Llegada:

Twilight no podía creerlo, no llevaba ni dos meses como Princesa de Equestria y Canterlot era el vivo retrato del caos. Y todo porque a Discord no se le ocurrió mejor forma de celebrar el día de los inocentes que liberar una Osa Mayor en plena capital. Por todas partes soldados corrían a detener a la gigantesca bestia pero sin lograr nada, pues ésta estaba demasiado enfurecida y confundida para reaccionar pacíficamente.

—Y precisamente la Princesa me dejó a cargo del Reino mientras se iba a hacer alguna misión diplomática, ella sabría qué hacer — gruñó para sí misma Twilight que volaba en círculos tratando de tener una vista más panorámica de la situación. — Maldito Discord, ya no es malvado pero sigue siendo molesto.

La joven alicornio seguía volando, arrojando rayos contra la osa mayor. Su esperanza era que se concentrara en ella y así poder alejarla de la ciudad.

—¡Twilight! — Escuchó que la llamaban.

—¡Chicas! — Saludó ella a sus amigas. — Que bueno que llegan. Ayúdenme por favor. Tenemos que sacar a esta cosa de Canterlot y luego quiero que Fluttershy use su Mirada para regresarla al bosque. ¿Creen que podrán?

Rainbow Dash, Rarity, Pinkie Pie, Fluttershy y Applejack se cuadraron ligeramente y corrieron hacia la bestia que seguía destrozándolo todo. Applejack hizo girar su lazo y trató de atrapar la pata de la bestia, quien sólo rugió y la levantó con todo y la vaquera, quien gritó asustada. Rainbow Dash voló a ayudar a su amiga, quien cayó a salvo sobre su lomo. Ambas volaron lejos de ahí esperando a que la bestia cayera en la trampa de Pinkie Pie.

La poni rosa pensó en que lo mejor sería atraerla lejos de la ciudad con deliciosa comida (una idea relativamente razonable para Pinkie). Ésta funcionó, rápidamente la bestia comenzó a devorar pastel tras pastel que Pinkie iba poniendo por la calle principal de Canterlot. Desgraciadamente la bestia adivinó que los pasteles venían del saco que cargaba la poni rosa y se la quitó de un lengüetazo.

Twilight gruñó.

—¡Bien chicas, la inmovilizaré con mi magia y Fluttershy, creemos en ti!

—¡De acuerdo! — Gritó la pegaso amarilla armándose lo más que pudiera de valor.

—¡Rarity, un poco de apoyo mágico me vendría bien! — Agregó Twilight comenzando a hacer brillar su cuerno.

Rarity asintió y comenzó a hacer otro tanto. La osa mayor pronto se vio atrapada por las dos auras mágicas y entonces Fluttershy se elevó hacia ella con todo su poder y le dedicó su famosísima Mirada.

—¡Oye tú! ¿Cómo te atreves a atacar a ponis inocentes así como así? Tú con tu enorme tamaño deberías estar cuidando de tus hijos o algo así. Pero no... sólo te quedas aquí y asustas a los demás. Deberías de avergonzarte.

La Osa Mayor bajó la cabeza completamente avergonzada. Las ponis se alegraron, pero no podrían cantar victoria hasta que finalmente saliera de ahí. La Osa Mayor comenzó a retorcer su nariz. Fluttershy siguió con su sermón, así que no se dio cuenta del peligro que corría.

Finalmente un poderoso estornudo, lo suficientemente potente como para mandar a volar los mejores techos de las mansiones de Canterlot (que de hecho eso fue lo que pasó) sacó volando a Fluttershy bastante lejos mientras ésta gritaba de la sorpresa y del shock, Rarity y Twilight perdieron el control del animal.

Viéndose libre y más alterada que nunca, la Osa Mayor recomenzó su locura destructiva. Twilight estaba desesperada, si alguien no hacía algo pronto algo malo iba a pasar.

Y entonces llegaron ellos. Él un semental pegaso color azul marino, con una crin negra corta y desordenada; con hermosos ojos grises. Ella era una unicornio blanca con la melena marrón claro larga y suelta, a excepción de una pequeña coleta en la parte más alta de ésta; y ojos color café rojizo. Ambos vieron al monstruo sin inmutarse demasiado.

—Vaya, apenas estamos comenzando este juego nuevo y ya tenemos un jefe de calabozo — dijo el muchacho evaluando al monstruo.

—Es una suerte que para comenzar este juego nuevo hayamos conservado los atributos de nuestros personajes de SAO — respondió la unicornio al tiempo que hacía un extraño movimiento con su casco delantero y hacía aparecer una extraña pantalla justo frente a ella.

