal? – le extendió la mano pero ella aun no reaccionaba, así que Harry le volvió a dar otro codazo.
- Hola – lo dijo en un susurro y le dio la mano.
- Me da gusto volver a verlos, ha pasado tanto tiempo – Ron no dejaba de sonreír, se le veía tranquilo y simpático.
- ¿Dónde esta tu hermana Ron? – pregunto Dumbledore.
- Se quedo con un elfo domestico que estaba a un lado de la chimenea.
- Pobrecita – le dijo Hermione en el oído a Harry para que nadie mas la escuchara – seguramente sigue siendo muy tímida y le da pena pasar a la sala.
- No lo dudes, ha de estar escondida detrás de Kreacher.
- ¡Ginny! – la llamo Ron.
Ginny apareció junto con Kreacher, Harry al verla sintió que el alma se le fue a los pies, era la chica mas hermosa que había visto en toda su vida, su cabello pelirrojo brillaba, sus ojos chocolate tenían un brillo especial, sus pecas en la cara la hacían verse mas hermosa porque quedaban perfectas en esa piel blanca, su cuerpo…su cuerpo era como mandado a hacer a su gusto, pero lo que mas le sorprendió era su sonrisa, ella sonreía a todos.
- Este Kreacher es genial – les dijo a todos.
- Ginny te presento a Sirius Black y a Remus Lupin.
- Mucho gusto – se acerco a ellos y los saludo dándoles un beso en la mejilla a cada uno, a lo que se sorprendieron los dos – el profesor Dumbledore me ha hablado mucho de ustedes.
- El gusto es nuestro – Sirius estaba encantado con ella – ¿así que Kreacher te ha caído bien?
- Si es muy simpático.
- Y ellos son Harry y Hermione – le dijo Dumbledore señalando a los chicos que estaban completamente mudos.
- Hola – se acerco a ellos con una sonrisa y le dio un beso en la mejilla a cada uno – los recuerdo muy poco, solo recuerdo que Harry tenia lentes – todo se rieron.
- Si es un cegaton de primera – dijo Sirius.
- Bueno no se ustedes pero yo tengo hambre – dijo Dumbledore.
- Kreacher por favor sirve la cena – le dijo Remus – pasemos todos al comedor.
Salieron todos de la sala excepto Harry y Hermione que todavía no se podía mover de donde estaban.
- Ahora cierra tú la boca – le dijo Hermione.
- ¿La viste Hermione? Es hermosa, parece un ángel, su cabello se parece mucho al de mi madre, y me dio un beso, sentí escalofríos por todo el cuerpo.
- Pero parecen tan tranquilos, yo pensé que a lo mejor venían enojados o algo por el estilo.
- Chicos los estamos esperando – se asomo Remus por la entrada de la sala.
Cuando entraron al comedor Harry deposito su mirada en Ginny, sentía que no la podía mover hacia otro lado, estaba como hipnotizado por esa pelirroja, ella platicaba muy amenamente con Sirius y reían a cada rato, Ron platicaba con Remus acerca de la escuela de aurores en Estados Unidos, mientras Dumbledore se concentraba en su comida. Harry y Hermione se sentaron juntos sin decir una sola palabra.
- Me da mucho gusto que sigan siendo amigos – les dijo Ron una vez que termino de hablar con Remus – recuerdo las aventuras que tuvimos en Hogwarts, fueron increíbles, no volví a tener de esas nunca.
- Si Hermione y yo seguimos con nuestra amistad – contesto Harry porque parecía que cada vez que Ron hablaba Hermione se petrificaba – somos como hermanos.
- A mi me dolió mucho dejar Hogwarts pero mis padres nos llevaron a Estados Unidos de la noche a la mañana sin avisarle a nadie, yo quería escribirles pero nos prohibieron tener comunicación con todo lo que se refería a Hogwarts, pasaron varios años para que a mi mamá se le quitara el susto de lo que le paso a Ginny.
- Fue un poco difícil superar lo vivido en ese colegio, a mi me tenían con un especialista para tratar de olvidar, pero aun así sigo teniendo pesadillas y es cuando recuerdo todo, a veces mi madre me da poción para dormir sin soñar porque pasaba varias noches sin dormir temiendo volver a soñar con lo mismo. Es por eso que esta situación no me gusta para nada y supongo que a ti tampoco te gusta ¿verdad Harry? – el negó con la cabeza no muy convencido – se me hace una tontería que nos obliguen a Harry y a mi a tener un hijo solo porque una adivina lo dijo.
- Tienes razón Ginny – dijo Dumbledore – pero resulta que esa adivina ya ha dicho otras profecías y todas han sido ciertas, como ya te había dicho lo del hijo de Voldemort me lo han confirmado, así que parte de la profecía ya esta sucediendo.
- Pero ¿Qué pasaría si Harry y yo no aceptáramos tener un hijo?
