HISTORIA DE LA VALKIRIA
Esta historia empieza poco después de la película de la pirámide de la luz, es una historia no oficial, pero ¿acaso ustedes no se han preguntado el por qué de la carta Valkiria? Jamás volvió a aparecer… así que se me ocurrió cierta cosa que posiblemente les agrade, o les desagrade, pero a mí me gustó la historia, tal vez porque es mía, pero vamos a empezarla…
Resulta que Yugi llevaba muy poco tiempo de que no tuviera acción, ya que seguían desentrañando los secretos del faraón, y entonces Yugi y "su otro yo" trabajaban para encontrar la verdad.
-Debes de darte tiempo Yugi san- se preocupaba Anzu por él- te ves más delgado que antes
-Pero el faraón…
-No hay problema que salgamos por hoy, ya verás, iremos al centro comercial
Yugi dudó por unos segundos, pero el faraón le dijo que se tomara un descanso:
-Vamos, Yugi-san, es tiempo de descansar, apenas hemos salido del problema con Anubis, sal con Anzu de nuevo, quiero que te relajes.
Y después de clases salió con sus amigos y fueron a dejar sus cosas en la casa de Yugi, el abuelo se despidió de ellos:
-Cuídense, muchachos
-Si, abuelito- le decía Yugi al salir de la tienda.
Fueron a varios lados, Yugi se divertía, había sacado su lado divertido, ese que no era el serio, sino muy amable, aunque un poco tímido, él era Yugi Mutou.
Se sentaron en una de las mesas junto a una fuente cristalina, él y Anzu se quedaron sentados mientras Honda y Jonouchi iban por algo de comer, Anzu le estaba hablando acerca de muchas cosas, algunas que no entendía, Yugi sólo sonreía para no ser grosero y miraba las mesas de todo el lugar, hasta que la vio…
Estaban comiendo, compraron de todo, Jonouchi sacaba una rebanada de pizza
–Claro que es de pepperoni, no te molestes Jonouchi-kun, no es vegetariana- le decía Honda
-Ummm… Está deliciosa Yugi-kun, deberías comer algo de esto…-le aconsejó Jonouchi, pero de repente se dio cuenta que no le hacía caso alguno- ¿Yugi? ¿Qué pasa amigo?
Yugi no había ni siquiera tocado su arroz, sólo estaba distraído mirando a las mesas del otro lado de la fuente.
-Oye, ¿te vas a comer eso?- le preguntó Honda
Pero Yugi no respondió
-Yugi - le dijo preocupada Anzu- ¿Qué tienes?
El chico reaccionó unos segundos después
-Eh… nada. Perdón, amigos.
Jonouchi también miró hacia donde Yugi estaba mirando
-Oh, ya entendí- Dijo - Es esa chica, bien hecho Yugi-kun, tienes buen gusto- Sonrió, Yugi se sonrojó
-¿Quién?- preguntaron Anzu y Honda, también vieron hacia allá
Del otro lado estaba una chica muy bonita, era delgada, pero con unas curvas pronunciadas, un poco más joven que Anzu, su piel era clara y su cabello era rubio, algo más oscuro que el de Yugi. Estaba sola, tomando malteada.
¿Y que esperas?- le incitó Jonouchi
¿A qué te refieres?- Preguntó ingenuo Yugi
Estás loco Jonouchi kun- dijo Anzu algo enojada- obvio Yugi no puede andar ahí hablando con extraños, y menos con esa chica…
Oh, vamos, es muy bonita. Además ¿Qué podría hacerle ella?- le dijo Honda, algo burlón- Si lo mata a Yugi le encantaría… -Yugi se sonrojó más de lo que estaba
-OK, todos están exagerando esto.- interrumpió Jonouchi- Yugi-san tiene que hacer lo que quiere. Yugi-kun, ¿Tú que opinas?
