Los siguientes personajes son propiedad de Sunrise
BAJO LAS SABANAS.
Viernes.
Cuando te encuentras en la etapa del noviazgo todo es felicidad, tal vez tengas algún tropiezo a lo largo de ese recorrido pero al final de cuentas sabes que todo se soluciona y de la mejor manera, por que para eso es el noviazgo, para probar y aprender; cuando das el GRAN PASO y decides formalizar tu relación frente a la sociedad mediante el matrimonio todo mundo te felicita porque has dado el siguiente paso hacia la madurez, compartiras el resto de tu vida con tu alma gemela y formaras una hermosa familia.
Pero nadie te dice las dificultades que tendrás que enfrentar en los años por venir, adaptarte a sus habitos, llegar a un punto medio, establecer nuestras propias reglar y crear un ambiente equilibrado para el bienestar mutuo; después de la adaptación llegar a un punto relajación donde simplemente te dejas llevar por el momento hasta llegar a una etapa de monotonía, donde no puedes despegarte de tu rutina porque piensas que todo a tu alrededor se derrumbara, incluyendo tu relación.
Muchas parejas al llegar a este punto no buscan una solución si no una salida, buscar a alguien mas quien los saque del lugar a donde ellos mismos llegaron.
Pero me pregunto, ¿porque hacer eso, porque no afrontas tus problemas como lo prometiste frente a una multitud cuando dijiste que estarías presente en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad?
He llegado a esa encrucijada, donde mi vida se ha vuelto un ciclo de supervivencia con mi pareja, donde me cuestiono si debería salir corriendo o buscar una solución.
Llegamos a la estabilidad económica que deseábamos pero a cambio de nuestro tiempo, de nuestra atención, de nuestra propia vida.
Veo desde un lugar en el comedor su ir y venir de la recamara a la cocina después a la estancia para regresar de nueva cuenta a la cocina, buscando sus llaves, acomodando su maletín, sus planos, abrir el refrigerador para tomar un sorbo de jugo de naranja del envase y finalmente salir velozmente por la puerta principal con un simple "nos vemos".
Y algunos diran "bueno y ¿Por qué no hiciste algo? ¿Por qué no la seguiste, porque no le respondiste, porque no la detuviste?
Y entonces yo les responderé, "esta no es una situación que se solucione con una pequeña sacudida, esto requiere de una gran intervención, algo que quede grabado en su memoria por largo tiempo y se muy bien que hay que hacer, algo que era mi especialidad"
Hoy es viernes, inicia el fin de semana, el dia perfecto para iniciar mi plan si es que quiero volver a lo que éramos antes, termino mi desayuno y me levanto de la silla, tomo el teléfono y llamo a la oficina.
- Yukino, necesito que canceles todas mis citas de hoy, necesito atender un asunto urgente y no estaré disponible el fin de semana –
- ¿Se encuentra bien? Es inusual que se tome algún tiempo libre –
- Estoy bien pero es imperativo que atienda este asunto, es muy importante para mí y necesito tiempo –
- Entiendo, como usted diga –
- Comunícale a Haruka mi ausencia, ella podrá hacerse cargo, si se lo dices tú no se molestara demasiado –
- Como usted diga – después de sonreír pícaramente me despido y cuelgo el teléfono.
- Punto uno listo, ahora el punto numero dos –
Voy a la recamara y me visto de forma casual, algo cómodo para ir al supermercado, debo llenar el refrigerador si quiero que todo salga como lo planee.
Tardo algunas horas en hacer los mandados del hogar y regreso cansada a la casa, con el auto lleno de bolsas del supermercado y otros lugares, punto dos listo, siguiente punto número tres.
Después de acomodar todas las cosas en su lugar, tomo de nueva cuenta el teléfono y llamo en esta ocasión a su oficina, es muy probable que se encuentre en junta por lo que ha comentado, así que lo más seguro es que me conteste su asistente; después de dos timbres descuelgan el teléfono.
- Oficina de Natsuki Kruger, ¿en qué le puedo servir? –
- ¿Alyssa? Soy yo –
- Señorita Viola, la señorita Kruger se encuentra en una junta, ¿desea dejar algún recado? –
- De hecho con quien desea hablar es contigo –
- ¿Conmigo? –
- Así es, necesito que me hagas un gran favor –
- Claro que si, si está en mis manos con mucho gusto –
- Necesito que canceles todas sus reuniones o pendientes para el día de mañana y cualquier asunto que tenga después de las 6 de hoy –
- Señorita Viola, yo no puedo hacer eso, si me descubre podría… -
- Por favor Alyssa, es muy importante que lo hagas, por mi –
- Eh, Shizuru sabes que te quiero y que haría cualquier cosa por ustedes y aunque es mi hermana, el trabajo es muy importante para ella, no se puede cometer ningún error –
- Confía en mí, esto es por el bien de Natsuki, necesito que lo hagas, por mí… por ella – después de algunos segundos meditando la inusual situación accedió.
