Nota: Este FF es toda una mezcla; surgió de una pequeña idea de esta descabellada mente (moi) y, está dedicado a todas las fans de Smallville (Si alguien no conoce esa serie, bueno, pues va a requerir un poco de esfuerzo el comprender al 100 por 100 toda la historia, más no es imposible).

Jamás he visto un FF con esta pareja (No, no tiene nada de Slash ni Yuri) así que quizá sea algo extraño. Pero he pensado que una innovación vendría bien ^_~ (Bueno, mejor ignoren lo último ¬¬)

Así que en conclusión....

AVISOS:

+ Pareja rara

+ Crossover (Fusión de dos o más series, películas, libros, etc.) Smallville/Harry Potter

+ PG-13

+ Review requerido XD (Bueno, tengo que tratar ¿No creen? =P) Ok, ok., tnx les presento mi FF XD.

Hazel & Brown

¿Qué tan lejos puede llevarte la deserción?...

T r a c k 1 : Lonely Souls (4:00)

"1"

--------------------______Flashback______-----------------------

- Bienvenida a su palacio, mylady- la mujer hizo una exagerada reverencia y se alejó, riendo a carcajadas, dejando a la otra chica sola.

Ésta sólo emitió un ligero suspiro mientras observaba con ojo crítico su "palacio", que no era más que una especie de casa-departamento situado en un lugar muy estratégico, supuso que para que no tuviese dificultades en llegar a su trabajo.

Dejó la pequeña maleta que la había acompañado durante toda su travesía en el suelo y comenzó a dar vueltas por su nuevo hogar.

Lindos muebles, linda cocina, lindos cuartos... se dejó caer sobre un sillón.

¡Era cierto! pensó amargamente ¡Iba a tener todas las malditas cosas que necesitara!. Su estómago manifestó la necesidad de alimento, obligándola a hurgar en la cocina.

Bueno, también era cierto que habían puesto t-o-d-o a su disposición; pensó mientras devoraba una manzana. Había comida en la nevera, sartenes, vajilla, (hablando de la cocina); las habitaciones tenían las camas hechas, además de algunos cobertores; inclusive había un pequeño armario con escobas, trapeadores y un sin fin de utensilios de limpieza.

Tomó una naranja y la peló; eso era un cambio positivo, sin importar el costo. Porque después de tanto tiempo de estar cazando hasta el último centavo con tal de completar para poderse tomar un café en lugar del desayuno, era una bendición tener un hogar estable (de alquiler, pero estaba segura de que no lo iba a perder) con la nevera llena y una fuente digamos, estable, de recursos económicos.

Y volvía al centro de toda la problemática, es decir, su nuevo empleo.

¿Qué diría su madre si la viera en esos momentos? Seguramente se la llevaría arrastrando del cabello hasta Inglaterra, pensó con una risita.

¿Y sus hermanos? ¿Su padre?. El estómago se le contrajo y soltó la fruta, asqueada.

Respiró profundamente; tampoco era tan malo. No, estaba exagerando. Ni que se hubiese prostituido o algo así, sólo trabajaba en un bar; común y corriente... y además pagaba muy bien.

Y, como bonus, no iba a tener que preocuparse por ninguna necesidad material.

Decidido: eso valía la pena.

------------------_______Flashback's end______----------------------

La pelirroja se rió mientras abría la puerta de su casa; siempre se acordaba de eso. Y eso que ya tenía siglos viviendo ahí. Casi tanto tiempo como el que tenía trabajando en The Hell's Kitchen, sólo una semana de diferencia... y de eso ya hacía como 3 meses.

Bostezó, eran las 4 de la madrugada. Se puso el pijama y se acostó. Le había tocado cerrar esta vez, así que realmente necesitaba el descanso.

Definitivamente era sólo otro día en la vida de Virginia Weasley, pensó antes de caer en los brazos de Morfeo.

Algunas horas más tarde, la pelirroja despertó, completamente renovada y lista para el nuevo día, aunque técnicamente éste había comenzado 14 horas antes, pero para ella era como si acabara de empezar.

Se levantó, cambió y, tras comer algo de pizza, salió a hacer la compra (N/A el mandado, de compras, a aprovisionarse, no sé cómo llamen a ir al supermercado), cosa que tenía su chiste ya que no era tan fácil conseguir un taxi o tomar el bus estando completamente cargada con las pesadas bolsas.