-Eh…- estaba pensando- yo quiero verla. Pero seguramente está esperando a alguien
-¿Vieron?- dijo Anzu, feliz- ya se va
-Yugi-kun, corre…- le dijo Honda
El chico se levantó de su asiento, Anzu estaba algo enojada. Yugi iba corriendo hacia la niña rubia, estaba ya atrás de ella… Y tropezó…
-Aaay- Yugi iba cayendo como en cámara lenta y azotó… Varios reían mucho
-Oh, no- observaba Jonouchi
Pero… estaba genial…
-¿Estás bien?- la chica se había volteado a ver a Yugi, le tendía la mano para que la sujetara
-Si, eso creo- dijo Yugi, sonrojándose
-No hay por qué apenarse, yo también soy torpe, y esos que se ríen, son tontos, todos nos hemos caído alguna vez
-Gracias- Yugi se levantó con ayuda de la chica, estaba frente a ella, que era sólo un poco más alta. Hablaba con acento
-No hay de qué
-Tu blusa es linda- la elogió Yugi
-Gracias, amigo. Yo soy Artemisa Klug ¿Cuál es tu nombre?
-Soy Yugi…
- ¡No me digas!- dijo emocionada la chica- ¡Yugi Mutou- kun! ¿Cómo no lo reconocí? Es igual que en la tele, sólo que más guapo. –Yugi se ruborizó un poco- Venga, regresemos a la mesa
-¿Eres fanática al duelo de monstruos?
-Tengo una gran colección de cartas que gané hace algunos años en duelos, pero ya no lo juego. Sé todas las reglas, pero hace mucho tiempo que no tengo duelos. Acompáñeme a matar el tiempo, Yugi-san
- ¿Y entonces ya no juegas?- dijo un poco más confiado Yugi
-Pues, podría tener un pequeño duelo, pero ahora ya no traigo mis cartas. Pero sé que podríamos tener otro juego- le dijo sonriente la chica
-¿A qué te refieres?- dijo Yugi
-Sé que antes de los duelos, tenía otro tipo de juegos
La chica sacó un mazo de cartas… Pero de las normales, de esas que tienen rey, Reina y ases de corazones, Yugi sonrió
-Parece que me conoces bien
-¿Qué cree usted, rey de los juegos?
-Oh, está bien- dijo Yugi- pero si yo gano, serás mi amiga, Artemisa san
-Hecho, sería un placer. Pero si no, me iré ahora, porque se me hace tarde.
-Está bien- dijo Yugi
Artemisa revolvió las cartas por las mesa
-Pues, vamos a ir sacando cartas, y quien saque un par o un Joto puede volver a sacar, El Joto vale 10 puntos, la reina 11 y el rey 12, pero con el rey no se saca de nuevo. Quien llegue primero a 70 puntos gana
- Está bien- dijo confiado Yug- primero las damas
Artemisa sacó una carta
-4 de tréboles- dijo confiada- puedo volver a sacar- sacó otra- 3 de corazón
-Aquí voy- Yugi sacó- Joto, me toca sacar de nuevo
-Cierto-dijo Artemisa algo enojada
-Reina, eso suma 21 puntos
-Rayos, tienes mucha suerte, con razón te dicen el rey de los juegos, y ahora me toca- dijo la chica, un poco más confiada con Yugi, sacó una carta- 6 de espadas, otra- la niña sacó más- rey de corazones, 18 y 7 dan…
-25, pero me toca a mí- dijo Yug, sacó- tengo reina de picas, si antes tenía 21 puntos, ahora tengo 32 puntos
- Pero no sacaste par, así que me toca- la chica sacó- llora, es 8 de picas, y me toca sacar de nuevo… 9 de trébol ¿no es genial? 42 puntos para mí
Yugi sacó su carta
- 10 de trébol, lo siento, pero empatamos- dijo Yugi, sacó de nuevo.- 4 de corazón
- 46 puntos tienes ahora- Artemisa empezó a enfadarse
-Y me toca de nuevo- dijo Yugi- 5 de tréboles, son 51 puntos
- Pero ahora me toca- ella sacó- 10 de corazones, son 52 puntos y me toca sacar de nuevo. –volvió a sacar- 7 de picas, son 59 hasta ahora
- saco- dijo burlón Yug- 2 de corazones, 54 y…- volvió a sacar- rey de espadas, 65
