Circulo: Vicio Tsun.


Atado a un sádico bastardo.

1. Declaración.

Sintió un enorme escalofrío recorrerlo.

Apenas acababa de abrir los ojos y ya sentía que no quería volver a abrirlos jamás en su vida. No sólo porque estaba en una posición realmente incomoda, recargado en el cuerpo de alguien. Sí, de un humano. Pero eso no era lo peor de la situación, lo peor era con quien estaba.

Si tan sólo hubiese sido cualquier persona menos él. ¡Pero por todos los UMA no identificados! ¿¡Por qué demonios tuvo que ser él!?

Hibari Kyoya.

Hibari Kyoya…desnudo.

Hibari Kyoya…desnudo con él encima, también desnudo.

Por el nerviosismo comenzó a tener ligeros espasmos, y no, no era porque le tuviera miedo; lo había enfrentado millones de veces por 'burlarse' de su décimo, aunque el susodicho no hubiera dicho ni pio; era porque jamás, en toda su vida, se había enfrentado a ese tipo de situación. Ni con una mujer…ni mucho menos con un hombre.

Y si, que hubiera escapado del castillo y hubiera recorrido las solitarias calles de Italia con rufianes y demás que querían venderlo, era diferente, los mandaba a volar con su dinamita.

Pero esta situación también era diferente. Simplemente no podía mandar a volar al sujeto que tenía al lado, bueno, si podía; no obstante quería vivir cinco minutos más, gracias. Además de que no estaba seguro si su 'mordedura' sería la misma de siempre, al menos esa noche no había sido la misma de siempre. Eso decían las marcas que tenía en su pecho y seguramente en su cuello.

Un sonrojo le cubrió el rostro. Y se enojó por ello. Debería estar asqueado, sin embargo no sentía ni una pequeña repulsión por lo que su trasero le decía que había hecho esa noche. Se lamentó aún sobre el pecho de Hibari, pues no se quería mover para no despertarlo y hacer más incómoda y bochornosa la situación.

Unos pasos se escucharon por el pasillo corredor. ¿Sus padres? ¿Sus hermanos? Es más, ¿aquel bastardo vivía con otra persona? La curiosidad y la duda se juntaron en el pecho de Gokudera. ¿Qué pasaría si sus padres lo vieran en esa situación, con otro chico? Desistió rápidamente a la idea, seguramente aquel bastardo tenía bajo su control a sus propios padres. Conociéndole era lo más seguro, explotando a sus padres a esa edad. ¡Sí que era un bastardo!

— ¿En qué estás pensando, Gokudera Hayato?—preguntó aquella odiosa voz que hizo que los colores le volvieran a la cara, sin pensarlo dos veces se apartó de su pecho y calló de la cama, jalando consigo las sabanas.

De nuevo Hibari estaba al descubierto. Quizás su cara no podría estar más roja por contemplar al prefecto de Nanimori en su traje de Adán.

— ¿Te gusta lo que ves?

¡Y aquel bastardo todavía se atrevía a burlarse de él! ¿Cómo se atrevía?

— ¡C-Cla-Claro que no!—gritó en su perfecta faceta Tsun, según la mujer idiota. — ¿Por qué demonios me gustaría verte?

—No lo sé. —bostezó, perezoso. Se había sentado al ras de la cama, dejando ver su perfecta espalda y un poco de su trasero. Sin embargo este último se ocultó cuando el prefecto puso su ropa interior sobre él.

Hibari camino hasta el albino, levantándolo sin preguntar. Sin embargo, las piernas del menor fallaron y volvió a caer al suelo, Hibari soltó un monosílabo en forma de burla.

—Lo hice bien, ¿no es cierto?—preguntó, agachándose y tomando a aquel herbívoro para cargarlo en brazos.

— ¿¡Qué demonios piensas que estás haciendo!? ¡Imbécil! ¡Bájame de una puta vez o te mandaré a volar!—se retorció cuantas veces pudo, sin embargo el prefecto no se había inmutado y mucho menos lo había bajado.

Cuando llegaron al baño, Hibari lo dejo en la tina. Abriendo el agua caliente, aunque al principio salió fría y tuvo a Gokudera recordándole a su madre, no de forma amable cabe decir. Aunque una mirada basto para que se sonrojara y acabara de quejarse. Kyoya tuvo que lavarse aún lado, aunque quería meterse a la bañera también y podía hacerlo, pero el herbívoro rebelde era un escandaloso y no estaba de muy buen humor para soportar todos los desplantes sin morderlo. Además de que Gokudera Hayato se veía confundido y nervioso, demasiado nervioso.

Después de terminar de ducharse, el albino parecía más calmado y podía caminar mejor aunque todavía le dolía un poco. ¿Qué tan salvaje podía ser Hibari? Al menos desearía recordar eso. No recordaba nada más que por culpa del cabeza de césped, había ingerido una sustancia extraña, pero que le había gustado.

