N/A: todos los derechos reservados a J.K Rowling y la Warner BROS.

Espero que les guste esta historia, esta vez es un Lily/James en su totalidad, no hay mezclas de tiempos ni nada raro...

Como dice en el Summary-- Se aceptan sugerencias apara seguir la historia (claro, siempre y cuando me agrade la idea, ¿no?) Creo que es una buena forma de interactuar con uds...

Saludos a todos!

PaulaB

James / Lily

"Algo ha cambiado" by PaulaB

Capítulo I: "En el expreso de Hogwarts"

Era 1º de septiembre. La plataforma 9 ¾ estaba abarrotada de gente. Una chica con una flamante cabellera roja trataba de hacerse paso entre la gente, eran las 10.55, y si no se apuraba, perdería el tren que partía a las 11.00 a Hogwarts. Era una chica muy hermosa y sexy, y su cuerpo era envidiable: alta, esbelta, con una cintura muy estrecha, muy buenos pechos y un trasero muy bonito; su cabellera pelirroja era lacia con pequeños rulos en las puntas, a media espalda, y tenía unos ojos expresivamente grandes y de color verde esmeralda intenso.

-¡Lily acá estoy…!-le gritó una chica desde una de las ventanas del tren, no muy alta, pero muy linda también, que poseía un cuerpo hermoso (aunque no tanto como Lily) y era una flamante rubia de ojos azules.- ¡Apúrate a que si te encuentras a Potter sólo será culpa tuya porque eres lenteja!

-Créeme que si me encuentro a Potter me esfumo antes de que me vuelva a pedir otra cita… el muy cabrón me hará tener que soportarlo otro bendito año…-dijo algo molesta.

-No te quejes, ¡peor es Black… ese sí es odioso…!-Le respondió desde la ventana, puesto a que Ginny ya estaba dentro.

-Ginny… creo que no soportaré a ese par de pervertidos… creo que terminaré matando a alguien…-dijo con sorna la pelirroja. Esperaba no tener que encontrarse a Potter, o se volvería loca de volver a escuchar otro "¿Sales conmigo Evans…? Estoy disponible para ti cuando quieras…" o "Eres un encanto, pelirroja… lástima que eres tan mojigata, pero cuando quieras ¡te ayudo!"… sobra decir que las mejillas del chico no han vuelto a ser las mismas desde entonces.

Es que Lily Evans, era la pelirroja más codiciada del Colegio junto a sus mejores amigas, Ginny Creevey y Lizzy Shepperd. Las chicas eran unas anti-merodeadores, a quienes llamaban "meroidiotas". La verdad era que no los soportaban, a pesar de que ellas eran muy tranquilas y pasivas, sólo dos personas en todo el castillo eran capaces de transformarlas en unas fieras: James soy-el-mejor-del-mundo Potter, Sirius las-chicas-mueren-por-mi Black y Remus Lupin, el único que les caía aceptable a las chicas, además no encajaba porque era muy respetuoso, maduro y responsable en su estudio.

-¡Menos mal que ya estás dentro…! Ginny… creí que tendría que ir sentada en los pasillos hasta el Colegio…-dijo la pelirroja aliviada mientras trataba de subir su pesado baúl-… pero tendrás que esperar a que suba esta cosa ¡es un plomo…!

-Con permiso, Evans…-y sin más el chico que había hablado le quitó el baúl de sus manos con cuidado antes de que ella pudiera replicar, y se lo subió al vagón como si se tratase de una pluma y no un baúl. Lily bufó al ver quien era, y estaba a punto de estallar y regañarlo como siempre cuando…

-Un placer ayudarte, pelirroja… te veo después- dijo el chico, dejando a la pelirroja en shock, ¿ese había sido el gran James Potter, ayudando…? No, no podía ser, parecía imposible. Pero al verlo irse con sus amigos sabía que no era otro más que James Potter, el chico más guapo del Colegio.

