Q. ¿Cómo te has sentido? –volteo a ver la cámara de su laptop.

R. Bien, solo que ya no puedo dormir, solo de costado –se paró frente la cámara y le mostro su panza de cinco meses- pero me canso y tengo que voltearme para el otro lado

Q. Te ves hermosa –la veía con adoración- ya quiero estar allá y poder abrazarte y acariciar a mí bebe

R. ¿Cuándo comienzan las vacaciones? –se volvió a sentar.

Q. Oficialmente ya comenzaron pero ¿te acuerdas de ese maestro que te conté? –la morena asintió con la cabeza- Ethan y yo debemos hacer un examen antes de irnos, será mañana y cuando terminemos nos vamos a New York, ¿No has hablado con tus padres? Creí que iríamos en estas festividades a Lima

R. No Quinn, aún no estoy preparada para que me vean así

Q. Rachel ya hablamos de eso, en algún momento se enterarán, ¿Cuándo les diremos? ¿Cuándo tengas siete u ocho meses? Tienen derecho a saberlo, es su nieto, si tienes miedo déjame hablar a mí –Rachel comenzó a llorar.

R. Tengo miedo a su rechazo, a que se decepcionen de mí, ellos hicieron un esfuerzo para traerme a la universidad y sabes que no me está yendo nada bien en Nyada, además si hable con ellos y les dije que pasaríamos las festividades con tu papá –Quinn solo negó con la cabeza.

Q. Perdón amor, siento que todo esto es mi culpa

R. No digas eso, esto es un regalo, tu y yo… -sonó el timbre del departamento- ahorita regreso, debe de ser Santana con lo que le pedí

Las vacaciones de diciembre habían llegado, las calles de New York estaban cubiertas por la nieve. Quinn había ido a visitar a Rachel cada vez que se podía, no era tanto como a ella le hubiera gustado pero Ethan no siempre estaba disponible y a veces no era posible un viaje en auto de ida y regreso por las obligaciones escolares pero trataban de hablar al menos una vez al día, Quinn estaba al pendiente de todo lo que le sucedía a su esposa, como los malos ratos que pasaba en la universidad debido al embarazo que le impedían realizar algunas rutinas de baile, el cansancio y el sueño constante trayendo esto problemas con los maestros.

R. Te tardaste mucho Santana, juró que si no trajiste lo que te pedí no te dejaré pasar –gritaba antes de llegar a la puerta- desde ayer tengo antojo de…. – la morena se quedó pasmada al abrir la puerta pero no tanto como las personas que se encontraban del otro lado al verla con su vestido de maternidad dejando ver ya su panza.

La rubia había tomado su libro para seguir estudiando esperando el regreso de su esposa, a la puerta de su habitación se escucharon unos golpes.

Q. Está abierto –dijo en voz alta para que se escuchará a través de la puerta.

E. Hola Quinn –se aventó a la cama- vine para saber a qué hora nos iremos mañana –tomó un balón de futbol que Ethan le regalo a la rubia, el balón era con el que se había ganado el primer partido de futbol americano.

Q. Pues terminando el examen ¿No? –volteo a ver la laptop.

E. ¿Qué estás haciendo? –se levantó y se acercó también a la pc.

Q. Estaba hablando con Rachel pero no ha regresado

E. Tal vez se quedó dormida en algún lado –se empezó a reír. El chico había sido testigo de las múltiples siestas que la morena tenía en las visitas que le había hecho con Quinn.

