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1: Sueño Marino 1: Hermano del viento.
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**SN**
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-¿Cómo llegué aquí?
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Miles de dudas invadían su cabeza, por más que intentaba no lograba reconocer el lugar que la rodeaba, simplemente no lo había visto nunca pero… le parecía extrañamente familiar.
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-Bienvenida princesa, te estaba esperando... No sabes cuánto he esperado -
-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí?
-¿Acaso no me recuerdas?-
- No te conozco, ¿eres un nuevo enemigo?- dijo fríamente
-E…enemigo... yo?-murmuro el joven y soltó una gran carcajada –como puedes pensar en mí como un enemigo-
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Al ver la reacción de aquel sujeto se molestó aun más y sin dudar comenzó a acumular su energía para un golpe que, según pensaba, resultaría letal.
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-Maremoto de neptuno!-
-¿Qué te ocurre? te sientes bien Neptune… o debo decirte Michiru
- ¿Cómo…?-
-No pretenderás dañarme con un maremoto, ¿acaso no te has dado cuenta de que estamos en el fondo del mar?-
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Hasta ese momento la atención de Neptune se centró por completo en su entorno se encontraba en el fondo del mar, por un momento hubo silencio que llenaba aquel sitio de un extraño misticismo, simplemente podría estar así para siempre pero como todo, nada dura eternamente y aquel silencio fue quebrado por Michiru
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-¿En donde estoy?
-En tu palacio… tú reino
-¿Mi palacio?, no lo puedo creer… en el fondo del mar…- se dejo caer en el suelo, estaba realmente confundida –dime quien eres tú, como llegue aquí… por favor…
-Yo? Bueno... Un viejo amigo, sí, eso soy un muy buen y viejo amigo - contesto el joven mirando fijamente a la nada - yo te traje, pero no vamos a quedarnos aquí- le extendió la mano- será mejor que entremos
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Obervó a su interlocutor detenidamente, al no percibir peligro existente le extendió la mano con inseguridad; el muchacho la levanto y en ese momento un escalofrío recorrió todo su cuerpo, una ola de emociones amenazó con hacerse más que presente pero afortunadamente supo controlarse.
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-Quien eres realmente- Formuló la pregunta de manera automática, sus sentidos se encontraban paralizados debido a las seguridad que la había envuelto tras ese simple toque de sus manos
-Ya te lo dije… un viejo amigo al que le robaste el corazón hace tiempo…
-No sé de lo que hablas
-Lo sabes, solo que no lo recuerdas… por ahora-
-Pero no me has dicho tu nombre, aún no sé quien eres
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El joven simplemente dejo salir una pequeña sonrisa, una que dejó emboada a Michiru, esos labios le parecían sumamente atractivos y extrañamente familiares al igual que la forma de ser del muchacho
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-Te pido una disculpa, creo que mejor me presento correctamente-
-Eh?, será mejor-
- Soy el encargado de cuidar a la princesa Neptune, quien era mi prometida y...- la joven interrumpió
-¿Dijiste cuidarme? ¿Prometida?
- Haruka y yo somos hermanos
-¿Cómo dices? Eso es imposible, Haruka es hija única del matrimonio Tenoh
-Uranus… la princesa Uranus es mi hermana menor…
- Quieres decir que tú…
- Soy el hermano mayor de la Princesa Uranus, primogénito y heredero de la corona del séptimo planeta del Sistema Solar, me conocen como el Príncipe Urano, ¿me recuerdas?
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Michiru fue capaz de ver por completo el rostro de aquel muchacho, casi desmaya de la impresión; el chico era una copia de Haruka, más bien, Haruka era una copia del chico.
Fue entonces cuando los recuerdos volvieron a Michiru, esos recuerdos que Setsuna no quiso despertar
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** Milenio de Plata **
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Una princesa de cabello aguamarina mantenía la mirada inmersa en el universo, en su mente se reconstruía la imagen de un joven que había visto el día en que los enemigos atacaron el planeta llamado Urano y posteriormente en el último ataque hacia Neptuno unos días atrás.