El supermercado muggle era un lugar tan interesante, rió mentalmente por su sarcasmo. Aunque no se imaginaba alguna tienda mágica que le pudiera hacer competencia.

Eran universos completamente diferentes existiendo en el mismo lugar, por extraño que sonara. Pensó mientras deambulaba por el lugar, poniendo lo que necesitaba en el carrito. Lo pagó y, haciendo uno de esos esfuerzos sobrehumanos que se "tienen" que hacer a veces, comenzó el regreso a casa (cargando todo).

Era tarde, y no se veía ningún taxi. Tal vez podría tomar el tren subterráneo, pero para eso tenía que cruzar unas calles más; llegó al semáforo que estaba en la esquina y tuvo que esperar unos momentos; una motocicleta se detuvo frente a ella. Un chico pelinegro la conducía, pero no tenía el aspecto típico de los motociclistas de por ahí, llevaba la chaqueta negra de cuero, las gafas oscuras y todo, pero había algo en él que no encajaba.

- Hola preciosa- 'Ah, genial. Otro que se quiere hacer el listo' Se volteó dispuesta a darle su merecido, el tipo se había quitado las gafas 'Oh, por Merlín, qué ojos'. Tragó saliva. ¿De qué color eran? ¿Verdes, azules?.

- Hola- El chico sonrió. Virginia estuvo a punto de derretirse; tenía una de esas sonrisas que deberían venir con advertencia: "Letal para cualquier chica" (Y no dudaba que para algunos chicos también).

- ¿Te llevo?- Aceleró la moto; ella notó que tenía un anillo dorado con una piedra roja en la mano izquierda. Y estuvo tentada a aceptar, pero sus bolsas lo impidieron. Les lanzó una mirada contemplativa y luego lo miró a él. El chico pareció captar el punto- Oh, qué lástima- otra de esas sonrisas- Quizá la próxima vez-

Ella se lamió los labios- Quizá- le dedicó una sonrisa felina. El chico sonrió de medio lado.

- Bien, hasta entonces cariño- se puso las gafas de nuevo.

- Adiós, cariño- ella sonrió mientras el chico desaparecía en un arrancón.

Virginia se quedó parada ahí un buen rato, babeando (en sentido figurado) hasta que el maullar de un gato la sobresaltó. Era muy tarde; corrió hasta llegar al subterráneo, entro en él (con todo y cargamento) y se desparramó en un asiento.

Sólo tenía que pasar dos estaciones y se bajaría.... el vagón en el que estaba no alojaba a nadie más, así que se acomodó a sus anchas.

Ya faltaba tan sólo una estación... ¡listo!. Tomó su cosas y se bajó (Bueno, sería subió ya que estaba bajo tierra, pero me entienden) a la calle. Corrió las últimas dos cuadras antes de llegar a su casa. Entró (rompiendo su propio récord de velocidad al abrir la puerta) botó las cosas dentro de la nevera; no se fueran a pudrir. Entró a su habitación, tenía 30 minutos para estar en el bar, y aún no se había duchado. Abrió el grifo de la ducha y se bañó en 10 minutos.

¡Demonios! ahora sólo le quedaban 20 minutos; se puso un top desmangado, con cuello de tortuga color terracota, una minifalda negra y botas del color del top. Se peinó, tomó su bolso negro, y salió apresuradamente de la casa, tenía 10 minutos para llegar.

Estaba buscando desesperadamente algún taxi cuando un auto color amarillo quémame-la-retina se detuvo a un costado suyo.

- ¿Problemas mylady?- Virginia reconoció la voz incluso antes de que se bajara la ventanilla, revelando a una exuberante rubia de ojos azules.

- Ah, Candy- susurró aliviada- Eres mi salvación- La rubia sonrió.

- Lo sé, vamos princesa, súbete. Nos espera el escenario- Virginia, antaño Ginny, no esperó más y se subió al auto.

- Ay Candy, muchas gracias- La rubia negó con la cabeza.

- Bueno, somos Hellmates, hay que apoyarnos- y aceleró, perdiéndose entre el tráfico.

La rubia condujo hasta que llegaron a una callejuela saturada de carros; se estacionó, en lo que parecía la única plaza libre del lugar.

