DISCLAIMER:
Los personajes que aparecen en este fic no son míos sino del maestro Takahashi Kazuki, si míos fueran de seguro jamás habría permitido que los europeos retrocaran mi historia, cambiando nombres y cortando escenas aquí y allá. Bff...
ADVERTENCIA DE SALUBRIDAD:
Por favor, lea este fan-fic a una distancia adecuada de su monitor y con una iluminación moderada, de ese modo sus ojos seguirán sanos y podrá seguir leyendo fics hasta morir. Si no hace usted caso de esta advertencia, las consecuencias en el futuro podrían ser fatales, para su vista, claro está.
Dark Yugi (Yami Yugi)
Prólogo
Yatimu abrió los ojos, e intentó respirar desesperadamente. Pero no podía, probablemente debido a que el lugar donde se encontraba carecía de una atmósfera que permitiera a alguien siquiera tomar una bocanada de aire. Extrañamente, seguía vivo, probablemente no necesitara respirar, suponiendo, claro está, que siguiera con vida.
Miró a su alrededor. Un vacío indescriptible lo rodeaba, un vacío negro, profundo, casi inexistente. Parecía flotar en algún lugar más allá del tiempo y del espacio, un sitio donde la materia posiblemente no existía. No existía nada, excepto tal vez él mismo. Se miró, y se sorprendió, pues esperando ver un cuerpo y cuatro extremidades, no vio absolutamente nada. Al parecer, Yatimu no tenía cuerpo alguno, ni siquiera estaba seguro de haber mirado hacia abajo.
Pero sí recordaba su nombre. Recordaba quién era. Tenía un pasado, un pasado lleno de luz, pero a su vez de oscuridad. Un pasado lleno de aventuras, de incontables acontecimientos que cambiaron su vida completamente. Yatimu intentó hablar, mas no consiguió articular palabra alguna, sin embargo, comenzaba a entender cómo había llegado a ese lugar.
Lo último que Yatimu recordaba, y estaba fresco en su memoria, ahora que lo veía claramente, era la imagen de varias personas. Cuatro rostros que lo miraban, con lágrimas en los ojos, como si estuviesen diciendo adiós. Como si estuviesen tristes, no deseando que Yatimu se fuera, hubiese ido a donde hubiese ido. Pero Yatimu tenía que irse, aunque no recordaba exactamente por qué. Su memoria aún se encontraba un poco difusa. Pero el rostro que más recordaba le parecía demasiado bien conocido. Yugi.
La palabra apareció en su mente bruscamente. Yugi. Obviamente, tenía que ser el nombre de una persona. De esa persona, el chico de pelo puntiagudo que lloraba mientras lo veía alejarse lentamente. A su alrededor también se encontraban otros jóvenes, una chica de pelo castaño oscuro, un chico de pelo rubio y otro chico de pelo castaño. Varios nombres aparecieron, dibujados sobre la imagen que no abandonaba su mente, sobre la cabeza de cada persona. Anzu, Jounouchi, Yugi y Honda.
Ellos todos debían haber tenido un vínculo muy especial con Yatimu, ya que evidentemente lamentaban su partida. Nakama. La palabra se dibujo lentamente, en letras muy grandes, sobre la cabeza de todos ellos. ¡Ellos eran sus amigos!
Como una avalancha, todos los recuerdos de Yatimu comenzaron a volver, uno tras otro. Recordó claramente una especie de laberinto, lleno de puertas metálicas y escaleras que carecían completamente de sentido. Recordó una ciudad antigua. Recordó una ciudad mucho más moderna. Recordó las cartas.
El duelo de monstruos, posiblemente el juego de cartas coleccionables más grande que haya conocido el mundo que Yatimu había dejado. Un mundo lleno de gente, lleno de fanáticos del juego, un mundo lleno, por sobre todas las cosas, de oscuridad. Oscuridad enmascarada en los corazones de muchas personas, si bien pocas en comparación con el resto de la población mundial. Personas que Yatimu había decidido en vida combatir. Y combatiéndolas se había convertido en el rey de los juegos.
Justamente pensando en ello, una luz mortecina apareció, allá, muy a lo lejos, llamando poderosamente la atención del joven faraón. ¡Faraón! Ahora Yatimu recordaba todo. Yatimu comenzó a moverse, o esa sensación le dio. Mientras la luz se acercaba, o sería él quien se acercaba a la luz, comenzó a recordar que en vida pasada había sido el faraón de Egipto. Como faraón también había tenido que enfrentar a las fuerzas del mal y a Zork, el rey del inframundo, un gigantesco demonio que Yatimu derrotó dos veces, la primera encerrándolo y borrando su memoria en el proceso, encerrándose él a su vez durante 5000 años. La segunda, junto a sus cuatro amigos, que le recordaron su nombre y con él pudo vencer al malvado Zork nuevamente.
Entonces Yatimu había tenido que abandonar la Tierra. Y había aparecido en este lugar oscuro y misterioso.
La luz se acercó más y más, y Yatimu al fin pudo distinguir que se trataba de una especie de pirámide dorada que resplandecía con luz propia.
La enorme puerta se abrió, y Yatimu, intrigado, avanzó hacia el interior de la pirámide.
-X_X-
Nota post-writing: Hasta me inventé el término... XD. Holaaa, qué tal, iniciándome en esto de los fan-fics. Mi nombre es Danny G. Master, bueno, en realidad mi nickname, pero al diablo... dar tu nombre real en el mundo en que vivimos equivale a brindarle a tus enemigos una herramienta para tu destrucción. Es casi tan peligroso como colocar todos tus datos personales en Facebook (algo que no haré nunca en mi vida, por las dudas, tengo enemigos malvados en todas partes!, O.O)
Pues en este mi primer fan-fiction sobre Yu-Gi-Oh!, ya lo vieron, Yatimu en lugar de Athem, y posteriormente comprobarán que utilizo los nombres de todos los personajes en el japonés original en lugar de la versión americana (Ejemplo: Pegasus J. Crawford en lugar de Maximillion Pegasus), para darle su toque pintoresco a mi trabajo. Sí, prefiero el manga al anime, y ciertamente me gusta más la forma en que pintan a Yami-Yugi en el manga que en la serie animada. En el manga lo ves y te dices "es un psicópata", en el anime lo ves y te dices "tiene pinta de héroe, clásico".
La verdad he leído muchos otros fan-fics, pero bueno, a cada fan le dejamos su opinión. Hablando de fics, de todos los que he leído, y quizás sea casualidad (pero no me apetece leerme los miles y miles de trabajos que hay en ) en ninguno he visto, mencionada siquiera, la palabra "duelo". Y me he decidido a escribir yo mismo este fan-fiction, Dark Yugi (clásico, ¿no creen?) donde me parece una buena idea introducir aunque sea un solo duelo (mentira, habrán muchos más). ¡Me encanta narrar duelos! Así que, si hay algún fan de Yu-Gi-Oh! Que desee ver un featured-duel, quizás quiera echarle una ojeada a este intento de mini-novela.
Con los mejores deseos, Danny G. Master