- Está bien, lo haré, pero si me descubre y me reprende le diré que tú me lo pediste –
- ¡Gracias Alyssa, te prometo que no te arrepentirás pro haberme ayudados, te quiero mucho y te debo una grande! –
- Si, si, de nada –
Después de colgar el teléfono se dirigió a la cocina a continuar con su tan elaborado plan para el fin de semana.
La joven morena se encontraba en su silla ejecutiva, reclinada con la cabeza hacia atrás apoyada sobre el respaldo, estaba con los ojos cerrados respirando profundamente, con su mano derecha trataba de encontrar el intercomunicador hasta que casi logra que caiga al piso.
- ¿Alyssa? –
- Dime –
- ¿Qué asunto sigue en la agenda? –
- Según la agenda – la joven recodó su conversación minutos antes con la esposa de su hermana – es todo por el día de hoy –
- ¿Es todo? – la morena se incorporo súbitamente con el ceño fruncido - ¿estás segura? –
- Estoy segura, así esta marcado –
- ¿Y la reunión con los representantes del grupo farmacéutico? –
- La cambiaste para el lunes –
- ¿Y el presidente de la corporación…? –
- La moviste para el martes –
- Qué extraño, juraría que hoy terminaría muy tarde –
- Creo que estas cansada, por eso confundes las cosas –
- Tal vez tienes razón, si ese es el caso creo que puedo avanzar con algunos papeles –
- Porque no te vas a casa, es fin de semana, ya terminaste por hoy, necesitas descansar, vete a casa temprano –
- Supongo que podría hacer eso –
- Hazlo –
- Si tienes razón, lo hare, hoy me iré temprano a casa – después de unos segundos silenciosos continuo – en ese caso, tu también deberías irte temprano, podemos continuar mañana –
- Eh, de hecho mañana no tienes agendado nada, tienes todo el día libre –
- ¿Es en serio? –
- Es en serio Natsuki, vete a tu casa y descansa, no todo es trabajo –
- Supongo que la vida quiere que me tome un largo fin de semana –
Así fue como la morena decidió retirarse a su casa temprano, sin saber lo que le esperaba al llegar a su destino.
Cuarenta y cinco minutos de un largo y tedioso camino lo único que lograron fueron elevar el nivel de estrés de Natsuki, se notaba que era fin de semana, todos querían llegar temprano a sus casas o salir a divertirse al centro, las calles estaban llenas de vehículos y ni hablar de quienes iban por las aceras; hacia tiempo, un largo tiempo que no salía a las calles a horas tan tempranas, siempre saliendo después de la media noche de la oficina para llegar a su hogar directo a su cama, sin importarle nada mas, NADA MAS.
Estaciono su BMW frente a la cochera; una enorme casa se erguía frente a ella, una gran escalinata resguardada por algunos arbustos la dirigía hacia una enorme puerta de madera bajo un gran marco recubierta de piedra natural, una lujosa y moderna edificación de dos plantas, con grandes ventanales que permitían una hermosa vista de la ciudad a quienes se encontraran en la estancia, el comedor o la cocina, sin mencionar las enorme habitaciones ubicadas estratégicamente en la planta alta.
Entro al recinto y todo se encontraba en sombras, las únicas fuentes de luz eran unas pequeñas velas colocadas con cuidado en el suelo, las que indicaban el camino que debía seguir.
- ¿hola, Shizuru, estas aquí? – su pregunta no fue respondida.
- ¿Hola? – de nueva cuenta preguntaba - ¿hay alguien aquí? –
- Shizuru no es gracioso – comenzaba a impacientarse.
Sin ninguna respuesta, no tuvo más opción que seguir el camino aluzado que le habían preparado; fue dirigida hacia la terraza a un costado del comedor, donde pudo observar que la mesa estaba preparada elegantemente, con un candelabro al centro soportando tres velas blancas, los cubiertos estaban puestos sobre la mesa listos para ser utilizados.
- ¿Te gusta? – La morena dio un pequeño salto al escuchar la voz provenir a sus espaldas.
- ¡Shizuru, me asustaste!, si está muy bonito pero… -
- Pero ¿Qué? – dijo la castaña mientras abrazaba a la pelinegra por la espalda.