-Por cierto, Evans… cada día te ves más linda- añadió con voz madura y grave, pero sin ese grado de perversión que a Lily le irritaba. Él era capitán del equipo de Quidditch y buscador del mismo, por lo cual tenía un cuerpo muy bien formado y musculoso. Pero aparte de eso, había salido con medio Hogwarts y era por eso que Lily lo odiaba tanto: trataba a las mujeres como pañuelos descartables, las seducía, se acostaba con ellas, y luego las dejaba. Lily odiaba eso. Pero no había odiado al chico que la había ayudado con su baúl y ciertamente ese no coincidía con Potter.

Lily no respondió. Se quedó como hipnotizada, no entendía.

-¡Vamos, Prongs… perderemos el tren!-exclamó el otro chico, que no era otro que Sirius Black -¡Moony nos está esperando en el compartimiento…! – luego reparó en la presencia de las dos chicas –Hola Evans, hola Creevey…-saludó cortésmente.

Potter y Black se dieron la vuelta y se fueron. Lily y Ginny se quedaron atónitas.

-¿Esos fueron quienes yo creo…?-preguntó Ginny. La pelirroja asintió- Pues anda a saber que bicho les picó. Vamos, sube, que el tren no tiene todo el día par esperarte…

-Ya voy… ya voy…-rezongó Lily sin ganas. El encuentro con Potter la había dejado media confundida, "tal vez sólo quiso ser amable…" pensó Lily.

Había pasado ya media horas desde aquel encuentro y las chicas todavía no entendían nada.

-No puede ser que estén madurando, tú sabes que esos serán siempre los mismos idiotas egocéntricos…-razonó la rubia.

-Si, bueno… si no te importa prefiero no hablar más del tema. No quiero saber nada de los meroidiotas –Ginny rió muy fuerte al escuchar ese término- sólo me preocupa no saber de Lizzy…

Era cierto, la tercer integrante del grupo, Lizzy Shepperd, todavía no había aparecido. Pero era de esperarse que no este allí, probablemente todavía estuviera en el vagón de los prefectos. Lizzy iba al séptimo y último curso del colegio, un año más que Lily y Ginny, era prefecta de su curso y a pesar de las diferencias, las tres eran muy amigas.

-Sí… debe estar con los demás prefectos… pero ojalá que cuando venga se acuerde de traerme dulces del carrito… -dijo de forma melosa. Lily puso los ojos en blanco.

-Después no te quejes de los kilitos de más…

-¿Qué kilitos de más dices…?-dijo una chica que acababa de entrar en el compartimiento, de pelo negro, blanca y delgada como un papel y dueña de unos ojos color miel. Era Lizzy.

-¡Hasta que te dignas de aparecer…!-dijo Ginny-Oye… ¿me has traído…?

Pero fue interrumpida por un ruido a bolsa insoportable y los ojos de Ginny se abrieron como platos. Lily rió.

-Bueno, ahí tienes tus dulces… saldrás rodando del tren…

-Pues no me importa-replicó Ginny.-Cuéntanos, Lizzy… ¿alguna novedad?

-Sí, pues, este año los prefectos de su curso serán otros, los elegirán otra vez…-comentó robándole unos chocolates a Ginny.

-¡¿Enserio?!Eso es genial!-dijo la pelirroja- ¡A ver si ahora tengo la posibilidad de ser Prefecta…!

Ginny y Lizzy la miraron como si fuera una loca.

-Hay que ver lo mal que resulta el fanatismo por el estudio, ¿no?-le comentó Ginny a Lizzy.

-Cállate que yo también soy prefecta…-la reprendió la morocha.

-Bueno y volviendo al tema, ¿cuándo dirán quiénes son?-volvió a preguntar la pelirroja.

-Esta noche luego de la cena…-dijo apremiante - ¿Y ustedes qué cuentan?

La pelirroja y Ginny se miraron.

-Pues…-y le contaron del encuentro con Potter y Black-… eso.

-Ya veo… bueno, quizá Remus por fin los convenció de dejar de hacer tonterías-comentó como si nada.

