Se que aun tengo que terminar mas fic, pero tengo la idea de este desde hace dias y no puedo dejarla ir

Advertencias para todo el fic:

Es yaoi, pero también tendra yuri y hetero

Groserias, palabrotas

Escenas de sexo, crudas, suaves, incompletas, violaciones, etc

Escenas de muerte y mutilaciones

Torturas

Abusos de poder

Uso abusivo de narcoticos y alcohol

Personajes fuera de caracter

Es un AU de pandillas, yakuzas y demás, no habra arcoiris o tal vez al final

Uso de diferentes armas

Si después de leer esto aun quieres continuar adelante, si algo no es de tu agrado, por favor, sal del fic, o en su defecto y si lo lees, es bajo tu responsabilidad

Autor: Aburame Akemi

Palabras: 2149

Esto esta hecho sin fines de lucro, todo pertenece a su respectivo dueño, incluyendo armas y vehiculos

Las locaciones son reales, pero fueron usadas solo como referencias para el fic, solo la idea de la historia es de mi autoria


Miro el cuerpo de nueva cuenta, entendía que esto no estaba bien y que debería cambiar, pero no podía hacerlo, su vida se basaba en las peleas, en la muerte, la droga, el sexo, el dolor, las pandillas.

-Shouyo, termina con eso de una vez, tenemos que movernos-

-Si, si- el tono tan indiferente de su amante no le sorprendió, y sacándose el cigarro de la boca lo tiro sobre el cuerpo, viéndolo quemarse lentamente, dejando que el olor llenara su nariz.

-¿Aun no acaban?, tenemos que irnos- el tono fastidiado distrajo a los otros dos, que seguían viendo el fuego fascinados.

-Vamos Kei, no siempre puedes disfrutar de estas vistas- una mueca se creó en el rosto del rubio -pero tienes razón, debemos irnos Tobio-

El de cabello negro también asintió y poniendo una mano en la cintura del pelirrojo se encaminaron al carro que les esperaba en la esquina, de vidrios completamente polarizados, aun no tenían el poder de la Yakuza, pero eso no sería un obstáculo muy pronto.

-Al fin, pensé que tendría que abandonarlos- los ojos cafés voltearon a ver a los Reyes Cuervos, mientras una sonrisa burlona nacía en su rostro.

-Jodete Tadashi-

-Bueno, si ese fuera el caso- el de pecas miro esta vez a su copiloto -Tsukki~ ¿cuándo lleguemos a casa me joderias?-

-No veo porque no, de cualquier manera, tenemos compañía Tadashi- le aviso el de ojos miel.

-Piérdelos Tadashi, de cualquier manera, Tobio y yo también tenemos ganar de follar- la voz suave de Shouyo lleno el ambiente, mientras el de ojos grises besaba su cuello entretenido.

-Si mi reina- un gruñido salió de la garganta del de ojos cafés con tonos rojizos, pero para Tadashi eso no era nada.

Afirmando sus manos al volante, piso el acelerador y rápidamente hizo un cambio en la palanca para empezar a dejar el vehículo que le perseguía detrás, moviéndose bruscamente por las calles desoladas y dando giros bruscos con el volante, pero sin dejar por completo atrás a los otros.

-En verdad te diviertes haciendo esto, ¿cierto?-

-Sabes que amo estas persecuciones- la diversión era notoria en el chico, y dando un giro brusco, tomo dirección al Nakayama dai 1 go ryokuchi park.

Como era de esperar, fue perseguido por el otro, pero la sonrisa cada vez mayor era una clara muestra de despreocupación, seguramente el conductor del otro coche era bueno, pero Tadashi era mejor.

-Entiendo que te diviertas, pero no hay que perder el tiempo así, si en verdad quieres revolcarte con Kei, será mejor que dejes de joder y logres mandar al carajo a esos pendejos que nos persiguen- el tono de voz de Tobio fue lo peor, así que asintió y se puso serio.

-Entiendo rey, no te preocupes, morirán pronto y con dolor- aseguro a quienes eran sus jefes y mejores amigos.

Rápidamente movió la mano a la palanca de cambios, bajando la velocidad y dando un derrape para quedar enfrente del vehículo, pero sin verlo, guiándose por los espejos para manejar de espaldas, mientras por delante empezaron a disparar, pero ninguno de los cuatro se preocupó, y en su lugar, Tadashi dejo salir una risa sádica.

-Sosténganse-

Los tres restantes rodaron los ojos, acostumbrados a eso, y no se inmutaron cuando el de cabello café volvió a acelerar, logrando parecer que fuera a chocar con el carro de enfrente, pero ambos se esquivaron a último minuto, pero lo que no se esperaban los persecutores era la valla de contención que se atravesó enfrente suyo, chocando y atravesándola, revolcando el carro y muriendo sus ocupantes ante las diversas vueltas y choques sufridos.

