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Este fic, nace a raíz del final del capítulo3x10 emitido en USA, si no vais al ritmo con la serie, contiene Spoiler, así que si lo leéis es consecuencia vuestra.

Algunos capítulos irán contados desde el punto de vista de Maura, como este primer y otros desde el de Jane. No siempre seguirá una línea correlativa con la serie, solamente, a partir, del final de ese capítulo que he puesto antes.

Disclaimer:

Nada de la serie me pertenece, le pertenece a Janet Tamaro, las actrices se perteneces a si misma y todo lo demás que siempre se pone.

Lo único que me pertenece a mi, es este fic, que sale integro de mi imaginación. Espero que lo disfrutéis tanto como yo cuando lo escribo.

One & Only

Resumen:

La llegada de un pequeño nuevo miembro a la familia Rizzoli puede mover muchos sentimientos que han estado dormidos en el interior de ambas amigas, serán capaces de afrontarlos y de qué manera...

Capitulo 1:

Se paro al lado del sofá, viendo como Jane entraba de nuevo en la casa con aquel pequeño en brazos y esa imagen la dejo sin respiración, no es que no hubiese visto antes a Jane con un bebe en brazos, pero nunca la había visto de aquella manera, con su rostro contrariado y pegando el pequeño cuerpo al suyo, protegiéndolo, ese instinto natural que le había salido.

Parecía que aquellas imágenes, habían despertado sus defensas y no pudo evitar preguntarse qué tal vez Jane estaba ya lista para formar su familia, la propia, con un marido y unos hijos que la esperasen en casa, que esa imagen que ahora tenía enfrente de ella se repetiría con otra persona que no era ella.

Sintió un pinchazo en su vientre, era más que en su vientre, muy dentro de ella, sabía perfectamente que eran celos, podía describirlos en cualquier momento, en cualquier contesto, pero no entendía por qué. Jane era su mejor amiga, la sola idea de que ella fuera feliz, le debía de bastar para ser feliz ella misma pero por la contra, estaba empezando a sentir que esa sola idea, esa única más bien idea, le daba repulsión, miles de sentimientos se arremolinaron en su pecho e instintivamente subió su mano a su corazón, su ritmo carotideo había aumentado de manera exagerada.

Suspiro justo en el momento que Jane se puso a su lado y esbozo una pequeña sonrisa, al ver como la otra fruncía el ceño, debía dejar de pensar en eso o una incipiente urticaria se presentaría en ese mismo instante alertando a la detective y eso era lo menos que a ella le interesaba en este momento.

Se acerco un poco para mirar al bebe-oh dios mío es todo un Rizzoli-, no pudo contener el entusiasmo en su voz, claro hasta que sintió la mirada de las otras dos Rizzoli allí presente, en ese momento quiso sellarse la boca con pegamento, sobre todo al ver como Jane le hacía un gesto con los ojos, ampliando levemente su pupila en esos irises marrones de la morena, se mordió el labio un momento y miro a Ángela algo avergonzada

M: yo no quería...-, las manos le sudaban, sin lugar a dudas era especialista en decir demasiadas cosas sin pensar las repercusiones-, bueno es un lindo bebe

A: tranquila, tienes razón, creo que mas bien es de mi hijo, no puede ser del padre de Jane, tan guapo que es

Vio como se lo quitaba casi de inmediato a su hija de las manos y sonrió ampliamente, definitivamente Ángela era una gran mujer, por eso sus hijos eran así, porque habían crecido rodeados de amor, algo que a ella le había faltado.

J: cómo ha podido Lydia dejar a su bebe en tu puerta?

Cuando quiso darse cuenta, tenía a Jane a su espalda, susurrándole aquellas palabras, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo y tuvo la necesidad imperiosa de dar dos pasos hacia delante y romper el contacto de sus cuerpos, volver a tener para ella sola su espacio vital, ahora volvía a sentir su ritmo cardiaco demasiado elevado y el aroma de Jane aún pululando en sus sentidos.