- Ah, pues…-la chica tomó una carta- 6 de picas, te empaté... Y puedo volver a sacar
- Bien, si sacas 5 o más, ganarás- le dijo preocupado Yugi
- Ojalá… - Artemisa, trató de elegir bien su carta, iba a tomar una, pero prefirió otra
- Vamos- le dijo Yugi
Artemisa volteó su carta y la vio
- Oh,- la carta era un tres de tréboles- ¡¡rayos!! Suman 68 puntos
Yugi tomó la carta que Artemisa había rechazado
-Siete de tréboles - dijo sonriente- tengo 72 puntos. Pierdes
-¡No puede ser!- dijo Artemisa algo enojada
-Buen juego, amiga- le dijo Yugi
- Esta vez fallé, nunca pierdo, pero ¿Qué podía esperar? Es usted el rey de los juegos
-Sí, pero si hubieras tomado esa carta, yo hubiera perdido
-Tiene razón.- dijo la chica- creo que estaba en mi destino perder
-¿Crees en el destino?
-Claro, a veces el destino manda, otras tú lo puedes hacer. Y creo que era mi destino conocerlo. Y me encantó.
-Oye, estabas aquí desde hace tiempo ¿Qué hacías tan sola?
-Estaba esperando a alguien importante- Yugi entristeció
-¿A tu novio?
-No tengo novio, esperaba a mi hermano, pero no vino porque tuvo un problema
-Oye, ¿y si nos acompañas?
-Estaría encantada de comer junto al rey de los juegos, Yugi-san
-Sólo llámame Yugi, tenemos la misma edad ¿No crees?
-Casi la misma, pero está bien Yugi- san
Así, un día que pudo haber sido sólo algo común, se convirtió en otro descubrimiento, pero de los buenos.
Unos días después en la mañana, Yugi hablaba con su abuelo
-Sí, abuelito, esa chica es genial- le comentó Yugi
-Pues deber de ser fabulosa para que a mi nieto le guste tanto
-Sí, y me dijo donde vive ahora
- ¿Y qué hace en Japón?
-Sus padres trabajan en un instituto importante de investigación y acaba de llegar hace 4 días, le dije a que escuela iba y hoy va a ir a inscribirse. Bueno, ya me voy, llegaré tarde- Y salió de la tienda
-Hola Yugi san- le saludó Anzu- ¿Cómo estás?
-De maravilla, vamos, llegaremos tarde- la tomó de la mano y se fueron más rápido de lo normal, olvidando a Honda y a Jonouchi
-¿Por qué quieres llegar tan rápido?
-Sólo vamos
Después, estaban en la escuela, el maestro le estaba presentando la clase a Artemisa
-Ahora comprendo porqué querías llegar temprano, sólo era por ella- le reprochó Anzu, al parecer, estaba celosa, se había sentado al lado izquierdo de Yugi
-Oh, vamos Anzu chan, ella no es tan mala- susurró Yugi
Iban llegando Honda y Jonouchi
-Lo sentimos maestro, se nos hizo tarde porque no sonó la alarma
-Pasen chicos, les daré una advertencia, sólo porque nunca llegan tarde
Ellos se iban a sentar junto a Yugi, pero éste puso su mochila en el asiento a su derecha más próximo a él
-¿Por qué estás tan raro, Yugi?- le susurró Jonouchi
-Es para Artemisa-san
-Oh, está bien- entendió Jonouchi
Y el maestro siguió con la chica
- Como les decía, la señorita Klug se quedará con nosotros por un tiempo, así que espero que la traten bien, Artemisa, puedes tomar asiento donde quieras
Varios chicos, a causa de la belleza de Artemisa, ofrecieron hasta su propio asiento, pero Artemisa fijó sus grandes ojos verdes en Yugi
-Ven, siéntate aquí- le indicó él
Yugi, amablemente, quitó la mochila y esperó a que Artemisa llegara para apartar la silla y acomodarla cuando ella se sentara
-Gracias Yugi san, eres todo un caballero- varios chicos fruncieron la boca
-No hay de qué, Artemisa san- dijo muy feliz Yugi
Días después, Yugi estaba en su cuarto, tratando de dormir, pero no podía, estaba pensando en Artemisa…
Faraón: ¿Acaso huelo a enamoramiento?