-¿Remus? ¿Desde cuándo es Remus y no Lupin?-le preguntó Ginny, divertida.

-Bueno, ya saben que me gusta… y agradecería que no lo mencionasen.-les pidió hecha un tomate.

-Oh…-alegó Lily-… descuida, no le diremos nada a Remsie-pooh – dijo la pelirroja, imitando a las fanaidiotas de los meroidiotas.

Las tres lanzaron una sonora carcajada. Estaban muy contentas cuando de repente el compartimiento volvió a abrirse: eran las líderes de las fanaidiotas. Tres rubias guapas con mucho dinero pero con poco cerebro llegaron a fastidiarles el momento: Lindsay Packard, Amy Becker y Nickie Lee. Casualmente las tres eran novias de los Meroidiotas: Lindsay de James, Amy de Sirius y Nickie de Remus.

-¡Pero mira nada más quienes están aquí! ¡Las tres pobretonas ignoradas del Colegio…!-dijo Lindsay con malicia. –Lástima que se tendrán que ir de aquí, porque nos vendremos nosotras…

Lily, Ginny y Lizzy se miraron como no queriendo creer que esas huecas se hubiesen atrevido a querer correrlas de "su" compartimiento.

-Mira Packard, no tengo que soportar tus idioteces. Nosotras llegamos aquí primero y aquí nos quedaremos. Vete a correr a otras porque nosotras no nos moveremos de aquí…-gritó Lily, hecha una fiera.

-No, no se quedarán-replicó Nickie- ¡Váyanse… es una orden!

Las tres chicas se rieron muy fuerte ¿Quiénes diablos se creían…?

-¡No… te dije que nos íbamos a quedar y eso haremos!-volvió a gritar la pelirroja.

Odiaba a aquella idiota con toda su alma y siempre que era posible esas tres les arruinaban todo a las chicas. Pero no, se dijo Lily, ese año sí que no lo iba a permitir.

-¡Ustedes se irán y punto o se las verán con nuestros novios…!-gritó Amy.

-¡JAJAJA! ¡UUHH qué miedo les tengo a sus noviecitos! ¡Por Dios váyanse a molestar a otro lado y déjennos en paz…!

-¡Son unas malditas….!-les dijo Lindsay.

-¡Ustedes unas perras mal nacidas…!-replicó Lizzy.

Las chicas aumentaron los decibeles del griterío hasta que se volvió realmente insoportable. El compartimiento volvió a abrirse: los merodeadores estaban allí.

-¡¿Qué diablos pasa con ustedes?! –Bramó James Potter sin mirar a nadie -¿Se puede saber por qué gritan…? ¡Se las escucha en todo el maldito tren y nosotros que estamos al lado nos estamos quedando sordos…!

Lily en vez de calmarse se enojó aún más.

-¡Con razón querían sacarnos de aquí, para estar cerca de ellos! ¡ZORRAS…!

-¡Tú cállate Zanahoria que no eres nadie…!-le siguió una de las blondas.

-¡¡BASTA!!-gritó Remus- ¿Qué es lo que pasa?

Sus novias se callaron bastante avergonzadas del espectáculo que habían dado. Los curiosos fueron echados por los merodeadores, y habían obligado a las seis a sentarse. Ellos permanecieron parados.

-A ver…-dijo Potter, y Lily se sorprendió al escuchar que el tono en que el chico hablaba era el mismo que cuando la ayudó con su baúl- ¿Quien empieza a contar?… porque está clarísimo que no nos movemos hasta haber resuelto esto…

-Pero Jamie-pooh, fueron ellas…- le dijo Lindsay haciéndose la gata. Lily estaba que ardía de rabia.

-Basta, Lindsay. No me llames así, cuantas veces tengo que decirte que terminamos. T-E-R-M-I-N-A-M-O-S –dijo Potter, con expresión de harto, cosa que no pasó desapercibido por nadie en el compartimiento.

