De más está decir que los personajes de Suzumiya Haruhi series no me pertenecen, solo hago este fic como forma de esparcimiento, sin el fin de lucrar.

Pd: Las oraciones entre "comillas" significan pensamientos.

Prólogo: Un extraño deseo.

Era mitad de verano ya, y la brigada SOS tenía que enfrentarse al más duro reto jamás conocido por esta pandilla de jóvenes mentes en desarrollo: Los exámenes finales de Julio. Para los chicos normales, como los llamo yo, este mes era un caos total, al estudiar como locos y matarse de sueño en la clase, por desvelarse leyendo libros o haciendo deberes de aritmética, pero para cierta joven cuyo nombre es bien conocido por estos lugares, esto no le afectaba en lo absoluto, y seguía con su vida normal, que de normal tenía muy poco, por lo excéntrica de su existencia. No es que me disguste como viva su vida, pero ¿porque siempre tiene que llevarme a mí a sus líos? Por lo que veo jamás lo entenderé.

Sumido en mis pensamientos estaba, cuando un lápiz tocó reiteradamente mi espalda; sabiendo de quién se trataba, me tomé la libertad de tomarme mi tiempo, y darme la vuelta lentamente, mientras bostezaba liberando un poco del calor que amenazaba con hacer estallar mi cabeza…

-Vamos Kyon, eres un perezoso, ¿es que acaso no sabes que día es hoy?

-"¿Un día muy caluroso?"- pensé para mis adentros, pero sabiendo que esa respuesta me llevaría a una muerte segura, traté de formular una respuesta algo más acertada.

-¿El cumpleaños de alguien de la brigada?

-¿Por qué tus respuestas siempre son tan obvias?

-"¿Será porque la extraña aquí eres tú y no yo?"

-¡Dime que fecha es hoy!

-Siete de Julio.

-Y dime ¿eso no te recuerda cierto magnífico evento?

-"Ya sé a lo que te refieres, ¡soy japonés, maldita sea!"

-Es Tanabata, ¿a que si?

-Si, si ¡Tanabata! ¿No crees que deberíamos hacer algo estupendo para esta fiesta?

-"Creo que deberíamos a ponernos a estudiar para pasar de curso, aunque claro eso no está en tus planes…"

-No crees que es un mal momento para una de tus ideas, estamos cerca de los exámenes finales y…

-¡A callar! ¿Por qué siempre eres tan riguroso con los estudios? Además aunque estudiaras siempre reprobarías alguna asignatura, no olvides que el genio aquí soy yo.

-Está bien Haruhi, lo que digas… y bien ¿Qué tienes en mente?

-¡Ya verás!

HHHHHHHHHH

Las clases habían terminado y como siempre iba de un lugar a otro sin destino, hasta que recordé lo que me había dicho Haruhi, antes de que empezara la clase del señor Namura, ese "ya veras" me tenía preocupado, por lo que me di unas cuantas vueltas al instituto, buscando el valor que se me había perdido por las escaleras y afrontar el nuevo juego de Haruhi. Al llegar a la sala de mando de la comandante Suzumiya un escalofrío recorrió mi espina, tal vez tratando de advertirme que la nueva idea de Haruhi, no era muy buena para el mundo y en especial para mí.

Llamé antes de entrar por si Asahina-san era atacada por la jefa, por suerte para ella y para desgracia mía, Asahina-san me dio la bienvenida ya vestida con el uniforme de sirvienta, por lo que al parecer me perdí el espectáculo de verla cambiándose…

-Aquí tienes Kyon-kun.

-Gracias Asahina-san.- le sonreí mientras miraba al frente a mi peor enemigo en el Othello, esta vez con un tablero de ajedrez.

-Yo paso, no me sé las reglas, que lastima no crees esta era tu única oportunidad de ganarme en un juego de mesa.

-Será para la próxima entonces.- Me miró con su típica sonrisa.

Empecé a buscar a Yuki, y la encontré leyendo un libro de tapa gruesa como de costumbre, pero antes de siquiera saludarla, una alegre muchacha entró a la habitación.

-Yahoooo!- Gritaba mientras sostenía una planta de bambú en una de sus manos.

-¿De donde sacaste esa planta?

-Eso no importa, lo que importa es lo que haremos con ella! Miren he traido Tanzakus para que pidamos nuestros deseos a Orihime y Hikoboshi.

No pude más que sentirme aliviado por la idea de Haruhi, aunque ella siempre tiene sus peculiaridades al hacer las cosas, está vez hizo algo completamente normal… bueno traer una planta de bambú a la escuela no es muy normal, pero es un avance.

HHHHHHHHHHHHHHH

Después de todo el ajetreo de la hora después de clases, me dirigí a casa habiendo escrito unos tontos deseos en los Tanzakus de Haruhi, pero al menos eran más coherentes que los de ella.

Entonces después de un largo y angustiante día de estudio me fui a dormir, aunque con cierta preocupación en el pecho, no sabía por qué, pero por alguna razón no quería que llegase el mañana.

HHHHHHHHHHHH

-Jeje, esos tontos creyeron que el bambú que traje era el verdadero pero no es así.- Decía Haruhi en tono siniestro.- Esos deseos nunca se cumplirán, sin embargo, yo tengo el bambú original apuntando directamente a altair y a vega, así que se me concederá mi deseo, puesto que de ninguna manera podía escribirlo con todos ellos alrededor.

Diciendo esto, Haruhi Suzumiya procedió a escribir su más ferviente deseo en el Tanzaku y colgarlo en el bambú.

-Por favor Orihime, Hikoboshi, concédanme este deseo, es lo único que deseo con todo mi corazón.- repetía la chica una y otra vez como un mantra.

No muy lejos de ahí…

En un rincón de la ciudad se podía advertir un fuerte viento acompañado con una luz brillante que cegaba todo a su alrededor. De pronto un joven salió de la nada y fue a parar en medio de un cráter formado por esa luz, un joven que todos conocían muy bien y que al parecer estaba algo desorientado, pero poco después se repuso de el golpe inicial y comenzó su caminata pacíficamente, aunque no sospechaba que cierta persona que el conocía lo vio de paso por la calle y lo increpó sin restricciones.

-Kyon-kun, que haces aquí a estas horas, deberías estar en casa durmien…

Esas fueron las últimas palabras que se le oyeron decir antes de que cayera a los brazos del chico, quien la miraba dulcemente; al parecer había usado un extraño proyectil de drogas somníferas que dejo a la madre de Kyon K.O.

-Lo siento madre, pero no necesito que interfieras, esto es entre su hijo y yo… y bueno, también Haruhi.

-Después de eso el chico se dispuso a reencontrar su camino sin antes soltar una frase que cambiaría por completo la vida de los protagonistas de la Brigada SOS y al mundo entero.

-Ahora voy por ti, Kyon, y luego… a por Haruhi.

HHHHHHHHHHH

Bueno, he aquí mi primer fic de Suzumiya Haruhi, espero que lo lean y continuen.