Saigo no Sangatsu: El Último Marzo

(Tsunami x Tachimukai)

Renuncia

Inazuma Eleven no me pertenece. Le pertenece a Level 5 / OLM y Tv Tokyo.

Saigo no Sangatsu es un doujin perteneciente a Tsukumo Gou.

Este es un relato yaoi y lemmon. Por favor los que no gusten del género, abstenerse de leer. Abstenerse sensibles por lo que voy a adaptar.

Introducción

"No era que yo buscase una razón… porque en el fondo no la hay…"

Tsunami Jousuke estaba parado con su tabla de surf que leía el número 273. Era una tarde de playa mientras las olas golpeaban el mar y mojaban sus oscuros pies… pero algo más variaba en esa puesta de sol… Tsunami Jousuke estaba muy indispuesto. No quería surfear.

(Nota del Autor: '273' se puede leer como Tsu-Na-Mi. [2 = futatsu, en ordinales], Na [7 = nana] y Mi [3 = mitsu, en ordinales.], de ahí el número en la tabla del surfista).

Tal vez no era que estuviera indispuesto… pero se notaba que algo le pasaba al surfista… sólo parado ahí como tonto mientras esperaba las olas que mojaran su piel. Tal vez sólo quería que el mar lavase sus culpas.

Lavase las culpas de algún pecado o algo que desease expiación… lo cual era muy raro para un surfista como él… era muy raro que Tsunami tuviese que arrepentirse.

Pero si tenia… porque había perdido al que podría decirse era su razón de ser…

"Pero… si sigo pensando en esto… pues lo perderé… para siempre"

(Nota del Autor: Escuchen 'Boys Don't Cry', Opening de la OVA 'Suteki na Shota Days 2 – Saigo no Sangatsu')

"Ese fue el último mes de Marzo"

"Así como los cerezos hacían llover sus pétalos, nuestro amor floreció entre los árboles"

Las olas seguían golpeando la costa y los pies de Tsunami, mientras el seguía mirando el ocaso naranja… ya faltaría poco para el anochecer, pero al surfista le sentía que le faltaba algo.

Por algún motivo tenia el puño cerrado como lamentándose de ese algo que perdió. Y es que era extremadamente inusual ver al surfista deprimido, él era el adalid del optimismo y la hiperactividad… verlo así… era algo fuera de lugar.

Pero había perdido eso que le daba una razón para seguir adelante… o bueno, que sentía que sería su razón para seguir adelante desde entonces, era normal que estuviese deprimido.

"Lo que yo tenía encerrado en mi corazón, fue un solitario juego llamado 'Amor', que ahora soy incapaz de olvidar"

"Lo más triste que nos pongamos, será más difícil para nosotros el poder ver nuestro dolor"

- Tachi-kun… ¿Porqué es que todo… se puso así?

Tsunami miró arriba y mientras vio el color dorado que daba los últimos resplandores del atardecer, recordó a se chico de pelo castaño… a ese chico que quería mucho… porque era tan inocente, tan tierno… y tan decidido.

Pero por lo que había pasado, su existencia ahora era un mito… ya no podía volverlo a sentir junto a él… por más que lo quisiera.

Lo que había hecho… de seguro rompería todo tipo de puentes entre ellos dos… era un mito ya creer que Tachimukai volvería siquiera a dirigirle la palabra. Tenía que olvidarlo…

Pero el problema es que el delantero no podía en absoluto olvidarlo.

"Si me pongo a silvar para siempre en la noche… ¿Esa melodía me ayudará a olvidarte?"

Tsunami se puso a silvar… sus ojos se notaban algo teñidos… pero no por la brisa marina… sino por algo más… algo emocional.

Ya era de noche… el agua fría, pero Tsunami seguía ahí parado con su tabla. No era que quisiera surfear… era que quería que el mar callara los ruidos de su dolor. Que el mar tomase su dolor y se lo llevase a las profundidades del abismo.

