Escuela Otonokizaka, salón de segundo año. Me encontraba sentada en mi lugar, mientras Rin y Hanayo conversaban alegremente sobre algo que harían después de clases. La última mencionada, estaba algo nerviosa ya que era una de las posibles candidatas en ocupar el puesto de Honoka como presidenta del consejo estudiantil. Rin sería la secretaria y yo la tesorera, ya que se me dan bien las matemáticas y necesitamos a alguien responsable, pero eso aún no está confirmado así que no me interesa… al menos por el momento.

Hace unos meses las de tercer año se graduaron de la escuela, debo admitir que se siente solitario sin ese trío, siempre revolviendo y alegrando nuestras vidas. Suspiro ante mis pensamientos y miro por la ventana, está lloviendo, y lo peor de todo, es que no traje paraguas.

Maki-chan, Rin-chan y yo debemos irnos pronto, no trajimos paraguas… adiós, que estés bien…

Adiós-nya!

E-Esperen… yo tampoco traje… paraguas… - Siquiera esperaron a que terminara. – Ahhh… - Suspiré desganada y decidí preparar mis cosas.

"Supongo que tendré que llamar a casa…"

Cuando saqué mi celular, me di cuenta de lo peor, mi batería había muerto.

Genial… lo único que me faltaba… - Suspiré pesadamente una vez más. Salí del salón, la escuela estaba casi vacía debido a la lluvia, casi todos se habían marchado a sus respectivas casas. Me paré en la entrada en busca de alguien conocido, a lo lejos pude ver a Umi, Honoka y Kotori bajo un solo paragua, definitivamente no iba a pedirles ayuda. – Supongo que no me queda más que correr, ¿no?

Me abrigué lo que más pude, me puse mis zapatos de exterior, suspiré hondo, puse mi maleta sobre mi cabeza, y salí corriendo del lugar. La lluvia se intensificaba cada vez más, el frío no ayudaba, me dolían las manos ya que no llevaba guantes, y para mi mala suerte, me tuve que detener frente a un semáforo en rojo, parecía eterno, y no ayudaba a mantenerme tranquila, de hecho, ya estaba perdiendo la paciencia. Como si fuera menos, un camión pasó justo cuando la luz del semáforo estaba parpadeando para cambiar a verde, en lugar de detenerse aumentó la velocidad, pasando sobre un charco de agua y, ¿adivinaron? Sí, me empapé desde la cintura hacia abajo gracias a ese estúpido. Si supiera alguna mala palabra, o mejor dicho, si se me permitiera decirla lo haría, es más, lo gritaría, pero decidí mantener mi orgullo y dejarlo pasar, ya estaba mojada de todos modos.

Corrí apenas la luz cambió, y me resguardé bajo el pequeño techo que daba un mini mercado de Akihabara, fue ahí cuando mi suerte tendió a cambiar, aunque no sé si mucho.

¿Maki-chan?

¿Eh? ¿N-Nico-chan?

Ahí estaba la enana, mirándome con una confusa expresión, cuando notó cuán mojada estaba me frunció el ceño.

¿Se puede saber qué haces aquí toda mojada? ¿Acaso no trajiste paraguas?

¿Acaso ves algún paragua en mi mano? – Contesté con molestia.

Ahh… - Suspiró. – Ven conmigo, ya que mi casa está más cerca, resguardate ahí para que te vayan a buscar… claro, si a la princesa no le molesta… - Dijo irónicamente, a lo que me molesté.

No necesito de tu ayuda… - Grité.

¿Segura? Así como vas no harás más que pescar un…

Ashooo!

Resfriado… - Siguió, y luego suspiró. – Ven conmigo… no quiero que te enfermes…

¿Desde cuándo te preocupas por mí? – Cuando dije eso ella se volteó y me miró seriamente.

¿Enserio debo contestar esa pregunta, Maki?

"¿Maki?"

Mh! – Volteé mi rostro, intentando esconder mi sonrojo.

Ven…. Deja de quejarte… necesitas tomar un baño y ropa seca…

B-Bien… - Decidí seguirla, cuando dimos un paso fuera del estrecho techo, ella compartió su paragua conmigo.

Llévalo tú, eres más alta…

¿Nico-chan?

Solo tómalo, ¿sí?

Ahh… ya qué… - Tomé el paragua y caminé junto a ella, no es como si tuviera otra opción después de todo. Caminamos en silencio por las frías y húmedas calles de Akihabara, no nos tomó más de 10 minutos el llegar a su departamento.

Al parecer mis hermanos salieron con mi madre, así que puedes sentirte cómoda…

No es como si tus hermanos me incomodaran… es solo que…

¿Son igual a mí, no?

Nico-chan…

Solo apresúrate y métete a la ducha, encenderé el agua caliente… - Sin mirarme, se alejó en dirección al baño.

