"Libro III: Fuego o La Fiera Domada"
Fanfic de Avatar, The Legend of Aang: The Last Airbender
Zuko x Katara; Aang x Tohp; Sokka x Suki
disclaimers: los de siempre y bien conocidos por todos
Observaciones: todo lo que salga en cursiva son pensamientos o recuerdos de los personajes y por lo tanto no son dichos en voz alta
Capitulo I: Pensamientos Encontrados
Cien años de guerra...
Cien años de sitios contra Ba-tsing-Tse...
Cien años de espera que culminaron gracias a una princesa de ojos dorados y dos guerreras que lograron infiltrarse en la ciudad disfrazadas como guerreras Kyoshi y que con ayuda de los dai-lee tomaron el poder y el trono del reino tierra. La movida más importante en el tablero le pertenecia a la nación del fuego.
Y ahora un joven con una cicatriz en el lado izquierdo de su rostro se paseaba por los jardines del palacio admirando la belleza del trabajo de los maestros tierra. Necesitaba pensar con cuidado en todo lo que pensaba llevar acabo y es que su plan era arriesgado y lo sabía, estaba poniendo en riesgo la posibilidad de recuperar su honor y tuvo que traicionar a la única persona que creyó en él durante este tiempo, pero necesitaba que su hermana Azula creyera en él y que ya no dudaba de que la nación del fuego debía ganar esta guerra. Fue por eso que cuando el avatar y su amiga, la maestra agua, tenian arrinconada a su hermana en la prisión subterranea tuvo que intervenir para ayudarla, aunque se moria de ganas de encerrarla en la parte más oscura y fría de ese lugar
Uso todo lo que tenia para atacarlos, todas sus tecnicas y comprobo con satisfacción que sus días y noches de entrenamiento habían sido más que productivos...
¿Por qué haces esto Zuko? Pense que habías cambiado!
Aunque no entendia porque, la conversación con aquella maestra agua, se le repetia una y otra vez en su cabeza
¿Qué sabes tú sobre como me ha tratado a mí la vida? Todo lo que he tenido que soportar?
Zuko probablemente no sabía lo que le hubiera pasado antes de encontrarse con él en su busqueda del avatar, porque de ahí en adelante bien podía hacerse una idea
Nunca estar mucho tiempo en un sólo lugar para no delatarte...
Dormir poco, mal y aveces nada...
Mala comida, sino es que podrida...
Y muchas otras cosas mas que podría seguir enumerando ya que él mismo las había vivido en carne propia durante casi dos años de exilio y casi uno más como refugiado y traidor
Cada vez que pensaba en la nación del fuego o en nuestros enemigos, veia tú rostro!!
Y a caso podía culparla? A casi un año de estarlos persiguiendo sin tregua? Si algo había aprendido Zuko, era el inmenso odio y resentimiento que las personas tenian contra su nación por esta larga guerra...
Cien años, donde muchos padres, maridos, hijos y hermanos habían partido para nunca más volver a sus hogares
La nación del Fuego me robo a mí madre!
Lo siento, pero es algo que tenemos en común...
Zuko entendia perfectamente lo que dolia perder a una persona tan importante como una madre. la suya había sido la única que le habaía mostrado cariño y afecto sincero durante su niñez y cuando desaparecio una enorme tristeza se apodero del niño que alguna vez fue. Y como no hubo funeral, no hubo urna o ningun lugar donde poner las cennizas, asi que todos los años en el cumpleaños de su madre le prendia una vela para iluminar su camino al descanso eterno
lamento haberte gritado de esa forma hace un instante
no importa, siempre he pensado que mí destino era ser el principe condenado por su cicatriz a perseguir eternemente al avatar. Aunque hace poco he comenzado a pensar que tal vez puedo forjarme un destino diferente
Y esta era una de las dos partes de la conversación que Zuko no lograba entender. Esa confesión de sentimientos no se la había hecho ni a su tio Iroh y ahora en frente de la maestra agua las palabras fluian solas como si fueran amigos hace años y no enemigos encerrados en la misma prisión subterranea, pero... ¿lo eran? Ahora que lo meditaba, él no tenia nada en contra de ella como tal, pero viajaba con el avatar y lo ayudaba a escapar cada vez que se enfrentaban, asi que era enemiga por anexión...
Tal vez puedas hacerlo, yo tengo poderes de curación y podría ayudarte a desaparecer esa cicatriz
nadie puede curar una cicatriz asi
Aún tengo un poco de agua de la fuente de los espiritus del polo norte, es probable que pueda sanarte
Y he aqui la segunda parte de la conversación que Zuko no entendia, en ese instante estaban de pie uno frente al otro y la maestra agua tenia su mano derecha sobre su cicatriz, como analizandola y con la otra sostenia el pequeño frasco con el agua sagrada, la distancia que los separaba era minima y él podía apreciar en sus ojos que ella estaba siendo sincera en sus palabras. Quizas si el avatar y su tío no hubiesen entrado en ese instante...?
Pero ahora ya no convenia pensar en eso, su cicatriz y él estarían juntos un poco más de tiempo. Cuando todo esto acabara, podría aceptar la oferta de la maestra agua... de Katara...
todo lo relacionado con agua, no es un mal nombre para una maestra agua - continuo caminando
El animo en el 'equipo avatar' ,como lo llamaba Sokka, estaba tan bajo que uno podría haberse tropezado y caido. Estaban volando sobre Appa junto al rey y su oso Bosco decidiendo que hacer
- podemos ir con el guru -dijo Aang- es muy dificil llegar hasta allá por tierra y les tomara por lo menos dos días
- no suena mal, por lo menos podremos descansar un poco y tal vez comer algo para reponer fuerzas -dijo Sokka. Aang sonrio al recordar la pasta de cebollas y barras que comia con el guru y la cara que pondría Sokka cuando la probara.