-Jajajajajaja ¡Eso fue genial!- la risa histérica de Tadashi lleno el carro, y pronto el resto se unió.

-Me imagino sus caras, pero no deberían meterse con nosotros- aun cuando Kei era el más calmado, su sonrisa demostraba la clara burla contra los otros.

-Bueno, a juzgar por lo poco que alcance a ver, tendremos más problemas después reyes- ante esto Tobio y Shouyo se pusieron serios, mirando al frente, sabían que la vista de Tadashi era sorprendente.

-¿Qué quieres decir con eso?- la voz de Tobio, con un tinte maligno y cruel envió una corriente de placer por el cuerpo del más pequeño en altura, sacándole un gemido de placer.

-Tenían tatuajes de dragones en el cuello, seguramente pertenecían a la Yakuza, pero seguro eran novatos, pendejos como ellos no son preocupantes-

-Tobio~- el tono necesitado de Shouyo saco una sonrisa lujuriosa en el otro, que rápidamente fue a besarlo, mordiendo sus labios y dejando heridas en estos, sacando aún más gemidos -mhm~ más, Tobio, follame, por favor daddy~-

Eso encendía más al alto, bajando a su cuello mientras sus manos entraban por debajo de la camisa de vestir naranja que usaba el otro, mientras que las manos de Shouyo rasguñaban la espalda ajena encima de la camisa azul claro de vestir, sin importarle romperla.

-Calma bebe, voy a complacerte y follarte tan fuerte que olvidaras tu nombre-

-Mmmhn~ si por favor-

Cada gemido y jadeo llenaba el ambiente, mientras que la lujuria envolvía a todos, pero Tadashi no podía darse demasiados lujos, por muy buen conductor que fuera, no quería arriesgarse a un accidente, pero con una jodida mierda si los dos de atrás dificultaban la tarea, conocía perfectamente el sonido que hacían sus jefes, ya alguna vez se habían revolcado los cuatro juntos, y maldita sea si no sentía como una erección se formaba en sus pantalones.

-¿Quieres ayuda?-

El susurro de Kei en su oído mando aún más placer a su pene y mordiendo su labio inferior, miro a quien era su pareja de reojo, sus ojos dilatados por el placer y claros jadeos saliendo de su boca, además del rostro rojo por el placer, y seguramente él estaba igual.

-No creo sea buena idea- la voz, ronca, como si estuviera en el sexo.

-No somos personas de buenas ideas- y con eso último se acomodó para poder bajar su cabeza al regazo del de pecas y abriendo el pantalón negro de vestir y moviendo la camisa verde del camino, bajo un poco el bóxer y soplo en la punta -y creo que a ti también te gusta, ten cuidado de no chocar-

-Oh, mierda Kei, cállate y chúpamela-

Una risa salió de la garganta del rubio y empezó a lamer y besar, chupando la cabeza a momentos, mientras que sus manos se ocupaban de acariciar suavemente las piernas de Tadashi sobre el pantalón de vestir negro, solo se detenía cuando notaba demasiada tensión debajo de el, tampoco quería suicidarse y matar a los demás.

Por fuera el Audi tt abt negro con rojo se movía no solo rápido, si no que zigzagueaba a momentos, pero las calles desoladas apenas eran interrumpidas por el ruido de las llantas al derrapar en las curvas, para poder llegar a Akatakeshita, que era su refugio y en cinco minutos ya estaban ahí, frenando con cierta brusquedad, pero las risas que se escucharon por parte de los cuatro llenaron el aire al salir del auto.

-Dios, Tobio, así- los gemidos de Shouyo rompían toda la tranquilidad, Tadashi solo miro de reojo como estaba sin pantalones, mientras que el otro los tenía abiertos y con el bóxer bajado lo suficiente para tener su pene fuera.

-Tadashi, después podemos acostarnos con ellos, pero primero quiero entrar yo a tu lindo agujero- la gran mano de Kei en su trasero apretándolo le saco un jadeo necesitado y tomándolo de la mano le jalo dentro de la casa, sin importarle donde fueran a tener sexo.

-Estas desesperado Shouyo- soltó Tobio cuando cerró la puerta principal con el pie y lo dejo caer al piso.

-Si no te callas y me follas ahora mismo Tobio, iré con Kei y Tadashi- se quejó el más pequeño, abriendo sus piernas y su culo con sus manos -entonces, ¿te dejaras de pendejadas o no?-

-Jajajaja, tan necesitado, me encantas-

El sol entrando por la ventana fue lo que despertó a Takeda, que bostezando y sacando los tapones de sus oídos se levantó para hacer el desayuno, evitando la ropa de Tadashi y Kei del pasillo, y con la cobija azul que arrastraba tapo a los pequeños reyes que se encontraban en la sala.