El resto de las chicas se miraron asombradas. ¿James Potter dejando a Lindsay Packard…? ¡Increíble!

-Pero, James…-dijo con los ojos llorosos.

-Pero nada… si vas a decirme qué hacías en este compartimiento bien, y si no vete… -afirmó él con dureza.

Lindsay, enojada, se sentó entre sus amigas, que la miraban con burla porque ya no era novia del chico más popular de la escuela, pero no le dijeron nada.

-Bueno…-dijo Black.

-Tú cállate que no sirves de mediador, Black-le dijo Ginny, enojada con la situación.

-Mira, Creevey, me callaré sólo si tú te callas, pero si hablas, yo hablaré…-dijo con paciencia mientras se recostaba en la puerta.

Las chicas estaban desconcertadas ¿desde cuándo Black no le contestaba de forma grosera a Ginny? ¿Por qué estaban tan tranquilos los tres y no estaban por ahí conquistando chicas? ¿Dónde estaban esos modales que las chicas tanto odiaban en ellos? Sin duda, algo estaba pasando.

-Bueno, yo tengo esta hipótesis-dijo Remus- yo creo que las chicas vinieron a pedirles que se cambien de compartimiento para estar cerca nuestro, ¿no?

Las tres rubias asintieron.

-¡Pues a pedirnos nada, Lupin, a corrernos vinieron…!

-Evans, cálmate…-dijo James Potter y miró a las tres huecas- ¿es eso cierto…?

Las rubias volvieron a asentir.

-Ya vemos…-los tres chicos se miraron entre sí, negando con la cabeza.

-Pues váyanse por dónde vinieron y dejen de molestar…-les dijo Black con voz cansina. Las tres rubias hicieron cara de no poder creer que eso estuviera pasando. Era la primera vez que sus novios les negaban algo.

Lily, Ginny y Lizzy no se lo podían creer.

-¡Sirius… no puedo creer que les des la razón a esas…!-exclamó Amy mirando con asco a las tres chicas.

-Pues tendrás que creerlo porque es así… -confirmó el chico.

-Sirius… entonces creo que ya no quiero ser tu novia…-dijo la chica haciéndose la víctima. Pero sin duda no le funcionó.

-¿¡En serio!? ¡Pues qué bien porque ya me tenías harto con tus idioteces!-y de la nada, Sirius esbozó una gran y hermosa sonrisa.

Amy abrió la boca de la sorpresa, se le llenaron los ojos de lágrimas, pero no hizo nada más que sentarse al lado de sus "amigas".

-Bueno, yo creo que deberían dejarles el compartimiento las chicas… ustedes no tienen nada que hacer acá… vamos, váyanse…-repitió el licántropo.

Las tres fanaidiotas se mostraron muy indignadas y, muy lentamente, se pararon y se dirigieron hacia el pasillo del compartimiento sin murmurar ni una palabra y ni siquiera miraron a los merodeadores, aunque éstos en verdad ni se inmutaron.

-Bueno chicas, espero que estén contentas… -acotó James, mientras les cerraba la puerta del compartimiento.

Las tres chicas no salían aún del asombro.

- A lo mejor nos están jugando una de sus bromitas pesadas…-murmuró Lizzy tratando de calmarse. Aquello no auguraba nada bueno, ni menos aún conociendo a los merodeadores.

-O tal vez hicieron alguna de sus apuestas insufribles, ya sabes… como parte de una broma…-sugirió Ginny.

Lily pareció haber estado meditándolo todo, y con una voz apremiante dijo:

-Pues tal vez tengamos que aceptar que a lo mejor estén madurando… -las otras dos la miraron como no queriendo creer que ella hubiera dicho eso, así que Lizzy agregó rápidamente:

-¡El mundo se ha vuelto loco…! ¿Madurando ellos…? ¡Imposible!

Hasta acá hemos llegado, ladies and gentlemen

Espero RR! y si no... bueno... aunque sea un "HOLA! creo que eres una pésima escritora"

PaulaB