- Es tarde, así que supongo que hasta aquí llegamos- le dijo a la pelirroja mientras tomaba su bolso, haciendo ésta lo mismo y ambas saliendo del auto.

- Sí- dijo Virginia- ven, tenemos que apurarnos.- Ambas corrieron por la acera de la calle hasta que llegaron a una puerta con un letrero que rezaba: "The Hell's Kitchen" con letras en color rojo. Candy empujó la puerta y entraron a lo que parecía un abarrotado bar.

El lugar era bastante amplio, cosa que no se apreciaba desde afuera. Constaba de dos niveles, en el más bajo estaba la barra, quedando aún así un gran espacio donde se aglutinaban las personas, y en el segundo nivel había varias mesas y sillas, dispuestas para que los grupitos se reunieran.

Una estruendosa música de rock resonaba por todo el recinto, había varias chicas tras la barra, atendiendo a los clientes. Candy (que vestía unos apretados jeans y una blusa rosa de tirantes) saltó tras la barra, seguida de Virginia.

- Vaya, vaya, pero si son Sweety y Redy- señaló una chica negra- ¿A qué debemos el honor de su visita?-

- Oh, déjalas en paz Mo- contestó una de cabello castaño- ¿Tuvieron algún problema chicas?-

- No te preocupes Sam- contestó la rubia- Sólo se nos hizo tarde-

- ¿Lady Virginia, duquesa de Perfect llegando tarde?- replicó la negra- deben estar bromeando-

- Moesha cariño- la dueña de aquella voz era una chica con aires hispanos- Ya entendimos tu punto; espero que te controles-

- No seas aguafiestas Lala- contestó la aludida- mylady sabe que la quiero- miró a la pelirroja- Pero enserio, ¿Qué te retrasó? Si vives para esta cocina-

Virginia soltó una risita pícara. Todas la captaron de inmediato, lanzándole miradas muy elocuentes.

- ¿Quién era?-

- ¿Vale la pena?-

- ¿Está guapo?-

- ¿Dónde lo conociste?-

Todas preguntaron al mismo tiempo, haciendo reír a la pelirroja.

- ¡Hellmates!- bramó una mujer de mediana edad, con el cabello corto y rubio cenizo- Es hora de trabajar-

- Señora, sí, señora- corearon, haciendo un saludo militar. La mujer sacudió la cabeza y se alejó murmurando algo que sonaba a: ¡Niñas!.

- Parece que a Trish no lo dieron cafeína el día de hoy- Candy se paró en la barra, junto con Moesha, Lala y Sam. Virginia se quedó tras la barra, sirviendo. (N/A Sí, al más puro estilo Coyote Ugly).

Iba a ser otra interesante noche en La Cocina del Infierno. (The Hell's Kitchen) pensó mientras las demás Hellmates, como las llamaban comúnmente, se movían al ritmo de la música.

Ella casi siempre comenzaba en la barra, aunque, a final de cuentas acababa bailando con las demás. Servía y servía bebidas.

Tanta práctica la había convertido en toda una experta, ahora ya no derramaba ni una gota de alcohol; aunque eso a nadie le importara. Pensó mientras veía cómo Moesha bañaba a unos chicos en cerveza, literalmente, para que se enfriaran.

La chica le aventó la manguerilla de la cerveza en un descuidado movimiento. Virginia la atrapó, ya conocía esas costumbres.

Eran pasadas las doce cuando Lala bajó de la barra, bastante cansada.

- ¿Estás bien?- le preguntó Virginia preocupada.

- Ah sí, es sólo que me cansé. Ya sabes, con los exámenes, la tesis y La Cocina, no me queda mucho tiempo para dormir- la pelinegra sonrió.

- Ajá, supongo que no te queda mucho tiempo- murmuró Virginia, Lala estudiaba en la universidad; y trabajaba como Hellmate para poder pagarla, cuando menos. No que ella ni siquiera podía estudiar; porque jamás había ido a alguna escuela muggle. Y así no podía cursar una carrera- Tú quédate aquí- le dijo a la hispana- Yo me ocupo de ellos- le sonrió.

- Gracias Ninia- Virginia sonrió, sólo ella la llamaba así- pero sólo serán unos momentos; soy malísima sirviendo- dijo ella con una mueca. Virginia se rió mientras trepaba a la barra.