Reviso que ninguno tuviera heridas y decidió ir a revisar el Audi mientras el agua para el café hervía, y saliendo, recogió el periódico, una nota con la muerte de dos aspirantes a Yakuza en el Nakayama Park y otro cadáver sin identificar y quemado vivo a dos cuadras del mismo lugar era sospechoso, pero naturalmente, no había sospechas hacia los cuatro menores.

-Buenos días Itte-chan- el saludo de Shouyo le saco una sonrisa y camino a la estufa apagando el agua.

-Ittetsu, buenos días- la voz de Tobio se levantó entre el entusiasmo de su amante.

-Buenas-

-Ittetsu-chan eso huele bien-

Los dos restantes no tardaron en aparecer y se sentaron en la mesa a esperar el desayuno, por muy raro que para cualquiera fuera, esos cuatro eran tutorados del mayor, el cual cuidaba de ellos desde que tenían memoria, y aun cuando fueran unos hijos bastardos, Ittetsu nunca los había tratado mal, incluso podían asegurar que era demasiado blando para pertenecer a una pandilla, de no ser por como lo conocían.

-Creo que ayer se divirtieron, ¿verdad?- arrojo el periódico a la mesa mientras continuaba preparando los hotcakes y sintiendo a los otros tensarse -saben que no tengo problemas en eso, pero deben tener más cuidado, además, no tenían que salir anoche-

-Vamos, no puedes hablar en serio- la mortal mirada que recibieron a través de los lentes fue respuesta suficiente.

-No digo que dejen de matar, sería ilógico, así somos nosotros, pero deben tener una fachada, así que, de ahora en adelante, asistirán a la escuela-

La palabra mierda no salió de sus bocas, pero no pudieron evitar pensarlo, sabían que Ittetsu, o Takeda que sería la manera de llamarlo en la escuela, era profesor de literatura japonesa moderna en la preparatoria Karasuno, pero nunca pensaron que tendrían que asistir a esta.

-Ahora desayunen, tenemos que movernos- el camino no era largo, pero era mejor evitar el tráfico.

-Vale~-

Ittetsu solo dejo escapar una pequeña sonrisa, no sabía que tan buena era su idea, pero esos cuatro no podían estar mucho tiempo encerrados, y no quería levantar sospechas si había demasiadas muertes, así que mejor mantenerlos ocupados.

Un ruido les alerto, y con una seña de parte del mayor, siguieron comiendo, como si nada pasara, el de pelo negro se acercó a la puerta que daba al patio, pero una mano saliendo de la nada le sorprendió y fue jalado a unos brazos musculosos.

-¡Hey!- el grito alerto a los jóvenes que corrieron a ver que sucedía, viendo a su cuidador con un cuchillo en el cuello mientras un hombre con pasamontañas lo sostenía.

-Vaya, así que el nerd tiene hijos, pero mejor conserven todos la calma mientras su padre y yo- pero un grito de dolor bastante agudo se dejó oír del ladrón, y agradecieron vivir sin vecinos -tu, jodido bastardo-

Ittetsu solo le regalo una sonrisa no solo divertida, sino que también sádica, y lamio la navaja que aun sostenía, saboreando la sangre en ella, mirando la mancha oscura que se formaba en el muslo ajeno.

-Tocaste a Itte-chan, eso te hace mala persona- el hombre había sostenido su pierna y no se dio cuenta de cómo los cuatro adolescentes le habían rodeado, pero olvido todo eso cuando el más pequeño levanto una pistola -mereces morir muy lento- fue su veredicto alargando la "u".

En ese momento los tres restantes también levantaron sus ruger lcp380 y descargaron todos sus tiros en el ladrón, para al final dejar un cuerpo lleno de balas que, sin preocuparse, cargaron al granero y lo metieron al incinerador que tenían ahí. Cuando volvieron Ittetsu solo terminaba de preparar sus mochilas, así que Tadashi se quedó a ayudarle, mientras el resto se cambiaba al uniforma reglamentario.

-Bueno, intenten no llamar la atención cuando estemos en la escuela- Tadashi solo asintió, sabía que aun cuando Shouyo y Tobio serían los siguientes jefes, él tendría que actuar como la mano derecha, así como Ittetsu lo había sido en su tiempo para los padres del pelirrojo hasta ese día -confió en que harás un buen trabajo, por eso eres mi sucesor-

Esas palabras llenaron de orgullo al de pecas y una enorme sonrisa se plantó en su cara, protegería a los reyes con su vida, igual que Kei.

-Bien, vámonos, tenemos que prepararnos-

-Por cierto, Ittetsu, que apellido tendremos-

-Aquí- extendió unas carpetas al asiento trasero y otra al copiloto que era Kei.

-Hinata, Kageyama, Yamaguchi y Tsukishima, ¿mantendremos los mismos?-

-No los usan realmente, así que, si, mantendrán los mismos- decidieron no contradecir a su protector y asintieron, preparándose para lo que viniera.