N/A: Holas a todo el mundo! Aquí me reporto con un fic nuevo, antes tenia la ilusión de publicar un fic crossover pero la mala pata es que son de tres series y aquí se puede solo de dos…así que veré como hacer para publicar, pero de que lo publico lo público. Pero mientras hago ese tramite, les dejo un fic, que hace tiempo que lo tenia pensado escribir es un two-shot algo triste, espero que les guste.
Discalimer: VK no me pertenece (T_T por que la vida tiene que ser tan cruel!) el fic si me pertenece si ven algún parecido con otro es mera merita coincidencia, o el "pensamiento universal" como lo llaman. Es YAOI (chico x chico) si te gusta pasa a leer, si no te gusta…el botón de atrás esta en la pantalla no es complicado.
Cadenas
Cap1.-Zero Kiryu
La mañana pasaba más lenta de lo que acostumbraba, al menos para cierto amatista.
Quizás Dios lo había maldecido.
Si; tenía que ser eso ¿por que entonces de otra manera podría explicar su miserable suerte en la vida?
Una mujer vampiro mato a sus padres sin compasión alguna.
Esa mujer lo convirtió en lo que mas odiaba; un vampiro de nivel E, el más bajo de todos los niveles.
Su hermano lo traiciono y se fue con la autora del crimen contra sus progenitores.
Y como si fuera poco, era dependiente a la sangre de una maldita sanguijuela.
Kaname Kuran.
El líder de todos los vampiros.
Un hombre de porte elegante, alto, largos cabellos castaños, piel blanca, ojos color borgoña que destilaban elegancia y sensualidad, ya no haría falta decir que era un hombre muy apuesto, ante su sequito era el líder innato para ellos, lleno de porte y belleza.
Antes los estudiantes de la academia era un delicioso dulce envuelto en una hermosa envoltura.
Ante el director cross era un modelo a seguir de estudiante, bueno, responsable y noble.
Y ante su hermana adoptiva Yuki; él era gentil, bondadoso, el hombre prefecto para ella.
Para todos los que le rodeaban.
Era "Perfecto"
Pero no para el amatista.
¿Por que?
Por que sabia de la verdadera naturaleza de Kuran, sabia como era en detrás de esa facha de susodicha perfección.
Era alguien egoísta, atrevido, déspota, frió y calculador.
Los humanos no le importaban, solo le importaría alguien si fuese parte de su tablero; como el.
No le importaba lastimar a alguien si con eso lograba su cometido.
¿Por qué Zero pensaba todo eso de Kuran?
Este dependía de la sangre que el le daba, para evitar caer en la locura y terminar lastimando a personas inocentes. Lastimosamente; Kuran dio su sangre a cambio de algo que ni el mismo cazador se esperaba…
El cuerpo del cazador.
Zero se entregaba a Kuran cada vez que el vampiro lo desease.
Ese era el porque de esa pregunta ¿Que clase de persona "Perfecta, de sentimientos buenos y nobles" pediría a cambio el cuerpo de otra?
Sin embargo las cosas fueron muy distintas de lo que se imaginaba. Este creía que el vampiro seria un animal insaciable, que lo haría sufrir de maneras inhumanas, solo para saciar su apetito de demonio sexual.
Sin embargo las cosas fueron muy diferentes.
Kuran lo besaba, acariciaba y susurraba palabras dulces o atrevidas cual amante enamorado. El amatista se sentía muy confundido por lo que estaba pasando, su corazón latía muy rápido se sentía perdido cuando se entregaba a los brazos del castaño, como si deseasen ser uno solo.
No le costo mucho trabajo saber que era amor lo que sentía.
Pero jamás lo admitiría.
¿Por que?
Que un vampiro lo haya derrotado era un insulto, que lo haya mordido fue una humillación, pero haberse enamorado de un vampiro que era el líder, era la deshonra para la Asociación de Cazadores y para su clan.
Sin embargo ¿que hacer?
Nada, Zero no podría hacer nada.
Solo callar sus sentimientos y seguir hablando al castaño con palabras venenosas.
No demostrare afecto, solo frialdad.
Solo así el vampiro lo dejaría en paz.
Además que odiaba al vampiro con la misma fuerza con la que le quería.
Esas cosas pensaba mientras se encaminaba hacia su cuarto, y sin darse cuenta ya estaba frente al las rejas de las habitaciones de las habitaciones de la luna centrándose específicamente en una.
Zero; por un tiempo había cruzado esa reja, pero habían pasado 1 mes; la última vez que lo vio fue cuando Kuran estaba dormido después de haber hecho el amor con este.
Por que eso fue lo que hicieron, muy a pesar de la oposición del menor. Observo por ultima vez el rostro del mayor que lucia tan apacible mientras este dormía, no supo ni como, pero dio al neófito un ultimo (según él) beso, fue casto y suave, tomo sus cosas y se marcho de la habitación.
Desde que decidió de dejar de ir, la sed era más poderosa, y solo podía conformarse con las horribles pastillas y eso no era lo peor.
Estaba muy confundido acerca de lo que estaba pasando. Extrañaba las caricias y besos de ese vampiro, que lo atormentaba en sus sueños.
El suave tacto de sus labios.
Las caricias.
La pasión desenfrenada al juntar sus cuerpos.
El llegar al clímax juntos.
Pero debía de reprimir esos sentimientos que lo carcomían por dentro y alejarse de él si podía permanentemente.
Sin embargo las cadenas que lo sujetaban a la eterna existencia del neófito eran muy fuertes, en sus piernas y en sus manos dándole la imposibilidad de poderse librar.
Las cadenas en sus piernas simbolizaba que no tenia a donde ir, las manos por que no podía matarlo, de tener el poder lo tenía pero el querer era muy diferente y eso era lo que más lo molestaba pero debía aceptarlo.
¿Que más lo encadenaría a ese tipo?
¿Qué otro acontecimiento tendría que suceder para amabas existencias estuviesen atadas permanentemente?
Pensaba mientras abría ese sobre de papel que contenía algo escrito por su doctora de antaño, que también era su amiga, al parecer el cazador no se sentía del todo bien los últimos días, y este le mando una carta escrita por el mismo expresando el resultado de los análisis, abrió el blanco sobre y leyó lo que estaba impreso en el, una triste sonrisa se esbozo en su rostro mientras lagrimas caían y delineaban sus pálidas mejilla, se recostó en su cama volviendo a leer el mensaje, arrugo la carta y la dejo caer mientras el caía en los brazos de Morfeo...fue...una agridulce noticia.
Continuara…
