-KISEKI-

-Milagro-

Capitulo I: Una amarga Decepción.

-"¡Eh!, ¿Lavi porque te disculpas?"- Cuestionó confusa la joven exorcista.

Lavi la observó con aquel rostro serio y compungido que mostraba en esos días, Lenalee era algunos centímetros más baja que él sin embargo el exorcista tenía la impresión que era él quien se volvía cada vez más pequeño. La chica lo miraba con temor por su reacción, pero Lavi también alcanzaba a ver sus vivaces ojos violetas bajo sus temblorosas pestañas, las finas facciones de su rostro enmarcada por el cabello aún corto, el atuendo ajustado y despreocupado que solía usar y sus largas piernas desnudas cubiertas con los dos aros que ahora formaban su inocencia.

-"Lenalee lo siento, no fue mi intención hacer que malinterpretaras las cosas"- Se disculpó mirando directamente los ojos de la exorcista.

Ella movió de un lado a otro su rostro indicándole que no entendía nada de lo que decía, abrió la boca para decir algo pero de sus labios no brotó nada conformándose con escucharlo.

-"Todo lo que ha pasado en las últimas semanas lamento haber actuado así, no quise complicar las cosas.

Lenalee yo no estoy interesado en ti"-

Lo dijo finalmente tan directo y con la misma serenidad con que se había enfrentado a los Akuma y la Familia Noah hace pocas semanas.

Lenalee lo escuchó ahí de pie frente a él, sintiendo como sus palabras la golpeaban en el pecho traspasando su ropa hasta tocar su corazón, supo que muy seguramente su expresión era completamente tonta pero no pudo cerrar los labios ni contener el temblor que se apoderó de su labio inferior, ese mismo temblor corrió hasta sus piernas amenazándola con abandonar sus fuerzas pero de algún modo y antes de que sus ojos se llenaran de lágrimas logró sobreponerse e inventarse una estúpida mentira sobre una tonta y falsa sonrisa.

-"¡Ahh! Lo siento Lavi acabo de recordar que Komui me pidió le llevará más café; nos veremos luego"-

Lavi percibió el cuerpo tembloroso de la chica cuando pasó junto a él encaminándose hacía uno de los balcones que daban al jardín, el pelirrojo se giró solo para ver como Lenalee se llevaba el dorso de su mano derecha a su rostro. Y experimentó todo tipo de sensaciones a pesar de que la mayoría estaban prohibidas para un bookman.

Un impulsó que nada tenía que ver con su condición de exorcista o de bookman lo llevó a echarse a correr en dirección donde la joven había desaparecido.

Lenalee se afianzó sobre los pilares del balcón mirando la gran extensión que conformaba el jardín, un alarido de dolor se coló por su garganta dejando que el llanto corriera libre por su rostro.

Sus delgados dedos se aferraron con más fuerza a la fría piedra mientras lo recordaba todo.

Recordó la primera vez que el exorcista se había acercado a ella y con una sonrisa que la hizo temblar de vergüenza le tendía la mano para que ella se pusiera de pie, desde ese momento Lenalee había encontrado no solo un compañero más como exorcista también ganó un amigo que más tarde se convertía en admiración y atracción para terminar en una gran decepción.

Ella lo había pasado mal desde antes de partir hacía Edo pero antes de que se sumiera en una lastimera depresión Lavi le había vuelto a tender la mano para sacarla de aquel abismo, y desde ese momento sus propios sentimientos que ya sospechaba comenzaron a evolucionar dándose cuenta que se había enamorado de él.

Lo sabía porque no sentía ese fuerte palpitar y tranquilidad en su corazón cuando estaba con Kanda o con Allen, con ellos se sentía segura y confiada pero ninguno de los dos exorcistas había tenido esos pequeños gestos y consideraciones que el futuro bookman tenía para con ella.

Incluso ella misma lo llegó a sentir; el suave palpitar de su corazón cuando la sostuvo entre sus brazos después de derrotar al Akuma 3, lo escuchaba en su voz; en aquel timbre dolido y desesperado por ser incapaz de protegerla mejor.

Después de sus atenciones en la enfermería, en el laboratorio 5 y en los días posteriores Lenalee había creído que sus sentimientos eran correspondidos, por eso ese día se había armado de valor, haciendo de lado sus propios temores y prejuicios, dejándoles en el mismo sitió donde desechó la segura protesta y reprimenda de su hermano cuando se enterase.

La tarde estaba próxima a caer cuando lo encontró en aquel solitario pasillo, lo había visto de frente, con su peculiar sonrisa bajo su enmarañado cabello rojo. Ella había iniciado la conversación y después de algunas cosas sin mucho sentido le habló de sus sentimientos esperando que él los correspondiera.

Pero ahora por más estúpida y apenada que se sintiera era incapaz de dejar de llorar, su llanto no correspondía a un capricho ni al saberse rechazada, si ahora lloraba era porque aquello le dolía tanto que no era capaz de contenerlo.

