Bueno este es mi primer one-shot, y primera historia sobre Junjou Romantica, es un AU, asi que ojala les guste mucho.
Amo el yaoi-Pov de Akihiko
Amo el hard yaoi - Dialogo entre personajes.
Amo Junjou Romantica - Fragmentos del libro que Usami-san escribia.
Espero les guste.
La escasa rutina que mis hábitos han generado, aquellos que ahora no pueden ser cambiados, todo esto se vuelve en simples palabras, aburrido, solitario, eso es en lo que mi presente se ha transformado. Los sucesos trastornados por mi personalidad, estoy seguro mi comportamiento no es sencillo de manejar, pocas son las personas que no están junto a mi por algo mas, una de ellas mi editora, no lo había mencionado ¿cierto? Soy escritor, de novelas románticas pero hasta ahora he sido incapaz de escribir una novela con final feliz; después de todo no puedes imaginar algo que nunca has poseído, otra persona importante en mi vida es mi fiel amigo y podría decirse hermano menor Takahashi Takahiro, con hermosos ojos azules cuyos zafiros, y un cabello negro como la mismísima noche. Pero como cualquier persona que nunca ha obtenido la felicidad, puso mis deseos sobre algo intocable, es algo completamente unilateral, eso siempre lo he sabido, pero como un masoquista sin remedio me aferre a lo imposible, pero uno de los beneficios de ser un amigo es el de siempre poder estar a su lado; y con eso era completamente feliz.
Pero un día, aquella felicidad que logre obtener, se derrumbo cual vaso después de ser golpeado, mi felicidad, mi corazón, y porque no decir que incluso la poca esperanza que muy en el fondo se encontraba dentro de mí, todo ello se derrumbo… como cualquier buen sueño llega un momento en que debes despertar, si, no siempre son las mejores maneras, esta era precisamente como una madre que le tira un balde de agua fría a un niño rebelde que no quiere levantarse. De esa manera se sintió, sabía que tarde o temprano esto iba a pasar, pero el sueño se sentía tan reconfortante que no pude evitar querer aferrarme al aspecto de esa ilusión, como buena realidad un día, en un momento, en un segundo todo se rompió…
···························································
·································
Para sobrevivir al dolor, escribí, como nunca lo había hecho antes, imprimiendo mis sentimientos, mi dolor en ese libro. Personajes ficticios, para nada, todo era realidad, excepto el motivo de volver a flotar, el si era mi imaginación, una salvación que yo encontré para sobrellevar todo aquello.
Hermoso cabello castaño, a los que no les encontraba una comparación digna de, ojos tan verdes como brillantes esmeraldas recién pulidas que expresaban inocencia, un pasado terrible que quería sobrepasar. Todo lo imagine, tus padres murieron en un accidente de auto, del que te sentías culpable porque pensabas que por ti ellos habían muerto, nunca pedias algo por temor a que sucediese lo mismo, a diferencia de cualquier persona cumplías lo que yo pedía si aquello te parecía bien, cuidabas de mí y me sentía protegido y yo te protegía a ti, era difícil el que te convencieras de ciertas cosas, y aun así me parecías el ser destinado a estar junto a mí, redacto cada parte del joven que fue mi salvación, desde como su pecho se inflaba cuando respiraba mientras dormía, de tus berrinches o fingidos enojos, las sonrisas y los motivos de todo ello, nunca tuviste pareja, y era virgen antes de llegar a mi vida, un encuentro casual y el alojamiento en mi casa que con tu presencia se convirtió en el hogar.
Todo detallado tan minuciosamente que si alguien lo leyese creería que estoy enfermo, trastornado, sin embargo lo que hace que algo exista es la existencia de detalles que a ojos de otros parecen tan insignificantes. No omitiría ni un solo detalle de su persona, porque el saber exactamente como era, me hacía sentir que existía. Con un nombre tan hermoso como el portador de él, aquel que con solo oírlo hacia que mi corazón se detuviese o acelerase a la vez, que me sintiera tan cálido como nunca lo había sentido, que fuera tan feliz y a la vez tan lastimado, inconscientemente claro está, debido a que él se preocupaba mas por los demás que por él, porque él, era simplemente él, el chico de mis sueños…
Misaki
·································
···························································
No sé si fue, una cruel jugada, ni siquiera sé porque estas frente a mí, no soy capaz de creerlo, no sé si aparento ser un acosador o algo por el estilo, sin embargo, no puedo ser capaz de entender cómo es que tú te encuentras frente a mí, es casi inconcebible, se supone que eras un sueño, un producto de mi imaginación y como tal no deberías existir.