Q. No digas eso, es por el embarazo

E. Bueno, me cansé de estudiar y me dio hambre así que venía a invitarte a cenar pero veo que estas ocupada –camino hacía la puerta- nos vemos mañana Quinn

Q. Hasta mañana –la rubia se quedó pensando en lo que le dijo Ethan, tomó su celular para marcarle a su esposa.

H. Rachel ¿Estas embarazada? –entró dentro del departamento, Rachel seguía pasmada.

J. ¿Desde cuándo? Creí que iban a esperar –la madre de la rubia estaba sorprendida- ¿Dónde está Quinn?

L. ¿Y planeaban decirnos en algún momento?

H. Hay que tranquilizarnos –lo tomaba del hombro.

L. Perdóname amor, pero venimos a darles una sorpresa pero los sorprendidos somos nosotros –volteó a ver a Rachel.

R. Perdón –la morena comenzó a llorar- Perdón yo no quería que se decepcionaran de mí –caminaba de un lado a otro nerviosa agarrándose el brazo- no sabía cómo decirles –los tres padres quedaron atónitos ante lo que sucedió- señora yo le juro que es de Quinn –volteo a ver a Judy, tenía las manos extendidas y su mano derecha estaba envuelta en fuego y sus ojos dorados.

J. Eso no lo dudo... –no le quitaba la mirada de las manos mientras la morena las movía de arriba abajo. El celular de la morena que estaba en la mesa comenzó a sonar, una foto de la rubia se mostraba en la pantalla, Rachel seguía hablando con sus padres, Judy tomó el teléfono y respondió- Quiero que vengas en este mismo instante –la línea quedo en silencio unos instantes -¿Me escuchaste Quinn Fabray?

Q. ¿Mamá? –la rubia no sabía lo que pasaba. Solo dos personas podían entonar de esa manera su nombre cuando estaban molestas, una era su esposa y la otra su madre.

J. En este mismo instante Quinn

Q. Buscaré a Ethan –colgó viendo el teléfono, terminó la llamada en Skype Rachel ya no aparecería. Tomó nuevamente el celular pero esta vez marco al chico que se acaba de ir- ¿Dónde estás Ethan? –preguntó alterada.

E. Voy en el auto, estoy buscando algún lugar donde se me antoje cenar

Q. Necesito que regreses, mi madre y mis suegros están con Rachel

E. ¿Y eso qué?, espera a que cene, muero de hambre

Q. Ethan, mi madre y sus padres… -el chico se quedó callado unos segundos.

E. ¿Y vieron a Rachel?

Q. Necesito ir para allá

E. Voy para allá

La morena seguía llorando y caminando de un lado a otro, no se había dado cuenta de lo que le sucedía a su mano, de repente aparecieron los dos chicos, la mirada de los cuatro fue hacia los recién llegados, Quinn vio a Rachel con la mano en fuego y corrió hasta ella, tomó su mano al sentirla volteo a ver que sucedía, la rubia apago el fuego y la abrazó.

Q. No pasa nada, tranquila –le susurró mientras le acariciaba la espalda- ¿estás bien?

R. Ya lo saben –dijo apretando más a Quinn.

Q. Ya lo sé, pero deben de estar felices porque tendrán un nieto –levantó la cabeza para ver a los que ahí se encontraban y evitar que dijeran algo que alterara a la morena.

S. Rachel ya te traje tus… -abrió la puerta y vio a todos en la sala, dio unos pasos hacia atrás y cerró la puerta.

E. Espérame Santana –corrió a la puerta y salió rápido.

S. ¿Qué paso Ethan? –se sentó en la escalera.

E. Pues parece que le llegaron de sorpresa, Quinn ni siquiera me dejo cenar

S. Tengo los nachos de Rachel –se los ofreció al chico.

E. Pero se va a enojar si me los como

S. Después de esto ni se acordará – Los chicos empezarón a reír, Ethan tomó los nachos y se los comenzó a comer.

E. Estos nachos tiene mucho queso… ¿Qué paso con la dieta de frutas y verduras que llevaba?

S. Hace meses que la dejo, solo se chiquea cuando viene Quinn –los dos estaban riendo.

Hiram y Leroy se acercaron a abrazar a su hija, Judy hizo lo mismo con su hija.