- siento que tengo una gran culpa en todo lo que paso -comenzo a decir d epronto el rey tierra- sino hubiera sido tan ciego con las cosas que pasaban a mí alrededor, tal vez hubiera sido diferente
- no se eche la culpa su alteza -dijo Toph- no es su culpa que su consejero lo haya traicionado por poder o que Azula se haya infiltrado como una guerrera Kyoshi, ni el mejor vidente podría haber vaticinado algo como eso. Lo importante ahora es reagrupar las fuerzas que tengamos y recuperar Ba-sing-se, no lo crees igual Katara? Katara? -entonces se percataron que Katara parecia estar en cualquier sitio menos ahi y no era tan errado puesto que su mente estaba puesta en las catacumbas de la ciudad y en particular en su encuentro con cierto principe exiliado de ojos ambarinos...
Cuando vio como lo arrojaban, solo, dentro de la celda se había sorprendido enormemente puesto que ella había corrido a avisar al rey precisamente sobre él y su tio, pero cayo en la trampa de Azula, Ty lee y Mai, entonces ¿Qué hacia Zuko en esa prision?
Zuko¿Qué haces aqui? Ya sé, debe ser una trampa para tratar de atrapar a Aang, cierto? Pues no creas que te resultara! -Katara casi no había respirado al decir eso, él sólo se incorporo y se sento en el suelo mientras ella segia hablando- Claro que debe ser eso, como eres el hijo del señor del fuego, seguro que el odio y la venganza corren por tus venas -Katara estaba tan molesta, que viendo que él no haia nada para callarla o atacarla, saco de su pecho todo lo que tenia guardado contra la nación del fuego
Cada vez que pensaba en la nación del fuego o en nuestros enemigos, veia tú rostro!!
¿Qué sabes tú sobre como me ha tratado a mí la vida? Todo lo que he tenido que soportar?
La nación del Fuego me robo a mí madre!
Lo siento, pero es algo que tenemos en común...
Cuando oyo esas palabras de boca de Zuko, Katara se callo ¿Había oido bien? El arrogante de Zuko le acababa de decir algo tan personal? Y su voz y ojos se habían reflejado tal tristeza?
lamento haberte gritado de esa forma hace un instante
no importa, siempre he pensado que mí destino era ser el principe condenado por su cicatriz a perseguir eternemente al avatar. Aunque hace poco he comenzado a pensar que tal vez puedo forjarme un destino diferente
En ese momento él se puso de pie y ella se atrevio a acercarse un poco más, bueno bastante en realidad, quedaron frente a frente y Katara por primera vez pudo apreciar su rostro y toda su persona sin que estuvieran peleando o gritandose el uno al otro. Era bien alto, casi una cabeza más que ella, su cabello negro le había crecido bastante y muy rebelde, pero lo que más llamaba la atención de Katara era el color de sus ojos... Eran de un bello color entre ambar y dorado, que Katara no había visto nunca antes en su vida...
Debia admitir que Zuko no era para nada feo, de hecho, sino fuera por su cicatriz, sería muy bien parecido
Tal vez puedas hacerlo, yo tengo poderes de curación y podría ayudarte a desaparecer esa cicatriz
nadie puede curar una cicatriz asi
Aún tengo un poco de agua de la fuente de los espiritus del polo norte, es probable que pueda sanarte
Dicho esto Katara saco de su cinturon el frasco con el agua sagrada y llevo la otra mano hasta tocar su cicatriz ¿Dónde y cómo se la había hecho? Estaba claro que se trataba de una herida causada por un ataque directo de fuego control, pero ¿Quién se la había echo? Zuko era muy bueno, asi que Katara dudaba de que fuera un accidente de entrenamiento como propuso Sokka una vez, entonces si fue en un combate contra otro maestro fuego, quizas... ¿Zhao¿Azula? Tal vez ahora pudiera preguntarle, después de todo parecia dispuesto a abrirse con ella...
Si tan solo Aang y el general Iroh no hubieran entrado en ese momento, ella podría haber conversado y conocido más a Zuko, este eneigmatico principe de ojos ambarinos que tantos secretos ocultaba en su interior
- Katara! -fue el grito de Toph en su oido lo que la trajo de regreso a la realidad con un brinco por el susto
- Toph! Porque me gritas de esa forma?
- es que llevo cinco minutos hablandote y tú no ponias atención ¿En qué estabas pensando?
- nada importante Toph ¿Qué era lo que me decias? - la maestra tierra supo que Katara le mentia, su corazón latio irregular y la delato, pero por el momento decidio dejarlo asi
- decia que debemos agrupar todas nuestras fuerzas y tratar de recuperar Ba-sing-se de la nación del fuego ¿Qué opinas de eso Katara?
-estoy de acuerdo Toph, Ba-sing-se es muy importante para ganar la guerra contra el señor del fuego, debemos recuperarla -finalizo, aunque le hubiera gustado añadir que asi podría terminar su conversación con el dueño de cierto ojos ambares
Fin del Capitulo I
