Pasión Contenida
El restaurante se sentía tranquilo, las porcas personas que habían, cenaban sin preocupaciones algunas. Todas ajenas al peligro que había en el lugar.
Edward Cullen había tenido que viaja mucho para alcanzarlos. El no tenia nada en contra de los espacios cerrados, pero no los preferiría. Después de todo había estado tres días dedicado en seguir a la mujer y al chico, le resultaba un alivio estar bajo el mismo techo que su presa.
La había alcanzado algunas horas antes de la estación de gasolina. Pero solo tuvo la oportunidad de observarla desde lejos, mientras ella Llenaba el tanque y se compraba un café. Lamentablemente en el lugar habían las suficientes personas para lo que el tenia que hacer.
Cerró la mano alrededor de jarro de cerámica y se los llevo a los labios para beber de ese café fuerte.
Miro hacia el otro lado del salón.
La mujer parecía tan cansada como lo estaba el, pero en lugar de tenerle lastima, Edward sintió satisfacción. El cabello le llegaba hasta la cintura y parecía necesitar un buen cepillado, aunque no podía hacer nada contra eso ya que por la forma en la que el pequeño lo tironeaba se volvía a despeinar.
Tenía las ojeras marcadas en la pálida piel de la mujer, por lo que su acentuación era mas profunda. Desde donde el se encontraba sus ojos parecían de un color casi negro bajos las cejar delicadamente depiladas.
Pero el sabia que sus ojos eran de un chocolate oscuro.
¡Claro que lo sabia!
Toda la información sobre ella estaba en la carpeta que le habían entregado. Hay estaba todo sobre ella, cosas físicas y costumbres de la mujer.
Isabella Marie Swan se habría asustado si hubiera sabido los pocos secretos que podría decirle a Edward ya que el conocía todo sobre ella. Pero la sensibilidad de esa mujer no tenia importancia alguna para el.
Isabella.
Bella
¡Que nombre!
Edward hizo rodar la silaba por su lengua y sacudió la cabeza con disgusto.
Era el nombre de lo que según las carpetas, una princesa caprichosa y malcriada.
Pero el nombre le sienta—pensó Edward
Aunque vestida como lo estaba, con un par de jeans desgastado y un suéter que le llegaba hasta los muslos. No parecía nada una princesa.
Entonces Edward miro el bebe que estaba a su lado. En un asiento de bebes para autos se encontraba la pequeña criatura de seis mese recostada.
La mujer jugaba con el con un pequeño osito que según su ex-marido se llamaba Pookie.
Edward lanzo un gruñido y aparto la vista.
No sabia como la mujer sacaba la suficiente fuerza para entretener al bebe.
Imaginaba como se debía sentir, por que el estaba cansadísimo y todo lo que había tenido que hacer era seguirla hasta este restaurante ubicado en el medio de la nada. Pensar en lo que seguía no hizo más feliz a Edward.
En lugar de dormir como el quería le esperaba otra hora mas al volante de su auto si quería seguir adelante a la tormenta de nieve que lo perseguía hacia varias horas.
Termino el café con rapidez, tenia que estar listo para cuando ella lo estuviera.
Se puso tenso cuando Bella Swan hizo a un lado lo que quedaba de su plato de comida y se inclino apoyándose sobre un codo, sosteniendo su mentón con la palma de su mano para seguir jugando con su hijo.
A Edward le pareció notar que la mano le temblaba un poco cuando aliso el pelo castaño del bebe que estaba erizado como si hubiera metido el dedo en un enchufe.
Ella le había dado de comer antes de pensar en su propia comida, y con paciencia infinita le metió en la boca hambrienta pequeñas porciones de un alimento especial que sacaba de un frasco.
Después que el pequeño termino lo que estaba en el frasco, ella se inclino hacia su bolso y saco una mamadera llena de leche, apretó un poco mas la tapa y se la tendió a su hijo.
Se río suavemente al ver que el niño prácticamente se la arranco de la mano, río un poco mas alto cuando vio que el se la llevo a un ojo en vez de a la boca, pero rápidamente el bebe corrigió su error y se lo llevo a la boca.
Edward miro a su alrededor y pudo notar que no había casi nadie en el restaurante. Aparte de la camarera, la mujer y el, no había nadie a la vista.
Cuando la camarera entro a la cocina, Edward se paro de su asiento. Este era el momento.
Edward vacilo un instante, pensando en el riego que corría al establecer cualquier clase de contacto con Bella pero sabia que si no lo hacia la camarera podría venir en cualquier momento.
Camino hacia ellos y vio cuando el niño tiro el osito al piso.
Cuando llego a su mesa cogio el peluche por el cuello.
El oso hizo un chillido que lo sobresalto tanto que estuvo a punto de dejarlo caer nuevamente. Se quedo mirando el peluche que era más pequeño que su mano.
En ese momento estaba obligado a entregárselo a la madre de la criatura.
--Hace días que Seth intenta hacer eso—dijo ella sonriendo y tomando el peluche que Edward le ofrecía.
¿Estrangularlo?—pensó Edward
En su interior Edward se estaba preguntando que si era normal que la voz de esa mujer sonara tan suave y reconfortable o si solo era motivo de su cansancio.
--¿Qué es lo que intenta hacer su hijo?—pregunto Edward con curiosidad.
Edward sabía que no era prudente iniciar una conversación, pero no podía evitarlo.
--Conseguir que Pookie hiciera ruido—dijo sonriendo. Puso el osito dentro de su bolso—Pero no tiene bastante fuerza para lograrlo.
--Yo no lo apreté tanto—se defendió Edward.
De cerca el rostro de ella se veía mas delicado y su piel mas pálida y suave que cualquiera que el haya visto.
Le pareció comprensible por que Mike Newton se había sentido atraído por esa mujer.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la risa de Bella.
--No hace falta que usted lo apreté con fuerza, lo que para usted es natural esta fuera de las posibilidades de Seth—aclaro ella
Por lo menos no se había dado cuenta que apretó el muñeco apropósito.
Edward le hizo una despedida con la cabeza y se fue hacia la puerta con rapidez. La camarera ya había vuelto, había perdido mucho tiempo conversando con ella.
Cuando estaba por empujar la puerta de cristal vio la silueta de un hombre caminando hacia esta dirección, por lo que decidió cambiar de rumbo. Fue directamente hacia el baño. Cerró la puerta y metió un pie para evitar que se cerrara por completo mientras sacaba el revolver que tenia en la cintura.
No estaba preparado para esto….
Se que es corto pero si les gusta la historia les prometo que la próxima vez el capitulo será mas largo, si es que hay próxima vez. Solo déjenme REVIEW y les publicare la otra parte.
Espero que les haya gustado.
Att: Geliybelly