Termino de vestirse. Aún no había hablado con Hibari respecto al asunto, pero al moreno no parecía importarle, se había puesto ropa normal, no el uniforme de Nanimori y lo observaba, esperando que terminara. Sin querer y maldiciéndose así mismo, de nuevo se sonrojo.

—Te tardas demasiado. ¿Acaso intentas provocarme de nuevo?—preguntó con una sonrisa. Una jodida sonrisa de burla.

—C-Cállate bastardo. —murmuró sin quitar su sonrojo. —H-Hibari…sobre lo que pasó. Sólo olvídalo, no significo nada para mí así como estoy seguro que no significo nada para ti.

Sin darse cuenta el ojiazul lo había acorralado entre su armario y él. Gokudera lo miró con asombro, era demasiado rápido. Y sus ojos no mentían, lo mordería hasta la muerte si continuaba hablando.

— ¿Quieres que olvide que?—preguntó burlón, acercándose peligrosamente a su oreja y tirando de su lóbulo. — ¿Cómo gemiste mi nombre o como me la chupaste?

La mente de Gokudera se puso en blanco. — ¡Bastardo! Yo no estaba consiente de mis acciones ayer, él imbécil cabeza de césped seguramente me dio de beber alcohol.

—Entonces, ¿ahora si estás consiente? Si te hago gemir ahora, no podrás olvidarlo ¿no es así? Gokudera Hayato—sopló suavemente en su oreja, provocándole un escalofrío. No le dio tiempo de protestar, Hibari ya se había apoderado de sus labios de nuevo.

Intento apartarlo, aun cuando tenía la cara hirviendo. Ese bastardo de nuevo se atrevía a besarlo…ahora de forma consiente, y de forma oficial, ese bastardo le había robado más que un primer beso. Y por eso no pudo evitar sentirse extraño, no pudo evitar que su estómago no se revolviera, sin embargo no era de asco o algún similar. ¿Mariposas? ¡¿Mariposas?! ¿De esas que tenía la mujer idiota cada vez que veía al Decimo?

¡Puta vida! ¿Cómo es posible que le jugará así?

Hibari se separó cuando sintió que la tormenta se quedaba quieta y lo miraba estupefacto, ya sin el sonrojo en su cara. Parecía perdido en sus pensamientos, sus ojos verdes abiertos a todo lo que daban. El mayor sólo soltó un respingo, intentando controlar la burla que le provocaba Gokudera Hayato.

—Te has quedado mudo. —dijo, separándose. Dándole un poco de espacio al sentarse de nuevo en la cama donde lo había tomado, este aún desatendida y seguramente manchada con flujos.

Gokudera le miró mal. Los colores volvieron a tomar su blanca cara. — ¡B-Bastardo! ¡No creas que puedes besarme cada vez que se te pega la puta gana!

—Puedo besarte cada vez que se me pegue la puta gana—respondió, imitando las palabras dichas de Gokudera. —Eres mío. Pensé que las marcas que tienes en el cuello y cuerpo lo habían dejado claro.

— ¡Eso sólo fue un accidente! No debió haber pasado…—murmuró, desviando la mirada. —Seguramente estaba demasiado ebrio y tú también.

—Eso es cierto. Sasagawa Ryohei te dio un poco de lo que el bebé estaba bebiendo. —contestó, cruzándose de brazos.

— ¡Lo sabía! Tú también debiste este borracho y ocurrió este er-…acontecimiento. —cambió de palabra al ver la mirada que le mandaba el pelinegro.

—Yo no bebí ni una sola gota. —aclaró, cerrando los ojos con tranquilidad.

Gokudera de nuevo se quedó paralizado, intentando analizar sus palabras: él había estado borracho por culpa del cabeza de césped, Hibari no había bebido ni una sola gota, Hibari lo había llevado a su casa y aprovechándose de la situación, tuvieron eso y valla a saber que tanto hicieron. ¡Y a pesar de eso el bastardo iba y se lo restregaba en su cara! ¡Se había aprovechado de él! ¿Por qué estaba tan orgulloso de ello el maldito idiota sádico?

— ¡Te mandaré a volar!—gritó, sacándose la dinamita de alguna parte de su cuerpo, Kyoya lo miró indiferente. Ese maldito aún se atrevía a subestimarlo.

—Espero que quede claro, Gokudera Hayato. —de nuevo el prefecto se ponía de pie, acortando en segundos la distancia que tenían ellos dos. Las manos del albino fueron apresadas en las del japonés, haciendo que la dinamita aún sin encender cayera al suelo. El rostro de Hibari estaba cerca, demasiado para el gusto del italiano. —a partir de ahora me perteneces. Y morderé hasta la muerte a todo aquel que me diga lo contrario, eso incluye a Yamamoto Takeshi y Sawada Tsunayoshi; y por supuesto, a ti.