Ya arriba, notó que había mucha gente. Demasiada. Mo luchaba con un grupo de universitarios que estaban ebrios, aunque claro, todo disfrazado de una no-muy-sutil coquetería por parte de la afroamericana. Candy hacía lo mismo con otros tipos y Sam se empeñaba en infructuosos intentos de mantener la atención del resto de los clientes.

Necesitaba hacer algo y pronto.

- Vamos muñeca, tómate otro trago conmigo- escuchó a un tipo que le había estado invitando bebidas toda la noche.

- Lo siento cielo, pero no puedo. Tengo que trabajar- El aparato de sonido comenzó a tocar una canción, de las pocas, que se sabía. Se le ocurrió una idea. Tomó el micrófono del aparato, que estaba en un estante, lo conectó al equipo y lo prendió.

Un sonido metálico sorprendió a todos (N/A uno de esos sonidos desagradables que hacen los micrófonos cuando los acercas demasiado a las bocinas o viceversa); voltearon a verla.

Cuando menos ya no tenía la atención dispersa...

- Hola- dijo, aterrada por el gran público- ¿La están pasando bien?-

Todos la miraban como si estuviera loca, tragó saliva, miró a Lala y al aparato de música. La pelinegra dio un respingo y corrió hacia el susodicho aparato. Le movió y la canción comenzó de nuevo.

- Gracias- susurró a Lala. Comenzó a mover las caderas al ritmo de la música. Los asistentes (cerca de la barra casi siempre había puros hombres; las mujeres se iban a las mesas) se sintieron conformes y comenzaron a bailar también. Lala le pasó un vaso con licor. Le dio un fuerte trago; era tequila. Hizo un amago de sonrisa y empezó a cantar.

"Perfect by nature

icons of self indulgence

just what we all need

more lies about a world that

never was and never will be

have you no shame don't you see me

you know you've got everybody fooled

La gente pareció gustar de su actuación, cosa que la hizo sonreír, incluso algunos le chiflaban. Mo, Sam, Candy y Lala bailaban al ritmo de la canción... Y Trish se veía realmente complacida.

Sonrió más, pero esta vez pensando en el aumento de sueldo.

look here she comes now

bow down and stare in wonder

oh how we love you

no flaws when you're pretending

but now i know she

never was and never will be

you don't know how you've betrayed me

and somehow you've got everybody fooled

Ahora estaba segura de que todo el lugar tenía sus ojos sobre ella; contuvo la risa nerviosa que pugnaba por salir de su garganta y siguió cantando.

without the mask where will you hide

can't find yourself lost in your lie

i know the truth now

i know who you are

and i don't love you anymore

Never was and never will be

You don't know how you've betrayed me

And somehow you've got everybody fooled

it never was and never will be

you're not real and you can't save me

somehow now you're everybody's fool"

Tan, tan, pensó mientras hacía una reverencia y todos le aplaudían. Lala tomó su mano y subió a un lado de ella.

- Relevo- le susurró la hispana- Antes de que venga algún cazador de talentos y te lleve para hacerte famosa.- Virginia sonrió y se bajó.

"2"

El joven miraba el lugar, que bullía en excitación. Bastante interesante esta Cocina del Infierno, pensó.

Conforme se iba a acercando a la barra, notó que había varias chicas sobre ella, bailando.

Había una rubia, una negra, una castaña, una hispana.... sólo les faltaba una....

La chica hispana se bajó y en su lugar subió otra que tenía el cabello de un llameante color rojo.

Como estaba diciendo, sólo les faltaba una pelirroja.... y una oriental. Pero a esa no la halló por ningún lado.

Curiosa coincidencia, la pelirroja era la misma muñeca que había visto esa tarde.

Muy bonita, pensó mientras la veía moverse para alcanzar algo en un estante, y con muy buena figura. Traía una minifalda y un top, dejando al descubierto su ombligo, en el cual había prendido un arete.

Entonces se puso a cantar y lo había dejado sin habla... y por alguna extraña razón, a pesar de estar bajo los efectos de la kryptonita roja en su anillo, lo hizo recordar Smallville.

Todo había sido culpa suya; si no hubiese tratado de destruir su nave nada habría sucedido.

Su madre no hubiera perdido al bebé.

