Esta historia participa en el reto "Remix" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Es un remix de «Porque los Slytherin también tienen miedo» de Nicole Cold. Cambié un poco las edades y otras cosas de la historia original.
Amor adolescente
―¡Joder! ¿Qué demonios haces aquí?
Al menos no había nadie más, se dijo. Al menos. Al menos nadie más podía ver al estúpido de su novio mirándola llorar. Era tan estúpido. Se sentía tan estúpida casi siempre.
―Ey, Lily, yo… ―Se le acercó. Le sacaba al menos media cabeza, pero eso no impedía que fuera casi tres años menor. A veces todavía se preguntaba si no era un error salir con un niño. Tenía catorce años.
Ella diecisiete y sus hormonas la hacían sentir estúpida.
―¿Sabías que con una escoba las escaleras no te detectan? ―acabó preuntándole Lorcan, el idiota de su novio, con una sonrisa traviesa.
Lily sintió ganas de seguir llorando, de reírse y de pegarle a Lorcan. Todo a la vez.
―Lorcan…
―Ey, Lily, lo siento, pero… eres una histérica.
―¡¿Histérica?! ¡¿Histérica yo?! ―Se detuvo antes de que todas las personas en la sala común fueran capaces de oír todo lo que estaba gritando desde sus dormitorios. Podía ver donde estaba el punto de Lorcan. Sí, definitivamente podía verlo.
Estaba histérica.
―Son sólo tres meses.
―Pero… somos como familia. Seguro a tus padres les gustaría saber…
―Lily…
―Yo que sé, que sales con una chica de Gryffindor…
―No les importaría nada. De hecho les importa muy poco que sea Slytherin ―se apresuró a interrumpirla él.
―… tres años mayor…
―Mi madre es dos años mayor que mi padre ―dijo Lorcan.
―… o yo que sé… ¡Qué sales con la ahijada de tu madre, Lorcan! ¡Esas son noticias importantes!
―Lily… ―Lorcan ya había puesto ese tonito condescendiente que odiaba tanto. Ay, con que fuerzas sería capaces de golpearlo.
―¿Sí?
―Esto no es acerca de mi madre, ¿o sí? ―preguntó.
No, por supuesto que no. Claro que no. No. Definitivamente no era acerca de su madre. Lily sólo estaba haciendo de un charco un océano entero y lo sabía. Ella era Lily Potter, capitana del equipo de Gryffindor, buscadora estrella, pelirroja, guapa. Nadie podía pedir más. Y sin embargo.
―¿Se lo vas a contar a tus amigas? ―preguntó con un hilo de voz.
―¡Así que de eso se trata! ¡Mis amigas! ¡Lloras porque no les he dicho a mis amigas que salgo contigo! ―Lorcan se río. Mucho. Muy fuerte. Lily sintió ganas de golpearlo en la mejilla tan fuerte que se desmayara. Pero no lo hizo.
Lloro más fuerte.
―No ―dijo.
―¿No?
―No lloro por eso, idiota.
Se limpió las lágrimas como pudo.
―¿Y? ¿Entonces? ―preguntó Lorcan―. Sugeriría que dejaras de llorar y me dijeras porque con esas lágrimas parece que te hiciste un mapa muy feo en la cara. En serio, Lily, eres una histérica.
―¡Deja de llamarme histérica!
―¡Dime por qué lloras!
Se estaban comportando como unos idiotas, no había más. Casi le dieron ganas de reír, pero en vez de reírse sólo le dio tos.
―Porque es estúpido pensar que alguna de tus amigas conseguiría romper nuestra relación ―respondió Lily―. Y aun así…
Lorcan se acercó, la abrazó. Él sí se río.
―Les diré ―dijo―. También a mi madre. Te quiero, Lily Potter.
Dejé la esencia de la historia original, pero cambié un poco los roles. Verán, no me gusta mucho escribir historias estereotipo de adolescentes celosos: Hollywood ya lo hace maravillosamente por mí. Creo que los adolescentes se merecen un poco más de… bueno, personalidad. Aun así dejé los celos de Lily porque eso mueve a la historia original, pero cambié un poco las cosas.
Ojalá guste.
Andrea Poulain
A 11 de mayo de 2016