Pero mírate estas parado frente a mí, lanzo unos cuantos balbuceos y no puedo dejar de observarte de admirarte, deseaba saber cómo es que tu, estabas frente a mí, pero nada era una respuesta lógica, simplemente no lo era, e incluso la escena, es idéntica a la que yo relate en mi libro, lo es, no estoy loco, no pude haber sabido toda la especificación de ello, esto es simplemente increíble, hablaría, o diría algo sino sintiera que en el intento sería considerado un loco
-Usagi, el es mi hermano Misaki- junto a ti, se encontraba lo más glorioso que en mi vida he visto, unos ojos esmeraldas tan hermosos y grandes llenos de completa inocencia, cabellos castaños a los cuales no pude encontrarles comparación, eran simplemente únicos y perfectos, tus mejillas levemente sonrojadas al ser presentado con orgullo por tu hermano mayor.
-Mucho gusto Usagi-san- sonreíste tan sinceramente, y hasta cierto punto nervioso, ¿en serio eres un chico de diecinueve años? No sabía que existía la pureza aun a esta edad. –Eh…yo… lo siento Usami-san- tan hermoso, tan hermoso.
-No, está bien dime Usagi-san, Misaki- pronunciar tu nombre era de cierta manera gloriosa. Saber que existías, me colmaba de alegría.
-Usagi-san, nii-san, ¿puedo retirarme?- pregunte el chico de cabellos castaños como si aquello fuese lo más lógico del mundo, después de que Takahiro asintió, diste una pequeña reverencia, eres sumamente hermoso, en todos los aspectos.
-Usagi, necesito pedirte un favor- tenias un leve temblor en la boca.
-¿Qué ocurre Takahiro?- al ver esos azules ojos me di cuenta, de que definitivamente me había enamorado del chico que hasta hace unos segundos estaba frente a mí, si antes me sentía mal por amar algo intocable, ahora tocar el tesoro más preciado para el chico que alguna vez llegue amar y ahora ese cariño que le tenia no se compara en nada a diferencia de lo que siento por el joven menor que yo por diez años.
-Has sido mi amigo por muchos años, por lo que me gustaría pedirte que cuidaras a mi hermano en lo que salgo de Luna Miel- asentí con normalidad, por dentro gritando de emoción. Enamoraría a Misaki.
···························································
·································
Desde la noche en que acepte ser tu cuidador en lo que tu hermano regresaba todo cambio, la rutina solitaria ya ni siquiera la recordaba, era sumamente relajante el aura que nos rodeaba todas las mañanas, estuviste conmigo durante las vacaciones, y en un determinado momento me pediste ser tu tutor, no sabes lo feliz que me hizo sentir eso, con el paso del tiempo me tomaste cariño pero no llegabas a sentirlo por completo hasta que un día en que las lecciones se aplazaron demasiado, ambos sentados sobre el sillón, hombro contra hombro, roces entre nuestras manos creadas intencionalmente, un tropiezo, la mezcla de nuestra respiración, y sin poder resistir mas, selle nuestros labios.
Temía por tu reacción, pero no hiciste más que corresponder, llevando tus pequeñas manos hasta mi plateado cabello, en el cual hundiste tus dedos, acariciándolo con parsimonia. Mi lengua pidiendo entrar, y el rápido acceso que tú diste, dentro del beso, uno que demostraba el cariño, pero también el deseo refalado en cada movimiento los cuales eran simplemente gloriosos. Te levante junto a mí, y nos sentamos en el sillón, sin duda lleve mi boca hasta tu cuello, comencé a lamerlo con intensidad, dejando marcas rojizas de propiedad y nada más, tus silenciosos gemidos eran música, el desprendimiento de cada una de nuestras ropas.
Lamí, mordí, y saboree con gula tus pezones, a lo cual tu respondías con gemidos entrecortados, sentándote en el sillón me hinque hasta estar en medio de tus piernas, trataste de cerrarlas pero no te lo permití, lleve mi boca y con rapidez comencé a degustarlo, era delicioso. Tú eras delicioso. Tus manos ahora se aferraban con fuerza a mis cabellos jalándolos de vez en cuando, te viniste en mi boca, cada gota la cual deguste con gusto, tus ojos verdes ahora entrecerrados por el placer, tus mejillas tan rojas a más no poder, eras como un ángel al que yo estaba dispuesto a profanar.