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-Princesa!, princesa!, nos invaden, ya destruyeron la entrada y dicen que no pararan hasta matar a toda la familia real
-Tranquilízate, mi madre no se encuentra en el planeta, ¿ya sonaron la alarma?
-Si su majestad, pero la mayor parte de nuestro ejército se encuentra mal herido y el resto disperso en el planeta por lo que tardarán en llegar, temo decirle que no contamos con suficiente gente para controlar esta situación…
-¿Y el "Guardian Misterioso" de Neptuno?
-No estoy seguro de que realmente exista… y si es que existe supongo que esta con la madre de su majestad en la Luna…- El guardia miró con recelo a su princesa, ese guardián solo era una vieja historia del planeta aún no entendía cómo podía precisamente ella creer en que fuera real
- En ese caso me haré cargo personalmente
-Pero son muchos, no podrá sola
-No te preocupes, este planeta está bajo mi cuidado, y no importa cuantos sean mi deber es protegerlo
-La Princesa Uranus nos está enviando refuerzos
-Mientras ellos llegan debemos actuar, no podemos depender del ejército de otros planetas, así que vamos, los guardias y tú preocúpense de la seguridad de civiles y el palacio yo me encargaré del resto
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Salió del palacio, y ahí estaban ellos, destruyendo todo lo que estaba a su paso, cerca de la mitad ya había logrado traspasar las murallas del palacio, el resto se encontraba en dicha tarea y fue cuando se percataron de su presencia, se abalanzaron instantáneamente sobre ella. La pelea se desarrollaba intensamente, la atacaban sin tregua alguna obligándola a evadir la mayoría de los ataques. La oportunidad que esperaba se mostró finalmente y sin titubeo dirigió su ataque a los pocos que aun quedaban de pie.
Un golpe certero, los enemigos cayeron inertes en el jardín que rodeaba las murallas del palacio, inspeccionó el área y vaciló en regresar al castillo, pero al no encontrar movimiento alguno giró sobre sus talones y comenzó a caminar
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- No entiendo como llegaron hasta los jardines tan rápido, esto no fue nada fácil… tendré que enviar a alguien para que limpie este desorden mientras reporto lo sucedido a la Luna, esto no me gusta en lo absoluto.
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Inmersa en sus pensamientos y preocupada por los cada vez más constantes intentos de invasión al sistema solar bajó la guardia, un instante, una fracción de segundo, un error de novato había sido suficiente para que un enemigo surgiera entre los cadáveres que yacían en el suelo, el monstruo había concentrado una gran energía y se acercaba hacia ella, era tarde, no fue capaz de reaccionar a tiempo y aquel golpe letal se encontraba a escasos centímetros de ella
El golpe de gracia nunca llegó, un campo de energía evito la tragedia, el monstruo había sido vencido y desapareció junto con el resto de cadáveres; frente a ella la espalda de un hombre se había materializado. Un uniforme color arena, una capa de tonalidad marina. El uniforme representativo de los altos mandos de Urano.
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-¿Está bien princesa? –
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Se perdió por un momento en esos profundos ojos que la miraban con atención y detenimiento… una oleada de sentimientos invadió su ser, era la primera vez que sentía estas emociones, sabía que era él… el mismo que había visto anteriormente protegiendo a Uranus…
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-¿Princesa Neptune?