Yugi: ¡Yami! ¿Qué te hace creer eso?
Faraón: Nunca nos hemos separado desde que nos conocimos (acuérdense, mis otakus, que esto es antes del reino de los dragones) te conozco muy bien y sé que te gusta mucho esa chica
Yugi: Tal vez me guste, pero no es para tanto
Faraón: ¿Estás seguro?
Yugi: (Dudando) Eh…
Faraón: Recuerda que no nos podemos ocultar nada, yo leo tus pensamientos
Yugi: ¿Y si me gustara?
Faraón: Ten cuidado
Yugi: (Preocupado) ¿Presientes peligro?
Faraón: No, sólo creo que podrías lastimar a cierta persona…
Yugi: (ingenuo) ¿A quién?
Faraón: No, olvídalo
Yugi: Yo sólo sé que Artemisa es la chica más genial que he conocido… Bueno, tal vez la segunda chica más genial que he conocido… (Se acurrucó entre las cobijas y se quedó dormido)
Y a la mañana siguiente, Yugi estaba esperando a sus amigos enfrente de la escuela, por alguna razón ellos no habían pasado por su casa, ni siquiera Jonouchi, era algo alarmante
-¡Yugi san, hola!-le saludó Artemisa- ¿Por qué no entras?
-Ah, hola Artemisa san- le dijo Yugi- espero a mis amigos
-Oh, bueno todavía es temprano
-Sí- dijo algo tímido
-Y bien- Artemisa también tenía timidez- ¿Puedo hacerte compañía?
-Claro
Artemisa se sentó en la banca que habían puesto junto a la entrada, Yugi también se sentó y ella se le quedó viendo con sus grandes ojos verdes, él estaba algo incómodo y a punto de ruborizarse, para no hacerlo, sacó sus cartas y se puso a mirarlas, fingiendo que planeaba una gran estrategia
-Con que ese es el mago oscuro- Artemisa aprovechaba para hablarle
-Sí, es mi monstruo preferido
-Es genial, vaya… - se distrajo con una carta en especial- Oh ¿Quién es? Aún no aprendo estos caracteres en japonés
-Es Valkiria la maga
-Vaya, es muy bonita- dijo Artemisa, sorprendida
-Es verdad- Yugi miró la carta y a Artemisa una y otra vez, ¡Eran tan parecidas! –incluso digo que se parece a ti
-Es verdad, -tomó la carta y le examinó- sólo que Valkiria ya tiene la cara más como de mujer, y mis ojos son verdes, los de ella son azules…
-Es verdad… Pero tus ojos me gustan más
-Pero me fascina que hayas dicho eso- le dio un abrazo y un beso a Yugi- me sentí halagada- le regresó la carta, Yugi estaba algo rojo
-Oye, creo que ya es hora de entrar- distrajo la atención
-Sí…-Artemisa volteó a la escuela- Pero, ¿Y tus amigos?
-Creo que se les hizo tarde
-No hay porque inquietarse, -Artemisa le sonrió- yo puedo quedarme contigo a esperarlos
-No quiero que te retrases-Yugi se levantó y la ayudó a pararse- mejor yo los espero
-Está bien. Nos vemos- Artemisa le guiñó el ojo y se fue, Yugi la siguió con la mirada.
Lo que Yugi no sabía era que Anzu, Jonouchi y Honda ya habían llegado y que lo habían estado viendo desde hace rato, al fin salieron
-Hola "flaco"- le dijo Anzu en broma
-¿Dónde estaban?