L. Te sienta muy bien el embarazo

H. Te ves preciosa –Rachel no dejaba de llora pero a la vez sonreía.

R. ¿No están decepcionados de mí?

L. No nunca pasará eso

H. Una nueva vida siempre es maravilloso

L. Lo que si es que nos hubiera gustado saber desde el inicio y acompañarte en el proceso

J. ¿Estás bien?

Q. Si, un poco nerviosa por Rachel, porque los síntomas son diferentes a lo que yo viví

J. ¿Se ha sentido mal?

Q. No, lo normal, la agota mucho y siempre tiene sueño, los ascos y mareos los estoy teniendo yo

J. Es normal por el intercambio de fluidos, cuando estaba embarazada de ti lo mismo le pasaba a tú papá

Q. Pero es genial, un bebe de las dos –ya las cosas se habían calmado, los padres de Rachel ya estaban sentados en los sofás y le acariciaban la pancita.

J. ¿Y qué les ha dicho el medico? –volteaba a ver a Rachel.

Q. Nada, no hemos visto a ninguno

L. ¿Por qué? ¿Eso es muy irresponsable Quinn? Tienes que pensar en la salud de Rachel y del bebe

R. Vieron lo que sucedió hace un momento, no podemos arriesgarnos

J. ¿Tú papá sabe de esto? –le preguntó a su hija la cual negó con la cabeza- tenemos que decirle, el conoce mucha gente, seguramente sabrá de alguien que nos pueda ayudar –tomó el teléfono y se alejó un poco y comenzó a hablar.

H. ¿Y cómo sucedió esto?

Q. Pues… es que Rachel y yo… -Rachel tosió interrumpiendo a su esposa.

H. Olvídalo, no quiero saber –Leroy volteo a ver a su esposo.

L. ¿Entonces supongo que no saben qué es?

R. Quinn cree que es una niña, pero yo sé que es un niño –Quinn se sentó junto a su esposa y comenzó a acariciarle la pancita.

H. Por la forma que tiene yo estoy de acuerdo con Rachel

L. No importa si es niño o niña mientras este sano, además me alegro que haya pasado así seré abuelo joven

J. Tú padre viene para acá –se acercó a la morena y la abrazó- déjame verte, te ves preciosa.

R. Pero estoy engordando

J. Es normal y prepárate porque aún falta… y a esto ¿Cuántos meses tienes?

Q. Cinco –susurró.

L. ¿Cuándo se enteraron?

R. El día de la ceremonia –Los padres mostraron un semblante triste.

Q. Perdonen, buscábamos la manera de contarles lo que nos sucedía, queríamos involucrarlos pero no sabíamos cómo hacerlo

L. No es la primera vez que nos ocultan algo, pero esto es mucho más grande. Ahora que serán madres es una mayor responsabilidad ya que tendrán una persona que dependerá de ustedes, no pueden tomar las decisiones tan a la ligera, nosotros no les podemos reclamar que no nos hayan contado porque ustedes son una pareja y habrán tenido sus motivos y hablo por los tres –volteo a ver a Hiram y Judy –si nos duele porque se supone que somos una familia pero no mal interpreten esto porque también nos pone muy felices esta noticia

S. ¿por qué no corrimos a una de las habitaciones? Me estoy congelando

E. Pues yo no siento nada… si quieres te puedo abrazar

S. Ni lo pienses – se abrazó a si misma- bueno abrázame, pero pienses que es algo más

E. Claro que no –se acercó a Santana y la abrazó- además no eres mi tipo.

Ru. Buenas noches –les dijo al pasar junto a ellos. Santana y Ethan se vieron mutuamente. Tocó la puerta, Quinn le abrió-¿Qué sucede? ¿Qué era eso tan importante? –abrazó a su hija. Entró a la casa y vio a todos en la sala sentados.

Q. Te tenemos que dar una noticia –volteo a ver a Rachel- Rachel está embarazada

Ru. Creí que esperarían para la inseminación

Q. No fue necesario papá

Ru. ¿Qué me estas tratando de decir?... ¿es tuyo?

Q. Si, algo… el fuego lo hizo

J. Russel, Rachel está teniendo los poderes de Quinn por el embarazo, nosotros nos enteramos hace unos momentos y también deberías de saberlo tú… -Judy le contó todo lo que se acababan de enterar.

