Título: Torpe

Palabras: 300

Notas: Escribir tres fanfics al mismo tiempo me acabará matando. Esto es como un mini-respiro. Haré mas.

Advertencia: Fluff y sarcasmo. Sobre todo fluff.

Disclaimer: Naruto no me pertenece. Es obra y propiedad de Masashi Kishimoto.

El rubio sonrió, ternura y sarcasmo patentes en sus ahora más adultas facciones, acariciando aquel cabello negro que tanto le intrigaba, rozando con sus dedos la zona donde parecía hacer un extraño y darle aquella forma que desafiaba las leyes de gravedad que Iruka le había metido a la fuerza en la cabeza, el cabello tan suave, casi parecía irreal.

Y era tan irónico.

Sasuke.

El pelinegro que una vez se había ido, marchado, abandonado Konoha de mil amores -caos y dolor a sus espaldas, por supuesto- pretendía que el rubio se quedara allí, quieto, sin hacer nada más que mirarle, mirar aquel rostro pálido bajo la ténue luz que se filtraba pausadamente por la ventana, sol comenzando a asomar en el horizonte.

Y, al ver aquel rostro, relajado ante sus caricias, se dio cuenta de algo chocante al mismo tiempo que confuso.

Y es que, quedarse ahí, con Sasuke durmiendo a su lado en un intento torpe de velar su sueño -torpe, una palabra que nunca habría relacionado con el pelinegro-, no sonaba tan mal.

Su mano libre se entrlazó con mechones oscuros, dedos descendiendo por su frente, perdiéndose tras sus orejas, deslizándose por suaves mejillas, rozando largas pestanas, susurrando sobre aquella pequeña y respingona nariz, deteniéndose en sus labios. Aquellos rosados labios que formaban, lentamente, una sonrisa, al tiempo que se acomodaba -rostro apoyado sobre la malherida pierna del rubio, mano apretando con más fuerza, moviéndose, junto con la del rubio, a su pecho- en su incómodo sillón del hospital.

Oh, sí, no sonaba mal para nada.

Muchas gracias por leer y muchísimas gracias a aquellos que se tomen la molestia de comentar.

Yo, feliz, escribo. Los comentarios me hacen feliz. ¿Entendéis por dónde voy?