-Fuimos por algo al centro comercial, necesitábamos material, y tú estabas…- le insinuó Jonouchi
-Con Artemisa ko- le reprochó Anzu
-Vaya, esa chica sí que te gusta- dijo Honda- oye, ¿por qué no le dices abiertamente?
-No lo sé… ya que ella no sabe de mi doble personalidad, nunca cambio lugar con mi "otro yo" en clases y no me gustaría mentir acerca de eso
-Pues debe saberlo…- le aconsejó Jonouchi- tienes que ser sincero
-pero ¿Y si no le agrada?
-Quiere decir que ella no es para ti- dijo firmemente Anzu
-Pues…- Yugi se puso a pensar, se introdujo en su propia mente, ahí estaba Yami, mirándolo
Yugi: ¿Y tú que piensas, Yami?
Yami (Aten): Pues yo pienso que puedes decírselo, yo lo trataré con tacto
Yugi: (Menos preocupado) Está bien
Al final de las clases, Yugi esperaba a Artemisa para hablar con ella, de pronto ella salía y Yugi le tomó el brazo cariñosamente, volteó algo asustada, pero sonrió cuando vio de quien se trataba
-¿Qué pasa, amigo?-le dijo felizmente
-Eh, quiero decirte algo, pero primero vamos a salir
- Claro, puedes decirme lo que quieras…
De pronto Kaiba abordó a Yugi, estaba también vestido con el uniforme
-Oye, Yugi-kun, quiero la revancha
-Pero Kaiba- le insinuó- estoy ocupado
-No hay problema- dijo Artemisa- puedes verme al rato
Yugi vio a Artemisa a los ojos y supo que no hablaba con la verdad
-No puedo esperar más, Kaiba, tendré que aplazar el duelo. Artemisa, vamos.- la tomó de la mano y salieron. Kaiba se quedó ahí, bastante molesto
-¿Qué le pasa?- dijo Seto, con el ceño fruncido-jamás prorroga un duelo ¡Y a mí nunca me aplazan! Algún día…- se fue.
Anzu, Jonouchi y Honda observaban a Artemisa, los últimos dos felizmente, mientras que la primera veía algo celosa a los dos chicos, que se veían muy lindos juntos
- Quien lo imaginaría, Yugi va con una chica, es algo extraño- decía Jonouchi
- ¿Y acaso estoy yo pintada?- se enojó Anzu-Yugi y yo hemos ido muchas veces a todos lados, desde el parque de diversiones hasta…
-No, pero Yugi-kun y tú son sólo amigos,-interrumpió Honda- igual que con las chicas con las que hablaba antes; en cambio, Art-chan y Yugi-kun se ven como una pareja. –Anzu entristeció- es tiempo de que ya lo sean ¿No lo crees?
-Aja- asintió Jonouchi, serio
Horas después, Yugi y Artemisa estaban solos en aquel parque a unas calles de la escuela, empezaba a atardecer, estaban en las bancas y Yugi trataba de decirle
-Oye Yugi, fue genial que me llevaras a comer
-No hay de que Artemisa san- le dijo nervioso
-Je, je… Llámame Art-chan, me siento mejor si me llamas así, al fin ya somos como amigos ¿No lo crees, Yugi-kun?
-Oh, sí, es verdad Artemisa ko… Art-chan, je, je…- se oía algo nervioso. Artemisa presintió que Yugi quería decirle algo
-A veces es mejor decir lo que sientes- le insinuó la chica- todo es más fácil así, además las otras personas pueden pensar lo mismo
-Art-chan, lo que yo siento lo debes de saber bien, pero, hay un secreto muy grande que no te puedo ocultar ¡Yami Yugi!- Yugi se transformó en Atemu- Hola, Artemisa san, me han hablado mucho de ti…
-¡¿Qué pasa?!- la chica retrocedió, bastante sorprendida y hasta asustada, parecía que ahora estaba viendo a un alienígena o algo por el estilo - ¡¿Qué sucedió?!