Ru. Rachel, hija ven –abrazó a la morena y se le quedo viendo a la panza- felicidades a las dos

R. Gracias

J. ¿Conocerás a alguien que pueda revisar a Rachel? No han ido al médico por obvias razones

Ru. Quinn, debieron de haberse puesto en contacto conmigo, siempre hay alguien para este tipo de cosas de confidencialidad, debieron haber revisado a Rachel desde el principio

J. Calmate Russel, ya les dijimos eso desde el principio

Ru. Déjame ver con mis contactos –tomó su celular y se alejó.

S. Muero de frío –dijo pasando por la sala seguida de Ethan- estaré en la habitación

R. Dame mis nachos Santana

E. Dijiste que no se iba a acordar

R. ¿Te los comiste? –volteo a ver al chico.

S. Gracias Ethan… ya tienes aquí a tu esposa para que vaya a comprarte más –camino más rápido escaleras arriba seguida de Ethan.

Q. Ahorita yo voy a traerlos –le dijo a su esposa y la abrazó.

Ru. Mañana tienen la cita –agarró un pedazo de papel y anoto la dirección- nos vemos ahí a las doce, yo me retiro porque Nicole se quedó sola con él bebe, cuando le cuente le encantará la noticia –empezó a reír- nos vemos –le acaricio la pancita a Rachel- cuídame al pequeño Fabray

Russel se fue dejando a los cinco nuevamente, Rachel les mostró las fotos que se había tomado los primeros meses, Santana y Ethan se unieron a ellos.

R. No puedo creer que te hayas comido mis nacho Ethan

E. Perdón Rachel, creí que ya no los ibas a querer –decía avergonzado- aún tengo hambre

Q. Iré a traerte unos –iba hacía la puerta.

J. No deberías de salir así –la rubia vestía un pantalón deportivo, una playera y unos tenis- afuera está nevando

Q. Pero no tengo fri… iré por un suéter –fue a su habitación y mientras tomaba uno la voz de su esposa la distrajo.

R. Te voy acompañar –agarró su saco.

Q. No, no. Está haciendo demasiado frío quédate aquí no tardaré –terminaba de subirse el cierre de la chaqueta.

R. No quiero sepárame de ti, iré contigo. Me quedaré en el auto –dijo tomándola del brazo.

Q. Está bien, vamos pero promete que te quedarás en el auto

R. Lo prometo –se acercó más a la rubia y la beso.

Las chicas subieron al auto, los padres primero se opusieron a que la morena saliera con ese clima pero las chicas ya lo habían decidido así que no les quedo de otra que aceptar la decisión de ellas.

Q. ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien por esto que acaba de suceder?

R. Si amor, se me quito un peso de encima –puso su mano en la pierna de la rubia quien ya comenzaba a conducir- ¿y tú?

Q. Estoy feliz de cómo lo tomaron y me emociona ir al médico, será la primera vez que veamos a nuestro bebe

R. ¿Te quedarás esta noche?

Q. No lo sé, a mi me encantaría pero no puedo disponer del tiempo de Ethan

R. Me lo debe por haberse comido mis nachos –la rubia solo se rio, ya estaba estacionándose fuera de la tienda.

Q. Espera no tardaré –salió del auto y fue a comprarle el antojo a su mujer. Unos minutos más tarde regreso y le entregó lo que había comprado.

R. Gracias –comenzó a comérselos- desde ayer tenía antojo pero Santana no había querido ir a la tienda

Q. Por cierto ¿Cómo has visto a Santana después de la ruptura? –encendió el auto y comenzó a conducir.

R. Bien, no quiere hablar mucho de ello, algunas veces la noto triste, le marca a Brittany pero nunca le contesta -le contaba a su esposa mientras seguía comiendo- el otro día estábamos viendo una película y se puso a llorar y termine llorando con ella –Quinn volteo a ver a su esposa con ternura- ¿Te ha contado algo Brittany? ¿Por qué termino con ella?

