Gakuen Hetalia

~~~Nueva en la escuela~~~

-He dejado mi pais, he dejado muchos recuerdos, pero lo que mas extraño haber dejado es a mi familia, solo espero poder cambiar lo que alla no pude y que me acepten- suspiró. Llego a la escuela, pero aún no entraba, se quedo mirando el gran portón y no sabia absolutamente que hacer. Simplemente lo miré.

-Disculpa, ¿a que haz venido?- me preguntó el guardia, ya que hacia absolutamente nada, mas que ver a través de aquel portón.

-Es…te… soy nueva y… ammm… pues…- no sabía que decir simplemente tartamudeaba.

-Bueno… debiste haber dicho eso antes, adelante- contestó y abrió el portón dejandola pasar.

-Gracias- fue lo único que pudo salir de su boca.

-Bien… entra aquí en esa puerta y luego gira a la derecha, al fondo verás la biblioteca, dobla a la izquierda y vete todo derecho, de ahí volverás a doblar a la izquierda…- comenzó a indicarle el guardia como llegar a la dirección. La enrredaba aún mas, ella solo escuchó y afirmó que le habia entendido, aunque esto no fuese cierto. Entró a la gran escuela y siguió las pocas indicaciones que habia logrado memorizar. ¿Qué haria? Es lo que pasaba por su mente.

Estaba tan distraida que no miró que alguien venia de frente con muchos libros y…

-¡PAS!- sonó cuando chocaron, alrededor caian muchos libros y podía ver como un rubio se sobaba la cabeza.

-Peee…perrr…perdona- apuradamente y lograron salir esas palabras.

-Aaaaa… mi cabeza- decía el rubio. –Fíjate por donde caminas, no puedes ir distraída siempre.-

-Enserio… perdón- intentaba disculparse, estaba muy apenada y lo peor se puso roja como un tomatito, lo ayudo a levantarse intentado ocultar su rostro y comenzó a levantar los libros que pudo, el rubio hizo la misma acción. –Te ayudare a llevarlos a su destino, es lo menos que puedo hacer.- intentaba disculparse.

-Los llevare a la biblioteca- fue lo único que contesto el rubio. Ambos llevaron los libros a la biblioteca y luego de eso él dijo- realmente, no solo fue tu culpa, también fue mía, por no pedir ayuda para que traer los libros y si de algo sirve acepto tus disculpas.-

Ella sonrió y se dijo, ¿será que al fin podré hacer amigos?