Su padre no lo habría mirado así, tan... decepcionado.

Y no habría tenido que dejar a Lana...

Aunque, de haber querido la chica bien habría podido irse con él, así que si no estaban juntos era por ella.

Y definitivamente no iba a perder un segundo más de su vida en aquel capricho adolescente.

'Que le den, a Lana y a su maldita incapacidad de mantener una relación con ella... sólo por ser diferente'

'¿Diferente Clark? ¡Eres un alien!' Risita sarcástica.

Pero hasta los aliens tenían derecho a divertirse, pensó mientras la chica hispana le daba una cerveza.

Tsk, tsk, y algo le decía que esa pelirroja era muy divertida.

"3"

Alrededor de las 2 de la madrugada, el local comenzó a vaciarse. Dejando una atmósfera más tranquila; incluso la música cambió por unas baladas, dando un descanso a las Hellmates.

Mo, Sam y Lala se sentaron en la barra, mientras que Candy se puso a servir y ella se sentaba junto a las otras.

- Vaya mylady, eres todo un estuche de monerías- comentó Sam.

- Ni te lo imaginas- susurró la pelirroja casi inaudiblemente.

- ¿Mylady cariño? ¿Qué clase de nombre es ese?- dijo una voz profunda, Virginia se volteó sólo para encontrarse a escasos milímetros del chico de la moto. El corazón le dio un vuelco y sonrió.

- Uno que le queda de maravilla, guapo- intervino Mo.

- Pero que sin duda no se ha de comparar al suyo, que por cierto aún no me ha dicho- miró a Virginia. Esta se mordió el labio inferior.

- Porque tú tampoco me has dicho el tuyo- le sonrió coquetamente.

- Clark- ah, pero qué sonrisa.

- Virginia- Clark enarcó las cejas y sonrió de nuevo.

- Precioso nombre... induce-

Sam les lanzó una expresiva mirada. Mo, Candy y Lala se irguieron en toda su altura.

- Creo que mejor comenzamos a limpiar; ya casi no queda nadie- propuso Lala. Todas aceptaron y en cinco segundos los habían dejado solos.

- Lindas amigas- Clark tenía una cerveza en la mano- Muy sensitivas-

- Oh sí-

- Parece que el destino nos pone juntos eh-

- Sí, eso parece-

- Por cierto, cantas muy bien-

Virginia se ruborizó- Ni me lo recuerdes-

Clark rió profundamente.- ¿A qué hora sales?- La chica era hermosa, con esas pecas en la cara que la hacían lucir como una niña pequeña, y muy sexy.

Virginia miró su reloj- En 15 segundos, ¿Por qué?-

- Quería invitarte a dar una vuelta. ¿Aceptas?-

- Claro- Tomó sus cosas y lo jaló hacia la salida- ¡Candy!- la aludida la miró- ¿Me podrías hacer el favor de decirle a Trish que me fui?-

- Seguro, pero ¿No se molestará?-

- No, ayer me tuvo aquí hasta las 4; me la debe-

- Ok-

"4"

Ya casi amanecía, pensó distraídamente mientras miraba al joven que estaba sentado, con la cabeza entre las rodillas, en su sofá.

Ambos estaban ebrios, sino no hubieran terminado en su casa. Y supuso que si Clark no estuviera ebrio no le habría contado toda la historia de su vida, también supuso que si ella no lo estuviera no le habría contado la historia de la suya (omitiendo algunos pequeños detallitos claro, como el hecho de que era bruja).

Miró la mesita de centro, donde había un arreglo floral y donde, también, reposaba el anillo del chico. Lo miró detenidamente; ahora que lo analizaba, en cuanto se lo había quitado su actitud había cambiado, pasando de tener las más claras intenciones de acostarse con ella a sólo quedarse triste, y contarle lo que lo afligía. Aunque lo más probable era que no le hubiese contado toda la historia; porque había partes que no encajaban muy bien.

Pero se estaba desviando, el caso era que el anillo parecía tener alguna especie de influencia enervante sobre él (Virginia era muy, muy observadora). Lo tomó y miró la piedra roja con mucho cuidado, a lo mejor era una de esas piedras mágicas; como las piedras lunares con las que se hacían las pociones relajantes.

Y ella que quería ser medimaga...

