Os dejo con esta parejita, la segunda que más me gusta… no escribo tanto de ella pero igualmente los amo ~
Pareja: EspañaxRomano.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz. Si el Anime fuese mío contendría mucho Yaoi XD.
Advertencia: Palabras feas que los niños buenos no deben decir.
POV Romano~
10:00 am...
Ese español, ¡siempre tan idiota! Tsk, es odioso. ¿Cómo puede mostrarse tan despreocupado? Me agradaría saber de dónde demonios saca esa maldita sonrisa demente para poder detenerla de por vida. ¡Y es que me saca de quicio! Lo peor es que se piensa que a todo el mundo agrada, y no, eso no es así. Incluso cuando duerme está riendo, eso ya es demasiado… Ahora mismo, por ejemplo, a escasos centímetros de mí está esa sonrisa bastarda. Demasiado cerca de mí… ¡Mierda! ¿Qué demonios hago yo en su cama? Y lo peor… ¿Qué hace él abrazándome? ¿Dónde está su ropa? ¿Y la mía? … No puede ser cierto, no debe serlo…
— ¡Ah! ¡Buenos días Romano! —Antonio se había despertado. Aquellos ojos esmeralda tan grandes me miraban con dulzura mientras aquella idiota sonrisa adornaba su rostro. Tan inocente…tan tierno. No, simplemente, no. ¡Que salgan esos pensamientos de mí, maldición!
—Esto…— ¿Sólo me salió eso? Rayos… supongo que el impacto de la escena me debió perturbar bastante.
— ¿Qué tal dormiste? Después del ajetreo de ayer debes estar molido, ¿no?
¿Qué ajetreo? ¿Acaso me violó? ¡Ah, Dios!… ¿y cómo es que no recuerdo nada? No es que desee recordar cómo me violaba pero al menos saber cómo demonios llegué a esta situación. Supongo que me sonrojé bastante, porque si no lo siguiente no se explica…
— ¡Nha Romano! ¡Luces como un tomate!
Y de nuevo la risa retrasada de Antonio, el mismo español que esta chocando sus mofletes contra los míos mientras me abraza. Su torso y el mío se rozan y mis nervios estallan.
— ¡Chigii! ¿Qué haces bastardo? —intento separarme pero el condenado tiene fuerza.
— ¡Romano no me evites ahora! ¡Con lo bien que lo pasamos ayer!
¿¡Pero qué mierda hicimos!? ¿Sera verdad que me violó? Oh Dios, no puede ser que no lo recuerde. Mi estúpido pecho se acelera al pensar en que pudimos haberlo hecho, no entiendo el motivo. Más que acelerarse, mi corazón debería pararse por el asco, ¿no? Y en vez de rojo como un maldito tomate debería estar blanco, ¿no? O acaso a mí… ¿me gustaría hacerlo con España? Oh rayos, realmente estoy confundido, pero si lo hicimos no hay problema con hacerlo de nuevo ¿verdad? No pasa nada, ya deberíamos ser...novios si anoche me folló como parece ser…
—No recuerdo nada de ayer…—expresé incentivando a que el español diera el primer paso para recordármelo, quizá un beso o un resumen estaría bien.
— ¿En serio? ¿Tanto bebiste? Veo que el vino no te sienta muy bien…
El ibérico me miraba apenado, como expresándome que le habría gustado que recordara el día anterior, cosa que me hizo sospechar más.
—Mira tu cuerpo a ver si recuerdas algo. —haciéndole caso, levanto las sábanas. Tengo el cuerpo magullado, lleno de moratones y raspadas. ¡Maldito bastardo! Él me dio, me entró y encima me dejó estas marcas.
—Con lo bien que estuviste… me habría gustado que lo recordaras, pero podemos hacerlo otra vez.
¡Y lo dice tal cual! ¡Tal cual dice que puede metérmela de nuevo!
La cuestión es que, al ver que Toni no se mueve, decido dar yo el primer pasó. Adelanto con timidez mi cabeza y agarro su rostro, tostado por el sol, entre mis blancas manos y así junto nuestros labios. Toño se queda en shock, ni se mueve, pero en cuanto yo le miro ansioso empieza a introducir su lengua en mi boca, rozando mi paladar y humedeciendo toda la cavidad. Es una sensación perfecta, no sé cómo soy tan idiota de haber olvidado lo que hicimos anoche pero al menos ahora puedo revivirlo.
Antonio mueve su cuerpo para ponerse sobre mí y me dirige una mirada algo dudosa.
— ¿Estás seguro de que quieres esto? —su voz dulce y cálida me pregunta y yo afirmo con la cabeza, pues entre mis respiraciones no pueden salir palabras. Demasiado nervioso si ya es la segunda vez, aunque como no recuerdo nada, a lo mejor no cuenta…—Está bien…—su risa amable se forma de nuevo mientras su mano acaricia mi torso desnudo, pasa por los botones rosados, mis pezones, los acaricia y aprieta, obligándome a soltar gemidos que le hacen sonrojar. Realmente me siento mal por no recordar nuestra primera vez, debió ser genial…
Sus labios carnosos y pasionales me devoran, devoran cada parte de mí, se come mi cuerpo y lame mis pezones mientras acaricia mi cabello. No intento restringir mis gemidos y los suelto, pues por cada uno el español se excita más y se mueve más. Es algo mutuo, algo que nos une de una manera que aún no logro apreciar al 100%.
Mis manos se elevan para agarrarme a su cuello con una y con la otra acariciar sus abdominales, duros y formados por labrar la tierra de cultivos.
—España…. Ahh….mmm… ¡maldición! —maldigo lo bueno, cierto. No me gusta que él me haga sentir esas cosas pues siempre he fingido odiarlo. Si expreso lo mucho que le amo en realidad no habrá servido de nada la máscara que me he estado forjando durante años, esa mascara de indiferencia y frialdad. Pero mi cuerpo es sincero y Roma se levanta, mi miembro empieza a acumular sangre y a subir haciendo que la ropa interior sea molesta.
—Romano…—sus jadeos mientras lame mi cuello, mi lóbulo y besa mis labios son canto celestial para mis oídos. Madrid también está subiendo, es fácil notarlo estando tan faltos de ropa. Habría estado bien recordar nuestra primera vez, pero ahora íbamos a hacerlo de nuevo así que no debía importarme ¿verdad? Y después de éstas, habría más, ¡por el abuelo Roma!
Sus manos anchas dejan mi cabello y bajan hasta mis nalgas. Bajo el tejido empieza a acariciarlas morbosamente mientras su boca se dirige al rulo que sobresale anti gravitatorio de mi cabello. Lo lame con ganas y sigue el recorrido. El maldito español lo sabe, sabe que el rulo es una zona erógena sensible y sigue tocándola como poseso, provocándome gemidos agudos y afeminados, pero no me importa, pues a él le gustan.
—Te amo… —sus palabras me llegan al corazón, me ama. Es la primera vez que escucho eso del mayor. Antes me decía que me quería, pero más como hijo, no como amante. ¡Maldición! ¡No quiero que se note cuanto lo amo! Pero ya no hay marcha atrás, seguramente ayer lo dije todo así que ya no hay que tener vergüenza…
To be continued ~
N/A: Sí…en el siguiente sigue y hay Lemon… no os preocupéis XD. ¿Review?
