Scar.
Disclaimer: Los personajes de Naruto, le pertenecen a Kishimoto Masashi.
—….. Lo siento. —
Mis ojos se cerraron por instinto, yo tan solo pude callar, a la par de mi respiración, ser detenida lentamente. Mi corazón se inquietó, yo solo quise, olvidar aquello.
Y es que no era algo, que quisiera borrar, realmente.
Si bien las heridas de guerra son íntegramente físicas, las verdaderas perdidas las percibe el alma, nuestro núcleo.
Sin siquiera encararlo, puesto a que sabía que no resistiría, lo lograría, otra vez lloraría…y así fue.
—….Lo siento por todo. —
Quiero hacer miles de preguntas, quiero que me confíe sus secretos, quiero que confíe en mi, solamente que me sienta a su alrededor, ser especial.
Sus palabras abrieron todo tipo de cicatriz en mi corazón, yo lo deseaba, deseaba que él me viera, que él me sintiera, yo estaba viva y tan solo para demostrarle que soy alguien fuerte.
Entonces observé su rostro, su piel no era más que magulladuras y rastros de dolor impregnados en lo extenso de su cuerpo, sin embargo en sus ojos, pude verlo…otra vez.
Como si un as de luz me traspasara y me debilitara a tal punto de sollozar, el dolor se estaba despegando de mi cuerpo, toda la tristeza, toda la desesperación, ahí estaba él, el chico de mis sueños.
Con los orbes cargados de un brillo genuino, un brillo que destilaba esperanza.
Mi corazón ya no lo soportó, sentía como se agolpaba en mi pecho abruptamente, él lo supo, como es de saber, él sabe todo de mi, siempre es así.
Alzó su mano hasta mi mejilla, la cual acarició levemente con el pulgar, mis ojos tintineaban silenciosamente, mientras en lo suyos habitaba la seguridad.
—…Siento no haber llegado a tiempo. —
Comentó con algo de nostalgia en su voz, mi brazo estaba vendado a causar de la quemadura de acido en la dimensión de Obito. Bajé la mirada, él en verdad se mostraba arrepentido y negué lentamente con la cabeza.
—….Sakura, por favor no llores. —
Con parcimonia y dulzura en su tacto, secó mis lágrimas, las cuales no dejaban de salir. Él en verdad estaba aquí, junto a mí, esto era verdad y no otro sueño.
Ya no lloraría más por un amor incomprendido, por la perdida, por la angustia de saberlo lejos y perdido.
Porque ahora él estaba junto a mi y eso era lo único que deseaba en el mundo.
—….Bienvenido Sasuke-kun.—