No aguante mucho, y llegue hasta tu entrada, donde la dilate tanto con mis dedos llenos de tu saliva así como mi lengua la cual entro fingiendo estocadas, para serte sincero no creí que rogaras por ello, pero lo hiciste, me senté en el sillón y te eleve tanto como pude para que pudieras entrar en mi, fue un movimiento rápido, y era doloroso, la presión que tu estrecha y hasta ahora virgen entrada era algo delirante. Espere, aun contra mis bajos instintos espere, seguí envistiéndote cuando tu comenzaste a moverte, pidiendo más contacto, tome tus caderas y comencé a salir y entrar, los jadeos que soltabas en mi oído eran excitantes, te sostenías de mis hombros, y besabas mi cuello, eras inexperto pero teníamos tiempo para aprender.
Con fuerza, con rapidez y determinación seguí entrando y saliendo, hasta que ninguno de los dos aguanto y nos corrimos al mismo tiempo, dejaste caer tu cuerpo sobre mí, te acurrucaste en mi pecho, y finalmente te quedaste dormido, te veías así de hermoso, con tus mechones castaños pegados a tu frente, tu respiración y el corazón tan acelerados como los míos que se juntaban y se perdían entre la acción de recuperar de este, tus mejillas sonrojadas y las marcas por tu cuello, pecho, hombros, abdomen, y muslos.
Perfecto. Ahora eras mío.
Solamente mío.
·································
···························································
Con el paso del tiempo, me di cuenta que a base de mi escritura era como tu cambiabas, y una fatídica noche lo comprobé, habíamos asistido a una fiesta, donde desgraciadamente mi hermano mayor se encontraba ahí, apenas fijo tu viste en nuestras manos entrelazadas sabía lo que intentaría hacer. Quería estar contigo, protegerte. Pero Isaka no me lo permitió, me trajo de un lado a otro siendo escolta de varias chicas, teniendo que bailar con cada una de ellas, y tanto a Haruhiko como a Misaki les había perdido de vista, así que cuando acabo la música de esa pieza, me disculpe con una sonrisa y comencé a alejarme. Te busque por varios lados y te encontré acorralado entre la pared y mi hermano, no necesite una señal o algo para saber que aquello no te gustaba, bastaba con ver tu boca fruncida con nerviosismo.
Le asesté unos cuantos golpes a mi hermano, te tome del brazo, y sin importarme que fuera a suceder por el escándalo armado, Salí del lugar contigo arrastrado, cuando llegamos al auto, te tome de la nuca y te bese con ferocidad, brusquedad, pero estaba enojado, no quería asustarte ni hacerte daño.
-¿Por qué estabas con Haruhiko?- Te pregunte apenas llegamos a casa, pues en todo el camino nos mantuvimos en silencio.
-Me sentía solo, y él se acerco a platicar, no imaginaba que fuera hacer algo así- te mire a los ojos con cierto recelo, por lo que retrocediste algo asustado.
-Misaki, ¿Cómo se que no me estas mintiendo?- me acerque tanto a ti como para acorralarte entre la baranda de las escaleras y mi cuerpo. Ahora tu mirada no era temerosa, era una indignada.
-¿Qué estas tratando de decirme Usagi-san?- tu entrecejo esta fruncido.
-No lo sé… ¿tú qué crees?- no iba a desistir, ese era mi peor enemigo, y verte cerca de él, me hizo hervir con odio, con enojo, resentimiento, desde pequeños siempre intento arrebatarme lo que me hacia feliz, y yo lo deje, pero Misaki es algo a lo que simplemente no soltare, aun si debo amarrarlo a la cama lo hare.
-¿¡Cómo es posible que desconfíes de mi?!- me empujaste con todas tus fuerzas, y me descoloque por completo al menos fuiste capaz de quitarme de encima, subiste con rapidez y fuiste al cuarto que tenía como utilidad guardar tu ropa, pues solías dormir en el mío. -¡Olvídalo Usagi-san! ¡Me iré de aquí, y volveré hasta que haigas dejado esas estupideces!- gritaste desde el segundo piso.
No dejaría que te fueras, pero no conteste, simplemente me acerque a la escalera, y comencé a subir con tranquilidad, llegue hasta el portátil, y comencé a escribir…
Aquel joven de castaños cabellos, se sentía enojado por la desconfianza de su novio, sin embargo se retracto y regreso a la habitación donde ambos habían dormido, quedando frente al escritor, le dijo que se marcharía y no podría detenerle, pero algo le impedía salir siquiera de la habitación.
