Todas las mañanas se despertaba tranquilo apagaba su despertador, se levantaba mientras contaba hasta cinco y simplemente se hacia un lado esquivando eficientemente la patada matutina de su padre si

Cada mañana era lo mismo, se despertaba tranquilo, apagaba su despertador, se levantaba, mientras contaba hasta cinco y simplemente se hacia un lado esquivando eficientemente la patada matutina de su padre si... otro día como cualquier otro…

Para Kurosaki Ichigo de 17 años esa era la rutina de todos los días, mientras desayunaba ignoro la discusión entre su padre y su hermana, salio de su casa gruñendo un par de palabras como despedida, cerrando la puerta, camino lentamente hacia la verja donde se encontraban con sus amigos Keigo y Mizuiro, también esquivando el ataque del primero y pasando olímpicamente del berrinche de este.

Escuchaba a medias la discusión de sus amigos mientras se limitaba a contestar con monosílabos, gruñidos o golpes de ser necesario, tal vez lo estaban molestando demasiado con esa tal Orihime , no entendía muy bien la conversación pero por ese rumbo iba, acerca de ciertos atributos o algo que no entendió muy bien.

Al caminar a las escuela el joven pelinaranja volvió a perderse en esos pensamientos que tanto habían rondado desde la muerte de su madre, siempre hubo un oculto deseo en su corazón algo que no encajaba en su vida siempre sentía lo mismo, sentía que debía esperar por algo o alguien, alguien que detuviera esta vida tan agobiante pero ¿Porqué tendría que ser diferente? ¿Qué estaba esperando?

Sin prestar al atención al dialogo de sus amigos hasta que llegaron al instituto, ni tampoco al alegre saludo de Orihime, se sentó en su banca y miro hacia la siempre vacía carpeta de alado y nuevamente una sensación extraña le invadió una melancolía de la que no pudo reconocer su origen, hace mucho ya se había resignado a solo ser un observador mas, había al fin, después de años, había logrado lidiar con su impotencia de algún modo, decidir estudiar medicina había calmado sus ímpetus de protector frustrado y había reducido su tristeza hasta hacerla crónica y llevable pero a veces volvía con fuerza como oleadas: al ver la luna llena blanca y pura, al ver unos ojos azules profundos, al sentir la nieve quemando en su rostro, al ver a unos conejos era extraño como si esas cosas sin aparente relación alguna le traerían remembranzas de algún lugar mejor pero cualquier esfuerzo por atar cabos acababa en un fiasco total lo único que quedaba era esa extraña melancolía y las ganas de gritar el nombre de ese alguien que nunca conoció pero nunca olvidara.

Weeee no sean duros conmigo es mi primera vez escribiendo un fic ;;

Ustedes dirán: y esta que se ah fumado?? Jeje solo imagine como seria la vida de ichigo si por algun motivo olvida a Rukia y me salio esta cosa extraña se que me falta mucho para escribir un fanfic decente como los que eh leído por acá pero como dicen por ahí pasito a pasito llegare. Acerca del titulo: ya que Ichigo también es quince( ichi 1 go 5) ergo hare 15 drabbles(que original!! --) todos enfocados en ichigo por supuesto que ichiruki, o por lo menos eso pienso hacer si sigo viva y no me distraigo con una mariposa o cosas brillantes sin mas que decir aparte de: dejen comentarios por favor!!uu se los agradecería mucho! Alguien ilústreme esto es un vicio no?? O-O