En la pantalla podía leerse "OPCIONES DEL JUGADOR: OBJETOS". Las ponis no entendían qué demonios estaba pasando, o quiénes eran esos dos o qué clase de magia les permitía aparecer una gran lista de lo que parecían ser desde utensilios de cocina hasta armamento, a lo que podían juzgar por las fotografías.

El pegaso sonrió confiado y también se puso a revisar entre sus objetos de jugador. Muy feliz halló lo que buscaba y lo seleccionó, haciendo un ligero click con su casco; al mismo tiempo que su compañera. Frente a ambos aparecieron unas espadas; dos en el caso del pegaso y una sola para la unicornio.

Ambos tomaron sus espadas (que estaban diseñadas para ajustarse a sus cascos iguales a las espadas normales de los guardias reales) y saltaron contra la Osa Mayor. La única que no tenía tiempo de concentrarse en los extraños era Rainbow Dash, quien se entretenía luchando contra la Osa Mayor pateándola en todas partes con la esperanza de llamar su atención y guiarla fuera de Canterlot; y claro, ahora se preocupaba por qué sus amigas no acudían en su auxilio.

Dos salvajes gritos rompieron su concentración. La pegaso cian se volvió hacia los recién llegados. El pegaso azul marino comenzó a atacar a la Osa Mayor usando una espada en cada uno de sus cascos delanteros. La Osa Mayor rugió de dolor y ante la sorpresa de todos, una especie de barra color verde apareció sobre su cabeza.

La barra verde disminuía cada vez que era atacada por una de las espadas del extraño. La bestia arremetió contra el poni entrometido, cuando la joven unicornio arremetió contra una de sus patas a una gran velocidad. La Osa Mayor rugió todavía más y la barra verde sobre su cabeza disminuyó hasta casi la mitad.

Fluttershy se escandalizó y soltó un gritito de horror.

—Fluttershy, ¿qué pasa contigo? — Quiso saber Twilight.

La pegaso se mordió los cascos completamente mortificada.

—Chicas, ¿qué no lo ven? Esa barra verde sobre la cabeza de la pobre Osa Mayor es... no sé cómo sea posible algo así pero es... ¡SU MEDIDOR DE VIDA! ¡CHICAS, LA ESTÁN MATANDO!

—¿QUÉ? — Soltaron todas a la vez.

No sabían cómo cosa semejante era posible, pero pronto tuvieron que admitir que lo que decía Fluttershy era acertado. En un par de ocasiones la Osa Mayor le había pegado al pegaso, haciendo aparecer sobre él una barra verde que inmediatamente disminuyó. Eso sólo logró que su amiga unicornio siguiera con sus feroces ataques contra la Osa Mayor. Finalmente el medidor de la Osa Mayor llegó a amarillo y finalmente a rojo. Las Mane 6 corrieron a salvar a la bestia, pero ya era tarde. El pegaso dio un último golpe con sus fatales espadas dobles y la Osa Mayor se convirtió en miles de fragmentos que se desvanecieron en el aire.

Un gigantesco mensaje apareció en el aire: ¡FELICIDADES!

Ambos espadachines volvieron a hacer aparecer las extrañas pantallas blancas y seleccionaron la opción de guardar sus espadas. Ambos chocaron sus cascos de forma de complicidad y se sonriero.

—Oye Kirito, ¿qué has ítem especial obtuviste esta vez? — Preguntó la unicornio.

El pegaso consultó la pantalla blanca y sus ojos se iluminaron de emoción.

—¡Abrigo de media noche! — Anunció satisfecho mientras seleccionaba el mencionado objeto.

Un largo abrigo color negro apareció sobre el cuerpo del pegaso dándole un toque misterioso.

—Así que has vuelto a ser el "Espadachín Negro", verdad? — Quiso saber la unicornio.

El llamado Kirito sonrió pícaramente.

—Y tú vuelves a ser "Destello Veloz Asuna" — felicitó él.

Así, los dos triunfadores se dirigieron hacia la salida, pero se toparon con la severa mirada de las Mane 6. Especialmente Fluttershy quien se acercó a ellos amenazante con su famosa Mirada, que resultaba más temible que nunca ahora que estaba acompañada de lágrimas de dolor y verdadera furia.

—¡Ustedes dos! ¿Cómo se atreven a lastimar a una criatura inocente así como así? ¿No les da vergüenza? ¡Todo lo que tenían que hacer era guiarla fuera de aquí, no era su culpa que fuera utilizada como broma pesada por el tonto de Discord. Pero el que estuviera haciendo toda esa destrucción no era su culpa, estaba asustada. Por eso teníamos que sacarla sin dañarla, pero ustedes... USTEDES...