Como si mis palabras fuesen verdaderas, todo sucedió decidí seguir probando escribiendo frases algo extrañas, que ni en ningún momento podrías hacer, ya sea por ética o simplemente por el contenido de la acción, o que en estos momentos con la tensión no quedaba para la ocasión.
Misaki baila sensualmente
Misaki habla francés
Misaki besa la pared
Misaki actúa como un gato.
Misaki grita que me ama.
Misaki grita que jamás me dejara.
Comencé a llorar, si todas las acciones escritas se volvían realidad, entonces todo lo que viví con Misaki pudo haber sido una farsa, una a la cual yo sostuve a Misaki todo este tiempo, una fara como todo a mi alrededor. De nuevo sentí el peso de todo sobre mí. Pero aun no todo estaba perdido si el amor que Misaki me había tenido era una realidad que yo invente, lo mío era plenamente real, con dolor, escribí algo que pensé no podría hacer. Dejarte ir…
Misaki fue libre…
···························································
·································
Me sentí devastado cuando ocurrió todo ello, creo quede peor de lo que alguna vez estuve, sin embargo el saber que ahora estabas mejor, lejos de mí, y por fin podías ser como realmente eras, feliz, era lo que me hacia sonreír. Iba caminando junto a uno de mis mejores amigos Hiroki que por cierto venía hablando de Nowaki, algunas veces no podía evitar reír, por sus declaraciones tan obvias, de momento Hiroki se detuvo, y parado unos segundos me jalo del brazo.
-Él es uno de mis alumnos…- nos acercamos hasta un joven de cabellos castaños, que leía un libro el cual conocía a la perfección, la pasta color negro tratando de representar una noche, la imagen de un joven con cabello castaño en la portada, con una sudadera blanca y un pantalón azul, con detalles en verde, y tras de él, cada lugar que durante nuestro noviazgo visitamos, cada uno enmarcada en ese libro, y la dedicatoria tan simple como "Para el…"
-Takahashi- dijo mi amigo con una sonrisa, tanto el chico nos paralizamos, pero el otro cerro el libro con el separador en él, y volteo lentamente, sus ojos esmeraldas, definitivamente lo conocía, nos sonrió algo nervioso.
-Tu cara se me hace conocida…- dijo el joven señalándome. –Mucho gusto mi nombre es Takahashi Misaki- nos extendió la mano con una sonrisa simplemente armoniosa.
-Mi nombre es Usami Akihiko- sonreí levemente, se sentía tan extraño verte.
-El escritor de "El inicio de todo" este libro- lo tomaste entre tus brazos.
-El mismo- sonreí, tu nunca leías nada, pero el que leyeras mi libro es un gran honor -¿Qué te pareció?- pregunte hincándome quedando a la altura del menor.
-Sumi-sempai dice que es pretensioso, pero a mí me ha encantado, es tierno como lo relata Usagi-san- sonreíste y luego te diste cuenta de cómo me llamaste. –Lo siento mucho Usami-san-
-Dime Usagi-san…- jugué con tus cabellos castaños arrancándote un sonrojo que se me antojaba adorable.
Comenzamos a platicar sobre él, no importaba que no me recordaras, porque estaba seguro eras el mismo chico castaño al que conocí y me enamore, esta era una segunda oportunidad que no desaprovecharía, lo haría bien esta vez, con solo querer que estés conmigo…
Cerré la portátil al escuchar tu llamado para la cena, y guarde el manuscrito en la carpeta con el nombre "Enmendar los errores" con rapidez baje, solo para encontrarte llevando las ollas de comida a la mesa, me sonreíste, y te dispusiste a comer.
-¿Te gusta Usagi-san?- preguntaste nervioso.
-Todo lo que cocinas me fascina Misaki, te amo- dije dándote un leve beso.
-Yo también te amo Usagi-san-
Esta vez cuidaría a Misaki, el chico de mis sueños, esta vez no te dejaría ir.
Bueno aun no estoy del todo segura si hare la segunda parte y que en esta ocasion Misaki narre todo lo que ocurrio despues de que se marcho del hogar que compartia con Usagi-san, la continuacion dependera de los reviews que el fic reciba. En ella explicare el hecho de porque Misaki no le recuerda.
Asi que si desean continuacion entonces, pues ya saben comenten, aun asi dira que esta acabado. Espero escribir mas fics de Junjou Romantica.