Q. Según lo que entendí fue que terminaron por que su relación estaba afectando el desempeño de Santana en la universidad, no iba a clases por que se quedaba dormida ya que platicaban toda la noche, ya sabes por la diferencia de horarios y pues Britt no quería eso para Santana

R. ¿No le has dicho a Brittany que Santana dejo la universidad?

Q. No, eso es cosa de ellas, cuando están listas hablarán –se estacionaba ya dentro del estacionamiento de los departamentos.

R. ¿Terminaste de estudiar? –Quinn le abrió la puerta del auto y le ofreció la mano.

Q. Ya había estudiado, solo estaba repasando –abrazó a la morena- si no fuera por ese examen, no me movería de tu lado –entraron al elevador.

R. No sé por qué ese maestro la agarró contra ti

Q. Según lo que me enteré debo de agradecérselo a mi padre, fueron compañeros en Yale y no lo trataba muy bien

R. Pues que poco profesional de su parte –salieron del elevador- tú no eres como el

Q. Solía serlo Rachel –abrió la puerta del departamento. Rachel entró y un olor apetitoso hizo que caminará rápido a la cocina, Judy había hecho la cena y le cocino la comida favorita de la rubia.

R. Quinn esto es tú culpa –le gritó desde la cocina, en la mesa había un plato que desprendía ese aroma, era un plato con tocino asado del cual Rachel no podía quitarle la vista de encima.

Q. No sé de qué hablas –respondió entrando a la cocina.

S. Parece que el pequeño Quinn heredo el gusto por el tocino –comenzó a reír junto con Ethan y Judy.

H. Es normal hija, son antojos

R. Pero huele tan rico y yo no como carne, soy vegana ¿recuerdan?, siempre lo he sido pero se me antoja tanto y… -comenzó a llorar, Quinn la abrazo.

Q. ¿Qué te parece si hacemos un trato?, yo dejo de comer cualquier alimento que provenga de un animal para que tú puedas comer todo lo que se te antoje, no debes de sentirte mal, no eres tú es el embarazo

R. No lo sé

Q. Esta no será la última tentación que tengas –le acaricio la espalda- ¿Tenemos un trato?

R. No Quinn, no puedo hacer eso –corrió a su habitación.

S. De lo que se pierde –siguió comiendo.

Q. ¿Tienes algún problema si nos fuéramos mañana Ethan? –preguntó al chico que seguía entretenido con su cena.

E. No para nada, mientras sea temprano y lleguemos al examen

Q. Si, gracias –comenzó a tomar algo de fruta y cereal para llevarle a su esposa.

S. Ni creas que dormirás conmigo grandulón

Q. Pues se pondrán de acuerdo para saber dónde dormirán

J. Pues que se pongan de acuerdo entre ellos, Frannie no debe de tardar en llegar, me iré a dormir con ella

Q. No es necesario mamá, aquí hay espacio solo es cuestión de ponerse de acuerdo

J. No Quinn, me iré con tu hermana, quiero pasar tiempo con ella y tú sobrino, mañana vendré para acompañar a Rachel al medico

Q. Bueno –tomó leche del refrigerador- entonces se acomodan para dormir, iré a llevarle de cenar a Rachel, se quedan en su casa –fue a su habitación a buscar a la morena quien estaba acostada en su cama, había dejado de llorar, solo estaba pensativa- Te traje de cenar –puso la charola en la mesita de noche.

R. Gracias Quinn pero no tengo hambre –respondió sin moverse.

Q. Tienes que comer, tú y él bebe necesita vitaminas –se sentó a su lado- Si no quieres comer carne no comas, no pasa nada

R. No es eso Quinn… Estoy ansiosa y a la vez preocupada por lo que nos puedan decir mañana en el medico, quiero saber que nuestro bebe está bien –se sentó en la cama.