-Ven,- le indicó Atemu, y le ofreció su mano- vamos al museo
- Es como si fueras otra persona… Tu voz es más grave que la de Yugi kun, te ves más alto- lo señaló con el dedo, aterrada- tú no eres Yugi-chan
-Confía en mí- le dijo Atemu, con esa voz que podría derretir un diamante por la seguridad, seriedad y a la vez ternura que infundía…
-Sólo si me dices algo- dijo Artemisa, un poco más confiada
-¿Qué?- dijo Yami, algo curiosa
-Que ahí dentro…-Artemisa se veía algo preocupada-…todavía está mi Yu-chan
- Claro, te doy mi palabra- le aseguró Yami de una forma que le haría confiar a cualquiera
-Eh…- dudó por unos momentos- Está bien
Y después Yugi – el pequeño- y Artemisa estaban ya fuera saliendo del museo
-Entonces tú… Bueno, el otro tú, es en realidad un faraón, que vivió hace más de 3000 años y que ahora trata de buscar sus memorias perdidas…
-En corto, es eso- dijo Yugi, temiendo de la reacción de Artemisa y que ella fuera a explotar como una bomba…
-Ah… -Artemisa se quedó pensando, el silencio perforaba las paredes.
-…- Yugi sólo se le quedó viendo, bastante preocupado, sólo se oía su respiración, Artemisa se veía confundida y se llevó el dedo a la boca, cavilando… Al fin el silencio se rompió
- Si no lo veo, no lo creo…-dijo la chica, bromeando, Yugi estaba asustado-ayudaré a encontrar la identidad de tu otro tú
-¿En serio?
-Claro,- En su cara se dibujó una gran sonrisa- ni creerías lo que yo he visto en mi vida de viajes, además, los egipcios creían mucho en el resurgimiento de espíritus
-bueno…- Yugi respiró, aliviado- pues… Gracias
-No hay de qué- Artemisa vio el reloj- ¡Oh! Es muy tarde ya
-Bueno, tal vez ya es hora de ir a casa
Yugi llevaba las mochila de Artemisa para que ella no cargara, al llegar a su casa trataron de despedirse: Yugi quería abrazarla, pero Artemisa quería besarlo, así que él quiso besarla entonces, pero ya le había dado el abrazo
-Okay, me voy Yugi kun- dijo, después de un largo abrazo
-Adiós Art chan
Artemisa entró a la casa y Yugi se quedó ahí, como atontado, pensando… El faraón apareció invisiblemente a su lado, le sonreía socarronamente. Yugi entendía la broma y no se le hacía nada divertido
Faraón: No te fue tan mal, amigo
Yugi: Yo no lo creo ¿Acaso viste?
Faraón: (Optimista) sí, ella trató de besarte
Yugi: Exacto, pero yo no la besé. Debí besarla, ahora pensará que sólo quiero que seamos amigos, se olvidará de mí y…
Faraón: (Viendo hacia otro lado) Yugi…
Yugi: No, Yami. Tenía que tomar la iniciativa, ahora se fue mi oportunidad
Faraón: Pero tienes que…
Yugi: ¿Por qué seré tan tonto?
Faraón: (Señalando hacia otro lado) Yugi…. Tienes que escucharme…
Yugi: Tuve que decirle… si tan sólo hubiera dicho Artemisa, sé mi novia…
Faraón: (Tratando de captar su atención) ¡Yugi! ¡Mira!
Yugi: (Alterado) ¡¿Qué?!
Artemisa estaba enfrente de Yugi, lo miraba sorprendida con sus grandes ojos verdes
Faraón: Yo me voy, compañero
-Oye… olvidé mi mochila… pero…- le dijo la chica- Todo eso… De que si te gustaba… ¿Es cierto? Es decir… Si yo… te gusto… a ti…
-Esto…Yo…- Yugi estaba nervioso, no podía creer que Artemisa lo hubiera visto hablando solo, además, sobre semejante conversación… Empezó a ruborizarse mientras la rubia trigueña lo observaba con sus grandes ojos verdes…
CONTINUARÁ…