La piedra no parecía más que una simple imitación de rubí, no podía sentir ninguna especie de magia en ella.

Notó la mirada de Clark sobre ella y le sonrió.

- Me parece que hay algo que no me has dicho sobre este anillito- la expresión de auténtica sorpresa en el rostro masculino durante unos segundos le indicó que había algo que, en efecto, no encajaba bien en la historia del chico granjero de Smallville.

- Oh, em- se aclaró la garganta- algo, ¿Algo como qué?-

- Bueno, como de dónde lo sacaste-

- Ah, eso. Son los anillos de generación de la preparatoria de Smallville- mirada sombría; parecía un cachorro perdido.

Le sonrió mientras lo dejaba nuevamente sobre la mesita- Son lindos-

- Ah si, lindos-

El chico era guapísimo, y tenía una expresión tan perdida, igualita a la que ella había tenido cuando salió de Hogwarts. Suspiró.

- Es difícil- murmuró para si misma, pero él la oyó.

- ¿Qué cosa es difícil?- Ay dios, esa boca.

- ¿Cuántos años tienes Clark?-

- Huh, 18 ¿Por qué? ¿Cuántos tienes tú?-

- Igual, 18. Pero yo ya llevo un año por mi cuenta. Y tú te fuiste de casa hace cuánto ¿3 días?-

- Mmm, de hecho son 3 semanas- 'Sólo que es la primera vez que me quito el anillo' pensó mirando el dedo donde lo traía; había una pequeña marca roja en él. Frunció el ceño ¿Cómo era eso posible? ¿¡Las balas le rebotaban pero los anillos le marcaban!? Aunque a lo mejor tenía algo que ver con la kryptonita roja.

Virginia comprendió la mirada; definitivamente había algo que no sabía sobre ese anillo.

- Es lo mismo, es un período difícil. Hay que adaptarse y hacerse a la idea de que estás solo. Además de que hay que conseguir empleo, casa, comida y algunas otras necesidades básicas de cualquier humano-

'Pero resulta que yo no soy humano'

- Si tú lo dices. ¿Realmente no has hablado con tu familia en un año?-

- Un año con 10 meses, si cuentas el colegio-

- ¿El colegio?-

- Sí, yo estaba en un... internado. Todos mis hermanos estuvieron allí también, sólo que como soy la más pequeña, me tocó hacer el último año sola. Y como el curso es de 10 meses; a eso le sumamos los 5 meses que estuve en Francia, mmm, 2 en España, 1 mes en Nueva York y llevo 4 meses en Metrópolis.-

- Oh- Clark estaba asombrado, ¿Así iba a tener que vivir él?

- Pero anduve por tantas partes porque no me acoplaba; aquí ya encontré dónde estar-

- Vaya-

- ¿Y tú que piensas hacer?-

- Ah, pues aún no he pensado en nada- 'Verdad pura, por primera vez en mi vida'

- Pues tienes que pensar en algo, porque no te puedes quedar vagabundeando por ahí...-

- Bueno, supongo que encontraré algún empleo...

- ¿Y algún departamento, y algo a lo que dedicar la vida?- preguntó escépticamente la pelirroja- quizá encuentres alguna cura para alguna enfermedad también-

- Ok, ok, ya capté el punto. No va a ser tan fácil, lo sé- se quedó mirando a aquellos ojos cafés, mismo color de los de Lana, pero tan diferentes.

- Bueno Clark, si encuentras trabajo podemos compartir la casa. Tiene 3 habitaciones, todavía hay espacio para uno más- le sonrió- Y necesito un hombre en la casa- le guiñó un ojo- no tengo quien me abra los frascos cuando vienen muy apretados-

Clark se rió- ¿En serio?-

- ¿Qué, lo de los frascos o lo de la casa?-

- Ambos-

- Sí, son en serio-

- Bien, entonces sólo tengo que conseguir trabajo- cruzó los brazos tras su nuca y se recargó en el sofá. Miró a la pelirroja.- ¿Por qué te fuiste de tu casa? No entendí muy bien...-

La chica bajó la mirada; una lágrima resbalaba por su mejilla. Clark se acercó a ella.

- ¿Virginia?-

- Digamos que, en mi mundo había algunas cosas que no pude soportar- respondió con la voz quebrada.