Q. ¿Crees que podremos verlo? –le acaricio la pancita.

R. ¿Tú crees? No lo había pensado –le dio un beso y sonrió.

Q. Es una posibilidad, tal vez y también podremos saber el sexo

R. Y así sabrás que tengo razón Quinn

Q. Ya lo veremos –recostó su cabeza en las piernas de su esposa- ¿Y qué fue eso del fuego? ¿Te dolió? ¿Te sientes bien? ¿Te lastimo?

R. No sé –le acarició el cabello rubio- nunca me había pasado, quizá porque me puse muy nerviosa aun que cuando me enteré que estaba embarazada mis ojos estaban dorados

Q. ¿Por qué no me contaste?

R. Lo del embarazo ya no lo recordaba, pero no me dolió… bueno solo un poco el brazo, aun siento un leve dolor

Q. Eso es normal, ya se quitará

R. Pero no me tomó por sorpresa, ya lo esperaba, dentro de nuestra normalidad eso se venía venir- le dio un beso en la cabeza- digo de alguna forma se concibió al bebe y mucho o todo mejor dicho fue por el fuego

Q. ¿Crees que él bebe vaya a heredar el fuego? –Se levantó quedando sentada en la cama y veía a los ojos a Rachel.

R. Eso no me preocupa por qué sé que estarás allí si eso llegará a suceder –le tomó la mano- y eso será normal porque eres su mamá

Q. Bueno de eso me preocuparé cuando llegué el momento… mientras es necesario que comas –se estiro para tomar la bandeja de comida pero la morena la detuvo.

R. No tengo hambre Quinn, solo quiero que me abraces y me beses –la jalo de la mano para terminar las dos acostadas en la cama, Quinn la abrazó. Rachel comenzó a besar a su esposa, los besos fueron tornándose más apasionados y comenzó a acariciar por debajo de la playera de su esposa que al sentirla se separó un poco- ¿Qué? –sus ojos estaban dorados, la rubia al verla sonrió y la acarició- No quiero caricias Quinn, quiero sexo

Q…. –la rubia se quedó sin palabras- es tentador Rachel… pero… no…no… no voy hacerlo, no en este estado, nuestro hijo está aquí, podríamos hacerle daño

R. Como quieras –se dio la vuelta- pero cuando tengas ganas lo mejor será que recurras a métodos manuales por esto que me haces pasar –la rubia comenzó a reír- Deberás de aprovechar ahora que también tengo fuego y hacerte disfrutar y sentir lo que tú me haces a mi cuando utilizas la mano encendida –la rubia dejo de reír, sus ojos se tornaron dorados- y por tus ojos veo que tienes las mismas ganas que yo

Q. Nunca dije que no tuviera ganas, suena pervertido pero embarazada te ves más hermosa pero piénsalo amor, no es el momento, la casa está llena de gente entre los que están tus padres y mi madre, mañana tengo un examen muy importante del cual depende que me pueda quedar todas las vacaciones contigo y si lo hacemos será por toda la noche y seguramente no me levantaré en la mañana y afectaré a Ethan que todavía nos está haciendo el favor…. –la morena la interrumpió.

R. Ya, ya, no me convences rubia pero por hoy me conformaré con besos y caricias ¿Eso so podemos? –volvió a darse la vuelta.

Q. Eso si –la abrazó y volvió a besarla.

Después de algunos besos, abrazos y bloqueos a las intenciones sexuales de Rachel la morena se quedó dormida, Quinn tomó la cena intacta y bajo a la cocina a llevarla. En la sala estaban Ethan y Santana estaban acostados en el sofá cama, la rubia al verlos se quedó parada viéndolos.

S. Sigue tu camino, aquí no hay nada que ver, hace mucho frío y es bueno dormir acompañada

Q. Yo no dije nada, solo vine a traer esto y desearles buenas noches –solo se escuchó el ronquido del chico, la rubia sonrió y siguió su camino.

Espero les guste el inicio de esta segunda parte, gracias a todas las personas que leen y dejan sus comentarios