Que el mar, que fue lo más cercano a su amigo, se encargara de lavar… de enterrar esos recuerdos… en lo más profundo… pero eso no era algo que el mar pudiese hacer.

El mar sólo era un montón de agua con sal… pero Tsunami no lo aceptaría… aunque supiera que eso era verdad… aunque supiera que el mar no lo ayudaría esta vez. Tal vez el mar nunca lo ayudó… tal vez fueron sus amigos y él nunca lo notó, dándole el crédito al mar.

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalaalala… lalalalalalaa…"

Lágrimas bajaban por las mejillas del surfista y eran llevadas por el viento.

- ¿Porqué fui tan tonto…? Mierda… Tachi-kun está… Sniff… pero… no entiendo…

Sólo recordar los gritos y llantos de Tachimukai lo hacían querer lanzarse de lleno al mar y ser engullido. Pero no podía ser… él sabía nadar.

Pero esos lamentos seguían martilleando su mente, atormentándolo, torturándolo… ahí… como recordándole que lo que hizo era algo que no podía ser perdonado… no... nunca se lo perdonaría. Pero el punto era que lo había hecho.

Pero porque no sabía como expresar sus sentimientos… por ser… un idiota básicamente.

"Cuando tu tocas mi cuerpo, una alegre y dolorosa briza, hace que mi corazón lata sin control"

"No puedo confesarle a nadie este amor, así que déjame decírtelo con mis ojos"

"Tú a mi lado, eso es todo lo que necesito…"

Tsunami se lamentaba… es que lo que había hecho era algo tan estúpido… algo que había destruido todo rastro de la relación que esperaba tener con el portero suplente de Raimon.

Tal vez siempre fue así… tal vez él sólo estuvo destinado para pertenecer al mar… y las garras de Poseidón le arrebataron a ese chico que era su consentido…

¿Por qué lo hizo? No lo sabía… pero recordaba la sensación que probó… ese sabor prohibido… la esencia de Tachimukai… la esencia de ese portero… bien valía el Infierno por haber probado esa ambrosía de dioses…

Pero sólo quería probarla, no quería destruir al portador. Eso lo atormentaba… que tuviera que romper el plato para probar la ambrosía… porque el plato… era la persona que más quería… la persona que juró proteger… y él mismo… le hizo daño.

"Cuando mi verdadero sueño se haga realidad, las barreras se derrumbarán, lo sé..."

"Inclusive esa cara de dolor que tienes, eventualmente desaparecerá"

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalaalala… lalalalalalaa…"

"Tu sonrisa es mi felicidad…"

Tsunami pensaba como rayos se malogró todo. Oficialmente esos dos eran inseparables, uña y mugre. Pero… ese día de Marzo, todo cambió… para mal por desgracia.

- Endou… - decía Tsunami - ¿Porqué solo tenías ojos para él? ¿Porqué solo eras un admirador acérrimo de ese portero? No sé que de especial tiene… pero… Tachi… ¿Acaso nunca tuviste ojos para mí?

Tsunami cerró los ojos y recordó todas las veces que Tachimukai lo llamaba:

- ¡Tsunami-san!

- ¡Tsunami-san!

- Mierda… - pensó el surfista – Eras tan lindo… tan inocente… tan decidido… ¿Porqué no pudiste tener ojos para otro que no sea tu… condenado capitán? ¿No lo sabías no? Yo también… te quería… yo también… podía protegerte… más que ese 'Mamoru'… y por eso… lo siento… lo siento Tachi-kun… yo nunca…

(Nota del Autor: 'Mamoru' significa 'proteger', lo que dice Tsunami es un juego de palabras.)

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Lalalalalala… los chicos no lloran"

"Ese fue el último mes de Marzo…"

- Tal vez el mar me ayude a olvidar… el mar es inmensó… sé que lo hará…

Pero incluso él podía sentir la falsedad en sus propias palabras. Ni toda el agua del mar lavaría sus pecados… esa mancha del manjar prohibido… estaría en él, hediendo para siempre…

Desde ese último día de Marzo… hasta la eternidad.