¡Hooola! Mis queridas, aquí estoy otra vez con un pequeño fic sobre Ron y Hermione, ¡cómo no! Se trata de una serie de viñetas basados en los desafíos permanentes del foro "La noble y ancestral casa de los Black". El reto se basa en que ellos me han dado cinco emociones distintas y yo debo escribir cinco viñetas basadas en ellas. Las que a mí me han dado (ya las iréis descubriendo) me han servido para hilar una pequeña historia sobre mi pareja favorita en el mundo entero. La primera emoción es la negación. Aquí empieza esta pequeña historia :3

Para hacerlo oficial diré las palabras mágicas: este fic ha sido escrito para los "Desafíos" del foro "La noble y ancestral casa de los Black". Ahora sí, ¡a leer!

Disclaimer: Todo lo que podáis reconocer, pertenece a a J.K. Rowling.


Only if you told me to

Capítulo 1: Negación

No podía ser. No. Ni hablar. Se negaba. Rotunda y categóricamente. Es que no le daba la gana. No podía estar enamorándose de Ron.

Abatida, Hermione se dejó caer sobre la cama. Acababa de pasar varias horas en los entrenamientos del Ejercito de Dumbledore y, en medio de toda esa vorágine, en medio de aquel duelo que habían tenido Ron y ella, había tenido una revelación. Bueno, en realidad, la revelación había sido más parecido a estrellarse contra una pared. Y, cuando había conseguido que todo le dejase de dar vueltas, se había dado cuenta de que estaba enamorándose de Ron, y que ya no podía pararlo.

Había sido tal el terror que había sentido que se le había caído la varita al suelo de forma estrepitosa. Tardó varios segundos en reaccionar y agacharse a coger la varita. No fue mucho tiempo pero el suficiente como para perder la concentración y que todos la mirasen de forma extraña. ¿Desde cuándo Hermione Granger era una patosa? Ella sabía la respuesta, por mucho que no quisiese creerlo. Porque, simplemente, no podía ser. Era imposible. No tenía sentido. Y Hermione nunca había sido partidaria de las cosas que no tienen sentido.

Y, ahora, venía Ron y rompía todos sus esquemas.

Eso es lo que siempre hacía Ron. Romper todo. Como el año pasado, y era Navidad, y había un baile porque era el Torneo de los Tres Magos, y ella, como una tonta, había esperado que, quizá, solo quizá, Ron le pidiese que fuese su pareja. Pero, como siempre, lo había tenido que estropear todo, porque él solo pensaba en invitar a salir a las alumnas de Beauxbatons, que eran guapas, y tenían el pelo rubio y lacio, y se movían como cisnes, y no eran ella, porque Ron ni siquiera se había dado cuenta de que era una chica, y solo la había invitado al baile como último recurso porque no había conseguido ninguna cita. Y le dolió. Y se enfadó. Se enfadó con Ron porque, encima, le había montado el numerito por ir con el rival de Harry, y habían peleado, y ella se había descubierto un poco cuando le dijo que la próxima vez la invitase al baile como primera opción, y él, cómo no, se había hecho el loco, y ella había terminado llorando en su habitación hasta que se había quedado dormida.

Debería haber sido una pista. Con lo lista que era, tenía que haberlo sabido. Debería haber sabido qué significaba. Pero no había querido hacer caso a esa vocecita que tanto le recordaba a la de ese grillo de una película de dibujos que le advertía lo que estaba pasando dentro de ese órgano alojado en su caja torácica. Se convenció de que habría tenido la misma reacción si todo hubiese pasado con Harry. O quiso convencerse de ello. Porque, en el fondo, siempre supo que, si para ella fuesen lo mismo, hubiese esperado que Harry la invitase al baile. Y, en cambio, no lo hizo.

No estaba preparada para asumir qué era lo que pasaba, que le empezaba a gustar Ron como algo más que como un amigo, que era posible que eso llevase sucediendo ya un tiempo, así que lo ignoró por completo. Desechó ese sentimiento a un lado y se prometió no volver a pensar en él. Y ella era una chica de palabra. Ella conseguía todo lo que se proponía. Era organizada, y disciplinada, y si se prometía no pensar en Ron como algo más que un amigo nunca más, eso es lo que iba a hacer. Pero parecía que no era una chica tan de palabra como ella pensaba, porque los sentimientos que tenía por Ron parecían ir por su cuenta, sin contar con ella en absoluto.

Porque, aunque había tratado de destruirlo, e ignorarlo, hoy todo eso la había golpeado con tal fuerza que si alguien le hubiese preguntado, lo hubiese soltado todo a bocajarro. Gracias a Merlin, la gente no preguntaba. O quizá no hacían preguntas porque ya sabían la respuesta. Esa posibilidad le daba más miedo todavía.

Había veces, como aquélla, minutos robados a la negación constante en la que vivía, en las que se preguntaba cómo era posible que hubiese ocurrido. No tenía ningún sentido. ¡Si se pasaban la vida discutiendo! Es que... ¿cómo iba a gustarle cuando ni siquiera podía mantener una conversación civilizada con él sin empezar a pelear?

Y, aunque no discutiesen, seguiría sin tener sentido. Ron era un desastre, y comía con la boca abierta, y no hacía los deberes, ¡y siempre llegaba tarde! Era despistado, e infantil, y tenía la sensibilidad de una cucharilla de té. No tenía dedos suficientes en las manos y los pies para enumerar todas las cosas que le sacaban de quicio de él. Por eso no se explicaba cómo, aun así, se le llenaba el estómago de grindylows y las rodillas le temblaban como si fuesen un postre de gelatina.

Quizá eso significaba que su parte inconsciente ya había aceptado lo que le pasaba con Ron, por mucho que la parte de ella que no estaba loca siguiese en sus trece negando lo que su inconsciente ya consideraba una batalla perdida. Por eso pensó que, quizá, tal vez, si lo escondía en la parte más remota de su cerebro, si no lo decía en voz alta, en realidad, era como si no existiese. Y podía seguir fingiendo que todo eso que sentía por Ron, que le quemaba las entrañas y la desconcentraba de forma tan ridícula como en el duelo, no existía.

Porque las cosas no son hasta que no se dicen, y ella no pensaba decirlo.


¡Ta chaaaaán! Y hasta aquí llega la primera viñeta con la emoción de la negación como eje. ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿No os ha gustado? ¿Creéis que está bien escogido este momento para representar la negación? Quiero saber todo lo que opináis sobre esta viñeta, así que hacédmelo saber en un review. Solo tenéis que rellenar el cuadradito que tenéis ahí abajo *_*

Aprovecho para hacer publicidad (jijijiji) y decir que el segundo capítulo del fic "Yo, mi, me... contigo", un James&Rose, ya está subido. Así que pasaos y decidme qué os parece, ¡estoy muy ilusionada con esa historia! Espero que os guste :3

También aprovecho para recordar mi twitter (basileyas), que siempre tengo intención de dejarlo y me acuerdo cuando ya he publicado. Allí suelo ir avisando de las actualizaciones y nuevos fics en los que me pongo a trabajar, y cuento (como todo el mundo XD) cosas sobre su vida en general. Así que si os apetece, allí me vais a encontrar.

Eso es todo, muchachas y muchachos. Ya me despido. Que todo os vaya bonito.

Un beso y un achuchón, Basileya