Giro my despacio su cabeza para mirar a su amiga y abrio mucho los ojos, estaba como paralizada, qué le estaba pasando?, se negó mentalmente a sentir confusa, a empezar a plantearse cosas de nuevo que ya tenía olvidadas o eso pensaba ella y las había confinado en el último lugar de su cerebro.

M: no sé Jane, desesperación, miedo...puede haber una infinidad de variables detrás de una simple acción

La vio girar los ojos y sonrió internamente al considerar ese hecho adorable, se paso la mano por la frente y negó, comenzaba a desvariar, forzosamente miro a la Rizzoli mayor que mecía de forma amorosa al bebe, hasta que se paro en medio de la sala y las miro a ambas, en ese momento se sintió pequeña, como si Ángela fuera capaz de averiguar qué estaba pasando por su mente, se encogió un poco en si misma, encorvando la postura y miro a Jane disimulando sus sentimientos.

A: necesita pañales, leche para recién nacido, ropa y aún no tengo la colcha de lana terminada

Se mordió el labio y tuvo que reprimir una risa, risa que no fue reprimida por Jane que se burlaba de su "Ma"- oh vamos, Ma, crees que el bebe te va a echar en cara que no le tengas su colcha de lana, lo único que querrá es comer, llorar y hacer popo y pipi-, justo con las últimas palabras de su amiga si que no pudo contener la carcajada, recibiendo por parte de la mayor una mirada asesina

A: os estoy queriendo decir que vayáis a comprar

Por la postura del cuerpo de la detective, sabía que en breve iba a protestar, la cogió con suavidad del brazo, sintiendo como un pequeño corrientazo que la hizo apartar de inmediato su mano y recibir una mirada confusa por parte de la otra

M: vamos Jane, así compro helado de chocolate que creo que lo necesito después de mi aventura de esta noche

Sacudió la cabeza, negándose a recordar el suceso macabro que había vivido horas antes con aquel desequilibrado y que si no llega a ser por su personal ángel de la guarda convertido en una sexy detective no estaría contándolo ahora o lo que es lo mismo no estaría volviendo a revivir todos estos sentimientos.

Durante todo el camino escucho las protestas de la morena, estaba segura que era todo fachada, que simplemente lo hacía para hacerse notar, había visto perfectamente como había acurrucado a aquel bebe en su pecho, sus ojos rallados por la emoción y miles de sentimientos agolpándose en su rostro, a veces, Jane era un libro abierto para ella aunque la mayoría de las veces le costaba horrores interpretarla.

Casi dos horas más tarde volvieron con todo lo que consideraban oportuno para el bebe, teniendo en cuenta que ninguna de las dos tenía mucha idea en eso. Ángela lo había hecho un ovillo en el sofá y lo tenía custodiado por "miles" de cojines

A: por fin, pero es que os habéis traído toda la tienda?

Miro sus manos cargadas de bolsas y después las de Jane, sonrió de manera escueta y se encogió de hombros- estaba dispuesta a traer mas pero Jane no ha querido

J: y menos mal que no he querido

Rio de forma queda y camino hasta el sofá dejando las bolsas a un lado, asomando la cabeza para mirar al bebe- parece un angelito-, no tardo ni medio minuto en decir aquello cuando el pequeño neonato comenzó a llorar a pleno pulmón

J: si un angelito muy escandaloso-pudo descubrir el tono mordaz y cargado de sorna de su amiga, frunció el ceño y negó mirándola, cogiendo al bebe en sus brazos y comenzando a mecerlo, creyó oportuno que cantarle también podría calmarlo, era un buen método, muchos psicólogos infantiles lo recomendaban, busco en su mente una nana en francés que le cantaba su madre y aún se acordaba de ella.

Miro a su amiga de manera triunfal cuando el bebe se hubo calmado y en un gesto infantil y gracioso le saco la lengua, recibiendo casi la misma mueca de parte de la otra, ambas rieron bajito para no despertar al bebe, al tiempo que Ángela volvía de la cocina con un biberón recién preparado.

Continuará...