Hola, de nuevo.
Uff, ya tenía la necesidad de ver mi cuenta de nuevo por aquí.
Esto no es precisamente lo que siempre escribo, que es humor (o mi intento de ello), pero...bueno, no tengo la más mínime idea de qué parte de mi cerebro salió, sólo sé que sucedió viendo el video de Still Doll, ending de Vampire Knight y cantado por Wakeshima Kanon.
Como sea, por aquí lo dejo.
Con peras & manzanas (Disclaimer): Sólo el fic me pertenece.
[Still Doll.]
Y ahora estoy aquí, condenada a seguir sufriendo como su muñeca coleccionable.
Encerrada en esta pequeña y marchita habitación, con mi violonchelo de consuelo, porque es lo único permitido en esta vida, si es que se puede llamar así.
Con mi cabello cortado en capas y un peinado anticuado, pero hermoso, que borra por completo el concepto zanahoria que tenía antes; con un maquillaje, en cierto modo exagerado, que resalta de una manera espeluznante mis antes brillosos ojos rosas.
Vestida con algún conjunto patético de era antigua, encadenada al describillado suelo de madera. Con una única diminuta y desdeñosa ventana que no da más vista que la de un callejón deshabitado.
Viendo caer la lluvia sin cesar, haciendo juego con mi vestido y mi deprimente palpitar.
Y con aquel hombre observándome siempre desde un pequeño hueco que él mismo ha creado en la puerta, cerrada con candado y doble llave.
¿Acaso será lo mismo por el resto de los años en los que aún pueda respirar?
Posiblemente así sea. Perdí toda esperanza al cuarto mes, en el que intenté escapar para mandarte una llamada, para al menos poder oír una vez más tu voz y saber que ya lo habrías intentado todo para hallarme.
El llanto, los golpes con aquella cadena oxidada, los gritos; todo fue en vano. Al llegar a aquel maldito aparato, contestó alguien de la otra línea, desgraciadamente no era tu voz. Es más, ni siquiera era masculina. Me dolió mucho escuchar a aquella que yo consideraba una de mis mejores amigas.
¿Tan rápido te olvidaste de mí, amor?
Esa noche lloré, lloré como nunca. Y está más que de sobra decir que mi última esperanza se desmoronó, porque sí: Esa eras tú, y ya no estabas más.
Y ahora estoy aquí, sin ningún ánimo de seguir respirando, pero también sin ningún tipo de valor como para intentar nuevamente un vago escape al tratar de alcanzar algún cuchillo de la cocina que ahora se encuentra más lejana.
Espero que llegue el día en el que nos encontremos en la putrefacción de la muerte, del infierno, te vea a la cara, sonría con ironía y te de una última pregunta:
¿Te sientes culpable ahora?
Como ya dije, no sé de dónde mierda salió, pero ya está aquí.
Es obvio que no mencioné nombre alguno, pero igual diré que la que narra la historia es Momoko y que, por suposición, al que se la dirije es a Brick.
Allá ustedes si la mejor amiga de la que habla es Miyako o Kaoru, o si de verdad la dejó olvidada...o no, ¿quién sabe?
Muy bien, ya soné demasiado diferente y seria para mi gusto. ¡Espero que les haya gustado! (No creo volver a escribir algo así, fue algo que vino de la nada; no es mi fuerte.)
¡Nos leemos!
¡Chao, chao!
—Do! Do! Do it again!—