Ya está listo, te dejaré la ropa en este canasto de aquí, en cuanto salgas vas a la cocina… - Otra vez, sin esperar respuesta, se alejó.

Suspiré y me adentré al baño, me saqué toda la ropa mojada, y la dejé en el canasto. Al tener contacto con el agua caliente, me relajé tanto que sentí como si todas mis preocupaciones se esfumaran junto con el agua. Pero había una que seguía presente, y estaba en la casa de ella. Nico-chan hace unas semanas, me dijo algo que me descolocó bastante, algo que hasta el día de hoy me tiene pensativa, y aunque odie admitirlo, creo pensar o sentir lo mismo.

"Maki-chan… me gustas…"

Su tono de voz y forma en que lo dijo aún resuenan en mi cabeza, esa vez no fui capaz de contestarle, mi silencio lo tomó como respuesta, y no nos hablamos desde entonces. Le conté la situación a Eli y Nozomi, ellas no estaban tan sorprendidas como esperaba, pero entendían que yo me sintiera confundida.

"Aún eres una niña, Maki-chan… Nicocchi es dos años mayor que tú, y eso es suficiente para tener un cierto grado de madurez superior… no te culpo, pero al menos asegúrate de darle una respuesta apropiada…" – Eso fue lo que me dijo Nozomi.

"Si te sientes acorralada con respecto a esos sentimientos es entendible, nadie espera que la persona que siempre intentó buscar pelea o discusiones contigo en realidad te quiera y vea con otros ojos, lo que debes hacer es enfrentar esto, no huyas, porque la lastimarás aún más, y desecharás para siempre la linda amistad que alguna vez tuvieron…" – Y eso fue lo que dijo Eli.

Al final no hice ninguna de las dos opciones, solo seguí evitando el tema hasta hoy, y pensar que terminaría así, realmente comprendo el por qué de su actitud, yo haría lo mismo. Me envolví con la toalla y dirigí a buscar la ropa que me tenía Nico-chan. Al parecer consistía en un vestido largo, muy similar a un pijama, una bata blanca y unas pantuflas. Sólo había un detalle y era obvio que no tendría algo como eso para prestarme, ropa interior.

Maki, meteré tu ropa a la secadora, ¿sí? – La escuché decir desde la puerta. – Pásamela…

Está bien, salgo de inmediato… - Me aproximé a la puerta y le tendí la canasta.

Evitó mirarme y nuevamente se alejó.

Nico-chan…

¿Qué sucede?

¿Podrías…aunque sea… mirarme?

Al parecer el decirle eso la hizo reaccionar, pero no de una manera que yo quisiera.

¿Enserio? ¿Acaso estás jugando conmigo? Primero me confieso, luego te quedas cayada indicándome el rechazo, ¿ahora quieres que sea amable y cariñosa contigo? Maki, por favor dame un respiro… - Su voz sonaba quebrada y furioso, en verdad no la culpaba por sentirse así, ella no es de las que demuestra mucho sus sentimientos, al igual que yo.

Nico-chan…

Maki, si te ayudé es porque tenía que hacerlo… no porque realmente lo quisiera… así que, deja de intentar hacerte la amable… no lo tolero, a ti no te tolero… - Una vez más estaba a punto de irse, fue ahí cuando tomé la decisión.

¡Nico-chan! – Me abalancé sobre ella, cayendo ambas al piso, inmovilicé sus brazos con ambas manos, y la miré fijamente.

¡¿Qué demonios haces?! – Intentó forcejear cuanto pudo, pero no logró zafarse de mí.

Déjame… déjame responder a lo que me dijiste hace unas semanas atrás…

¿Eh? ¿De qué sirve que lo digas ahora? ¿Acaso quieres rematar la herida? No digas estupideces y déjame ir…

¡No!... – Grité de tal forma que captó su atención – Nico-chan… Nico-chan… yo…

¿Maki?

También me gustas…

¿Eh?

Yo también te quiero… lo he hecho…desde hace mucho tiempo…

Mentirosa…

No es mentira… yo en verdad… en verdad te quiero… Nico-chan… Nico-chan yo te amo… - Sentí mi orgullo esfumarse en forma de lágrimas, estas caían al sorprendido y confuso rostro de la chica a la que estoy enfrentando. – Nico…chan… - Apoyé mi rostro en su cuello, y empecé a soltar mis lágrimas, acompañadas de un ligero sollozo.

M-Maki…chan… - Sentí sus delgados brazos rodear mi espalda, y acercarme más a ella. - ¿Lo dices enserio? ¿En verdad sientes eso?

Por supuesto que sí… ¿acaso crees que en mi estado normal sería capaz de decirte esto? Idiota…

¡Maki! – En un pestañeo cambiamos de lugares, ahora era ella quien estaba sobre mí. – Perdóname… perdón por lo que voy a hacer… pero ya no aguanto más…

¿N-Nico-chan? ¿Qué vas a…? – Fui silenciada por unos finos labios sobre los míos, pude sentir su calor, sus lágrimas a través de ese tierno y algo torpe beso.