- ¿a qué se debe todo esto? ¿Qué estamos festejando? No me digas que olvide de nuevo nuestro aniversario, si es así lo lamento mucho, he estado muy estresada estos días que no sé ni en que día vivo… -
- Shhh… ¿a caso debe ser un día especial para prepararte algo especial? ¿no podemos hacer especial un día ordinario? –
- No… es decir si… quiero decir que cualquier día es perfecto para… cenar contigo… hmm –
- Jajaja – soltó la carcajada la castaña – tu elocuencia a veces es divertida –
- Hmmm – la morena hizo un puchero ante la reacción de su compañera – no te burles –
- No me burlo – la castaña volteo a la morena para estar frente a frente – es algo que adoro de ti, como es que después de tantos años aun te pongo nerviosa –
- Hmmm, no es gracioso –
- Si lo es – Shizuru tomo con ambas manos el rostro de su querida y le dio un profundo beso, la reacción de la morena fue acercar sus cuerpos mediante un fuerte abrazo, al romper el beso la castaña dijo:
- ¿cenamos? –
- Creí que ya lo hacíamos –
- Fu fu no mi pequeña tontita, eso solo fue el tentempié, ahora procederemos con el platillo principal y si te portas bien, tal vez te deje probar el postre – la morena se ruborizo como un tomate.
- De acuerdo – fue guiada por su pareja hasta la mesa que las aguardaba, la castaña después prosiguió a servir los platillos que con tanto esmero había preparado.
Entre platicas, risas y caricias discretas los minutos desaparecían, era un momento mágico que hacía tiempo no tenían, recordando aquellos días cuando podían pasar horas y horas platicando de banalidades y otros temas sin importar nada mas.
Era media noche, todo estaba en silencio, una simple copa de vino en sus manos mientras observaban las estrellas en el firmamento, en el mejor lugar que podrían haber encontrado; las velas estaban por extinguirse, generando una iluminación muy tenue, perfecta para que el licor añejo avivara ese fuego interno en cada uno de los cuerpos; de un solo sorbo, la castaña termino su copa, la coloco sobre la mesa y lentamente se levanto de su asiento, camino alrededor de la mesa haciendo un camino con sus finos dedos sobre el blanco mantel, se coloco a espaldas de su amada y paso sus manos con gran suavidad por los hombros de la morena, con gran maestría paso sus dedos por entre la blusa de la morena hasta llegar a su palpitante pecho, se agacho hasta quedar al nivel de su oreja y conociendo las debilidades de su amada, susurro al oído.
- Creo que ya es tiempo del postre – la morena detuvo el avance de las manos traviesas y contesto con picardía.
- Yo también lo creo –
Con rapidez y habilidad se levanto de su asiento, dio medio giro y quedo de frente a la castaña, quien por reflejo dio un pequeño paso hacia atrás, lo suficiente para permitir que fuera sujetada por la cintura con fuerza. Con una sonrisa ladina en su rostro, mientras la guiaba a través de la casa hacia su habitación, jugó con los impacientes labios de la castaña que esperaban ansiosos el contacto sin que este llegara.
- Sabes que estás jugando con fuego, podrías quemarte si no tienes cuidado. – dijo la castaña sabiendo el juego de su amada.
- A estas alturas ya me he acostumbrado, solo tengo que saber cuándo atizar la flama – respondió antes de cerrar el espacio entre sus labios con un fuerte y agresivo beso – para que no se apague – dijo al romper con el contacto íntimo. De nuevo su sonrisa ladina se formo en su rostro al momento que con agilidad levanto a la castaña por la cintura y la obligo a que se sostuviera de sus caderas con las piernas; la castaña quedo más que fascinada con dicha acción y con cada minuto que pasaba su deseo se incrementaba mas y mas.
No avanzaron más que unos centímetros antes de que la morena se desesperara; rompieron el último beso que habían compartido y volvió a tomar a la castaña por la cintura, levantándola hasta que pudo cargarla en su hombro izquierdo.
- ¡Wow! ¿Qué haces? – pregunto la castaña sorprendida mientras trataba de recobrarse.
- A este paso jamás llegaremos a la recamara – respondió tranquilamente la morena mientras caminaba hacia las escaleras.
- No es necesario ir hasta allá, el sofá es muy cómodo, por eso lo escogí –
- ¡Oh dulce tentación! Pero aun así deseo algo más de privacidad, además tú iniciaste esto, ahora debes aceptar la responsabilidad. –
- ¿cuando fue que te volviste tan segura en estos asuntos? –
La morena guardo silencia ante tales palabras; llego a las escalera y comenzó a subir cada escalón con cuidado y decisión; ya no eran las jóvenes adolecentes de antes y definitivamente ya no se encontraban en su pequeño departamento.
Llegando al borde de la cama, Natsuki aventó a su pareja de una forma juguetona sobre el mueble y sin esperar a que la castaña se incorporara subió sobre la cama y quedo encima de ella.
- Muy bien señora de Kruger, acabas de despertar a la bestia –
- Debí hacerlo tiempo atrás –
Y con una ultima sonrisa en sus rostros comenzaron a desprenderse de las ropas que las restringían y entre besos y caricias danzaron casi toda la noche bajo la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana, piel con piel, labio con labio, sudor con sudor.
