Buenas! por aquí os traigo otra de mis locuras. He de decir que tengo pensado más o menos como se va a estructurar esto, pero no sabría decir con exactitud cuantos capítulos va a tener, espero que no se me haga muy larga.

He leído mucho sobre esta pareja, y confieso que es una de mis favoritas junto al Iwa/Oi y el Kuroo/Kenma, así que como siempre, no he podido resistirme a aportar mi pequeño granito de arena

Antes de dejaros tranquilos para que disfrutéis (o eso espero) de la lectura decir que obviamente Haikyuu no me pertenece, sino como ya he dicho en mi otro fic las parejas estarían consolidadas desde el principio XD. Y sin más dilación, adelante :)


ACCIDENTE.

Una discusión trivial había puesto la serenidad de la vivienda patas arriba, ¿la causa?, cualquier gilipollez, pero el estrés de la universidad y el trabajo, la mala racha en el vóley y la presión constante que sufrían ahora en sus vidas había desencadenado una disputa, otra de tantas en los últimos meses, tornando la situación insostenible.

No es que ya no se quisieran, ni mucho menos, pero se habían dado cuenta que sus caracteres chocaban más de lo que creían, y quizás era el momento de darse un tiempo y serenar sus ideas.

- Sabes que te digo, que me largo – esta fue la gota que colmó el vaso para que el mayor comenzara a despotricar.

- Estupendo – berreó con tono de desdén – lárgate, pero no hace falta que vuelvas, total, esto ya no tiene futuro – dejó escapar con toda la rabia contenida mientras apretaba los puños.

El más joven lo miró estupefacto y dolido, sus palabras no tenían ese sentido, él se refería a largarse a dar una vuelta y dejar que la situación se enfriara, pero si eso era lo que "novio" quería, pues adelante, tal vez tuviera razón, y ya no tenía futuro la relación que con tanto mimo habían labrado hasta el momento.

- Muy bien – fue lo único que atinó a decir – mañana vendré a por mis cosas –susurró antes de que se le quebrara la voz, suspiró hondamente mientras las lagrimas bañaban su rostro, cogiendo la cazadora y las llaves y cerrando la puerta con un sonoro portazo.

Bokuto aun no creía lo que acababa de suceder, se dejó caer pesadamente sobre el sofá enterrando la cara entre sus manos. Su cuerpo temblaba de la frustración, lo acababa de perder todo, su vida entera, en apenas un minuto, vale que últimamente la cosa no iba bien, pero por una gilipollez lo acababa de echar todo por la borda, por su estúpida manía de decir cosas sin pensar en las consecuencias de ello. Se levantó rápidamente limpiándose el rostro bañado en lágrimas, corrió hacia la puerta sin detenerse siquiera en calzarse, bajó las escaleras de 5 en 5 sufriendo algún que otro tropezón, pero no le importaba, debía detener a Akaashi costara lo que costara, le pediría perdón mil veces, le suplicaría de rodillas si fuera necesario, pero no podía perderla, a él no, y encima por su culpa, no se lo perdonaría jamás.

Abrió el portón que daba al exterior mirando a ambos lados de la calle con vehemencia, cuando se percató de un cúmulo de gente que se apelotonaba a un lado de la calle gritando que alguien llamara a una ambulancia. Se le paró el corazón, no sabía que había ocurrido, pero intuía que nada bueno. Se acercó lentamente apartando a la gente y rezando a todos los dioses que por favor nada tuviese que ver con Akaashi, pero cuando la vida te da la espalda, la suerte deja de acompañarte, y eso fue lo que comprendió cuando lo vio tirando en el suelo, rodeado por un charco de sangre.

Los oídos comenzaron a pitarle, distinguiendo entre todo el alboroto "coche", "llorando" y "embistió". No hacía falta ser un lumbreras para saber qué era lo que había ocurrido. Comenzó a verlo todo en cámara lenta, la vista se le nubló, las piernas le flaquearon y el aire comenzó a escasear en sus pulmones. Gritó su nombre, le pidió que se levantara, que dejara de bromear, que no podía hacerle eso. Estaba totalmente fuera de sí.

La ambulancia llegó en escasos minutos, a lo que él le parecieron horas, lo apartaron de encima del joven, intentó resistirse, pataleó, lloró como jamás lo había hecho, mientras subían a su pareja al vehículo preparando una transfusión de sangre. Volvió a gritar su nombre, esperando que abriera los ojos y lo mirara como siempre había hecho, pero no fue así. Bokuto no notó los brazos de los enfermeros que lo sujetaban, ni la inyección de tranquilizante que le pusieron, no notó como su fuerza iba decayendo, ni como su conciencia se perdía, pues en su cabeza únicamente estaba Akaashi.


Lo se... lo se... viva el drama y el dejar las cosas sin concluir XD

Prometo que esto no va a quedar así, aunque sí que era mi intención dejaros con la miel en la boca, o el drama.. Intentaré publicar el próximo capítulo a finales de esta semana o principios de la que viene, perdonar si tardo un poquillo pero estoy algo liada con la uni..

Espero que algún alma caritativa me deje algún que otro comentario, que son gratis.. XD y siempre ayudan a motivarte para poder seguir sabiendo que gusta lo que haces :)

Un besito.