Maki… - Me miró intensamente, sus ojos estaban empañados, y su labio inferior temblaba. - ¿Por qué me hiciste esperar tanto? Idiota…

Lo bueno siempre se hace esperar, ¿no? – Sonreí.

Ppff… - Ella me miró sorprendida, para luego reír. – Te amo… Maki-chan…

Nico-chan… solo cállate y bésame, ¿sí?

Ohh~… esta no es la Maki que conozco… - Sonrió burlescamente.

No tientes a tu suerte, idiota… - Desvié la mirada y la atraje hacia mí, para nuevamente, callar sus palabras con mis labios.

Mejor siéntete afortunada, la gran Nico cuidará de ti de ahora en adelante… - Dijo soberbiamente.

¿Ah? ¿Tú, cuidar de mí? Tu enanismo no es suficiente para protegerme… - Le saqué la lengua.

¿Mmm? Así que enana, ¿eh? Veamos si aún te sigues quejando de lo enana que soy después de esto…

¿Eh? Nico-chan… ¿q-qué haces? ¿Qué piensas hacer?

Shhh… calla… esta vez… seré yo quien mande…

¿Mandar? ¿Mandar en qué? – La miré confusa, pero cuando observé que me estaba levantando el vestido y la bata entré en pánico. – E-Espera… n-no llevo nada de ropa interior…

¿Eh? – Ya era demasiado tarde, ella ya había visto parte de mi "centro". Mi rostro estaba completamente rojo, ella hervía en sangre, a tal punto que sangre salió de su nariz. - ¿N-Nico-chan? ¿Estás bien?

S-Sí… solo que… ver "eso" tan repentinamente… n-no estaba preparada…

¿Quién demonios eres, Umi? – Levanté mi ceja.

¡Cállate! ¡Tomate pervertido!

¿T-Tomate? Ahora si… Me las pagarás… Nico-chan…

Uuu… qué miedo…

Mmm… ¡Nico-chan!

Cinco minutos después de la persecución.

Maki… eres una… tonta… ahora tu ropa tardará más en secarse…

No me… importa… mañana no hay clases y… puedo avisar que me quedaré aquí… - En ese momento, me acordé de algo. - ¡Mi celular!

Corrí hacia mi maletín y lo saqué, solo estaba húmedo, pero debía hacer la prueba de que encendiera.

Nico-chan, ¿tienes un cargador?

¿Eh? Sí… espera iré a buscarlo… - Unos segundos después la escuché regresar. – Ten… espero te sirva…

Perfecto, gracias… - Enchufé mi celular y comenzó a cargar. Lo encendí, y sonó el tono de mensajes. – M-Mi madre…

¿Qué sucedió?

Está enfadada porque no le respondí las llamadas… - Suspiré pesadamente.

Entonces… llámala…

S-Sí… - Comienzo a buscar el número.

¡Maki! ¡¿Dónde rayos estás?!

Uugh… m-madre… estoy en casa de Nico-chan… no llevé paraguas a la escuela…

¿En casa de Yazawa-san? Bien… ¿a qué hora piensas venirte?

Mi uniforme está completamente empapado, así que en un par de horas más debería…

¡NO!

¿Eh?

Pregúntale a Yazawa-san si puedes quedarte ahí, anunciaron un temporal horrible para esta noche y no quiero que nada te pase, ¿está bien?

Ahh… de acuerdo… adiós madre…

Adiós… y se atenta con Yazawa-san…

Sí… - Colgué.

Supongo que te quedarás esta noche… - Me miró con una sonrisa.

S-Sí… al parecer sí…

Entonces… t-te parece si… ¿seguimos en donde estábamos?

¿Eh? – La miré alterada. - ¿E-Enserio quieres… hacerlo?

Si es contigo… si…

E-Está bien… pero antes… ¿no deberíamos hacer algo?

¿Mmm? – Piensa unos momentos. – Ah! Cierto… ejem… - Aclaró su garganta. – Maki-chan, ¿me harías el honor… o mejor dicho… te gustaría tener el honor de ser la novia de la gran Nico?

"Aquí vamos otra vez…"

Eres una idiota… Nico-chan…

¿Eh? ¿Por qué?

Pensé que la densa en este tipo de cosas eran Umi y Eli… no tú… idiota, idiota, idiota…

M-Maki-chan… por favor escúchame…

No, vete al diablo…

Mou! Maki-chan~

Fin.


Y aquí mi primer Oneshot al estilo NicoMaki e.e espero les haya gustado :D asojasjoas

dedicado a uno de mis seguidores, señor Ophiel c: ajsoasjsj y a todos los que gozan y disfrutan del NicoMaki o SoraPile (Belén xD) e.e asojasos un abrazo y pásense por mi pagina :D besos y abrazos.