- Las futuras generaciones de magos y brujas tendrían mas problemas que los nuestros, el hijo de Voldemort gobernaría el mundo mágico, si ustedes deciden no tener a ese hijo que seria el único que podría salvarlo, lo mas seguro es que desde ahora empezaríamos a entrenar a los niños para que en el futuro sean unos guerreros, en lugar de ir a parques o a zoológicos, tomarían clases de defensa contra las artes oscuras, en Hogwarts haríamos un programa mas riguroso de duelos, los entrenaríamos para pelear.
- ¿Pero eso es lo que harían con nuestro hijo? – dijo Ginny a lo que a Harry le encanto como se escuchaba.
- Su hijo tendría un don muy especial, ustedes son magos poderosos y si, a el lo entrenaríamos como lo hicimos con Harry, la única diferencia es que su hijo tendría a sus padres con el.
- No lo se ¿tu que piensas Harry? – Ginny recargo su codo en la mesa y lo observo.
- Yo también estoy confundido igual que tu, no se que pensar.
- Vamos a hacer una cosa – dijo Dumbledore - ¿Por qué no pasan un mes aquí en Londres para que se conozcan y decidan juntos que es lo que van a hacer?
- No puedo, solo me dieron permiso dos semanas en el equipo – dijo Ginny – además Ron tiene la academia y si el se regresa yo me voy con el.
- Por Ron no se preocupen, esas dos semanas puede estudiar aquí, hablare con el director de la academia de aurores de Estados Unidos – dijo Remus.
- Bueno entonces dos semanas y después me dicen que decidieron.
- ¿Dónde podemos encontrar un hotel? – dijo Ron.
- ¿Hotel? – dijo Sirius – de ninguna manera se quedan aquí, hay habitación de sobra.
Kreacher llevo a cada uno de los Weasley a sus respectivas habitaciones, donde una vez ahí ya no salieron porque empezaron a desempacar y acomodar sus cosas para después darse un baño y caer en la cama.
A la mañana siguiente Harry salio de su habitación encontrando a Ginny afuera de la habitación de Ron con un camisón que le llegaba exactamente donde empezaban las piernas, Harry trago saliva de solo ver esas piernas tan perfectas, ella al verlo sonrío.
- Buenos días Harry ¿Cómo amaneciste?
- Bien – lo dijo con mucho esfuerzo ya que casi no podía hablar.
- ¿Qué quieres? – le dijo Ron abriendo la puerta de su habitación recién bañado y con una toalla en la cintura.
- No me traje mi shampoo dame del tuyo.
- Por Dios Ginny ¿Por qué eres tan olvidadiza? Mamá te pregunto no se cuantas veces si ya habías revisado tu maleta.
- ¿Qué pasa? – salio Hermione de su habitación viendo a Ron solo en toalla, otra vez se quedo como petrificada.
- ¿Me vas a dar o no? – puso las manos en la cintura.
- Solo por hoy, así que pregúntale a Hermione donde puedes comprar más.
Ron le dio el shampoo a Ginny y ambos Weasley volvieron a sus habitaciones para seguir arreglándose, dejando a Harry y a Hermione solos.
- Ya puedes respirar – le dijo Harry.
- Por Merlín ¿puede ser más perfecto? ¿Viste su espalda, sus brazos, su pecho?
- Cálmate necesitas un baño de agua fría.
- No me digas que no sentiste nada al ver a Ginny así.
- No claro que no.
- ¿Entonces porque tienes tu saco cubriéndote tu…?
- Déjame en paz.
- Harry algo tienen esos Weasley que van a hacer que nuestra vida de un giro de 360º.
Bueno ahora regreso con una nueva historia que me estaba dando vueltas por la cabeza así que decidí aterrizarla, al comienzo pensé en hacerla dramática, como "siempre fuiste mi destino" pero mejor pensé en hacerla con humor como "nuestra familia del futuro".
Aclaro que el carácter de los personajes los cambien un poco: Harry es muy penoso (aunque después se le va a quitar, bueno mas bien Ginny se lo va a quitar jejeje) no sabe nada de chicas y es un cero romántico y detallista; Hermione que siempre ha estado acompañando a Harry en su lucha, ha estado rodeada de hombres así que no es nada femenina y muy tímida con los chicos, sobretodo con Ron; Ginny es muy alegre y coqueta (en el buen sentido de la palabra) divertida y muy franca, dice las cosas tal cual son sin rodeos y de tímida no tiene nada; Ron es un chico alegre y simpático, le gusta el deporte, ligar chicas y salir a divertirse con sus amigos. Cabe señalar que como Ginny y Ron se fueron a Estados Unidos desde muy chicos, donde todo es más liberal, ellos son mas "open mind" no son tan tradicionalistas y muchas cosas para ellos son muy normales pero para Harry y Hermione no.
Como siempre espero sus reviews…
Abrazos.