El menor trago duro, la jodida mirada del otro no mentía. Y claro está que su Decimo no sabría ni pio de eso, obviamente no sabría, ¡no tendría por qué saberlo! Sería más que vergonzoso, no podría ver de nuevo a su querido Decimo, probablemente Reborn-san lo echaría de la familia y el espíritu de G le retiraría el anillo de la tormenta.

—Hibari…—comenzó, intentando controlarse lo mejor que podía. No quería ser desterrado de la familia Vongola. —No sé cómo pasó esto pero…no significo nada para mí. Tú no me gustas. —y si para no ser desterrado tenía que soportar la paliza de Hibari Kyoya, lo haría. Las heridas ya sanarían.

—Pensé que eras más inteligente. —dijo volviendo a su tono serio e indiferente. —No me interesa si no estás enamorado de mí. Lo mío es mío, y se acabó.

Separándose de él, camino hasta la puerta de la habitación. —Vamos, seguramente están esperando a que baje. Sería bueno presentarte. —Gokudera no tuvo más remedio que seguirlo.

El pasillo de la casa del bastardo era amplio, lo suficiente como para que dos personas fueran hombro a hombro, justo como iban ellos. La casa, como la gran mayoría de Japón estaba hecha de dos pisos, el segundo daba hacia uno de los baños y dos habitaciones más, una de Hibari otra tal vez de sus padres.

¿Cómo serían los padres del sádico bastardo? Lo había pensado ligeramente en la mañana cuando escucho el sonido de pasos, pero ciertamente tendría que descartar aquella opción, ¿de dónde habría sacado el bastardo aquel carácter si no de alguno de su padres, si no es que los dos? ¡Una maldita familia de sádicos!

O peor aún de seguro eran UMA's y todos eran iguales a Hibari. Por alguna extraña razón sólo se le vinieron imágenes de Hibari vestido de traje y de mujer para representar a sus padres.

Sintió como se ponía azul. ¿Cómo iba a lidiar con tanto sádico bastardo si aún no podía contralar ni siquiera a uno? Gokudera suspiró. ¿¡Por qué demonios estaba pensando cómo lidiar con los padres del bastardo de Hibari!? No era su novia o algo así. ¡Se reusaba a serlo!

—Oh. Kyoya, el dinero está en la mesa. —habló cuando entraron la que seguramente era su madre; una mujer de mediana edad, de ojos azules y cabello castaño oscuro, seguramente en su juventud una hermosura. Al alzar su vista se topó con dos personas, sorprendiéndola. — ¿Quién es?

—Déjalo Kuriko. Puede traer amigos, aunque te cueste creerlo. —dijo otro hombre, aún más serio que su madre. Cabello negro con algunas canas, y ojos azules como los de Hibari. — Kyoya regresaré al siguiente mes, traten de no matarse mientras no estoy.

—Hnf. —resopló este, caminando a la cocina. Hayato lo siguió, tenso y un poco nervioso por la incómoda situación. Ni le habían prestado más de dos segundos de atención. Kyoya soló tomo el dinero y se giró de nuevo, Gokudera tuvo dificultades en no chocarse contra él. —Vamos. —ordenó.

—Aún no lo has presentado. —comentó su padre. —Es la primera vez que traes a alguien desde el kindergarten.

¿Eh? ¿Desde esa época Hibari no tenía amigos? ¿Qué habrá hecho el maldito sádico bastardo para que niños de Kinder no se quisieran juntar con él? —pensó un poco exaltado Hayato.

—No es mi amigo. Es mi amante. —contestó.

Todo se hundió en silencio.

Hibari había soltado la primera bomba.

Continuara…


¡Hi, hi!

¿Cómo están mis queridas lectoras? ¡Me siento nostálgica e inspirada con esta nueva historia! Desde el 2012 que no me pasó por aquí, siendo que KHR! Fue mi cuarto fandom que me unió a la escritura uwu Ya lo extrañaba. De hecho, recientemente comencé a ver capítulos salteados de la serie y pues, llego un momento donde dije: ¡Alto, regresa a tus antiguos fandoms! Y aquí me tienen, integrándome de nuevo. O mejor dicho, aportando una pequeña historia que no sé cuántos capítulos tendrá XD. Tengo que desarrollarla.

Este es un reto personal. Ya que quiero hacer un Circulo con todos mis fandoms favoritos, tomando el tema 'tsundere' Llamado Circulo Tsun ya que extrañamente mis personajes favoritos siempre son los tsunderes xD Aunque no se aplica en todos mis fandoms uwu lo haré en los que tengan algún Tsun ¡Son bienvenidas a unirse al Circulo! :D Nada más me avisan para leer sus historias uwu

Espero que les haya gustado. :D

¿Reviews?

MimiChibi-Diethel.