-Eh? Ah… Si…disculpa… muchas gracias… ¿Puedo conocer la identidad de quien acaba de salvar mi vida?- preguntó con cierto rubor en sus mejillas
-Soy el príncipe Urano, recibimos su solicitud de ayuda. Me alegro de haber llegado a tiempo- esos ojos azules definitivamente adoraba esa mirada…
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Se quedaron en silencio, internándose en ese misterio que encerraban los ojos del otro, perdiendo la noción tiempo-espacio, olvidando por un momento lo que había ocurrido unos minutos antes…
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- Princesa, la invasión al castillo logró ser controlada gracias al apoyo que nos dieron los hombres de la princesa Uranus… -vio de reojo al joven que acompañaba a su princesa- … y… usted es….-
-Nadie importante realmente, sólo soy un apoyo del planeta Urano… bueno ahora que ya está seguro el palacio me tengo que retirar. Capitán… Princesa…-
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El joven hizo una reverencia ante el capitán de las tropas y posteriormente tomó la mano de la princesa y la rozó levemente con los labios para dirigirse de nuevo a su planeta natal.
Desde aquella ocasión, Neptune lograba encuentros "accidentales" con el príncipe Urano, desafortunadamente ella siempre estaba acompañada así que solo se limitaba a saludos, miradas fugaces y sonrisas cargadas de complicidad.
Difícilmente podían cruzar más de dos palabras sin la intromisión de algún tercero que argumentaba "ocuparse de la seguridad de la princesa" o "Evitar que él hiciera de las suyas con alguna princesa del milenio"
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**SN**
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Así es como transcurrió todo un año, en menos de una semana se celebraría el cumpleaños numero dieciocho de la princesa Uranus, y con ello la sucesión del trono. Las invitaciones a la ceremonia habían sido enviadas con semanas de anticipación, todas excepto una: Neptune.
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Fue la propia princesa Uranus quien la entregó en persona, alegando que quería visitar el planeta de los océanos y conversar un poco con su amiga y compañera de batalla.
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-Esperamos la asistencia como siempre de la nobleza de Neptuno, será un honor tener a tan grata familia como huéspedes… -miró traviesamente al capitán de las tropas- Si le hace sentir mejor capitán, parece que mi hermano no se encontrará… espero se me permitan unos momentos de privacidad con mi amiga, después de todo, no todos los días la tengo de visita en mi planeta ¿o si?…
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Una vez partido Uranus, la joven subió a su habitación y cerró por dentro, sacó un pequeño sobre que Uranus le entregó discretamente antes de retirarse y comenzó a leer:
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"Princesa Neptune:
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Bien dijo la princesa Serenity: eres el modelo ideal de una verdadera princesa ya que tu belleza y elegancia no tienen par, y me atrevo a decir que eres la persona que cualquiera puede amar con facilidad sin embargo no cualquiera puede poseer la dicha de ser amado por ti. Pero has de saber que para mí hay algo aún más fascinante que tu belleza y presencia en sí, y ese algo me mantiene constantemente intrigado, no puedo dejar de pensar en el misterio que encierras en tus profundos ojos… tengo que verte y deseo sea durante la fiesta de mi hermana, todos piensan que estaré fuera así que será fácil llegar a nuestro encuentro del cual solo tú sabrás el lugar…"
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*Palacio Urano*
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Durante la fiesta, Neptune se encontraba ignorando por completo a todo aquel varón que pretendía acercarse aunque fuera un poco a la joven princesa, en algún momento que se encontraba cansada de eso simplemente decidió darles la espalda… nadie le dio importancia a su actitud pues ya era más que esperado que se escapara elegantemente y con gracia de aquellos nobles que esperaban acercarse para conquistarla tomando como pretexto un baile o una plática… la única que se percató de ese sutil cambio fue Uranus.
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-Oye… ¿Qué te ocurre Neptune?... El día de hoy no has sido muy "sutil" con todos esos enamorados tuyos… ¿Te sientes bien?...
-Oh, Uranus que pena, lo siento pero no me encuentro con ánimos para ello…
-Bueno, si tanto te aburren ¿por qué no vas a dar una vuelta por ahí? Tal vez necesitas un poco de aire
- Una gran idea viniendo de ti ¿Vienes?
-¡Oye!...mmm… te alcanzo en un momento…
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