Borré este fic, por un error cuando entré a la página. Vuelvo a subirlo con los 3 drabbles. Es hasta donde llevó hecho. Lo siento, por las molestias de Follow y favoritos.


Drabble 1

Debajo del manto inconsciente, por aquella batalla que era hondamente reciente, con algunos demonios y espíritus de menor rango, que tiempo atrás les terminaron por colmar la paciencia de algún modo, a Tomoe y a Akura-ou. En medio de la resolución, el demonio de cabellera platinada, se encontraba en una pose relajada. Con su ancha espalda recargada en el borde de la pared de una vieja cabaña, mientras se reacomodaba mejor, con sus brazos cruzados sobre su pecho, a la vez que con la extremidad derecha, sostenía la pipa larga. El humo del pitillo, se acrecentó por las espirales de los residuos que se mantenían flotando en el aire. Inundando más sus pulmones, con la viciada nicotina, pero esta vez jalando al tope como para que lo pudiera atontar la droga, pero era evidentemente imposible en ese día.

El zorro respiró lentamente, intentando no prestar demasiada atención a los susurros de la naturaleza, entre ellos al viento, el sonido de las luciérnagas, ni al ruido de los demás pequeños animales nocturnos. La poca luz que se filtraba a través de los árboles en medio de la noche, daba en conjunto un juego de sartas de luz en medio de su larga cabellera. Tomoe, se terminó por preguntar, ¿qué quería realmente?. Una pregunta bastante retórica, porque él usualmente no era de pronunciar demasiadas falsedades, a solo que la ocasión lo ameritara. Era de esos seres demasiado francos para poder mentirse en realidad, porque el hecho de mentir era un vicio para los débiles de mente y de corazón. Él podría determinar que no era, ninguna de esas cosas. Porque en realidad lo que estaba sucediendo, podría ser situación de solo su imaginación, pero no lo era.

Tomoe le dio otra calada a la pipa, mantenida todavía entre sus finos dedos. Y él pensaba que, como todo un ser inteligente debía conocer a sus enemigos, así como a sus aliados. A la vez que le sumaba, que siempre había sido el cazador, pero no haberlo convertido en una tarea diaria, a comparación de su compañero inseparable, Akura-ou. De pronto, se escuchó el crujir de unos pasos lentos que se acercaron al demonio zorro. Los instintos naturales del platinado, le aclararon que se trataba de su camarada.

La mirada violeta del zorro, captó su atención en aquel momento. Y aunque últimamente siempre era lo mismo, había ciertos segmentos de duda, que por algún extraño motivo, no lo hacían olvidar sus cavilaciones por completo. Porque en el mundo sobrenatural, lo simple no era un adjetivo especialmente para ellos, y menos aun cuando se trataba de aptitudes tan caóticas que siempre los habían gobernado por cientos de años. Akura-ou torció una sonrisa en medio de aquella oscuridad, con sus ojos del tamaño de un granate, descuadrando con un común denominador de ser espontáneo, para susurrarle al zorro: "Hey Tomoe, te estuve buscando. Me dejaste totalmente solo en la aldea vecina, te perdiste la mayoría de la acción".

El zorro le sonrió levemente, sintiendo en su interior la cadena del sarcasmo impregnando cada palabra suya, para responderle como cual gato mimoso, mirando expectante a su amigo, aunque decidiendo que era mejor salirse por la tangente: "Mmm, pronto amanecerá. Quería dejarte una parte de la diversión. Lo haremos mejor, en la próxima vez, Rey Malvado".

Akura-ou rió, denotándose un sonido sobrio, pero liberador. Con su cabello alborotado a los lados, pero sintiendo que a raíz de las palabras de su compañero, percibió que acaso, ¿era una manía del zorro, de hablarle últimamente con exactitud en una mera ironía o con un toque de mal chiste?. Pero decidió darle no más vueltas por ahora, y dedicarse a pasar un rato de lo que quedaba antes, de que el sol se impusiera en el horizonte.