Sin contenerse más y muy diferente a su naturaleza, Fluttershy se lanzó contra los sorprendidos nuevos ponis. Appejack lazó a su amiga, más por protegerla de las tremendas habilidades de lucha de esos extraños ponis que porque no estuviera furiosa también. La verdad era que a nadie le había gustado el método que usaron.

Twilight, como la Princesa que era, se adelantó a los extraños ponis con autoridad y ordenó a los guardias que los rodearan con las lanzas listas.

—Ustedes dos: ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué tuvieron que matar cruelmente a esa Osa Mayor? — Preguntó ella con autoridad.

Los extraños se miraron confundidos. ¿Qué rayos?

—Pues obviamente para obtener el ítem especial, ganar puntos de experiencia y dinero — respondió la unicornio luego de un rato. — ¿Y qué?

—Oigan, ¿tienen el descaro de pedirnos que les paguemos por esta barbaridad? — Dijo Rainbow Dash casi gritando.

Una vez más los extraños ponis intercambiaron una mirada sin entender ni mu.

—¿Pero qué les pasa a estos NPC? — Quiso saber el pegaso. La unicornio se encogió de hombros. Al final el chico volvió a activar la pantalla blanca y le mostró a los ponis un rincón donde se veía la foto de un puñado de bits y la cantidad de 450. — Estas cosas llamadas bits son el dinero de aquí, ¿no? Se nos transfirieron la mitad de 900 bits a cada uno luego de derrotar a la criatura.

Nadie entendía nada del bando opuesto; ni los espadachines entendían qué pasaba con los ponis, a quienes llamaban NPC; ni los ponis entendían qué sucedía con esos dos extraños. Finalmente Twilight decidió que los interrogaría más adelante.

—Arréstenlos, bajo el cargo de asesinar a un animal protegido por la ley así como alterar el orden público. Más tarde hablaré con ellos, ahora tenemos que limpiar el desastre.

Los guardias asintieron y se llevaron a punta de lanza a los dos espadachines, que miraron hacia el grupo de ponis sin entender nada de nada. Fluttershy los seguía con una mirada asesina, confundiéndolos aún más.

—Oye Kirito — dijo la unicornio, — desconectémonos. Este juego no lo he llegado a comprender todavía y la verdad no me gusta lo que está pasando.

El joven pegaso asintió.

—Tienes razón, Asuna. Precisamente te lo iba a sugerir.

Y antes que los guardias entendieran qué estaba pasando, ambos volvieron a llamar a la pantalla blanca y seleccionaron la opción de "LOG-OUT". Twilight quiso detenerlos, pero éstos ya habían seleccionado la opción y desplomaron inconscientes sobre el suelo.

Los guardias quisieron reanimarlos de algún modo, pero no podían. Estaban como idos.

Sin entender nada, Twilight ordenó que se los llevara al calabozo y que hablarían con ellos en cuanto despertaran. Si es que llegaban a despertarse.

En una casa en un barrio residencial de Tokyo, dos adolescentes se quitaron el novedoso equipo de realidad virtual llamado NerveGear y volvieron al mundo real.

—Eso fue bastante raro — dijo la chica. Era alta y compartía los rasgos de su personaje poni en el cabello y los ojos.

—Síp — murmuró el chico, quien también compartía los rasgos de su yo poni en cuanto al cabello y los ojos grises. — Pero da igual, con la cantidad de juegos RPG que hay hoy en día, basta con transferir los datos de nuestro personaje a otro juego.

Ella asintió, entonces el joven encendió su computadora y comenzó a buscar en línea otro juego al qué conectarse. Al cabo de unos momentos se mostró más que confundido.

—¿Qué pasa, Kazuto? — Quiso saber la chica, que se llamaba Asuna igual que su personaje.

—No puedo conectarme a ningún otro juego. Tal vez se trate de un "bug" o algo pero no puedo desconectarme de Legends of Equestria.

—Prueba reiniciar el equipo.

Kazuto obedeció a su novia, pero nada.

—Por alguna razón nuestros NerveGear no aceptan enlazarse a otro juego que no sea Legends of Equestria.

Asuna levantó una ceja.

—¿Entonces tendremos que resignarnos a ese extraño juego si queremos jugar online?

—Así parece — respondió Kazuto.

Sin saber qué más hacer, ambos se despidieron y decidieron tratar de resolver su problema otro día. En todo caso siempre estaba la opción de intentar terminar el juego, o morir dentro. No sabían, de todos modos no importaba, era pura realidad virtual.


Y no hay modo a que me decida con qué jodidos publicar en el fandom, pero primero dios esta historia será la fija. Espero les haya gustado y me dejen un review. Y espero hallar a alguien que conozca a Asuna y a Kirito de SAO. En fin, sin más:

Chao; nos leemos!