- Oh- la abrazó- ¿Estás bien Ginny?- la chica profirió un sollozo- ¿Qué pasa?-

- Así me decían- susurró ella. Clark quiso morderse la lengua.

- Lo siento, soy un idiota, yo...- se detuvo al ver una sonrisa en el rostro de la chica- ¿Estás bien?-

- Sí, disculpa... creo que estoy algo sensible. Debo tener el síndrome premenstrual o algo así- sonrió de medio lado.

- Oh, no tienes por qué disculparte ¿Puedo llamarte Gin? Es que Virginia es un nombre muy largo princesa- 'Aww, tú dime como quieras' pensó la pelirroja, todavía cómodamente instalada en los brazos del pelinegro. Y ahora que estaba ahí, notaba que había mucho músculo por doquier.

- Claro, nadie me dice así- sonrisa sincera.

Clark sonrió también, derritiendo a la chica, tenía un impulso extraño. Y digo extraño porque no llevaba el anillo encima.

Se acercó al rostro de la pelirroja, ésta cerró los ojos presintiendo lo que se avecinaba.

Y la besó, saboreando cada centímetro de aquellos dulces y tiernos labios. Al igual que ella se sumergía en esa deliciosa boca que la había tentado desde que la vio por primera vez.

Se separaron cuando les faltó el aire. Ginny abrió los ojos lentamente, para encontrarse los del muchacho.

- Hazel- susurró.

- ¿Qué cosa?- preguntó él

- Tus ojos, son de color hazel- Clark sonrió y le mordió el lóbulo de la oreja juguetonamente.

- Sí, ¿Por qué?-

- Ah, es que por un momento creí que eran verdes, pero gracias al cielo que no lo son-

- ¿Tienes algo en contra de los ojos verdes?-

- Emmm, es una larga historia- se ruborizó ligeramente, tanto por el contacto del chico como por los recuerdos- pero prefiero el color hazel- le acarició la mejilla.

- A mi me encanta el cabello rojo- murmuró él.

Virginia sonrió- Ahora dime que odias a las orientales y me vas a hacer la mujer más feliz del mundo-Él arqueó una ceja- sólo dilo-

- Huh, ¿Odio a las orientales?- dijo, dando a entender más bien su desconcierto ante la situación- ¿Está bien así?-

- Suficiente para mí- dijo ella y lo volvió a besar.

- Huh, Gin- murmuró él mientras ella le mordisqueaba el cuello.

- ¿Mmmh?-

- ¿Por qué odio a las orientales?-

- Shhh- le puso un dedo sobre los labios- traumas de mi infancia-

- Ahh, ven- la jaló hasta que chocó con su pecho. Le acariciaba el cabello mientras se besaban.- Hacemos muy buena combinación ¿No crees?-

Virginia miró a los, ahora identificados, ojos hazel.

- Sí, ya lo creo- Aquella boca de tentación la llamaba otra vez.

Acudió al llamado.

Y siguió acudiendo por mucho, mucho tiempo...

Meimi´s Notes:

Hi!!!

Bueno, ya lo había dicho antes, es de pareja rara. Pero ¿No les gustó tanto como a mí? XD que casi me derrito escribiéndolo, jajaja, quien fuera Ginny.

Este es mi intento de entretenimiento para la gente que, como yo, aún no ha podido ir a ver Cheaper by the dozen (Más barato por docena) la nueva película de Tom Welling, aunque parece que va a tener un mini-papel en ella, pero ¿Qué importa? Con tal de verlo en la pantalla grande *_*

En fin, espero que les haya gustado y me dejen un review *_* por favor.... (*Meimi pone cara de lindo cachorro sin casa*) y si no les gustó, pues déjenme un review diciéndolo XD

Ah si! La canción que canta Virginia es "Everybody's fool" de Evanescence (Owww, adoro ese grupo)....

Mmm, tengo que decirles que Hazel es el nombre de un color; una especie de tonalidad verde-azulada que cambia con facilidad. Me entienden ¿no? (^^' eso espero)

Ahora sí, nada más déjenme un review y me largo XD.

Hasta la próxima!!!!

P.D. ¿Lo continúo? Lo escribí como one-shot, pero, pues esta parejita da para más ¿No creen?... De cualquier forma, hasta ver sus comentarios no lo voy a continuar ^^'