Acalló sus sollozos cuando escuchó la voz de Lavi detrás de ella limpiándose con discreción su rostro lloroso antes de darle la cara.

-"Si un día tuvieras que elegir entre el mundo y el amor, ¿qué elegirías?"-

Lenalee lo miró extrañada por su encriptada pregunta más que por su presencia.

-"Elegiría el mundo"- Respondió después de un corto silencio pero con una seguridad que sorprendió al hombre.

-"Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor serás capaz de conquistarlo"- Lo recitó como si se tratase de una vieja enseñanza aprendida en uno de los tantos lugares en los que había estado.

-"Te equivocas, para mi aquello no podría ser. Porque si eligiera al amor no tendría la oportunidad de estar contigo, pero si elijo al mundo sé que tu estarás ahí porque todos ustedes lo conforman para mí"- Dijo con voz apagada.

-"Debes de estar pensando que soy un idiota seguramente tienes razón. También sé que soy el menos indicado para decirlo pero creo que estarías mejor con alguien como Allen"- A pesar de todo y de no sentirlo Lavi aún trataba de alejarla, aún cuando eso lo hacía sentirse peor.

-"Por favor no metas a Allen en todo esto, él es demasiado bueno pero para mí es como un hermano más"-

Su voz siempre sonaba tranquila y modulada, era un rasgo que le añadía un toque de inocencia a su personalidad pero ahora volvía a escucharse con esa vieja melancolía de cuando Lavi la había conocido.

-"Lenalee no lo hagas, a pesar de todo eres mi compañera y no me gusta que te hagas daño tu misma"-

Lenalee supo que sus palabras eran sinceras y que iban cargadas de un débil dejo de dolor. Fue justo eso lo que la hizo sentirse peor, quiso volver a llorar pero no lo hizo, no lo haría frente a él porque solo obtendría más lastima de su parte por eso volvió a sonreírle antes de hablar.

-"Lamento lo de hace rato, no quise presionarte y descuida hace tiempo que deje de sentir lastima por mi"-

Se disculpó antes de retirarse, pero antes de ser capaz de dar el primer paso siquiera sintió su cuerpo demasiado caliente considerando que la brisa nocturna les llegaba a ambos, su visión se volvió borrosa llevándose ambas manos a la cabeza antes de sentir como se desvanecía.

Entre el dolor distinguió la voz preocupada de Lavi llamándola por su nombre, extendiendo sus brazos a ella.

-"Lenalee, ¿Te encuentras bien?"- Preguntó preocupado agachado junto a ella.

-"Lo estoy, es solo que mi cuerpo se siente débil aún cuando la inocencia me ha recibido por su propia voluntad. Solo necesito unos minutos"- Le dijo apoyando su brazo sobre el pecho del hombre.

-"Nada de eso, debiste habérselo dicho a Komui o descansar en la enfermería un tiempo más, que es a ese mismo lugar donde te llevare"-Mientras la reprendía la cargó con suma facilidad.

Lenalee trató de bajarse pero sus fuerzas aún no se restauraban y Lavi se encontraba en perfectas condiciones así que sus intentos no pasaron de simples forcejeos.

-"¡Lavi!"-Le dijo suavemente con su rostro descansando sobre su pecho –"Esto es demasiado cruel, ¿lo sabías?"-

El exorcista bajo la vista pero ella no lo miraba, dobló la última esquina antes de llegar a la enfermería.

-"También tu has sido dura conmigo Lenalee"- Murmuró sin prestar atención a si lo escuchaba o no.

Ella abrió sorprendida sus ojos pero no se atrevió a mirarlo, el lento palpitar de su corazón volvió a normalizarse cuando escuchó la voz de la enfermera frente a ellos. Lavi siguió a la mujer hasta una de las tantas camas desocupadas respondiendo las pocas preguntas que era capaz de contestar.

-"Yo estoy bien, no es nada solo estoy un poco cansada"- Intervino la joven recostada ahora en la cama.

-"Lenalee sabes el alboroto que causara tu hermano cuando se entere de esto, pero descuida tu salud es lo más importante. Lavi te agradezco haberla traído yo me ocupare de todo lo demás"- Le dijo a modo de despedida al exorcista que seguía de pie al lado de la cama.

Lavi solo asintió con un rápido movimiento de cabeza antes de salir de la enfermería sin mirar hacía la cama donde se encontraba la exorcista.


Mi primer fic largo en esta sección, últimamente había estado haciendo puros one-shot pero con este fic tengo muchas ideas y mientras la inspiración no me abandone actualizare regularmente.

Ya deben saber que mi pareja fav. Es el Lenalee-Lavi pero pasaran varios capitulos para ver esa relación, por lo pronto me divertiré con otras.

Gracias por leer y dejar sus comentarios. ¡¡FELIZ AÑO 2010!!

¡¡Bruja!!, Mil gracias por inspirarme a escribirlo en mi momento de crisis.

-Sherrice Adjani-